Bautista Segundo Oyarzo Torres

Rut : 1.944.728-6
Fecha Detención : 20-10-1973
Comuna Detención : Paine
Fecha Asesinato : 20-10-1973
Comuna Asesinato : Santiago
Fecha Nacimiento : 05-04-1951
Edad : 52
Lugar Nacimiento : Paine
Estado Civil e Hijos : Casado, 9 Hijos
Oficio o Profesión : Obrero
Nacionalidad : Chilena

Antecedentes del Caso

El 20 de octubre de 1973, se practicaron varias detenciones en los Asentamientos Huiticalán, Patagual y Vínculo de Paine. La acción fue ejecutada por efectivos pertenecientes al Regimiento de Infantería de San Bernardo, quienes en la mañana de ese día recorrieron los lugares referidos deteniendo a las siguientes personas: Santos Pascual CALDERON SALDAÑA, 28 años, casado, agricultor, militante socialista; Benjamín Adolfo CAMUS SILVA, casado, agricultor; Rolando Anastasio DONAIRE RODRIGUEZ, 49 años, casado, agricultor, sin militancia política; Luis Osvaldo GONZALEZ MONDACA, 32 años, casado, agricultor, sin militancia política; Pedro MENESES BRITO, 30 años, soltero, agricultor, militante socialista; y Bautista Segundo OYARZO TORRES, 52 años, casado, obrero agrícola. El primero en ser detenido fue Benjamín Camus, en momentos en que iba a dejar animales al cerro, luego de ello, los efectivos militares se dirigieron a las oficinas del Asentamiento Huiticalán donde arrestaron a Osvaldo González y a Juan Oyarzo. Alrededor de las 10:00 horas es detenido en el camino, Pascual Calderón. Desde el Asentamiento El Patagual es detenido Rolando Anastasio Donaire Rodríguez. Los detenidos van siendo concentrados en una cancha en la localidad de Pintué. A las 17:00 horas los detenidos son subidos en camiones militares y llevados en dirección de la Cuesta el Cepillo. Finalmente, y al día siguiente es detenido desde el Asentamiento el Vínculo Pedro Meneses Brito, Presidente del Asentamiento. Desde entonces sus familias no pudieron obtener información sobre el paradero de las víctimas. En el mes de noviembre de 1973, se enteraron a través del Servicio Médico Legal que todos ellos habían sido remitidos hasta ese lugar y sepultados en el Patio 29 del Cementerio General. Sus familiares gestionaron el traslado al Cementerio de Aculeo. En sus certificados de defunción se indica como fecha de la misma el 23 octubre de 1973 a las 10,00 horas en el Puente Maipo y como causa de ella heridas de bala. Los antecedentes relatados permiten a esta Comisión llegar a la convicción, que las víctimas fueron ejecutadas tres días después de su detención, cuando se encontraban en calidad de detenidos por agentes del Estado y sus cuerpos abandonados en las laderas del Puente Maipo, para posteriormente ser trasladados por personal de Carabineros al Instituto Médico Legal; constituyendo sus muertes, violaciones a sus derechos humanos de responsabilidad de agentes del Estado.

Fuente :Informe Rettig

Prensa

Al inicio cuando don Juan Leonardo nos habló del proyecto de los mosaicos, nos decía “Vamos a trabajar en cerámica” así que pensábamos qué cosas identificaban a mi papá y la mamá de inmediato dijo “Traten de hacer una máquina trilladora porque eso era lo que más le gustaba, el trigo”. A mi papá le gustaba la máquina trilladora, el tractor y con eso empezamos a formar la idea que desde las ruedas salieran espigas de trigo y desde ahí sale una parte de un coloso de un tractor y llevaba gente, porque él destinaba gente en el tractor. Las ideas fueron saliendo y la señorita Marcela hizo ese bosquejo y mi sobrino lo amplió más y lo hicimos. El mosaico tiene el coloso, la máquina donde salen las espigas y sale la persona que está trabajando la tierra, tiene unas personas, unas herramientas y yo le dije a la señorita Marcela “Coloquemos una señora con una niñita, la señora es mi mamá y la niña soy yo”. Quedó como nosotros queríamos que se representara a mi papá. En el mosaico participamos tres de mis hermanos, mis sobrinos y mi hija, mi mamá iba a mirar, dirigía la obra y ahí ella nos decía lo qué faltaba “No le hicieron esto, no le hicieron esto otro” y nosotros le decíamos “No, si espérese un poquito, estamos recién aprendiendo, no somos artistas”. La pintura del Paseo11 está bonita también, cuando la fui a ver, me acerqué al retrato de mi papá, y don Lorenzo dijo “Usted es hija de él”- “Sí, soy su hija” - “Me pasó algo muy especial con él, su retrato como que hablaba por sí mismo, se me hizo tan fácil pintarlo porque como que estaba presente posando para mí, muy especial esta persona”.

Fuente :germina.cl 2014 AFDD PAINE

Se trata de la sentencia definitiva en el episodio “Paine Aculeo”, que dejó 11 víctimas. Así, se da por cerrado el proceso judicial de uno de los casos más crudos que dejó la dictadura militar a manos de integrantes de la Escuela de Infantería de San Bernardo en 1973.

La Segunda Sala Penal de la Corte Suprema dictó sentencia definitiva y de reemplazo, condenando a cuatro exuniformados como autores del secuestro calificado de 11 campesinos, hechos ocurridos en octubre de 1973, en lo que se conoce como caso Paine Aculeo.

De esta manera, los ministros Manuel Antonio Valderrama, Jean Pierre Matus, el ministro suplente Juan Manuel Muñoz, y los abogados integrantes Juan Carlos Ferrada y Eduardo Gandulfo confirmaron las condenas emitidas por la Corte de Apelaciones de San Miguel en septiembre de 2022 y condenaron a los oficiales del Ejército en retiro Iván de la Fuente y Alfonso Faúndez Norambuena; y el prefecto de Investigaciones Roberto Arcángel Rozas Aguilera, a la pena de 18 años de presidio mayor en su grado máximo como autores del secuestro calificado de las once víctimas.

Además, el exoficial del Ejército, Julio Cerda Carrasco, recibió una condena de 15 años como autor del mismo delito ejecutado contra cinco de las 11 víctimas.

Cabe mencionar que hay oficiales de Ejército que no alcanzaron a ser condenados porque fallecieron durante el proceso, tales como Víctor Pinto Pérez, Andrés Magaña Bau y Alejandro Valdés Visitainer; y Sergio Avila Quiroga, excarabinero.

El máximo tribunal, por unanimidad, rechazó todos los recursos de casación formulados por las defensas de los condenados. Confirmó íntegramente el fallo de primera instancia dictado por la ministra Marianela Cifuentes, instructora de la causa. Igualmente, dejó sin aplicación la media prescripción solicitada por los condenados, y en el aspecto civil la Corte Suprema —al acoger un recurso de casación de los representantes de las víctimas— dejó sin efecto el fallo de la Corte de Apelaciones de San Miguel, que había rebajado sustancialmente los montos otorgados por la ministra Cifuentes a los familiares.

Lo que ha hecho el Poder Judicial “es algo que nadie pudo imaginar en el pasado”

Nelson Caucoto Pereira, abogado de 10 de las 11 víctimas señaló que “estamos culminando con este fallo terminal del máximo tribunal de la República, en el “Episodio Aculeo”, un mega proceso que comprende en total 70 víctimas, denominado “Caso Paine”. Ha sido un trabajo gigantesco de la justicia chilena, expresado en las personas de María Stella Elgarrista, Héctor Solís, y finalmente la ministra Marianela Cifuentes, quienes desplegaron grandes esfuerzos por satisfacer los legítimos anhelos de los familiares de las víctimas, en su gran mayoría campesinos de la zona, por buscar justicia para sus seres queridos”.

Caucoto agregó que “judicialmente se está cerrando positivamente un periodo triste, irrepetible y de mucho dolor para tanta gente humilde, cuyos derechos fueron arrasados por la dictadura militar. Lo que ha hecho el Poder Judicial en este caso, con la ministra Marianela Cifuentes, es realmente algo que nadie pudo imaginar en el pasado. ¿Quién pensó que se podía avanzar en el esclarecimiento de los hechos y que los autores de estos crímenes aberrantes, que aún sobreviven irían a la cárcel, y que esos familiares recibirán reparación?”, se cuestionó el profesional.

“Ha sido en concreto, una buena forma de reivindicar el trabajo de tribunales de justicia, que vienen a superar y dejar atrás tiempos de oscuridad y de completa impunidad del pasado. Hoy, esos familiares pueden mirar con más esperanzas el futuro, la sanación llega también con la justicia “, finalizó Caucoto.

De acuerdo a la investigación, los condenados detuvieron, torturaron y ejecutaron a los trabajadores agrícolas Santo Calderón Saldaño, Benjamín Camus Silva, José Manuel Díaz Inostroza, Rolando Donaire Rodríguez, Luis González Mondaca, Francisco Lizama Irarrázaval, Pedro Meneses Brito, Juan Manuel Ortiz Acevedo, Luis Ortiz Acevedo, Bautista Oyarzo Torres y Jorge Pavez Henríquez, entre el 13 y 20 de octubre de 1973 en la zona rural de Aculeo. Una vez asesinados, sus cuerpos fueron abandonados algunos en el Puente del río Maipo y los otros, en un Fundo de Pirque.

Los hechos

La investigación sustanciada por la ministra Marianela Cifuentes pudo acreditar los siguientes hechos:

  • El 13 de octubre de 1973, militares de la Escuela de Infantería de San Bernardo, junto a un funcionario policial y de un civil del sector, realizó allanamientos y detenciones en diversos asentamientos campesinos de la Reforma Agraria, situados en las inmediaciones de la laguna de Aculeo, en la comuna de Paine.
  • En esa oportunidad detuvieron a los dirigentes campesinos, entre ellos: José Manuel Díaz Inostroza, presidente del asentamiento Mansel Alto; Francisco Javier Lizama Irarrázaval y Jorge Manuel Pavez Henríquez, presidente y tesorero, respectivamente, del asentamiento El Patagual y los hermanos Juan Manuel Ortiz Acevedo y Luis Celerino Ortiz Acevedo, presidente y vicepresidente del asentamiento Rangue.
  • Lo mismo hicieron el 20 de octubre de ese año, en el sector de El Vínculo, Huiticalán y El Patagual, deteniendo a Pedro Juan Meneses Brito, presidente del asentamiento El Vínculo y Luis Osvaldo González Mondaca, presidente del asentamiento Huiticalán y a los obreros agrícolas Santos Pascual Calderón Saldaña, Benjamín Adolfo Camus Silva, Rolando Anastasio Donaire Rodríguez y Bautista Segundo Oyarzo Torres.
  • Posteriormente las víctimas fueron trasladados al campo de prisioneros de la Escuela de Infantería de San Bernardo, en el cerro Chena, lugar en que fueron sometidos a interrogatorios bajo tortura, para posteriormente ser ejecutados con arma de fuego y sus cuerpos inhumados ilegalmente y abandonados.
  • Dicho campo de prisioneros estaba a la cabeza del capitán de Ejército Víctor Raúl Pinto Pérez, actualmente fallecido y el teniente de Ejército Alfonso Faúndez Norambuena. Del mismo modo, estaban a cargo de los interrogatorios el teniente de Ejército Osvaldo Andrés Alonso Magaña Bau, el teniente de Carabineros Sergio Heriberto Ávila Quiroga y los oficiales de la Policía de Investigaciones Oscar Hernán Vergara Cruces y Roberto Arcángel Rozas Aguilera.

De acuerdo a la investigación, el 23 de octubre de 1973, se encontraron los cadáveres de José Manuel Díaz Inostroza y de Santos Pascual Calderón Saldaña, Benjamín Adolfo Camus Silva, Luis Osvaldo González Mondaca y Pedro Juan Meneses Brito, en la ribera del río Maipo, a la altura del puente Maipo.

El 13 de noviembre de 1973 fueron encontrados semienterrados y en estado de putrefacción los cadáveres de Francisco Javier Lizama Irarrázaval, Juan Manuel Ortiz Acevedo, Luis Celerino Ortiz Acevedo, Rolando Anastasio Donaire Rodríguez y Bautista Segundo Oyarzo Torres, todos en el interior del fundo San Vicente de Lo Arcaya, comuna de Pirque

Finalmente, los restos de Jorge Manuel Pávez Henríquez fueron encontrados en la tumba N° 2.476 del Patio 29 del Cementerio General.

Fuente :elmostrador.cl 4/10/2024

Testimonio

Mi papá se llamaba Bautista Segundo Oyar - zo Torres, nació el 5 de abril de 1921, en Pai - llaco, cerca de Valdivia. Llegó a la localidad de Alhué, cerca de Melipilla, buscando otros rumbos, donde conoció a mi mamá. Mi mamá se llama María Irma Solís Solís, nació el 18 de agosto de 1934 en Alhué. Ellos se conocieron en el fundo Santa Marta, tuvieron su primer hijo y se casaron, éramos once hermanos, pero fallecieron dos, quedamos nueve: Arnol - do, María Ana, Oberlando, Rosa Ely, Víctor, Elizabeth, Lucía, Luis Alberto y yo. Estuvieron un poco más de veinte años juntos mi papá y mi mamá. Mi papá era maestro mecánico, estaba a car - go de todo lo relacionado a las maquinarias en el fundo. No tenía horario para entrar ni para salir del trabajo, era muy poco lo que les pagaban. Entonces ahí fue que empezó la inquietud, él quería siempre que le pagaran las horas extras de trabajo, cosa que no era común en esa época. Trabajaba mucho y el patrón no le reconocía la labor que hacía, lo importante que era, porque él hacía la man - tención a todo, trabajaba en el trigo, trillaba. De a poco comenzó a llegar más gente e hi - cieron la toma del fundo Santa Marta, por el año 1970. Después se formó el asentamiento Huiticalán 1 , varias familias se reunían en torno al trabajo común, porque trabajaban, sembra - ban, criaban animales, trabajaban con tractor, araban. Él les enseñó a manejar a muchos del asentamiento, porque él siempre les decía “Alguien tiene que aprender lo que yo sé”. En ese tiempo mi hermano mayor trabajaba junto con él. El asentamiento tenía un galpón donde tenían oficinas y los dirigentes hacían reuniones. Mi papá era dirigente del asentamiento, era el vicepresidente, entre otras cosas su labor era destinar a la gente a los trabajos. También estaba a cargo de entregar alimentos, mercadería a quienes solicitaran ayuda, y distribuía las casas también; salían a reuniones a Paine u Hospital, después comenzaron los problemas. Mi papá se llamaba Bautista Segundo Oberlando, pero en el asentamiento lo conocían por maestro Orlando.

La detención El 20 de octubre a las nueve de la mañana, llegaron los militares a buscarlo. Donde estaba mi papá no tenía su carnet de identidad por lo que le dijeron que lo acompañaban a la casa para ir a buscarlo, a unos 500 metros. Cuando llegó a la casa, mi mamá miró hacia la ventana y vio un camión de milicos, con milicos afuera y adentro, entonces ella le dijo “¿Para dónde te llevan?” - “No sé, vengo a buscar los documentos”, le preguntó por mí y la mamá le dijo que yo estaba afuera con mis hermanos jugando, le preguntó si quería que me llamara y él respondió que no y me miró desde la ventana. Se despidió de la mamá y se fue. Se lo llevaron a la cancha La Huachera en Acúleo y de ahí se lo llevaron para la cuesta de Rangue. Eso fue lo último que se supo, no lo vieron más.

Entre las 11:30 y 12:30 pasaron de vuelta los camiones, porque en ese tiempo no era tanto el tráfico por el sector y se distinguía el ruido cuando pasaba un auto y cuando pasaba un camión, por eso mis hermanos salieron al jardín a ver y dijeron “Por ahí vienen los camiones” y se acostaron de guatita para que no los vieran. A esa hora venían con los detenidos de vuelta y ahí creo que se los llevaron al Cerro Chena2 y después lo trasladaron a Pirque, para allá estuvieron. Después supimos que el capataz tenía una lista con los nombres de las personas que tenían que detener, entraron al asentamiento junto con el teniente de Carabineros Luis Jara que era el carabinero del retén de Pintué. Iban apuntando a los cinco que se llevaron, a don Francisco Godoy se lo habían llevado en septiembre, don Pascual Calderón, don Benjamín Camus y don Osvaldo González habían estado cuidando los animales, entonces venían por el camino, bajando del cerro y ahí los pescaron los milicos. Mi hermano no estaba en el asentamiento ese día, estaba atrás en as siembras cerca del cerro, le fueron a avisar lo que estaba pasando, llegó al asentamiento pero mi papá ya no estaba 

Los cuerpos sin vida de Francisco Javier Lizama Irarrázaval, Juan Manuel Ortiz Acevedo, Luis Celenio Ortiz Acevedo, Rolando Anastasio Donaire Rodríguez y Bautista Segundo Oyarzo Torres fueron enterrados clandestinamente en los cerros del asentamiento San Vicente de Lo Arcaya en la comuna de Pirque. Estos cuerpos sin vida y semi enterrados fueron encontrados por lugareños que dieron cuenta a Carabineros de Puente Alto, iniciándose una investigación judicial en el Juzgado de Letras de Puente Alto (rol 15270) el 14 de noviembre de 1973. En el proceso declaró sólo un familiar de las cinco víctimas, no citó el Tribunal a ningún otro familiar al haber informado la Prefectura de Investigaciones que los domicilios de estos quedaban fuera de la jurisdicción del Tribunal. El Tribunal ordenó inscribir las defunciones al Registro Civil de Independencia estableciéndose como fecha de muerte el 13 de octubre de 1973, lugar fundo San Vicente, Lo Arcaya y causa múltiples heridas a bala (Vicaría de la Solidaridad). .

Fuente :germina.cl 2014 AFDD PAINE

Solo mi hermano salía a buscar a mi papá, mi mamá no podía porque no tenía carnet de iden - tidad y no se lo permitían. Mi tío lo acompañaba y a veces una tía salía a buscarlo. Mi hermano pasó por lo más terrible, donde le decían que estaba para allá partía, le dijeron que estaba en el Estadio Nacional 4, les pidieron ropa, comida, pero no dejaban verlos, les llevaban cosas y los militares decían “No, déjenlas aquí no más, no los pueden ver”. Eso fue un engaño, solamente se estaban aprovechando de la gente.

En noviembre le avisaron a mi hermano que fuera al Instituto Médico Legal a reconocerlo. De aquí fue don Manuel Calderón que buscaba a su hermano, fue don Tito Pavés también, él anduvo buscando a su hijo mucho tiempo, fue mi hermano y lo acompañó mi tío Santos Lobos.

El encuentro Mi hermano Arnoldo tendría unos 20 años cuan - do tuvo que ir a reconocer a mi papá. Mi mamá le dijo antes de salir “Arnoldo, reconócelo por una cicatriz y una uña encarnada” pero se encontra - ron con algo muy distinto. Cuando entraron al Instituto Médico Legal pen - saban que iban a encontrar médicos, pero estaba lleno de militares. Mi hermano entró, el milico lo miró y le pidió la identificación, mi hermano se la pasó y le dijo que iba a reconocer a su papá y el milico le dijo “Ya entra tal por cual” y le pegó un punta pie, mi hermano empujaba la puerta y no podía abrir y se da cuenta que lo que impedía abrir la puerta era un bebé, un bebé torturado, fue impactante y pensó “¿Con qué más me encuentro adentro?”. Entonces, cuando entró para la identificación, destapó al papá y pensó que ahí quedaba completamente bloqueado, porque mi papá tenía tres impactos de bala, estaba hinchado, moreteado, embarrado y dijo “¿Cómo voy a reconocer a mi papá con lo que me dijo la mamá?” y recordó la uña encarnada, le tomó las manos ¡No tenía ni uñas! “¿Cómo lo reconozco?” y don Tito Pavés, un caballero de Los Hornos que ya falleció, le dijo “Arnoldo lléveselo, es su papá, es el maestro, va a ser difícil que lo reconozca porque esta impresión fue muy fuerte, pero lléveselo. Para lo que queda de lo que es él, es él” La ropa estaba, también estaba un lápiz que tenía, de pasta de dos colores, de esos que se apretaban, azul y rojo. Ese día también se puso un poncho y un sombrerito y es la ropa que encontraron. El cuerpo fue lo único que no reconocieron como corresponde, la ropa era de él pero el cuerpo, decía mi hermano, estaba totalmente irreconocible, dice que esa imagen se le quedó hasta el día de hoy, incluso tiene que tomar una droga permanente, si él deja de tomarla, se acuerda de todo, le dan ganas de gritar. Yo le he dicho que quizás en ese momento no lloró y me responde que no lloró porque si hacía un gesto lo trataban mal.

Entonces trajeron al papá a Acúleo y le dijeron a la mamá que tenía que tener la fosa lista en el cementerio. Él no tuvo velorio, no tuvo misa, no tuvo nada, directo al cementerio de Acúleo. Hubo gente del asentamiento que nos acompañó, algunas personas querían destapar el ataúd para verlo y la mamá no lo permitió porque estaban los milicos mirando. El certificado de defunción tiene como fecha el 13 de noviembre. Al papá se lo llevaron el 13 de octubre y el 13 de noviembre entregaron el cuerpo. Mucho tiempo después fue un juez al cementerio a exhumar el cadáver y dijo que sí, que era él, eso tiene que haber sido cuando entró algún gobierno de la democracia, porque antes era imposible. Mi mamá casi no vivió el duelo, ella dice “Yo casi no supe porque no sacaba nada”, claro, cuando quedaba sola lloraba pero delante de nosotros no, seguía adelante no más. Yo le preguntaba a la mamá por mi papá, al principio me decía que había salido, pero después ya no hallaba qué decir. Tampoco pudo vivir el tiempo de duelo, porque ella siempre tenía la esperanza que él iba a volver, tenía esa esperanza, incluso, mis papás habían comprado unos pollos y ella no los quería matar porque decía que eran para él, porque él los había comprado y los había criado.

El funeral de mi padre Cuando en el asentamiento se dieron cuenta que ya no los iban a encontrar vivos hicieron una misa y nombraron a mi hermano como el pilar de la familia junto con mi mamá, las demás personas del asentamiento lo abrazaban, diciendo que siguiera adelante con nosotros porque ya mi papá no iba a aparecer, porque lo que quedaba del cuerpo estaba entregado. Durante el funeral los militares estuvieron presentes todo el tiempo, no se fueron mientras no lo vieron con tierra. Yo tenía 3 años y dice la mamá que en una descuidada me solté de la mano de ella y me fui a acariciar el ataúd y la mamá se puso a llorar y me quitó de ahí, me dijo “Venga para acá” y yo le preguntaba “¿Aquí está mi papá?” - “Sí, ahí está” y yo quería  ahí, me dice la mamá que si ella no me sujeta yo me tiro. Mi mamá dice “Yo nunca voy a olvidar ese funeral tan penoso, a pesar de que no hubo misa ni sacerdote que diera un responso, fue un funeral tan doloroso porque cuando una persona está enferma o la atropellan, claro uno pasa por todo ese proceso tan triste, pero después los tienen en la casa, los vela, está un rato con ellos, se da el tiempo de despedirse del ser querido”. A pesar de todo ella quedó tranquila cuando lo enterraron, no tuvo esa desconfianza que tuvieron otras personas, porque ella dice que si no hubiera sido el papá yo no me hubiera acercado a él.

Sobreviviendo hasta hoy

Después que se llevaron a mi papá seguimos en el asentamiento. En el año 1979 o 1980 tuvimos que cambiarnos a una nueva casa, también en Huiticalán, porque comenzaron a repartir los terrenos y a la mamá no le dieron parcela a pesar que tenía nueve hijos, a mi hermano tampoco le dieron un sitio, aparentemente porque no estaba casado, pero por el hecho de ser trabajador y pertenecer al asentamiento tendría que haber recibido .

Cuenta mi mamá que un día llegó un caballero de la CORA, le tenían todo listo para darle una parcela y le dijo “Firme aquí” y mi mamá no sabe leer ni escribir, entonces dijo “No sé firmar, no sé escribir” y él tiró los papeles a la basura y la echó. El patrón lo único que le dijo fue que mi papá se había portado mal y por eso le había pasado lo que le había pasado. El patrón justificaba que por pensar tan distinto, por querer una vida mejor para sus familias, estaba bien tener ese fin para ellos. Nosotros quedamos solos con la ayuda de la mamá y mi hermano mayor que siempre estuvo con nosotros trabajando. De alguna manera teníamos que alimentarnos, así que cortábamos habas, arvejas, porotos verdes, naranjas, limones, choclos, sandias, de todo. Había que aprovechar la temporada y el invierno era muy terrible, todos teníamos que salir a trabajar, yo era chica pero igual tenía que ir porque no me podían dejar sola.

Fueron años muy duros, muy difíciles para nosotros. Por suerte algunos llegaron hasta 8º Básico, no había más. Yo terminé la enseñanza media en el año 2007, en la Escuela Nocturna en Paine, mi hermano mayor sólo pudo terminar 6º Básico. Él no quiso casarse, se privó de formar su familia porque siempre se sintió responsable de alguna manera de protegernos a nosotros y hasta ahora está con la mamá. No conocimos a la familia de mi papá, ellos eran de Paillaco. Nunca tuvimos contacto con nadie de esa parte de la familia. Teníamos que arreglarnos como pudiéramos. La familia de mi mamá si estuvo presente, nos ayudaba, se venían a quedar con nosotros porque mi papá tenía frutillas en el terreno, entonces cortaban frutillas, las vendían. Pasaba un capitán ¡Un capitán a comprar frutillas!, se las vendían, el tío Santos decía “Llegó este caballero”, no sé si quería frutillas o andaría copuchando, pasaba muy seguido a comprar. Decía el tío Santos “¿Qué hará con las frutillas este caballero?, pasa casi todas las semanas comprando frutillas”, miraba por todos lados el capitán.Antes de que pasara un año de que se habían llevado a mi papá y a las otras personas de Huiticalán, llegaron unas personas muy elegantes, de terno y corbata, ofreciendo ampliaciones de fotos, la mamá tenía una mía y les pasó esa foto, ellos le ofrecieron ampliar una foto de mi papá para recordar y mi mamá les pasó una de tamaño carnet y les pidió por favor se la trajeran de vuelta porque era la única que tenía, además les dijo “Mi marido no está”. Nunca devolvieron la fotografía. Después nos dimos cuenta que esas personas habían ido donde las otras cuatro familias de Huiticalán buscando fotos de sus familiares. No supimos por qué hicieron eso. Una vez salimos con mi marido y le pregunté “¿Qué parte es esta?” - “Es Pirque” y recordé “Aquí estuvo mi papá” y en la noche soñé que iba a verlo al cementerio, a Pintué, llegaba a un cerro desconocido, dejaba una corona en un cerro y cuando desperté dije “Ah, Pirque” y le decía a la mamá “Sabe que en el sueño fui a Pirque, tienen que haber quedado restos de mi papá allá”. Ahí tienen que haber sido torturados y habrán quedado restitos del cuerpo, porque yo soñé que iba y llegaba ahí con esa corona. Mi mamá ya tiene 79 años y no se volvió a casar. Ella decía que se había casado por la iglesia “Y por la iglesia uno se casa una vez y yo voy a mantener el luto y lo voy a sacar adelante me cueste lo que me cueste, pero otro hombre no voy a traer a la casa. Ustedes son nueve, conmigo diez y nada más”.

extracto

Fuente :germina.cl 2014 AFDD PAINE

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Ultima Actualización : 03/08/2025