Raúl Santana Alarcón
Antecedentes del Caso
Raul SANTANA ALARCON
El 19 de septiembre de 1973 fueron ejecutados en el puente sobre el Rio Pilmaiquén, por carabineros pertenecientes a la Comisaría de Rahue, en Osorno,
- Raúl SANTANA ALARCON, 29 años, auxiliar de la Universidad de Chile, sede Osorno; Dirigente vecinal, Presidente del Comité de pobladores sin casa y militante del Partido Socialista.
- José Mateo VIDAL PANGUILEF, 26 años, obrero, militante socialista.
El día 16 de septiembre de 1973 por un Bando emitido por radio se llamó a presentarse a ambos ante las nuevas autoridades. Al día siguiente, horas después de que fueran allanados sus domicilios, decidieron presentarse y, en compañía de la cónyuge de Santana, se dirigieron al domicilio de un oficial de la Tercera Comisaría de Rahue, Osorno. Este los dejó en su casa de calle Manuel Rodríguez, de la ciudad de Osorno. Desde allí fueron trasladados a la Tercera Comisaría de Rahue, donde fueron vistos por testigos entre el 17 y 19 de septiembre de 1973. El día 19 fueron sacados de dicha unidad policial y conducidos al puente sobre el Río Pilmaiquén, lugar donde se les dio muerte mediante disparos que carabineros les hicieron, tras hacerlos correr. Los cuerpos de Santana y Vidal fueron encontrados en el mes de enero de 1974 en el Río Pilmaiquén.
La Comisión se formó convicción que José Vidal y Raúl Santana fueron ejecutados al margen de toda legalidad, por agentes del Estado constituyendo ello una grave violación a sus derechos fundamentales. Tal convicción se funda en lo siguiente:
- Que está acreditado suficientemente el arresto de los afectados y su permanencia en la Comisaría señalada;
- Que existen testigos y otros antecedentes de la ejecución de ambos;
- Que sus cuerpos aparecieron en el rio Pilmaiquén, meses después, señalando el certificado de defunción de Santana, como fecha de la muerte, «septiembre de 1973».
Fuente :Informe Rettig
Prensa
«Se entregó en la casa de un capitán de nombre Fernández el 17 de septiembre de 1973, cuando supo que lo andaban buscando. "Nada he hecho, no te preocupes", me dijo. Lo busqué después por todas partes durante bastante tiempo. Hacía el recorrido; empezaba por la Primera Comisaría, pasaba a la Cárcel, a Investigaciones, al Hospital, al Estadio Español. Fui a Rahue, a Ovejerías, y así todos los días. Yo ya no daba más, y en ninguna parte tenía respuesta de dónde estaba mi esposo.
»El día 27 de septiembre fui a la Comisaría porque quería hablar con el capitán Fernández. Me lo negaron y me dijeron que me fuera; que mi esposo estaba muerto y que me fuera si no quería que me pasara lo mismo que a él. Me apuntaron con un arma. Así que no me quedó otra cosa que volver a la casa. Y desde ese momento yo ya pensé que mi esposo estaba muerto y no pude hablar nunca con el capitán Fernández. Nunca conseguí hablar con él.
»Después empecé a encontrar personas con las cuales él estuvo detenido en la Comisaría de Rahue; porque de la casa del capitán Fernández fue llevado a la Tercera Comisaría de Rahue.
»El 12 de enero de 1974 salió en el diario que se habían encontrado dos cuerpos en el río Pilmaiquén. Unos familiares me avisaron de que uno de ellos parecía ser mi esposo y que además tenía sus documentos. Entonces fui al Instituto Médico Legal, donde me dijeron que como era viernes y ya tarde no podía entrar, y que el sábado estaba cerrado. Les dije que quería saber si los cadáveres estaban allí, porque me habían avisado que uno de ellos era el de mi marido. Me dijeron que estaba allí, pero que el lunes iban a ser enterrados en la fosa común. Yo insistí en que tenía que verlo. Me dijeron que volviera el lunes muy temprano. Así fue cómo lo reconocí.
»Al cadáver le faltaban los dos brazos, la parte de los muslos; estaban las canillas, el tórax y la cabeza. El médico me dijo que los cuerpos habían sido regados con cal y que por eso no les quedaba carne; pero yo lo reconocí por la ropa y porque a él le faltaba un diente, un colmillo del lado izquierdo.
»Después tuve que hacer los trámites para poder sepultarlo. Me costó bastante convencer al juez, que era una mujer. Finalmente, me dio permiso, pero me dijo: "Hazlo callada; no avises a nadie; solamente a los familiares..."
»Así que le dimos sepultura el 15 de enero de 1974.
Fuente :derechos.org sin fecha
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