Roberto Guzmán Santa Cruz

Rut : 3.185.508-K
Fecha Detención : 14-09-1973
Comuna Detención : La Serena
Fecha Asesinato : 16-10-1973
Comuna Asesinato : La Serena
Fecha Nacimiento : 25-09-1937
Edad : 35
Lugar Nacimiento : La Serena
Partido Político : Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR)
Estado Civil e Hijos : Casado, 3 hijos
Oficio o Profesión : Abogado
Nacionalidad : Chilena

Antecedentes del Caso

Roberto GUZMAN SANTA CRUZ

El 16 de octubre de 1973 quince personas que permanecían prisioneras en la Cárcel de La Serena fueron fusiladas en el Regimiento "Arica", de esa ciudad :

                        -            Oscar Gastón AEDO HERRERA, 23 años, técnico forestal, militante comunista.  Fue detenido por Carabineros de la Comisaría de Salamanca el 6 de octubre.  Permaneció incomunicado hasta el 12 de octubre, fecha en que es trasladado a la Cárcel de Illapel y desde allí conducido al Regimiento de La Serena, recinto al cual llega en la madrugada del 16 de octubre. 

                        -            Carlos Enrique ALCAYAGA VARELA, 38 años, albañil, Secretario Regional de la Central Unica de Trabajadores (CUT), Gobernador de Vicuña y militante del Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU).  Fue detenido el l2 de septiembre por Carabineros de Vicuña y llevado a la Comisaría de esa ciudad, lugar desde el cual es trasladado a la Cárcel de La Serena.

                          -            José Eduardo ARAYA GONZALEZ, 23 años, campesino, militante del Partido Comunista.  Fue detenido en Salamanca y llevado a la Cárcel de esa localidad; al cabo de cuatro días es trasladado a la Cárcel de Illapel, lugar en el cual permanece hasta el l5 de octubre , fecha en que es conducido a la Cárcel de La Serena.

                          -            Marcos Enrique BARRANTES ALCAYAGA, 26 años, supervisor en la Planta de Manufacturas de Neumáticos S.A.  (MANESA), militante socialista.  Fue detenido en su lugar de trabajo el 16 de septiembre por efectivos militares, conducido al Regimiento de La Serena y desde allí a la Cárcel local.

                        -            Jorge Abel CONTRERAS GODOY, 31 años, campesino, sin militancia política conocida.  Fue detenido por Carabineros, conducido a la Comisaría de Illapel y desde allí a La Serena.  Permaneció incomunicado.

                        -            Hipólito Pedro CORTES ALVAREZ, 43 años, obrero, funcionario municipal, dirigente del Sindicato de la Construcción y militante del Partido Comunista.  Detenido en su lugar de trabajo por Carabineros de Ovalle, trasladado hasta la Comisaría de esa localidad y desde allí a la Cárcel de La Serena.

                        -            Oscar Armando CORTES CORTES, 48 años, campesino, militante del Partido Comunista.  El 22 de septiembre fue detenido en su domicilio por efectivos de Carabineros de Ovalle y llevado a la Comisaría.  Posteriormente es trasladado a la Cárcel de La Serena.

                        -            Víctor Fernando ESCOBAR ASTUDILLO, 22 años, técnico agrícola, funcionario de la Empresa de Comercio Agrícola (ECA) y Secretario Comunal del Partido Comunista.  El 1º de octubre es detenido por Carabineros de Salamanca y conducido a la Subcomisaría de esa localidad.  Trasladado a la Cárcel de Illapel y luego a la Cárcel de La Serena.

                        -            Jorge Mario JORDAN DOMIC, 29 años, médico, militante del Partido Comunista.  Se presentó a la Comisaría de Ovalle el 12 de septiembre luego de ser requerido por un bando.  Estuvo detenido un día y luego permaneció bajo arresto domiciliario.  El l6 de septiembre es detenido nuevamente y conducido al Regimiento de La Serena, desde allí es llevado a la Cárcel de la ciudad.

                        -            Manuel Jachadur MARCARIAN JAMETT, 31 años, agricultor, militante del Partido Comunista.  Detenido el 16 de septiembre, en Los Vilos, por efectivos de Carabineros.  Fue conducido a la Cárcel de Illapel, Recinto en el cual permanece hasta el 18 de septiembre, fecha en que es trasladado a la Cárcel de La Serena.

                        -            Jorge Ovidio OSORIO ZAMORA, 35 años, profesor universitario, militante socialista.  Fue detenido por funcionarios de Investigaciones en las dependencias de MANESA el l7 de septiembre y conducido a la Cárcel de La Serena.

                        -            Jorge Washington PEÑA HEN, 45 años, músico y profesor universitario.  Militante socialista.  Es detenido el l9 de septiembre por funcionarios de Carabineros de La Serena, trasladado a la Comisaría y luego a la Cárcel de esa ciudad, Recinto en el cual es visitado por su familia.

                        -            Mario Alberto RAMIREZ SEPULVEDA, 44 años, profesor universitario, militante del Partido Socialista.  Se presentó al Cuartel de Investigaciones de La Serena el 27 de septiembre luego de ser citado.  Fue detenido e inmediatamente trasladado al Regimiento y luego a la Cárcel de esa ciudad.  Su familia sólo pudo visitarlo en dos oportunidades.  La mayoría del tiempo permaneció incomunicado.

                        -            Roberto GUZMAN SANTA CRUZ, 35 años, abogado, asesor de la Compañía Minera Santa Fé y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR).  El l4 de septiembre se presenta voluntariamente al Retén de Incahuasi luego de informarse que había sido requerido por las autoridades de La Serena.  Es detenido y desde allí conducido a la Cárcel de La Serena.  Procesado por infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado.  En Consejo de Guerra del 27 de septiembre es condenado a la pena de presidio por 5 años.  El 26 de junio de 1975, cuando ya había sido ejecutado, por decisión del Comandante en Jefe, se modificó la sentencia y su condena fue rebajada a 541 días.

                        -            Gabriel Gonzalo VERGARA MUÑOZ, 22 años, campesino, militante del Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU).  Fue detenido el 12 de octubre de l973 por efectivos de Carabineros de Ovalle; luego de permanecer dos días en la Comisaría de esa localidad, es trasladado al Regimiento "Arica" de La Serena.  En ambos lugares permaneció incomunicado.  Luego es trasladado a la Cárcel de La Serena.

                                    La Jefatura de Plaza, a través de la Prensa, entregó un comunicado oficial en el cual señala:

                                      "Se informa a la ciudadanía que hoy 16 de octubre a las 16:00 horas fueron ejecutadas las siguientes personas conforme a lo dispuesto por los Tribunales Militares en tiempos de Guerra...".

                                      Respecto de Mario Ramírez, Jorge Peña, Marcos Barrantes, y Jorge Osorio, se dijo que: "habían participado en la adquisición y distribución de armas de fuego y en actividades de instrucción y organización paramilitar con fines de atentar contra las Fuerzas Armadas y Carabineros y de personas de la zona".

                                    Respecto de Oscar Aedo Herrera, Víctor Escobar, José Araya y Jorge Contreras, se dijo que: "formaban parte de una agrupación terrorista que tenía planificado para el 17 de septiembre apoderarse del Cuartel de Carabineros de Salamanca, matar al personal y a los hijos de éstos mayores de 8 años, además de eliminar físicamente a un grupo de personas de la ciudad que alcanzaba un número de 30, cuya nómina no es del caso dar a conocer por razones obvias".

                                      Respecto de Hipólito Cortés Alvarez, Jorge Jordán, Gabriel Vergara, Oscar Cortés, se dijo que habían: "ocultado bajo tierra una gran cantidad de quince armas, abundante munición, explosivos, con la intención de atacar a Carabineros de Ovalle el día 17 de septiembre".  Se señaló, además, que habían "participado como instructores de guerrillas en la zona".

                                    Respecto de Carlos Alcayaga, se señaló que había sido fusilado por: "sustraer explosivos a viva fuerza desde el polvorín de la mina Contador, en Vicuña, el día 11 de septiembre de 1973, explosivo que le fue encontrado oculto bajo tierra y listo para ser usado" y que "era Instructor de manejo de explosivos en una Escuela de Guerrilleros que funcionaba en Vicuña".

                                    Respecto de Manuel Marcarian, se dijo que fue ejecutado por: "haberle encontrado explosivos para asaltar el Cuartel de la Subcomisaría de Los Vilos, haciendo caso omiso de los Bandos y de las advertencias hechas personalmente por Carabineros".

                                    Respecto de Roberto Guzmán, se dijo que su ejecución fue: "por incitar a los mineros del Campamento de Desvío Norte y sus alrededores a apoderarse de los polvorines y oponer resistencia armada a la Junta de Gobierno".

                                    Los cuerpos no fueron entregados a las familias para su sepultación.

                                      La información oficial entregada por la autoridad militar de la zona, da cuenta de la celebración de un Consejo de Guerra el día 16 de Octubre el que habría dispuesto las condenas a muerte de los quince detenidos; y que el tribunal sentenciador habría "venido especialmente de Santiago ".

                                    Esta Comisión acredita la presencia en la zona de una comitiva especial llegada desde Santiago, con facultades para revisar la situación de los detenidos del lugar.  Se han recibido testimonios verosímiles acerca de las nóminas de los arrestados por las autoridades militares de dicha comitiva, y de la elección que éstas hicieron de las personas cuya situación debía ser revisada.

                                      En relación a todas esta muertes la Comisión recibió abundantes y calificados testimonios concordantes en ciertos hechos : los 15 prisioneros individualizados precedentemente fueron ejecutados al margen de todo proceso legal por agentes del Estado.  Avalan dicha convicción, los siguientes antecedentes:

                        -            Testimonios verosímiles respecto de la secuencia en que se produjeron los hechos que condujeron a la muerte de los quince detenidos, ya que casi no medió tiempo entre la revisión de los casos y la ejecución, lo que hace imposible que en ese lapso se desarrolle un Consejo de Guerra ajustado a Derecho. 

                        -            El hecho que, de haberse celebrado el supuesto Consejo de Guerra, no existió derecho a defensa de los acusados, toda vez que no hubo presencia de abogados ni posibilidad alguna de efectuar descargos.  Incluso, Roberto Guzmán, según se señaló precedentemente, ya había sido condenado por un Consejo de Guerra a una pena de cinco años, la que fue rebajada en el año 1975 a 541 días. 

                        -            Pese a los requerimientos e indagaciones reiteradas de la Comisión no pudo obtenerse copia de una sentencia judicial o de cualquier pieza procesal referidas al juicio que habría sido realizado en contra de los quince ejecutados.

                                    Por tanto y considerando que, los acusados carecieron de toda posibilidad de defensa; los cargos no aparecen acreditados en documento alguno a que esta Comisión haya tenido acceso.  Esta Comisión se ha formado la convicción que las quince ejecuciones constituyen una violación de los derechos humanos atribuíble a agentes del Estado.

 

Fuente :(informe Rettig) 

Prensa

La Corte de Apelaciones de Santiago condenó a ocho exoficiales y dos exsuboficiales del Ejército por su responsabilidad en los delitos de homicidio calificado de 15 personas víctimas del paso de la llamada "Caravana de la Muerte" por la ciudad de La Serena en 1973.  El graneado grupo de criminales está compuesto por un ex general y comandante en jefe de esa institución, dos ex brigadieres, cinco ex tenientes coroneles, además de los dos suboficiales.

por Darío Núñez

En el episodio, la comitiva uniformada perpetró el 16 de octubre de ese año, los asesinatos de Oscar Gastón Aedo Herrera, Marcos Enrique Barrantes Alcayaga, Mario Alberto Ramírez Sepúlveda, Hipólito Pedro Cortés Álvarez, Jorge Abel Contreras Godoy, Roberto Guzmán Santa Cruz, Jorge Mario Jordán Domic, Gabriel Gonzalo Vergara Muñoz, Carlos Enrique Alcayaga Varela, Jorge Ovidio Osorio Zamora, José Eduardo Araya González, Oscar Armando Cortés Cortés, Manuel Jachadur Marcarian Jamett, Víctor Fernando Escobar Astudillo y Jorge Washington Peña Hen.

En fallo unánime (causa rol 4.599-2019), la Sexta Sala del tribunal de alzada -integrada por el ministro Antonio Ulloa y las ministras Gloria Solís y Verónica Sabaj- el pasado viernes 28 de octubre modificó la sentencia de primera instancia, dictada por el ministro Mario Carroza en noviembre de 2018, respecto a la participación que les cupo en los hechos, a los condenados exoficiales de Ejército Pedro Octavio Espinoza Bravo y Juan Viterbo Chiminellli Fullerton, quienes deberán cumplir 10 años y un día de presidio como coautores de los delitos, en lugar de los 5 años en calidad de cómplices como los había calificado el ministro Carroza. Otro ex oficial y principal inculpado, Ariosto Alberto Lapostol Orrego, quien había sido condenado a 15 años de presidio, falleció en el curso del proceso por lo que resulta sobreseído.

Además, el tribunal confirmó el fallo penal en la parte que condenó a los ex oficiales Jaime Manuel Ojeda Torrent y Emilio Robert de la Mahotiere González y al ex suboficial Víctor Hugo Alegre Rodríguez a la pena de 5 años y un día de presidio, como cómplices de los delitos; y a los ex oficiales Hernán Emilio Valdebenito Bugmann, Guillermo Oscar Raby Arancibia, Juan Emilio del Sagrado Corazón de Jesús Cheyre Espinoza, Mario Hernando Vargas Miguieles y al ex suboficial Luis Segundo Araos Flores a 3 años y un día, con el beneficio de la libertad vigilada, como encubridores.

El helicóptero de la muerte

En la investigación judicial quedó establecido que el día 16 de octubre de 1973, arribó a la ciudad de La Serena la comitiva encabezada por el exgeneral Sergio Arellano Stark (fallecido) en un helicóptero 'Puma' del Ejército, con un grupo de militares entre los que se encontraban los oficiales Sergio Carlos Arredondo González, Pedro Octavio Espinoza Bravo, Emilio Robert de la Mahotiere González, Luis Felipe Polanco Gallardo, Juan Viterbo Chiminelli Fullerton, Marcelo Luis Manuel Moren Brito (fallecido) y Hugo Héctor Leiva González.

Luego de bajar de la aeronave, el mencionado Arellano Stark sostiene una reunión con el entonces Comandante del Regimiento de Artillería N°2, "Arica" de La Serena, Ariosto Lapostol Orrego, y le informa de su misión encomendada por el tirano Pinochet consistente en la ejecución de seleccionadas personas de izquierda que permanecían detenidas por los uniformados golpistas en diversos lugares y distintas ciudades del país.

A continuación, Arellano Stark selecciona a los detenidos que debían ser ajusticiados. Por orden suya, retiran desde la Cárcel Pública de La Serena a 14 de las víctimas escogidas a quienes trasladan al Regimiento y quedan a disposición de la mencionada autoridad militar. Paralelamente, es sacado desde los calabozos del mismo Regimiento otro detenido y lo unen a los demás prisioneros, conduciéndolos hasta el polígono de tiro de ese recinto militar. Una vez en el polígono, los detenidos son ajusticiados, mediante disparos efectuados por personal del Ejército.

Luego de cometidos los asesinatos, los efectivos del Regimiento procedieron a inscribir las defunciones de las víctimas sin habérseles practicado las autopsias respectivas, ni menos el reconocimiento por parte de sus familiares.  Acto seguido, personal militar procede al traslado de los cuerpos de los ejecutados hasta el cementerio local y les sepulta en una fosa común, de manera oculta, para lo cual las autoridades del Regimiento habían efectuado previamente las coordinaciones pertinentes con la administración del Cementerio Municipal.

Una vez concluida la etapa de desaparición de los cuerpos de las víctimas, las autoridades del Regimiento, particularmente la Jefatura de Zona ejercida por Lapostol Orrego, publica en los medios de comunicación un Bando Militar informando a la ciudadanía la ejecución de quince extremistas en cumplimiento de lo resuelto por Tribunales Militares en Tiempos de Guerra, cuestión que nunca aconteció pues el ajusticiamiento ocurre sin juicio previo, fundado en la sola circunstancia de su ideología.

El año 1998, el Servicio Médico Legal, habría encontrado osamentas humanas en el Cementerio Municipal de la Serena, por lo que efectuó peritajes y diligencias de reconocimiento, logrando identificar a las 15 víctimas fusiladas el 16 de octubre de 1973, verificando que todas ellas presentaban múltiples impactos de proyectil en diferentes partes de sus cuerpos

Fuente :resumen.cl, 4 de Noviembre 2022

Fecha :04-11-2022

Armando Gatica Barahona se tituló de químico farmacéutico en la Universidad de Chile el año 1961 y entró a trabajar al Instituto Bacteriológico en el área de control de alimentos. De ahí se trasladó a un laboratorio de investigación en tuberculosis en el hospital San José, al lado del Cementerio General de Santiago. A comienzos de noviembre de 1966 se fue con su esposa a La Serena para crear un laboratorio de Bromatología en la Segunda Zona de Salud y colaborar en la implementación de un sistema de control de alimentos para todo el norte chico. Accesoriamente, fue nombrado, además, como perito para informar a los juzgados cuando había incautación de drogas. Militante comunista desde muy joven, le tocó también asumir varias veces como intendente subrogante durante el gobierno de la Unidad Popular.

El 11 de septiembre de 1973 transcurrió en La Serena con casi completa normalidad, al igual que los días miércoles 12 y el jueves 13. El viernes 14, sin embargo, las cosas empezaron a cambiar.

Armando Gatica, a los 80 años de edad, recuerda:

Ese día los militares comenzaron a citar gente al regimiento Arica. El comandante era el coronel Ariosto Lapóstol Orrego y su secretario, el teniente Emilio Cheyre. En la mayoría de los casos devolvían a la gente a sus lugares de trabajo o a sus domicilios. A mí, sin embargo, me detuvieron en la mañana en la vía pública con un aparatoso operativo policial en circunstancias de que yo seguía trabajando habitualmente y mi domicilio era conocido por todas las autoridades. Me llevaron al regimiento y me enfrentaron al coronel Lapóstol, el cual ordenó que me investigaran. Luego, me llevaron aparte, me apoyaron en una muralla y me empezaron a golpear en los testículos. Al mediodía me metieron a una pieza donde me mantuvieron hasta la noche, cuando me trasladaron  a la cárcel incomunicado. Ahí estuve en la sala de clases de los menores casi dos semanas. A fines de septiembre me llamaron nuevamente desde el regimiento, me llevaron al lugar donde estaban las fiscalías y luego de ser interrogado por un fiscal de Carabineros quedé en libre plática en la cárcel. Allí permanecí bastante tranquilo hasta que el martes 16 de octubre apareció la caravana de la muerte, al mando del general Sergio Arellano Stark.

La caravana llegó el día 16 como a las 11 de las mañana a bordo de un helicóptero Puma. La integraban el general de brigada Sergio Arellano Stark; el teniente coronel Sergio Arredondo González; el mayor Pedro Espinoza Bravo; el capitán Marcelo Morén Brito; el capitán Emilio Robert de la Mahotiere González, piloto; el capitán Luis Felipe Polanco, copiloto; y los tenientes Juan Viterbo Chiminelli Fullerton y Armando Fernández Larios. También descendieron de la nave dos soldados de la Escuela de Infantería. Todos en tenida de combate y fuertemente armados. En la losa los estaba esperando el coronel Ariosto Lapóstol, quien se sorprendió al ver a Marcelo Morén, su segundo al mando en las regimiento Arica, de quien nada sabía desde que partió a Santiago para reforzar el golpe militar.

El general Arellano le comunicó a Lapóstol su calidad de oficial delegado del general Pinochet con la misión de revisar los procesos de los prisioneros políticos y se  dirigieron a la oficina del fiscal militar, el mayor Carlos Casanga, para revisar los antecedentes de los detenidos. Luego, en el despacho de Lapóstol, Arellano eligió a 15 detenidos para ser sometidos a un consejo de guerra. Moren Brito anotó los nombres en una libreta aparte, en tanto el teniente Emilio Cheyre observaba.  Lapóstol le explicó a Arellano que tres de los seleccionados –Roberto Guzmán, Manuel Marcarian y Carlos Alcayaga- ya habían sido sometidas a consejo de guerra y que estaban cumpliendo su condena en la cárcel de La Serena. Arellano respondió que las penas eran muy leves y que debían ser sometidos a un segundo consejo de guerra. Lapóstol, quien había presidido el anterior consejo de guerra, se opuso tenazmente, pero finalmente, ante la férrea decisión de Arellano, abandonó el regimiento, permaneciendo en los jardines exteriores.

Unos 20 minutos después llegó Arellano hasta donde estaba Lapóstol para insistirle en la necesidad de efectuar el consejo de guerra. En un momento se les acercó el capitán Mario Vargas Miqueles, quien llegaba de una misión en Vallenar y solicitó permiso a Arellano paras rendirle cuenta a su comandante. Enseguida Arellano y Lapóstol siguieron conversando. A pocos metros permaneció el capitán Vargas.  De pronto se escucharon disparos. Lapóstol le pidió al capitán Vargas que averiguara lo que estaba pasando. Regresó a los pocos minutos e informó que había 15 personas muertas en la cancha de tiro de pistola. En ese mismo instante se escucharon nuevamente disparos aislados que provenían de la misma dirección.

En el polígono de pistola, ubicado en el faldeo del cerro vecino al regimiento, cerca de la sala de banda, los 15 prisioneros que poco antes había sacado de la cárcel local el teniente Marcelo Morén Brito, fueron asesinados por miembros de la comitiva del general Arellano frente a los oficiales del regimiento. Luego se les ordenó a los mismos oficiales locales dispararles los tiros de gracia usando sus pistolas de servicio Staver. En ese minuto llegó al lugar el capitán Mario Vargas Miqueles quien se negó a cumplir la orden. Sí la acataron los oficiales Emilio Cheyre, Jaime Ojeda Torrent, Hernán Valdebenito Bugman, Mario Larenas Carmona, Guillermo Raby Arancibia, Julio Lafourcade Jiménez, y el médico militar Guido Díaz Pacci.

Pasadas las cinco de la tarde, el coronel Arredondo, delante de Lapóstol, dio cuenta a Arellano que todo estaba finiquitado y luego la comitiva se retiró del regimiento rumbo al aeropuerto. Lapóstol pidió a Arellano el acta del consejo de guerra que dictó la ejecución de los prisioneros, pero no le fue entregada.

Los prisioneros ejecutados fueron los siguientes:

-Roberto Guzmán Santa Cruz, abogado, casado, tres hijos, asesor jurídico de los trabajadores de la Compañía Minera Santa Fe. Militante del MIR

-Carlos Enrique Alcayaga Várela, 38 años, albañil. Secretario regional de la Central Única de Trabajadores, CUT, y gobernador de Vicuña. Militante del MAPU.

-Manuel Marcarían Jamett, 31 años, agricultor, militante del Partido Comunista. Fue detenido por carabineros en Los Vilos, cinco días después del golpe militar.

-Jorge Peña Hen, 45 años, director de la Escuela de Música de la sede local de la Universidad de Chile y director de la Orquesta Sinfónica de Niños de la ciudad. Militante del Partido Socialista.

-Mario Ramírez Sepúlveda, 44 años, casado, dos hijas, académico de la Universidad de Chile, administrador de la fábrica estatal de neumáticos, Manesa, y secretario regional del Partido Socialista.

-Óscar Aedo Herrera, 23 años, técnico forestal, militante del Partido Comunista. Fue detenido por carabineros en Salamanca, el 6 de octubre de 1973.

-José Araya González, 23 años, campesino, militante del Partido Comunista. Fue detenido en Salamanca en la víspera de su homicidio.

-Marcos Barrantes Alcayaga, 26 años, supervisor de Manesa, militante del Partido Socialista. Fue detenido en su lugar de trabajo, cinco días después del golpe militar.

-Jorge Contreras Godoy, 31 años, campesino, sin militancia política. Detenido por carabineros en Salamanca.

-Hipólito Cortés Álvarez, 43 años, funcionario municipal, dirigente del Sindicato de la Construcción y militante del Partido Comunista. Detenido por carabineros en Ovalle.

-Óscar Cortés Cortés, 48 años, campesino, militante del Partido Comunista. Fue detenido en su casa de Ovalle por carabineros.

-Víctor Escobar Astudillo, 22 años, técnico agrícola, funcionario de la estatal Empresa de Comercio Agrícola, ECA, y secretario comunal del Partido Comunista. Fue detenido por carabineros en Salamanca.

-Jorge Jordán Domic, 29 años, médico y militante del Partido Comunista. Tras escuchar su nombre en un bando militar, se presentó voluntariamente en la comisaría de Ovalle al día siguiente del golpe militar.

-Jorge Osorio Zamora, 35 años, profesor universitario, funcionario de Manesa, militante del Partido Socialista. Fue detenido en su lugar de trabajo, una semana después del golpe militar, por funcionarios de Investigaciones.

-Gabriel Vergara Muñoz, 22 años, campesino, militante del MAPU. Fue detenido el 12 de octubre de 1973 en Ovalle.

El coronel Lapóstol pidió al médico militar que viera los cuerpos y extendiera certificados de defunción. Luego ordenó llevar los cadáveres al cementerio local y meterlos en una fosa común. Después mandó al teniente Cheyre a que publicara en el diario El Día de La Serena del 17 de octubre de 1973, un bando en que se informó que los 15 prisioneros murieron “ejecutados conforme a lo dispuesto por los Tribunales Militares en tiempo de guerra”.

Cuando el 11 de noviembre de 1998 los cuerpos fueron encontrados y exhumados desde la fosa clandestina en el cementerio de La Serena, además de los múltiples impactos de disparos en el cuerpo, todos presentaban un orificio de bala en el cráneo, con dirección desde arriba hacia abajo. Era la prueba científica de que los habían rematado en el suelo.

Armando Gatica prosigue su relato:

El 19 de octubre me llamaron a la fiscalía y al llegar al regimiento me hicieron pasar a la zona de guardia, donde llegaron militares que me vendaron, encapucharon y amarraron las manos a la espalda. Había otros prisioneros y nos llevaron a una colina donde nos colgaron y nos empezaron a golpear con pies y puños y con palos en las nalgas. Perdí el conocimiento. Me bajaron y no me podía sentar, además de tener las muñecas destrozadas. Fui trasladado nuevamente a la cárcel, al Colectivo 2, donde llegué en muy malas condiciones. El sábado 20 me trasladaron nuevamente a la fiscalía donde me sometieron a los mismos apremios, pero a campo abierto. Me hicieron hincar en el suelo y empezaron a darme culatazos en la espalda y en el pecho. Me preguntaban por la gente que tenía armas. Un oficial me dijo que si no respondía me fusilarían en diez minutos. Otra vez a la cárcel y el lunes 22 volví a la fiscalía. Me metieron en una pieza donde se escuchaba música clásica. Estuve ahí un largo rato hasta que sentí un feroz golpe en ambas orejas y alguien me dijo que ahí sí que iba a hablar. Me pusieron en una parrilla y me empezaron a aplicar corriente en diversas partes del cuerpo. Al otro día siguieron en el regimiento donde me hicieron correr vendado hasta que me estrellaba con los diversos muros. Me caía y me levantaban a punta de culatazos. Así me siguieron dando durante varios días más.

Iniciaron entonces un proceso a los supuestos hospitales clandestinos y el 19 de noviembre fuimos citados a la fiscalía un número importante de funcionarios del Servicio Nacional de Salud que trabajábamos en diversas reparticiones de la Segunda Zona de Salud. Nos llevaron vendados y encapuchados a la colina del regimiento y nos hicieron tendernos en el suelo. Alguien dijo: ¡Aquí estás otra vez Gatica. De esta si que no te vas a salvar!  Me agarraron a patadas y me quebraron cuatro costillas. Luego nos llevaron a un galpón donde nos colgaron y siguieron golpeándonos mientras nos preguntaban por los hospitales clandestinos. Me aplicaron corriente en las tetillas mientras me tiraban agua. Después me bajaron los pantalones y me aplicaron corriente en los genitales. Más tarde, inmovilizado en el suelo, me introdujeron unos electrodos en el ano y siguieron con la corriente hasta que perdí el conocimiento. Me tiraron en un calabozo del regimiento y me dejaron allí toda la noche. A los otros los devolvieron a la cárcel. En la madrugada sentí los disparos con que fusilaron a un preso común al que le decían “El paco santón”. En la cárcel creyeron que era yo y le avisaron a mi señora, las que fue al regimiento y habló con el mayor Casanga y el teniente Cheyre. Este último le dijo que mi situación era muy comprometida por ser comunista. Mi esposa habló con el obispo Francisco Fresno y éste se sorprendió porque el coronel Lapóstol le había asegurado que en el regimiento no se torturaba. Freno llamó a Lapóstol, quien recibió a  mi señora y le garantizó que no me aplicarían más torturas. El proceso por los hospitales clandestinos lo tomó la FACh. Al final, todos los involucrados quedamos en libertad. Nada era cierto.

(Tomado del libro “La lista del Schindler chileno”; LOM Ediciones)

Fuente :interferencia.cl 10/11/2018

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Ultima Actualización : 01/08/2025