Julio César Oliva Villalobos
Antecedentes del Caso
Julio César Oliva Villalobos y Roberto Homero González Lizama, miembros del FPMR, asesinados por la CNI en la comuna de Santiago Centro el 23 de Agosto de 1984. La CNI creo toda una pantalla para hacer creer a la opinion publica que ambas personas murieron en el asalto a armería italiana. Habría un testigo sobreviviente de estos hechos, apodado el “gato Hermosilla”.
Julio César Oliva Villalobos, unico hijo varón de una familia de origen campesino qué había inmigrado a Santiago, Julio nace en Santiago el 20 de septiembre de 1945. Su infancia se desarrolla entre luchadores sociales: su padre, obrero de la construcción, su madre, cantora popular, ambos militantes del Partido Comunista.
Era la época de González Videla y el Partido Comunista estaba proscrito: Julio sale junto a su padre a repartir “El Siglo”, entre los vecinos de su población con el diario escondido bajo su chaqueta de niño pobre que no lo hace sospechoso. Hace sus estudios primarios en distintas escuelas del sector sur de Santiago y al mismo tiempo ayuda desde temprana edad a su padre en el trabajo.
Inteligente, respetuoso, cariñoso, responsable; su sensibilidad social nace del ejemplo de sus padres y de su propia experiencia como niño trabajador. Muy joven comienza a leer, a informarse y a reunirse con otros jóvenes para explicarse el origen de estas injusticias. Ingresa a las Juventudes Comunistas más o menos a la edad de 16 años, primero en el barrio y luego adquiriendo responsabilidades mayores.
Con gran sensibilidad, combina sus múltiples actividades con el arte. Por esa época el gobierno de la Unidad Popular abre a los trabajadores la posibilidad de estudiar en las universidades y él estudia Teatro en la Universidad Técnica durante un año. A los 18 años nace su primer hijo. Julio Oliva García.
Luego de varios pequeños trabajos termina como obrero de Madecodonde participa activamente en los grupos de teatro de su sindicato, en el grupo folclórico, en talleres de poesía. Pero, por sobre todo, como recuerda un amigo” su norte era la participación política. Allí gastaba sus mejores energías: dirige, organiza, forma, crea. Su vida es la lucha proletaria… En los tiempos difíciles del boicot contra el gobierno popular, trabaja sin descanso para aumentar la producción en su empresa dirigida por los trabajadores..”
Al momento del golpe militar era dirigente sindical de Madeco. Es detenido por Investigaciones y brutalmente torturado. Luego es trasladado al Estadio Nacional y posteriormente a Chacabuco, donde permanece hasta “noviembre de 1974, experiencia que no logra quebrarlo en sus convicciones. Quienes lo conocieron aseguran que salió todavía más fortalecido.
En 1975 conoce a quien será su compañera hasta el momento de su muerte: Eduvina Plaza, hija de un ex dirigente sindical de Madeco. Viven con los padres de Julio en precarias condiciones económicas, lo que no les impide construir la familia con optimismo. Tienen dos hijos, Lorena Nadieska y Pablo. Julio realiza múltiples trabajos para mantener a su familia.
Sus amigos de esa época lo recuerdan como un joven muy generoso, responsable, puntal de sus padres y de su nueva familia. Trabajador infatigable, cortaba parrones, hacía juguetes de madera, siempre preocupado de la educación y formación de sus hijos y de que en su hogar no faltara nada. Amaba a su compañera intensamente. “Bien, nunca es tarde y de una u otra manera tengo que decirte que para mí eres todo, eres la mujer, la compañera, y por sobre todo, la madre más linda..” le escribe en una oportunidad.
Durante todos estos difíciles años nunca abandonó sus convicciones y la decisión de combatir frontalmente a la dictadura lo lleva a comprometerse cada vez más. Luchador infatigable, ejemplo de lucha, compañero, hijo, amigo, padre, camarada. Un revolucionario que quedará en la memoria del pueblo.
(CODEPU)
Fuente :codepu
Prensa
El objetivo es presentar 100 acciones contra responsables de crímenes de la Dictadura, demandas que se enmarcan en la conmemoración de los 40 años de la Agrupación.
La Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP) junto a su equipo jurídico presentó 11 querellas contra quienes resulten responsables de los asesinatos cometidos durante la dictadura cívico militar.
Se trata de casos que el denominado Informe de Verdad y Reconciliación dejó sin calificar y que hasta el día de hoy no han tenido justicia, ni siquiera una acción penal.
Alicia Lira, presidenta de AFEP, indicó que este es el inicio de una labor de los abogados de la agrupación, quienes completarán la presentación de un total de 100 querellas en las próximas semanas.
“El derecho que tienen los familiares, la reparación psicológica y moral es que se investiguen los crímenes. Es un día que da la comprobación que lo que nosotros argumentamos, que los testimonios que entregan los familiares son reales. Se esperó más de 40 años el esclareciemiento de la ejecución de Miguel Henríquez y ahora buscamos que estos hombres y mujeres asesinados, no queden impunes”.
Francisco Jara, uno de los abogados del equipo, resaltó la importancia de la presentación de estas querellas.
Incluso tomó como antecedente la interpuesta por la AFEP hace unos cuatro años contra los responsables del asesinato de Miguel Henríquez. El jurista, indicó que ni los familiares tenían apoyo ni acabada información de las acciones judiciales contra los culpables de la ejecución del líder del MIR, sin embargo, recientemente se comprobó oficialmente que César Manríquez, Teresa Osorio, Ricardo Lawrence, Rodolfo Concha y Miguel Krassnoff Martchenko, fueron los cabecillas del crimen.
“Muchos de estos enfrentamientos eran ejecuciones encubiertas o, en sus efectos, son casos donde la superioridad numérica. La forma en que murieron, muchos de ellos ultimados por la espalda, nos hacen presumir que son ejecuciones del Estado contra una persona”.
Lorena Oliva, hija de Julio Oliva Villalobos, ejecutado por un comando de la CNI en 1984, recalcó la importancia de este tipo de querellas para que se consiga la tan anhelada justicia, ya que en muchos casos, como el de su padre, fueron consignados en el informe Verdad y Reconciliación sólo como víctimas políticas.
“No tuvimos ninguna reparación, sólo quedó como un hecho de violencia política y no como violación a los derechos humanos, ni tampoco hay justicia. No sabemos quiénes son los culpables, tenemos antecedentes de chapas, pero nunca se ha investigado al respecto”.
Los abogados de la Agrupación recalcaron que la tarea fue analizar el Informe Rettig y elaborar acciones judiciales en favor de aquellas víctimas no consignadas en el documento oficial. Casos que hasta el momento no han tenido acción judicial alguna, pero que hay antecedentes sobre ajusticiamientos.
La presentación de estas demandas se contempla dentro de la conmemoración de los 40 años de vida de la AFEP.
Fuente :radio.uchile.cl 27/10/2016
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