Rosa Elvira Soliz Poveda
Antecedentes del Caso
Rut : No consta
F.Nacim. : 27-07-51, 23 años a la fecha de su detención
Domicilio : No consta
E.Civil : Soltera
Actividad : Estudiante de Enfermería
C.Repres. : Partido Socialista
F.Detenc. : Alrededor del 7 de julio de 1975
SITUACION REPRESIVA
Rosa Elvira Soliz Poveda, estudiante universitaria de Enfermería que había visto cancelada su matrícula, militante socialista, fue detenida en fecha cercana al 7 de julio de 1975 por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), aunque no hay testimonios directos de su detención.
Rosa Elvira vivía en un departamento central junto a Sara Donoso Palacios, ambas eran ex-estudiantes de Enfermería y habían realizado trabajos en el Consultorio del Servicio Nacional de Salud, ubicado en calle Independencia Nº1345, y ambas militaban en el Partido Socialista bajo las órdenes partidarias de Modesta Carolina Wiff Sepúlveda, realizando funciones de enlace tanto entre la Directiva central como entre éste y otros partidos políticos. Las tres son detenidas-desaparecidas.
Es así como la detención y desaparición de Rosa Elvira Soliz se inscribe en una acción de la DINA en contra de los más altos dirigentes socialistas de la época, miembros de la Comisión Política y de sus enlaces y correos, realizada en los meses de junio y julio de 1975. En esos días se efectuaron las detenciones de Michelle Peña, Exequiel Ponce, Mireya Rodríguez, Carlos Lorca, Ricardo Lagos y Modesta Carolina Wiff. En el mes de julio fueron detenidas la afectada y Sara Donoso. Todos ellos desaparecieron después de ser detenidos por los agentes de la DINA.
El informe final de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación consigna su detención por la DINA.
GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
Por la afectada se interpuso una denuncia de presunta desgracia el 7 de mayo de 1990, en el 21° Juzgado del Crimen, la que fue rolada con el Nº29548-2. Sin que pudiera determinarse el destino final de la víctima, el juez decretó el sobreseimiento temporal de la causa, el que fue confirmado por la Corte Marcial en mayo de 1992.
Anteriormente, la familia realizó distintos trámites tendientes a dar con el paradero de Rosa Elvira. Recorrieron Postas, Comisarías de Carabineros, incluso publicaron avisos periodísticos solicitando información al respecto. Todo ha resultado infructuoso.
Fuente :informe corporación
Prensa
El lunes, la Tercera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago condenó a Miguel Krassnoff Martchenko, Raúl Iturriaga Neumann, Juvenal Piña Garrido, Rolf Wenderoth Pozo y Manuel Carevic Cubillos – todos agentes de la disuelta DINA – a 15 años y un día de presidio efectivo en calidad de autores de los delitos de carácter de crímenes de lesa humanidad.
Lo anterior por el secuestro de 11 miembros del comité central del Partido Socialista, entre marzo y diciembre de 1975: Exequiel Ponce Vicencio, Ricardo Ernesto Lagos Salinas, Jaime Eugenio López Arellano, Carlos Enrique Lorca Tobar, Alfredo Rojas Castañeda, Michelle Marguerite Peña Herreros, Mireya Herminia Rodríguez Díaz, Modesta Carolina Wiff Sepúlveda, Sara de Lourdes Donoso Palacios, Rosa Elvira Soliz Poveda y Adolfo Ariel Mancilla Ramírez.
“Los sujetos activos formaron parte de la DINA y de la Brigada Purén, dentro de Villa Grimaldi, de forma tal que representaron y cumplieron funciones dentro de una política de Estado imperante a esa época y en ese contexto efectuaron la represión de los distintos grupos políticos y entre ellos a integrantes del comité político del Partido Socialista, produciéndose los secuestros de las víctimas”, zanjó el tribunal.
“Todo ello inserto en una línea de conducta compuesto por una multiplicidad de actos de similar naturaleza dirigidos contra civiles –violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos–, acaecidos desde una larga data en contra de todo aquel que participara de una ideología distinta de quienes detentaban el poder en esa época”, explicaron los jueces en su fallo.
De acuerdo a la Corte, los hechores se encontraron amparados por “un sistema que en su momento permitió, favoreció o garantizó su impunidad, todo con el fin de ocultar, negar o desvirtuar la realidad y naturaleza del atentado”, permitiendo así una impunidad absoluta o relativa.
Fuente :biobiochile.cl 5/1/2021
Fecha :05-01-2021
El ministro en visita para causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Miguel Vázquez Plaza, condenó a seis ex miembros de la Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, por su responsabilidad en los delitos de secuestro calificado de 11 integrantes del Comité Central del Partido Socialista, detenidos en diversas fechas de 1975 en la Región Metropolitana.
En el fallo -causa rol 47.518- de casi 240 páginas, el juez Vásquez condenó a Raúl Eduardo Iturriaga Neumann a la pena de 20 años de presidio efectivo, como coautor de los delitos de secuestro calificado de Alfredo Rojas Castañeda, Michelle Marguerite Peña Herreros, Ricardo Ernesto Lagos Salinas, Mireya Herminia Rodríguez Díaz y Exequiel Ponce Vicencio.
En tanto, los ex agentes Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo y Manuel Andrés Carevic Cubillos deberán purgar 18 años de presidio, como coautores de los secuestros calificados de Alfredo Rojas Castañeda, Adolfo Ariel Mancilla Ramírez, Michelle Marguerite Peña Herreros, Ricardo Ernesto Lagos Salinas, Exequiel Ponce Vicencio, Mireya Herminia Rodríguez Díaz, Carlos Enrique Lorca Tobar, Modesta Carolina Wiff Sepúlveda, Rosa Elvira Soliz Poveda, Sara de Lourdes Donoso Palacios y Jaime Eugenio López Arellano.
En el caso de Gerardo Ernesto Urrich González, el ministro lo condenó a 16 años de presidio efectivo, como coautor de los delitos de secuestro calificado de Michelle Marguerite Peña Herreros, Ricardo Ernesto Lagos Salinas, Exequiel Ponce Vicencio, Mireya Herminia Rodríguez Díaz, Carlos Enrique Lorca Tobar, Modesta Carolina Wiff Sepúlveda, Rosa Elvira Soliz Poveda, Sara de Lourdes Donoso Palacios y Jaime Eugenio López Arellano.
Finalmente, los agentes represores Miguel Krassnoff Martchenko, deberá cumplir 15 años y un día de presidio, en calidad de autor de los delitos de secuestro calificado de Alfredo Rojas Castañeda y Exequiel Ponce Vicencio; y Juvenal Alfonso Piña Garrido, 12 años de presidio, como coautor de los secuestros calificados de Alfredo Rojas Castañeda, Michelle Marguerite Peña Herreros, Ricardo Ernesto Lagos Salinas, Mireya Herminia Rodríguez Díaz y Exequiel Ponce Vicencio.
En la etapa de investigación, el magistrado interrogó a diversos militantes que fueron detenidos en 1975 y testimoniaron la presencia de sus camaradas desaparecidos en los cuarteles secretos de la Dina. Entre los declarantes figuran la ex presidenta Michelle Bachelet; el ex ministro y ex presidente del directorio de TVN, Ricardo Solari; Raúl Díaz, Gustavo Ruz, Lautaro Videla, Patricio Barra, Fidelia Herrera y Jaime Lorca Tobar.
El ministro Vásquez estaba muy interesado en aclarar si el desaparecido dirigente Jaime López Arellano, miembro de la cúpula clandestina del PS, fue colaborador o agente de la DINA y si entregó antecedentes que permitieron la detención de los desaparecidos miembros del Comité Central del PS. Logró recopilar una serie de antecedentes que así lo hacen suponer y que, incluso, siguió trabajando para la policía secreta de la dictadura militar.
En la mira desde antes del 11
Desde mucho antes del golpe militar, los socialistas estaban en la mira de los aparatos de inteligencia de las Fuerzas Armadas. Por ello, desde el 11 de septiembre de 1973 la represión en su contra fue rápida e implacable. En La Moneda, en diversos edificios públicos que la rodean, en algunas industrias y poblaciones, los socialistas intentaron resistir la asonada con las armas en la mano. Casi todos perecieron en su intento. En los días y semanas siguientes la persecución fue encarnizada. Los 26 prisioneros que se rindieron en el palacio presidencial, entre ellos 16 miembros del GAP, fueron asesinados en el complejo castrense de Peldehue, al norte de Santiago. Poco después fue abatido Arnoldo Camu, miembro del Comité Central y encargado de los grupos operativos especiales, el aparato militar del PS. Luego, siguieron los fusilamientos por ley de fuga, la muerte de al menos otros diez integrante del GAP y el exterminio de dirigentes de los regionales. En la denominada “Caravana de la Muerte”, que recorrió Chile en octubre al mando del general Sergio Arellano, e integrada por varios oficiales que luego pasaron a la Dina, fueron masacrados 16 dirigentes socialistas locales. Lo mismo ocurrió en matanzas registradas de norte a sur en localidades como Pisagua, Salamanca, Tejas Verdes, Isla de Maipo, Paine, Mulchén, Laja y Chiuhio, cerca de Valdivia Otros muchos fueron llevados a campos de concentración o se asilaron en diversas embajadas.(extracto)
Fuente :interferencia.cl 16/10/2018
Fecha :16-10-2018
En el marco del aniversario del Golpe Militar, el Colegio de Enfermeras de Chile A.G y su Comisión de Derechos Humanos, realizan un homenaje a enfermeras víctimas de violación a los derechos humanos en Dictadura.
Carmen Margarita Díaz Darricarrere
Tenía 24 años y era estudiante de Enfermería de la Universidad de Chile en la sede Temuco y militante del MIR, cuando fue detenida por la DINA el 13 de febrero de 1975, alrededor de las 10:30 horas, a cuadra y media de su domicilio ubicado en calle Los Illanes Nº75 de Las Condes en Santiago, junto a Eduardo Iván Montti Cordero (29 años, egresado de Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica del Estado) y del hijo menor de éste, de sólo 5 años de edad.
Después de ser detenida en una casa junto a otras víctimas de la dictadura todos fueron trasladados al recinto secreto de la DINA denominado Villa Grimaldi, en donde fueron interrogados, torturados y recluidos en un lugar llamado «La Torre», desde donde desaparecieron la última semana de febrero de 1975.
El niño de 5 años, quien también fuera llevado a Villa Grimaldi, fue trasladado a un Hogar de Menores, donde fue encontrado fortuitamente por quienes quedaban de su familia.
Fue hecha desaparecer junto a Jaime Vásquez Sáenz, Alan Bruce Catalá y Eugenio Iván Montti Cordero.
En diciembre de 2006 se condenó a Juan Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda a quince años de presidio mayor en su grado medio y a las accesorias respectivas en calidad de autor de los delitos de secuestro calificado de Eugenio Iván Montti Cordero y de Carmen Margarita Díaz Darricarrere y se sancionó a Marcelo Luis Manuel Moren Brito y Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo, a la pena de diez años y un día de presidio mayor en su grado medio y a las accesorias correspondientes, por su responsabilidad de coautores de los delitos de secuestros calificados antes mencionados.
También fueron condenados Miguel Krassnoff Martchenko y Basclay Humberto Zapata Reyes, como cómplices en los delitos de secuestro calificado de Eugenio y Carmen a cinco años y un día de presidio mayor en su grado mínimo y las accesorias que corresponden, siendo todos condenados al pago de las costas del proceso.Fueron absueltos el brigadier Fernando Lauriani y el oficial de Carabineros Gerardo Godoy, ambos retirados.
El tribunal de alzada también sobreseyó por muerte al ex agente civil Osvaldo Romo. Pese a la diligencias, averiguaciones y gestiones judiciales realizadas por su familia, aún se desconoce el destino final que corrió en manos de los agentes de la DINA. El 20 de marzo de 1981, las sedes Temuco de las Universidades “de Chile” y “Técnica del Estado” se fusionan en la Universidad de la Frontera (UFRO).
En 2011, Carmen Díaz recibió su título póstumo de Enfermera por parte de la Universidad de la Frontera. A principios de 2018 recibió su título póstumo de Enfermera por parte de la Universidad de Chile.
Hilda Isolina Velasquez Calderón
Durante la madrugada del 14 de septiembre de 1973, en su domicilio en la Población Independencia de la ciudad de Talca, fueron despertados, allanados, interrogados y ejecutados por arma de fuego tres miembros de una familia: Héctor Valenzuela Salazar (27 años, Profesor universitario de Filosofía y militante del PS), Hilda Isolina Velasquez Calderón (31 años, Enfermera Universitaria y militante comunista) y su hija mayor Claudia Andrea Valenzuela Velázquez (6 años).
Carabineros llegó hasta el domicilio de la familia en el marco de las investigaciones que realizaban a raíz del incidente de Paso Nevado, donde fueron involucrados erróneamente con el intento de escape de Germán Castro (Intendente de la Provincia de Talca de la UP, militante socialista, fusilado en el Regimiento Chorrillos el 27 de septiembre de 1973, cuyo caso nunca pasó por Consejo de Guerra como las noticias de la época daban a entender).
Luego de darles muerte, los uniformados sostuvieron que fue un enfrentamiento. Cuando llegaron los familiares del profesor, aún se encontraban los cadáveres en la casa y los Carabineros presentes explicaron que se había tratado de un suicidio.
Según señala el Informe Rettig, la Comisión de Verdad y Reconciliación declaró con convicción que Héctor, Hilda y Claudia fueron víctimas de una grave violación de sus Derechos Humanos por cuanto fueron ejecutados por los Agentes del Estado, al margen de toda justificación. Los hijos menores del matrimonio, Paula (4 años) y Gonzalo (2 años) en esa época, se escondieron y salvaron de correr la suerte de su hermana y sus padres, sin embargo de todas maneras resultaron heridos.
El 5 de diciembre del año 2003 los cuerpos de los 3 ejecutados políticos fueron exhumados desde el Cementerio Municipal de Talca.
En 2004 el Carabinero (r), Emilio Muga Galfano, confiesa ser autor de los hechos. Recién en 2009 se procesa a Muga, quien se mantuvo en libertad bajo fianza, luego de cancelar $500 mil. En 2010 la Corte de Apelaciones de Talca sentenció a Muga a cumplir la pena de 5 años y un día de presidio por ambos homicidios de Héctor e Hilda y que debía cumplir la sanción de manera efectiva atendido la cuantía de la pena y los informes desfavorables de Centro de Reinserción Social Santiago Oriente de Gendarmería.
Emilio Muga Galfano muere antes de cumplir su irrisoria pena. No hubo, ni ha habido sentencia alguna en relación a la ejecución política de la hija mayor de Hilda, Claudia, de 6 años.
Jenny del Carmen Barra Rosales
Estudiante de Enfermería de la Universidad Católica, militante del MIR, fue detenida por primera vez el 17 de enero de 1974, a los 20 años de edad, por Militares de la Escuela de Infantería de San Bernardo. En esa oportunidad permaneció por espacio aproximado de 6 meses recluida en Cerro Chena, recinto de Tejas Verdes, Casa Correccional y Campamento Tres Alamos en virtud de las normas por Estado de Sitio.
En esa oportunidad se le acusaba de repartir panfletos y pertenecer al Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER).
Una vez recuperada su libertad, continuó con sus estudios en la carrera de Enfermería de la U. Católica de Santiago. El 17 de octubre de 1977, informó a terceras personas haber sido seguida desde Santiago, pero no le dio importancia. Se le vio en un automóvil marca Peugeot 404 color gris, patente CH-800 de Renca, solicitada a la Municipalidad por la ex-DINA (la DINA había sido disuelta en agosto de 1977 creándose como su reemplazo la Central Nacional de Informaciones o “CNI”). Dicho auto pertenecía al Ministerio de Defensa.
Posteriormente fue trasladada a un centro de tortura, según testigos junto a su amigo militante del PS y fotógrafo, Hernán Santos Pérez Álvarez, donde ambos desaparecieron. El 4 de noviembre de 1977, su madre Laurisa Rosales interpuso un Recurso de Amparo, ante lo cual se solicitan antecedentes al Ministerio del Interior e Investigaciones, quienes señalaron que solo hay antecedentes de la primera detención por lo que se rechazó este Recurso y se abrió un sumario.
Laurisa denunció secuestro y el caso se sobreseyó considerando supuesta prescripción pero como no se había hecho la investigación completa se volvió a abrir sumario, el cual se sobreseyó temporalmente en 1980. Sus restos fueron encontrados en 2001 en una mina abandonada en la Cuesta Barriga, una carretera alternativa que une Santiago y Valparaíso (120 km. al Oeste de la capital).
En la antigua mina se hallaron 200 pequeñas osamentas, rastros de los cuerpos que en 1979 los agentes de la dictadura desenterraron y nuevamente hicieron desaparecer para eliminar las huellas del paradero de los fallecidos, en una operación conocida como “Traslado de televisores”, según el comunicado del gobierno. Jenny Barra es la primera mujer desaparecida en Chile cuyos restos han sido identificados gracias al trabajo multidisciplinario del SML.
En este caso también hubo colaboración de parte de un laboratorio austriaco que contribuyó con los análisis genéticos. En la Plaza Guarello de San Bernardo hay un memorial por las víctimas de la dictadura que lleva el nombre de Jenny Barra.
En octubre de 2012 se pudo notificar a su familia de la identidad confirmada de los restos de Jenny, los cuales fueron enterrados en noviembre del mismo año. En 2013 recibió su título póstumo de Enfermera por parte de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
A finales del 2018 se inauguró una placa conmemorativa en honor a ella y se le dió el nombre de Sala Jenny Barra a la sala del Centro de Estudiantes de Enfermería de la Universidad Católica.
José Alejandro Campos Cifuentes
Nació en Carehue, era el quinto de 12 hijos, tenía 30 años y un hijo (con su pareja de nacionalidad noruega, Gunvor Kristine Sorli) a la fecha de la detención. Militante del MIR. “Campito”, como le decían, ingresó a estudiar enfermería en la Universidad de Chile, sede Temuco en 1971 donde estuvo hasta principios de 1973, año en que fue llamado a hacer el servicio militar obligatorio, presentándose el 2 de abril, dado de baja el 31 de agosto, por orden de la IV División del Ejército de Valdivia.
Se presentó voluntariamente el 7 de octubre del mismo año al Regimiento de Temuco, al día siguiente es declarado reo, siendo llevado a Consejo de Guerra por la Fiscalía Militar de Cautín, y condenado por traición a la Patria a 15 años de prisión desde el 8 de octubre en la Penitenciaría de Temuco, pena que fue conmutada por extrañamiento y salió el 11 de febrero de 1976, rumbo a Dinamarca, con prohibición de ingresar al país. En 1981 intenta regresar clandestinamente a Chile en la “Operación Retorno” del MIR.
El 19 de febrero es detenido junto a su compañero Luis Quinchavil Suárez (conocido como “Quincha”, profesor de lengua mapuche de la U. de Heiden en Holanda y también militante del MIR exiliado) en la frontera chileno-argentina por 18 gendarmes argentinos a caballo en el paso Paimún o Hua Hum, en la X Región, frente a Junín de los Andes, siendo puestos a disposición de agentes de la CNI en Neltume, en manos de quienes ambos desaparecieron, en violación a sus derechos humanos.
Conforme a lo señalado el 7 de julio de 2004, en el Fallo del pleno de la Corte de Apelaciones que aprueba el desafuero de Augusto Pinochet por su vinculación con la denominada “Operación Cóndor”, testigos señalan que ambos habrían sido trasladados por el capitán Augusto Werner Hasse, el sargento Héctor Barra Molina y un cabo de apellido Sandoval a la Dirección de Inteligencia de Carabineros en Valdivia para luego ser llevados presuntamente por el capitán Julio Benimelli a las 2:45 de la madrugada en una camioneta marca Veranello color verde oscuro, ambos vendados, al campo de tiro de La Reina en Santiago, donde según testimonios habrían sido dinamitados.
José Campos y Luis Quinchavil se encuentran en calidad de detenidos desaparecidos hasta la actualidad, pues no se han encontrado. Un mes después de la desaparición de Campito, el 20 de marzo de 1981, las sedes Temuco de las Universidades “de Chile” y “Técnica del Estado” se fusionan en la Universidad de la Frontera (UFRO). De momento, la Universidad de Chile no le ha entregado título póstumo alguno, sin embargo, en 2011 Campito recibió su título póstumo de Enfermero por parte de la Universidad de la Frontera.
Rosa Elvira Soliz Poveda
Era la mayor de nueve hermanos, nació el 27 de julio de 1951 en Nehuentue, una pequeña caleta de pescadores en la provincia de Cautín, en el seno de una familia de trabajadores.
Su padre laboraba en la mina de carbón de Lota, por lo que ella hizo sus primeros estudios en una escuela de este centro minero. En 1963 la familia se trasladó a la Población Santa Mónica de Conchalí en Santiago y Rosa continuó sus estudios en los liceos Ramón Freire e Ignacio Carrera Pinto de donde egresó a finales de 1970.
Desde el siguiente año, cuando estaba en la Universidad de Chile estudiando enfermería, su inquietud por los problemas sociales la hizo ingresar a las filas de la Juventud Socialista y a participar activamente de la Vocalía de Acción Social de la FECH en la Facultad de Medicina, así como también en jornadas de trabajos voluntarios en las poblaciones de la zona norte de Santiago.
Tras una serie de sumarios llevados a cabo por las nuevas autoridades militares que intervinieron en la Universidad de Chile a Rosa le cancelaron su matrícula de manera antojadiza debido a sus “ideas de izquierda”. Lo anterior no la detiene y empieza a ejercer como ayudante de enfermería de manera particular.
Posteriormente junto a su compañera Sara Donoso comienza a trabajar en el Consultorio del Servicio Nacional de Salud de Avenida Independencia No 1345 (actualmente “CESFAM Dr. Agustín Cruz Melo”).
Ambas se ven en la necesidad de vivir en casas de seguridad en Santiago Centro, Independencia y posteriormente en Peñalolén, adoptando para su seguridad los nombres de “Cecilia” y “Carmen”. Alrededor del 7 de julio de 1975, Rosa fue detenida por dos agentes de la DINA desde la casa de seguridad en Peñalolén y según testigos fue llevada desde el cuartel Ogalle (José Domingo Cañas) al cuartel Terranova (Villa Grimaldi). El padre de Sara, Juan Donoso Oliva, se enteró de su captura a través de una llamada telefónica recibida el miércoles 16 de julio de 1975. Pese a la denuncias de presunta desgracia en 1990 tras el término de la Dictadura militar, no se pudo dar con su paradero final y se sobreseyó temporalmente la causa.
En 2018 los ex agentes Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo y Manuel Andrés Carevic Cubillos fueron sancionados a 18 años de prisión, como coautores de los secuestros calificados de Rosa y de otros 10 militantes socialistas, Gerardo Ernesto Urrich González fue condenado a 16 años de prisión efectiva, como coautor de los delitos de secuestro calificado de Rosa y otros 8 militantes socialistas y se decretó la absolución del agente Jorge Madariaga Acevedo.
A principios de 2018 recibió su título póstumo de Enfermera por parte de la Universidad de Chile.
Sara de Lourdes Donoso Palacios
Nació el 11 de febrero de 1950 en Antofagasta, parte de su infancia la vivió, con su familia, en la oficina salitrera “Pedro de Valdivia”. En 1970 ingresó a la Universidad Técnica y estudió Diseño solo 1 semestre, luego trabajó en el Banco Español un tiempo y comenzó a estudiar Enfermería en la Universidad de Chile hasta 1973, año en el que fue suspendida.
Era muy solidaria y una gran lectora. Militante del Partido Socialista de Chile desde 1974, donde se relaciona, junto con su compañera, Rosa Solis, a la dirección clandestina de ese partido.
En 1974 se le había suspendido su matrícula por su afiliación política y había sido reintegrada en 1975. Junto a su compañera Rosa Solis, comienza a trabajar en el contexto de su Internado Profesional (práctica final previo a su titulación) en el Consultorio del Servicio Nacional de Salud de Avenida Independencia No 1345 (actualmente “CESFAM Dr. Agustín Cruz Melo”).
Ambas se ven en la necesidad de vivir en casas de seguridad en Santiago Centro, Independencia y posteriormente en Peñalolén, adoptando para su seguridad los nombres de “Cecilia” y “Carmen”. El día 15 de julio de 1975 a las 8:30 horas, a la entrada del Consultorio donde realizaba su Internado Profesional, fue detenida por dos agentes de la DINA. Tenía 25 años a la fecha de la detención.
Algunos funcionarios y una compañera vieron dos hombres que la detuvieron y la subieron a una camioneta, pero nadie se atrevió a declarar en ese tiempo. A la fecha y por las investigaciones realizadas, sólo se ha logrado tener certeza de su detención, la cual está relacionada con la detención de altos dirigentes del partido socialista también detenidos desaparecidos y con la de su compañera Rosa Solis.
En 2018 los exagentes Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo y Manuel Andrés Carevic Cubillos fueron sancionados a 18 años de prisión, como coautores de los secuestros calificados de Sara y de otros 10 militantes socialistas, Gerardo Ernesto Urrich González fue condenado a 16 años de prisión efectiva, como coautor de los delitos de secuestro calificado de Sara y otros 8 militantes socialistas y se decretó la absolución del agente Jorge Madariaga Acevedo.
A principios de 2018 recibió su título póstumo de Enfermera por parte de la Universidad de Chile.
Waldo César Alfaro Retamal
Se inició como practicante y auxiliar paramédico el año 1961 en el Hospital de Linares, desde donde fue enviado a la Universidad de Chile en Santiago para titularse el año 1966 como el primer hombre en Chile en formarse profesionalmente como enfermero, una carrera que a esa fecha sólo era ejercida por mujeres.
Fue galardonado como el mejor alumno de su promoción. Trabajaba en el Hospital de Linares y militaba en el PS, estaba casado con Isolina Martínez Benavides. De acuerdo con declaraciones de testigos, fue detenido el 6 de julio del año 1974 por una patrulla militar, en su domicilio. Se le imputaba abandono de funciones y la mantención clandestina de un arsenal médico.
Fue trasladado a la Escuela de Artillería para ser interrogado. Tres días después fue dejado en libertad. El 10 de julio de 1974 fue detenido nuevamente por los militares y trasladado al regimiento.
En esta oportunidad, según testigos presenciales que escucharon sus gritos de dolor, fue fuertemente golpeado y sometido a interrogatorios bajo torturas. Murió el 11 de julio de 1974, a los 35 años de edad, en el recinto militar Escuela de Artillería, por “anemia aguda secundaria a herida cortante de muslo izquierdo complicado, suicidio”, según se consigna en el Certificado de Defunción. Fue encontrado muerto en el interior de la celda donde se encontraba incomunicado.
En su boca tenía, según se consignó en el Protocolo de Autopsia, un pañuelo que le llenaba completamente la cavidad bucal y que estaba fuertemente sujeto por los dientes; y sobre la herida, según se registró en en el acta de inspección ocular de la Fiscalía que investigó su muerte, “en su herida presentaba un trapo con el cual seguramente trató de taponársela”.
Tanto la arteria como la vena femoral del muslo izquierdo de Waldo habían sido seccionadas por completo lo que le habría provocado una hemorragia masiva, un shock hipovolémico y la muerte.
No se encontró el elemento causal de la herida y la Fiscalía sobreseyó la investigación por considerar que no se encontraba suficientemente acreditado delito alguno. Posteriormente se consideró que, independiente de si fue suicidio o no, la influencia de las torturas y tratos crueles recibidos por Agentes del Estado mientras estaba detenido, fue determinante en la muerte de Waldo, por lo que fue declarado víctima de violación a los Derechos Humanos.
Humberto Cordano López
Se desempeñó como paramédico en la localidad de Puerto Cisnes, miembro del PC, exiliado en Comodoro Rivadavia después del 11 de septiembre de 1973. Fue detenido el 23 de mayo de 1977.
Testimonios fidedignos y contestes indican que la víctima fue detenida el día ya indicado en la cercanías del Hotel Céntrico de Comodoro Rivadavia. Miembro del Comité Argentino de Solidaridad con Chile en esta provincia, Humberto Cordano había realizado gestiones en favor de detenidos chilenos a raíz de lo cual fue seguido en forma notoria por agentes de la DINA en esa ciudad argentina.
Surge de los testimonios y otros antecedentes, que Humberto Cordano fue delatado por un chileno, colaborador de la DINA, encargado de detectar a los refugiados chilenos en esta provincia fronteriza con Chile.
Según el Informe Rettig, la Comisión llegó a la convicción de que en la violación a los derechos humanos de que fue objeto la víctima, consistente en su detención y posterior desaparición, tienen responsabilidad agentes del Estado de Chile, en violación de sus derechos humanos.
En 2001 la prensa accede a la información de que el caso de Humberto se encuentra mencionado en la «prueba documental» de información del Ministerio del Interior argentino sobre la desaparición de los ciudadanos chilenos en el contexto de las investigaciones de la operación “Cóndor”.
Mario Luis Quezada Solis
Nacido el 2 de agosto de 1943, tenía 32 años al momento de su detención, soltero, auxiliar de Enfermería, militante comunista.
Mario había sido prisionero político del régimen militar en Antofagasta después del Golpe , desde donde fue puesto en libertad, mudándose a Santa Rosa No339, casa 4, Santiago.
Fue detenido por agentes de la DINA el día 12 de diciembre de 1975, después de las 15:00 horas, en el domicilio de José Luis Núñez Zamora (detenido 2 días antes por la DINA), en Elisa Reyes No554, La Granja, Santiago.
Después de almorzar junto a su familia, salió de la casa alrededor de las 15:00 horas, no regresando más a ella. Como a las 23:00 horas, se presentaron en su domicilio un par de individuos jóvenes en una camioneta marca Chevrolet de color rojo, diciendo que eran amigos de Mario. Estos portaban una nota manuscrita de la víctima en la que señalaba que se encontraba bien.
Junto con ello retiraron una máquina de escribir y unos papeles. El 22 de diciembre volvieron y solicitaron vestuario para Mario Luis. El día 24, otro grupo de civiles se hizo presente, pero esta vez allanaron minuciosamente la vivienda. Todos los participantes andaban armados y encañonaron a María Ercilia Quezada Solís (hermana de la víctima), mientras ésta lavaba ropa.
El día 28, aparecieron civiles armados, los que estuvieron varias horas en la casa en actitud de espera.
Posteriormente, en el mes de enero de 1976, uno de los individuos que habían llevado la nota «visitó» el domicilio, informando que éste se encontraba bien. Mario Luis Quezada Solís, fue trasladado por sus captores hasta un recinto desconocido, donde fue torturado y permaneció algunos días al parecer en un subterráneo.
Desde ahí fue trasladado al recinto de detención y tortura de la DINA en «Villa Grimaldi» (Lo Arrieta, No8.200). Allí fue recluido y torturado en el sector de «La Torre».
Compartió su cautiverio con Oscar Patricio Orellana Figueroa, Hugo Pinto Yáñez (sobrevivientes que atestiguaron al respecto), Alejandro Avalos Davidson, Santiago Ferruz López y Ramón Ascencio Subiabre.
Estos tres últimos, al igual que Mario Quezada, continúan desaparecidos después de su detención. Debido a lo concluyente de las pruebas de la detención de Quezada Solís por parte de agentes del Estado, el Ministerio del Interior reconoció primero a la Corte de Apelaciones de Santiago y luego al Cuarto Juzgado del Crimen de Santiago la detención.
Sin embargo, indicó como recinto de reclusión al Campamento de Detenidos de «Cuatro Alamos», en vez de «Villa Grimaldi», agregando que el detenido había sido puesto en libertad el día 30 de diciembre de 1975, en circunstancias que la última vez que se le ve con vida es a mediados de enero de 1976 en el recinto de la DINA.
Según testimonios, al mediodía del 12 de enero de 1976, Mario Quezada Solís, fue sacado del recinto con destino desconocido, junto al también detenido desaparecido Jorge Fuentes Alarcón. Hasta la fecha nada se sabe acerca del paradero o suerte de Mario.
María Noelia Salazar Quezada (no se dispone de foto)
Tenía 32 años al momento de su muerte, soltera, habría militado en el MIR, muerta el 11 de septiembre de 1973 en Santiago. María Noelia Salazar Quezada murió ese día a las 10:35 horas, en la Posta Central, por herida de bala cráneo encefálica, según consigna el Certificado Médico de Defunción del Instituto Médico Legal.
Pese a no haber podido establecer las circunstancias precisas en que ocurrió su muerte, atendidas la época de ella y su causa, María Noelia Salazar Quezada fue declarada víctima de la violencia política imperante, considerándose ejecutada política.
Autor: Comisión Derechos Humanos Colegio de Enfermeras de Chile A.G.
Fuente :colegiodeenfermeras.cl 9/9/2021
Reconocimiento simbólico irá dirigido a ex estudiantes asesinados durante el régimen militar.
A través del decreto exento número 0030766 de la Universidad de Chile, autorizado por la Contraloría de la República el 4 de septiembre de este año, dicha casa de estudios quedó habilitada, por primera vez en su historia, para hacer entrega de la distinción de títulos póstumos y simbólicos a los estudiantes que fueron ejecutados políticos y aquellos que se convirtieron en detenidos desaparecidos durante el régimen militar.
La ceremonia oficial, que estará encabezada por el rector Ennio Vivaldi, se desarrollará el próximo lunes 11, en el patio Domeyko de la casa central, a contar de las 12.30.Para Vivaldi "esta iniciativa tiene dos significados muy profundos. Por una parte es un gesto de reparación para las propias víctimas y para sus familiares, quienes además asocian afectivamente a su seres querido con esta gran institución que es la U. de Chile. Por otro lado, la U. de Chile siente que está cumpliendo con su deber moral al no concederle a la dictadura el objetivo terrible de, además haberles truncado la vida, borrar sus logros como estudiantes y futuros profesionales para Chile".
La nómina incluye a 104 ex estudiantes de la universidad, quienes fueron asesinados por agentes de Estado entre 1973 y 1989.
Entre los casos más recordados destaca el del estudiante de historia Jécar Nehgme, quien figura, además, como la última víctima del régimen de Augusto Pinochet. Este ex dirigente del
Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) apareció muerto el 4 de septiembre de 1989 en la calle General Bulnes, a pocos días de que se desarrollaran las elecciones que marcarían el retorno a la democracia.
Tras un largo proceso judicial, que se resolvió en 2008, se logró establecer como autores del asesinato al jefe metropolitano de la CNI, brigadier (r) Enrique Levy Araneda; al coronel (r) Pedro Guzmán Olivares y al capitán (r) Luis Sanhueza Ross.
Desde las organizaciones sociales valoraron el gesto. La presidenta de la Agrupaciones de Ejecutados Políticos (Afep), Alicia Lira, señaló que "es un gran gesto, que reconocemos enormemente. Con esto, el rector Vivaldi cumple una tarea pendiente que tenía la Universidad de Chile, ya que gestos similares ya los habían cumplido otras universidades como la U. de Santiago y la Austral de Valdivia. Pero es una señal enorme para la democracia y para que se cumpla un verdadero nunca más en Chile".
Listado de estudiantes de la Universidad de Chile víctimas de la dictadura cívico militar
1. Almonacid Dumenez, Luis Jorge. Estudiante de Servicio Social. Detenido Desaparecido.
2. Aldoney Vargas, Jaime. Estudiante de Periodismo. Ejecutado Político
3. Andreoli Bravo, María Angélica. Estudiante de Nutrición y Dietética. Detenida Desaparecida.
4. Aranda Schmied, Pablo Ramón. Estudiante de Medicina. Detenido Desaparecido.
5. Araneda Pizzini, Dignaldo Herminio. Estudiante de Economía. Detenido Desaparecido.
6. Arredondo Andrade, Gabriela Edelweiss. Estudiante de Pedagogía. Detenida Desaparecida.
7. Avello Avello, Oscar Eduardo. Estudiante de Medicina. Detenido Desaparecido.
8. Barrios Duque, Álvaro Miguel. Estudiante Pedagogía en inglés. Detenido Desaparecido.
9. Beltrán Sánchez María Isabel. Estudiante de Pedagogía en Música. Detenida Desaparecida.
10. Binfa Contreras, Jacquelina del Carmen. Estudiante de Servicio Social. Detenida Desaparecida.
11. Boettiger Vera, Octavio Julio. Egresado de la Escuela de Ciencias Políticas y Administrativas. Detenido Desaparecido.
12. Boncompte Andreu, Juan José. Estudiante Economía. Ejecutado político.
13. Bustillos Cereceda, María Teresa. Estudiante de Servicio Social. Detenida Desaparecida.
14. Caldes Contreras, Jaime Humberto. Estudiante de Ciencia Política. Ejecutado político.
15. Castro Salvadores, Cecilia Gabriela. Estudiante de Derecho. Detenida Desaparecida.
16. Chanfreau Oyarce, Alfonso René. Estudiante de Filosofía. Detenido Desaparecido.
17. Cid Urrutia, Washington. Estudiante de Sociología. Detenido Desaparecido.
18. Cornejo Campos, Raúl Guillermo. Estudiante de Sicología. Detenido Desaparecido.
19. Cortés Castro, Bernardo del Tránsito. Estudiante de Pedagogía. Ejecutado político.
20. Cuevas Moya, Carlos Alberto. Estudiante de Geología. Ejecutado político.
21. De la Jara Goyeneche, Felix Santiago. Estudiante de Pedagogía en Historia. Detenido Desaparecido.
22. Díaz Darricarrere, Carmen Margarita. Estudiante de Enfermería. Detenida Desaparecida.
23. Donoso Palacios, Sara de Lourdes. Estudiante de Enfermería. Detenida Desaparecida.
24. D'Orival Briceño, Jorge Humberto. Egresado de Medicina veterinaria. Detenido Desaparecido.
25. Drouilly Yurich, Jacqueline Paulette. Estudiante Servicio social y Teatro. Detenida Desaparecida.
26. Duran Rivas, Luis Eduardo. Estudiante de Periodismo. Detenido Desaparecido.
27. Elgueta Diaz, Luis Enrique. Estudiante de Pedagogía en Música. Detenido Desaparecido.
28. Elgueta Pinto, Martín. Estudiante de Economía. Detenido Desaparecido.
29. Escobar Salinas, Ruth María. Estudiante de Danza. Detenida Desaparecida.
30. Espinoza Henríquez, Mamerto Eulogio. Ex estudiante de Dibujo Técnico. Detenido Desaparecido.
31. Espinosa Méndez, Jorge Enrique. Estudiante de Filosofía. Detenido Desaparecido.
32. Figueras Ubach, Félix Francisco. Estudiante de Historia, Geografía y Educación Cívica del Instituto Pedagógico. Ejecutado político.
33. Flores Garrido, José Edilio. Estudiante de Administración Pública. Ejecutado político.
34. Flores Ponce, Sergio Arturo. Estudiante de Filosofía. Detenido Desaparecido.
35. Fuentes Riquelme, Luis Fernando. Estudiante de Biología. Detenido Desaparecido.
36. Gajardo Wolff, Carlos Alfredo. Egresado de Arquitectura. Detenido Desaparecido.
37. García Vega, Alfredo Gabriel. Egresado de Servicio Social. Detenido Desaparecido.
38. Guajardo Zamorano, Luis Julio. Estudiante de Ingeniería. Detenido Desaparecido.
39. Guendelman Wisniak, Luis Alberto. Egresado de Arquitectura. Detenido Desaparecido.
40. Guerrero Gutiérrez, Carlos Eduardo. Estudiante de Pedagogía en Historia. Detenido Desaparecido.
41. Herrera Manríquez, Guillermo Hernán. Estudiante de Ciencias Sociales. Ejecutado político.
42. Ibarra Echeverria, Carlos Leonardo. Estudiante de Pedagogía. Ejecutado político.
43. Ibarra Toledo, Juan Ernesto. Estudiante de Servicio social. Detenido Desaparecido.
44. Jorquera Encina, Mauricio Edmundo. Estudiante de Sociología. Detenido Desaparecido.
45. Joui Petersen, María Isabel. Estudiante de Economía. Detenida Desaparecida.
46. Juantock Guzmán, Yactong Orlando. Egresado de Arquitectura. Detenido Desaparecido.
47. Lagos Salinas, Carlos Eduardo. Estudiante de pedagogía. Ejecutado político.
48. Lazo Rojas, Alonso. Estudiante de Pedagogía en Castellano. Detenido Desaparecido.
49. Leiva Vargas, Juan Alberto. Estudiante de Filosofía. Detenido Desaparecido.
50. Liendo Vera, José Gregorio. Ex estudiante de agronomía. Ejecutado Político.
51. López Stewart, María Cristina. Estudiante de Pedagogía en Historia. Detenida Desaparecida.
52. Matus de la Maza, Diego. Egresado de Ingeniería. Ejecutado Político.
53. Maza Carvajal, Enrique Antonio. Estudiante de Ingeniería Eléctrica. Ejecutado Político.
54. Medina Hernández, Rodrigo Alejandro. Estudiante de Filosofía. Detenido Desaparecido.
55. Meneses Reyes, Juan Aniceto. Estudiante de Economía. Detenido Desaparecido.
56. Montecinos Alfaro, Sergio Sebastián. Ex Estudiante de Ingeniería. Detenido Desaparecido.
57. Montiglio Murua, Juan José. Estudiante de Pedagogía en Biología. Detenido Desaparecido.
58. Moreno Fuenzalida, Germán Rodolfo. Estudiante de Derecho. Detenido Desaparecido.
59. Munita Castillo, Patricio. Estudiante de Derecho. Ejecutado Político.
60. Muñoz Andrade, Leopoldo Daniel. Estudiante de Construcción Civil. Detenido Desaparecido.
61. Muñoz Bizama, José Miguel. Estudiante del Conservatorio de Música. Detenido Desaparecido.
62. Nehgme Cristi, Jécar Antonio. Estudiante de Pedagogía en Historia. Ejecutado Político.
63. Núñez Rojas, Luis Hernán. Estudiante de Pedagogía. Detenido Desaparecido.
64. Ortiz Moraga, Jorge Eduardo. Estudiante de Medicina. Detenido Desaparecido.
65. Palominos Rojas, Luis Jaime. Estudiante de corno del Conservatorio de Música. Detenido Desaparecido.
66. Parada González, Alejandro Arturo. Ex estudiante de Medicina Veterinaria. Detenido Desaparecido.
67. Parada Valenzuela, Javier Ernesto. Estudiante de Agronomía. Detenido Desaparecido.
68. Peña Solari, Mario Fernando. Estudiante de Arquitectura. Detenido Desaparecido.
69. Peña Solari, Nilda Patricia. Estudiante de Biología. Detenida Desaparecida.
70. Pérez Molina, Sergio Alfredo. Estudiante de Pedagogía en Historia. Detenido Desaparecido.
71. Pérez Vargas, Aldo Gonzalo. Estudiante de Sociología. Detenido Desaparecido.
72. Pérez Vargas, Iván Renato. Estudiante de Sociología. Ejecutado Político.
73. Pérez Vargas, Mireya de Lourdes. Estudiante de Pedagogía. Ejecutada Política.
74. Quiroz Nilo, Patricia Angélica. Estudiante de Lenguas Clásicas. Ejecutada Política.
75. Radrigán Plaza, Anselmo Osvaldo. Ex Estudiante de Ingeniería. Detenido Desaparecido.
76. Reyes González, Agustín Eduardo. Estudiante de Filosofía. Detenido Desaparecido.
77. Reyes Navarrete, Sergio Alfonso. Egresado de Economía. Detenido Desaparecido.
78. Ríos Soto, Herbit Guillermo. Estudiante de Pedagogía en Historia. Detenido Desaparecido.
79. Robotham Bravo, Jaime Eugenio. Ex estudiante de Sociología. Detenido Desaparecido.
80. Ropert Contreras, Enrique. Estudiante de Economía. Ejecutado Político.
81. Salamanca Morales, Ernesto Guillermo. Estudiante de Filosofía. Detenido Desaparecido.
82. Salas Paradisi, Jorge Miguel. Estudiante de Pedagogía en Matemáticas. Ejecutado Político.
83. Salazar Aguilera, José Alberto. Ex estudiante de Servicio Social. Detenido Desaparecido.
84. Salcedo Morales, Carlos. Estudiante de Sociología. Detenido Desaparecido.
85. San Martín Vergara, Luis Dagoberto. Estudiante de Agronomía. Detenido Desaparecido.
86. Sarmiento Sabater, Hernán. Estudiante de Medicina. Detenido Desaparecido.
87. Schneuer Yubero, Walter Carlos. Estudiante de Economía. Ejecutado Político.
88. Sepúlveda Contreras, Daniel Mauricio. Estudiante de Técnico Laborista. Detenido Desaparecido.
89. Sepúlveda Guajardo, Renato. Estudiante de Medicina. Detenido Desaparecido.
90. Sepúlveda Troncoso, Marcela Soledad. Estudiante de Audiofoniatría. Detenida Desaparecida.
91. Silva Saldívar, Gerardo Ernesto. Estudiante de Estadísticas. Detenido Desaparecido.
92. Silva Soto, Ricardo Cristian. Estudiante de Química y Farmacia. Ejecutado Político.
93. Soliz Poveda, Rosa. Estudiante de Enfermería. Detenida Desaparecida.
94. Soto Cerda, Juan Ramón. Estudiante de Derecho. Ejecutado Político.
95. Teruggi Bombatch, Frank Randall. Estudiante del Centro de Estudios Económicos y Sociales. Ejecutado político.
96. Thauby Pacheco, Claudio Francisco. Estudiante de Sociología. Detenido Desaparecido.
97. Valenzuela Leiva, Luis Oscar. Estudiante de Sociología. Detenido Desaparecido.
98. Vallejo Ferdinand, Guillermo Osvaldo. Egresado de Derecho. Ejecutado Político.
99. Vergara Toledo, Eduardo Antonio. Estudiante de Pedagogía en Historia. Ejecutado Político.
100. Victoriano Veloso, Gilberto de las Mercedes. Egresado de Servicio Social. Ejecutado Político
101. Videla Moya, Lumi. Estudiante de Sociología. Ejecutado Político.
102. Villar Quijón, Elías Ricardo. Estudiante Técnico Laborista. Detenido Desaparecido.
103. Zerega Ponce, Víctor Osvaldo. Bachiller en Economía. Ejecutado Político.
104. Ziede Gómez, Eduardo Humberto. Estudiante de Sociología. Detenido Desaparecido.
Fuente :latercera.cl 08/09/2017
Rosa y su familia eran originarias de la localidad de Nehuentué, pequeña caleta de pescadores perdida bajo las lluvias y el sol de la comuna de Carahue, en la Provincia de Cautín. Rosa nació el 27 de julio de 1951 y era la mayor de ocho hermanos. Junto a su familia debió trasladarse a temprana edad a Lota, donde su padre encontró trabajo en las faenas mineras de la cuenca del carbón. Allí, al igual que sus hermanos, Rosa estudió en la escuela básica de la localidad de Caleta El Alto.
Como muchas familias sureñas de la época, la de Rosa emigró en 1963 hacia la capital, buscando nuevas alternativas que le permitieran alcanzar el sueño de salir de la pobreza. Al llegar a Santiago, se instalaron en la Población Santa Mónica, en Conchalí, por entonces una zona semi rural que acogía a decenas de familias que habían arribado a la gran ciudad.
La joven albergaba la ilusión de ser profesional, y se esforzaba por mantener un buen rendimiento. La enseñanza secundaria la cursó en los liceos Ramón Freire e Ignacio Carrera Pinto, ambos en el sector de Independencia, egresando del último a fines de 1970. Ese mismo año, durante de la campaña presidencial de Allende, Rosa se incorporó a diversas iniciativas que se realizaron en su población por el triunfo de la UP: distribuyendo entre sus vecinos el Programa con las “40 Medidas”, repartiendo propaganda en las ferias libres y participando
Rosa Solíz Poveda
en los actos y desfiles de la candidatura “de los pobres”, como ella misma solía recalcar.
En 1971, comenzó a hacerse realidad su sueño de convertirse en la primera profesional de la familia: en marzo de ese año, ingresó a la Escuela de Enfermería de la Universidad de Chile. Motivada por su temprana vinculación política en su barrio, y en el marco de la efervescencia social que gatilló en todo el país el triunfo de la izquierda en las elecciones de 1970, Rosa se vinculó a las actividades políticas y culturales de los jóvenes socialistas de la Facultad de Medicina.
Quienes la conocieron, la recuerdan como una mujer menuda, muy bajita, de pelo negro y risa sincera y contagiosa. Pese a su timidez, Rosa no ocultaba su idealismo y sus ansias de cambio, que canalizaba a través de una activa participación en la Vocalía de Acción Social de la FECH en su Facultad. En esa época era frecuente verla actuando en las jornadas de trabajos voluntarios que se hacían especialmente en las poblaciones de la zona norte de Santiago, en las que junto a Sara y a otras de sus compañeras de Enfermería propiciaban la participación de todas las personas en el cuidado de su salud, al tiempo que contribuían a la organización social de las mujeres pobladoras.
Una de las alumnas de la Escuela de Enfermería de esa promoción, Pilar Planet, hasta hoy rememora con cariño a ex compañera, a quien recuerda como “una luchadora constante y tenaz, con unos ojos pequeñitos y expresivos, que nos mostraban a diario su sensibilidad y las palabras que a veces no se atrevía a decir”.
Sumarios en la universidad
Después del golpe de Estado, en el marco de una Universidad de Chile intervenida por las nuevas autoridades militares, hubo un verdadero desfile de alumnas y alumnos llamados a declarar, y una larga lista de resultados después de la “declaración”.
Sara Donoso, su mejor amiga, que también estudiaba enfermería, fue sumariada bajo el inverosímil cargo de haber sustraído unos uniformes y delantales de su escuela, aunque era evidente que eso no era sino parte de la burda excusa para el hostigamiento que se hizo frecuente contra los alumnos, docentes y funcionarios sospechosos de simpatizar con la izquierda. La sancionaron con un año de suspensión de la carrera.
A Rosa, en tanto, las nuevas autoridades de la universidad le cancelaron su matrícula.
Sara logró retomar sus estudios recién en marzo de 1975, mientras que Rosa, imposibilitada de volver a clases, se las ingeniaba como ayudante de enfermería de forma independiente.
Poco después, ambas comenzaron a laborar en el Consultorio del Servicio Nacional de Salud de Avenida Independencia Nº 134. Sara estaba contenta, porque su trabajo en ese consultorio había sido reconocido como práctica de internado por su escuela, uno de los requisitos para su titulación. Aunque Rosa aún no podía retomar sus estudios, compartía la alegría y la ilusión que embargaban a su amiga.
En la clandestinidad
Desde fines del año anterior, Rosa y su amiga se habían incorporado a colaborar con el PS en la clandestinidad, efectuando funciones en un grupo de apoyo de Carlos Lorca, el ex dirigente de la FECH y ex diputado que formó parte de la Dirección Interior Clandestina de ese partido tras el golpe militar. En esas tareas realizaron funciones de enlace tanto entre la Comisión Política del PS como entre ésta y otros partidos.
A esas alturas, ambas habían decidido abandonar sus hogares, para no comprometer a sus familias. Aura Póveda, madre de Rosa, indicó que Sara y su hija compartían un pequeño departamento en el centro de Santiago en el Portal Fernández Concha, frente a la Plaza de Armas de Santiago. Posteriormente, recuerda, “ambas fueron trasladadas a una casa ubicada por Santos Dumont, y luego, casi coincidiendo con la última vez que supe de ella, a una vivienda en el sector de Peñalolén”.
Marisol Bravo, que también colaboraba con otro de los equipos de apoyo a los clandestinos del PS, conoció a ambas jóvenes hacia fines de enero de 1974: “Ellas eran “Cecilia” y “Carmen”, las dos bajitas y muy amigas. “Cecilia” era de ojos picarescos, carita redonda, simpática, de conversación fácil y risa a flor de labios. “Carmen”, más menuda aún, tenía el rostro serio, los ojitos algo achinados y el pelo liso. Era tímida, pero muy cálida”.
Con la primera que se relacionó fue con “Cecilia”. Marisol recuerda que “algo conversábamos mientras hacíamos los contactos y así me fui enterando que su familia era de derecha, que tenía un hermano al que amaba mucho, que vivía clandestina pero se comunicaba periódicamente con su familia para informarles que estaba bien. Luego me presentó a «Carmen». Calculé que vivían juntas, pero ellas no lo confirmaron. Intuí un gran afecto entre ambas y pensé que podrían ser compañeras de universidad. No se los pregunté directamente. En ese tiempo era necesario saber lo menos posible”, rememora.
Edith Donoso, otra colaboradora de la Dirección Interior del PS, recuerda que a la casa de seguridad de la calle Chile-España -entre Núñez de Arce y Alonso de Ercilla-, en la que estuvieron ocultos un tiempo Lorca y otros altos dirigentes socialistas en la clandestinidad (Exequiel Ponce, Jaime López y Luis Urtubia) “solían llegar dos chicas de enfermería, una de chasquilla y otra de ojitos achinados, que cumplían labores como enlaces y correos de la organización”.
En efecto ambas amigas eran las enlaces de uno de los circuitos de comunicación entre las direcciones clandestinas del PS y del PC, que se había establecido a través de Carlos Lorca y José Weibel (subsecretario general de las JJCC, miembro de la cúpula del PC y desaparecido desde el 29 de marzo de 1976.)
De ese importante y hasta ahora desconocido rol de Sara Donoso y Rosa Solíz da cuenta Shaira Sepúlveda, que precisamente era la contraparte comunista de ambas amigas, y que se relacionaba directamente con Weibel:
“En el año 1975 efectué labores de enlace entre mi partido, el PC, con el dirigente socialista Carlos Lorca. Para estos fines, tenía contactos con una joven militante del PS, de unos 22 años de edad, de baja estatura y de contextura delgada, que en alguna ocasión, recuerdo, me comentó que estudiaba enfermería”.
Nuestra labor consistía en fijar puntos para el intercambio de documentación e informaciones de interés de nuestros respectivos dirigentes”, agrega.
A mediados de junio, calculo, ella me dijo que el PS había decidido reemplazarla por otra compañera, que seguiría haciendo sus mismas funciones. Me la presentó, era una chica de unos 20 a 23 años, bajita también, de cabello liso, ojos achinados y también relacionada con el tema de la enfermería”.
La caída
La casa de Santos Dumont a la que aludía la madre de Rosa era en realidad una residencia ubicada en la calle Juárez, casi en la esquina con Avenida La Paz, que el profesor Alberto Galleguillos, otro colaborador de la dirección del PS, había arrendado por petición de ésta. Según el testimonio de Galleguillos, esa vivienda era una suerte de “segunda casa de seguridad, a la que se trasladaban dirigentes y militantes importantes cuando caía algún compañero”.
Galleguillos recuerda que a fines de junio de 1975, tras la caída de Ponce, Lorca y Lagos, se decidió una pronta evacuación de los compañeros que en ese instante se ocultaban en la casa de Juárez: “Me correspondió encargarme del traslado urgente de dos muchachas jóvenes, Rosa y Sara, a quienes, con mi hermano, llevamos en su auto a una casa de un ayudista que él tenía en Peñalolén. Las dos, enteradas de la caída de la Dirección Interior, estaban desechas, en muy mal estado anímico, y en una paupérrima situación económica”.
Marisol Bravo, por esos mismos días, tuvo un último contacto con Sara Donoso. “Estaba preocupada, porque ya se sabía que había caído la Dirección Clandestina. Según ella, habían visto a Ricardo Lagos en la Clínica Presbiteriana Madre e Hijo -uno de los centros médicos en los que Michelle Peña controlaba su embarazo- y él habría dado a entender que lo habían agarrado. De Michelle ella no sabía nada. Fijamos un nuevo punto y me dio el teléfono de su familia para que yo avisara si es que no llegaba. Llegó el día del contacto y el subsiguiente, y “Cecilia” no apareció”.
Alberto Galleguillos, en el intertanto, regresó a ver a las dos chicas a la vivienda de Peñalolén, “pero inexplicablemente, ellas no se encontraban en la casa. Una vecina me comentó que la noche anterior, una de ellas había salido acompañada por dos hombres, sin regresar”.
Shaira Sepúlveda, por su parte, se enteró en julio del 75 de la caída de Carlos Lorca, a través de José Weibel: “Por esos días me contactó la joven que ahora oficiaba de enlace mío con el PS, y acordamos juntarnos al día siguiente. Nosotros supusimos que tendría problemas de infra y de dinero, al haber quedado desconectada de su partido, por lo que el PC decidió que yo fuera a la cita y le proporcionara algo de dinero. Nos juntamos, intercambiamos alguna información, y le sugerí que viajara por algún tiempo a provincia, para sumergirse.
Después de esa cita en que noté su nerviosismo y su falta de apoyo de su estructura partidaria, concurrí a un nuevo punto que acordamos con ella, que fijamos para el día 21 de julio, a las 18:00 horas, en Sucre con Salvador. Cuando llegué al lugar, ella caminó hacia mí y noté que quiso advertirme que estaba en una situación anómala. Efectivamente, en cuestión de segundos aparecieron cinco o seis hombres que me redujeron. Al lugar llegaron dos vehículos, una citroneta color blanco y una camioneta tipo Chevrolet con una lona verde en su parte posterior.
A mí me subieron rápidamente a la citroneta y me vendaron los ojos con cinta adhesiva. Después de una cuantas vueltas, se detuvieron y me cambiaron a la parte posterior de la camioneta Chevrolet, en donde se encontraban las dos chicas enlaces del PS que funcionaban conmigo. En ese momento, la chica de los ojitos achinados me pidió disculpas por lo ocurrido, estaba aterrada. Me dijo que había sido detenida días antes, y que su nombre era Rosa. Se notaba que ella y la otra chica, la que se relacionaba conmigo al principio, habían sido muy torturadas. Ella también me dijo su nombre verdadero: Sara.
Al cabo de unos minutos, llegamos a una casa que supuse (y luego confirmé) era un inmueble ubicado en José Domingo Cañas. Al llegar, nos bajaron y nos sacaron las vendas. Después de unas horas, les perdí el rastro”.
Efectivamente, Rosa y Sara fueron trasladadas desde el cuarte Ollague –nombre que la DINA daba al recinto de José Domingo Cañas- hasta Villa Grimaldi –el cuartel Terranova- en donde funcionaba la Brigada de Inteligencia Metropolitana de la DINA y en donde se hallaban detenidos los miembros de la Dirección Clandestina del PS. Los hechos
Alrededor del 7 de julio de 1975, Rosa fue detenida por dos agentes de la DINA. Sara fue secuestrada pocos días después, a las 8:30 horas del 15 de julio de 1975, a la entrada del consultorio en el que se desempeñaba, desde donde se perdió su rastro. En el caso de Rosa, salvo el diálogo que Galleguillos tuvo con la vecina de la casa de Peñalolén, no existen testimonios de su detención.
Por Rosa se interpuso una denuncia de presunta desgracia el 7 de mayo de 1990, en el 21° Juzgado del Crimen de Santiago, fue rolada con el Nº 29548–2. Sin que pudiera determinarse el destino final de la víctima, el juez decretó el sobreseimiento temporal de la causa, confirmado por la Corte Marcial en mayo de 1992. Previamente, su familia realizó distintos trámites tendientes a dar con su paradero. Recorrieron postas, comisarías y hospitales, e incluso publicaron avisos periodísticos solicitando información. Todo fue infructuoso.
A mediados de julio de 1975, Alberto Galleguillos fue detenido junto a su pareja, Silvia Ugalde. Después de varios días de apremios en Villa Grimaldi, la mujer reconoció, en un rincón de la guardia del recinto, a las jóvenes militantes Sara Donoso y Rosa Solíz. “Estaban sentadas, muy golpeadas, y parecían protegerse acurrucándose una a la otra. Se veían dopadas, y estaban cubiertas por una frazada”.
Minutos después, Silvia fue testigo de un comentario del agente Basclay Zapata, conocido como “El Troglo” por su brutalidad: Según Ugalde, Zapata estaba muy excitado, y hacía bromas respecto al aniversario de la Revolución Cubana. En un minuto, el «Troglo» miró despectivamente a las dos muchachas y gritó: “¡ya, estas dos, a celebrar el 26 de julio a Colonia Dignidad!”.
Fue la última vez que las vio.
Fuente :pschile.cl sin fecha
Otras fotos







