Juan René Molina Mogollones
Antecedentes del Caso
El ministro de fuero, Juan Guzmán Tapia, sometió a proceso a siete militares (r) por el delito de secuestro calificado, por la desaparición de 23 personas en el recinto de torturas de Villa Grimaldi, durante el gobierno militar.
Los ex uniformados son el ex director de la Dina, Manuel Contreras Sepúlveda; el coronel Marcelo Moren Brito; brigadier Miguel Krasnoff; el suboficial Basclay Zapata; el agente Osvaldo Romo; el oficial en retiro de Carabineros, Conrado Pacheco y al agente Pedro Alfaro.
Fuente :La Tercera 22 de Julio 2002
Fecha :22-07-2002
Rut : 103.063, Linares
F.Nacim. : 08 06 45, 29 años a la fecha de su detención
Domicilio : Asentamiento "Villa Longaví", Linares
E.Civil : Casado, 4 hijos
Actividad : Técnico Agrícola, empleado de la Corporación Nacional Forestal (CONAF)
C.Repres. : Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Presidente del Sindicato de Empleados de la CONAF, Maule
F.Detenc. : 29 de enero de 1975
Juan René Molina Mogollones, casado, cuatro hijos, Técnico Agrícola, militante del MIR, fue detenido el 29 de enero de 1975, alrededor de las 17:00 horas, junto a Patricia Zúñiga Barros - madre de su hija menor - en Avenida Matta con Portugal. La aprehensión la practicaron 10 agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) que se movilizaban en dos vehículos, uno de estos era una camioneta Chevrolet de color rojo, a la que fueron subidos los afectados. La acción se había gestado días antes, cuando a un detenido que permanecía en Villa Grimaldi -recinto secreto de reclusión de la DINA- se le obligó establecer contacto telefónico con el afectado y concertar una entrevista con él y con Patricia Zúñiga, para el día 29 de enero en Avenida Matta, a las 17:00 horas.
Juan René Molina y Patricia Zúñiga - que se encontraba embarazada - fueron conducidos de inmediato a Villa Grimaldi. Allí, en medio de múltiples amenazas y golpes, se les ordenó despojarse de sus ropas y objetos personales, iniciándose sesiones de interrogatorios y torturas en los que participaban Marcelo Moren Brito y Osvaldo Romo Mena. Juan René recibió en ese recinto el Nº 924.
No obstante encontrarse embarazada, Patricia Zúñiga, además de ser careada con el afectado, fue sometida a distintos tipos de tortura: aplicación de corriente, golpes y colgamientos. A su vez, el afectado recibió un trato similar: se le colgó y, simultáneamente, se le aplicaban golpes y corriente en todo el cuerpo; se le puso en "la parrilla", se le aplicó "el teléfono" (fuertes golpes en los oídos), y se le mantuvo con alimentación sin glucosa. Estos hechos se vieron ratificados por los testimonios de alrededor de 15 personas que permanecieron detenidas junto al afectado en Villa Grimaldi. Erick Zott lo vio ingresar a las "casas corvi" (pequeñas celdas de madera), en la noche del 29 de enero de 1975, con claras muestras de torturas.
Horacio Brain Pizarro compartió la misma celda, la Nº 4, con el afectado, con Julio Torres y Abel Vilches (detenido desaparecido de Valparaíso).
Nubia Becker recuerda haber visto a Juan René cuando, una noche, se acercó a la ventana de la pieza de las mujeres para ver a Patricia Zúñiga, la que se encontraba postrada en cama debido a su embarazo y a los malos tratos recibidos. El 11 de febrero, la víctima, Patricia Zúñiga y otros 18 detenidos, fueron trasladados al sector de Villa Grimaldi denominado "La Torre", en donde Juan René también fue visto por testigos. Miguel Angel Montecinos estuvo con él durante una semana. Por su parte, Rosa Lizama recuerda que alrededor del 20 de febrero de 1975, llegó un guardia a "La Torre" y llamó a algunos de los detenidos, entre ellos a Juan René Molina y a los 8 detenidos desaparecidos de Valparaíso (ver caso Horacio Neftalí Carabantes Olivares). Todos fueron sacados de la Villa Grimaldi con destino desconocido. (Testimonio corroborado también por otros declarantes).
Posteriormente, en julio de 1975, el nombre del afectado apareció en la lista de 119 chilenos que presuntivamente habían muerto en enfrentamientos en el extranjero. La veracidad de este hecho jamás pudo ser comprobada, más aún, ningún Gobierno, ni siquiera el chileno, lo ratificó oficialmente. El nombre del afectado apareció en el diario "O`Día de Curitiba (Brasil), publicación inexistente hasta ese único día; en este medio se publicaron 59 nombres y en la revista LEA de Argentina otros 60. Estas 119 personas habían desaparecido después de haber sido detenidas, entre los meses de junio de 1974 y febrero de 1975, y la gran mayoría había sido vista por testigos en los recintos secretos de detención de la DINA.
GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
El 10 de febrero de 1975 se interpuso, ante la Corte de Apelaciones de Santiago un recurso de amparo por el afectado, el que fue rolado con el Nº 207?75. Durante la tramitación de éste, se solicitó informes al Ministerio del Interior y a la Jefatura de Zona en Estado de Sitio. Ambas autoridades respondieron que el amparado no se encontraba detenido por órdenes de su dependencia. En virtud de estos antecedentes la Corte rechazó el recurso.
El 28 de agosto de 1975 se presentó querella criminal por el secuestro del afectado en el 4º Juzgado del Crimen de Santiago, la que fue rolada con el Nº 107.781. El 9 de septiembre del mismo año, el General de División y Ministro del Interior, Raúl Benavides Escobar, informó al Tribunal que Molina no se encontraba detenido por orden de ese Ministerio. Sin otras diligencias, el 29 de abril de 1976, se sobreseyó temporalmente la causa, fallo que fue ratificado por la Corte de Apelaciones el 17 de junio del mismo año. La resolución se tomó no obstante haber solicitado la parte querellante ?con el objeto de establecer la efectividad de la detención de Juan René? la citación a declarar de 15 testigos de reclusión del afectado. El Tribunal no dio lugar a la solicitud por "inconducente".
Además, los familiares de Juan René Molina realizaron diversas gestiones tendientes a dar con el paradero de la víctima. Entre estas se cuenta una nota dirigida, el 4 de marzo de 1976, el Ministro del Interior Raúl Benavides Escobar, solicitándosele información al respecto. El Ministro Benavides respondió carecer de antecedentes relativos al afectado, el 12 de marzo del mismo año.
El 1° de agosto de 1978, la familia de Juan René Molina concurrió, junto a familiares de otros 70 detenidos desaparecidos, al 10º Juzgado del Crimen de Santiago, para interponer una querella por el delito de secuestro en contra del General Manuel Contreras Sepúlveda, de Marcelo Luis Manuel Moren Brito y de Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo, Coronel y Teniente Coronel de Ejército respectivamente. El 10 de agosto del mismo año, el Juez se declaró incompetente y remitió los antecedentes al 2º Juzgado Militar, la que la roló con el Nº 553 78.
Durante la tramitación de ésta, el General Manuel Contreras Sepúlveda, en su calidad de ex director de la DINA, respondió por Oficio a la Fiscalía Militar el 25 de septiembre de 1985. En esta respuesta reafirmó conceptos que ya había planteado en oportunidades anteriores ante el Ministro en Visita Servando Jordán: Villa Grimaldi no fue lugar de detención de la DINA, sólo un recinto de paso donde se fichaba a los detenidos para dejarlos en libertad o ponerlos a disposición del Ministerio del Interior; Osvaldo Romo Mena fue sólo un informante de algunos agentes de la DINA, posteriormente no se volvió a saber de él; Marcelo Moren cumplió funciones de inteligencia como analista.
Sin que se realizaran diligencias durante cuatro años, el 20 de noviembre de 1989 el Teniente Coronel de Ejército, Enrique Ibarra Chamorro, Fiscal General Militar, solicitó para esta causa la aplicación del Decreto Ley de Amnistía (D.L. 2.191) porque el proceso había tenido como finalidad exclusiva la investigación de presuntos delitos ocurridos durante el período comprendido entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978 y porque, durante los 10 años de tramitación, no se había logrado "determinar responsabilidad de persona alguna". El 30 de noviembre de 1989, la solicitud fue acogida por el 2do. Juzgado Militar, el que sobreseyó total y definitivamente la causa la que aún se encontraba en etapa de sumario por "encontrarse extinguida la responsabilidad penal de las personas presuntamente inculpadas en los hechos denunciados". Las partes querellantes apelaron de dicha resolución a la Corte Marcial, la que confirmó el fallo en enero de 1992. Se interpuso entonces un Recurso de Queja ante la Corte Suprema de Justicia, la que al mes de diciembre de 1992 aún no evacuaba su resolución. (Mayores antecedentes en el caso de Eduardo Enrique Alarcón Jara, 30 de julio de 1974).
Osvaldo Romo Mena, uno de los agentes identificados en los interrogatorios a que fue sometido René Molina en Villa Grimaldi, fue detenido en noviembre de 1992 tras largos años de búsqueda. El mencionado agente había abandonado el país a finales de 1975, época en que había sido citado por varios Tribunales que tramitaban causas por violaciones a los derechos humanos. La DINA le había proporcionado los medios para su traslado a Brasil y documentos de identidad falsa, para él y su grupo familiar. La suya era Osvaldo Andrés Henríquez Mena.
Su ubicación fue el resultado de una serie de diligencias decretadas en la causa por el desaparecimiento de Alfonso Chanfreau Oyarce. Romo, primero fue detenido y luego expulsado desde Brasil.
A diciembre de 1992, Osvaldo Romo Mena había sido encargado reo en seis causas por detenidos desaparecidos y tenía pendientes varias citaciones a Tribunales.
Manuel Contreras Sepúlveda por : Jacqueline Drouilly, César Negrete Peña, Marta Neira, Alfredo Rojas Castañeda, Jaime Vásquez Sáenz, Juan Molina Mogollones, Alej. Avalos Davidson, Sonia Rios Pacheco, Elías Villar Quijón, María Isabel Gutiérrez Martínez, Horacio Carabantes, Fabián Ibarra Córdova, Carlos Rioseco Espinoza, Alfredo García Vega, Abel Vilches Figueroa, René Acuña Reyes, Carrasco Matus, Hugo Rios Videla,Martín Elgueta Pinto, Agustín Martínez Meza, Juan MacLeod, Julieta Ramírez Castro y Luis Palominos Rojas.
Marcelo Moren Brito por todos los anteriores menos Elgueta, Negrete y Neira.
Miguel Krassnoff por Negrete, Neira, Drouilly,Rojas, Vásquez, Molina,Avalos, Acuña, Carrasco, Ríos, Elgueta, Martínez y Palominos.
Pedro René Alfaro Fernández por: Ríos, Villar, Gutiérrez, Carabantes,
Ibarra, Rioseco, García y Vilches.
Basclay Zapata por: Rojas, Vásquez, Molina, Acuña, Carrasco, Ríos, Elgueta y Palominos.
Conrado Pacheco Cárdenas por: MacLeod y Ramírez.)
Fuente :Nota de memoriaviva.com: abogado de DDHH otorgó los siguientes detalles:
Casos de Parral
Asimismo, el magistrado notificó hoy a tres militares retirados de su procesamiento de secuestro calificado, en el marco de la desaparición de 15 personas en la localidad de Parral.
Se trata del coronel (r) del Ejército, Hugo Cardemil y el coronel (r) de Carabineros y el suboficial (r) de la misma institución, Pablo Caulier Greant y Luis Alberto Hidalgo, respectivamente.
Tras ser notificados por el ministro instructor, los ex uniformados quedarán detenidas en recintos militares y policiales.
Prensa
En fallo unánime, Segunda Sala del tribunal de alzada fijó en $60.000.000 el monto total de la indemnización que el fisco deberá pagar a los hermanos de Juan René Molina Mogollones, quien fue detenido el 29 de enero de 1975 por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y trasladado al centro clandestino de Villa Grimaldi, desde donde se pierde su rastro.
La Corte de Apelaciones de Santiago fijó en $60.000.000 (sesenta millones) el monto total de la indemnización que el fisco deberá pagar a los hermanos de Juan René Molina Mogollones, quien fue detenido el 29 de enero de 1975 por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y trasladado al centro clandestino de Villa Grimaldi, desde donde se pierde su rastro.
En fallo unánime (causa rol 8.793-2020), la Segunda Sala del tribunal de alzada –integrada por los ministros Omar Astudillo, María Soledad Melo y la abogada (i) Pía Tavolari– confirmó la sentencia de primer grado que estableció la responsabilidad del Estado en un crimen de lesa humanidad perpetrado por sus agentes, con declaración que se rebaja a $20.000.000 (veinte millones) la indemnización por daño moral que el fisco de Chile deberá pagar a cada uno de los demandantes.
“Que, en suma, pesando sobre el Estado la obligación de reparar a la víctima y sus familiares consagrado por la normativa internacional sobre Derechos Humanos, el derecho interno no deviene en un argumento sostenible para eximirlo de su cumplimiento. No sólo por lo ya expresado sino porque este deber del Estado también encuentra su consagración en el derecho interno”, plantea el fallo.
La resolución agrega que: “En efecto, el sistema de responsabilidad del Estado deriva además del artículo 3º de la Ley Nº 18.575, Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, que dispone que la Administración del Estado está al servicio de la persona humana, que su finalidad es promover el bien común, y que uno de los principios a que debe sujetar su acción es el de responsabilidad; y, consecuentemente con ello, en su artículo 4° dispone que ‘el Estado será responsable por los daños que causen los órganos de la Administración en el ejercicio de sus funciones, sin perjuicio de las responsabilidades que pudieren afectar al funcionario que los hubiere ocasionado’. Así, no cabe sino concluir que el daño moral causado por la conducta ilícita de los funcionarios o agentes del Estado autores de los ilícitos de lesa humanidad en que se funda la presente acción, debe ser indemnizado por el Estado”.
“Consecuentemente, el tribunal a quo decide correctamente al desestimar la excepción de prescripción opuesta por el Fisco de Chile”, añade.
Asimismo, “(…) en cuanto a las alegaciones de preterición y el haber sido reparados satisfactivamente los actores con anterioridad, estos sentenciadores, comparten los argumentos dados por la señora jueza a quo para desestimarlos”, afirma la resolución.
“Que –prosigue–, dicho lo anterior, esta Corte comparte lo dicho por el tribunal a quo, en cuanto a la procedencia de la indemnización por daño moral en favor de los actores, quienes acreditaron en el proceso los padecimientos y las secuelas sicológicas sufridas por ellos, frente a la muerte de su hermano”.
Para el tribunal de alzada: “En lo tocante al quantum de la indemnización, que aparece cuestionado por el Fisco de Chile, a más de los aspectos comúnmente aplicados, esto es, grado de parentesco, cercanía y relación con la víctima, estos sentenciadores diferencian, por su puesto analizando caso a caso, lo que se otorga a los cónyuges o convivientes o parejas respecto de aquello que se da los hijos y hermanos”.
“En el caso de los hermanos, los que efectivamente han sufrido la pérdida de un ser querido, debe ser avaluado el daño moral en una proporción menor, como reiteradamente lo ha dicho esta Corte, correspondiendo en este caso la suma de $20.000.000 para cada uno de ellos”, razona.
Fuente :pjud.cl 30/4/2021
Fecha :30-04-2021
Uno de los libelos que interpuso el abogado Caucoto se pide investigar la presunta responsabilidad del senador UDI Carlos Bombal cómplice o encubridor en la muerte del profesor Alejandro Avalos. La acción legal fue presentada por el abogado Nelson Caucoto, quien detalló que en el libelo también se solicita al ministro en visita investigar la supuesta participación en el hecho del general (r) Manuel Contreras Sepúlveda, entre otros militares en retiro. Los otros requerimientos fueron presentados por la muerte y desaparición en manos de la disuelta Dina de Juan René Molina; Claudio Arturo Lavín Loyola; Horacio Neftalí Carvantes y Francisco Zuñiga Aguilera
Fuente :TERCERA 28 DICIEMBRE 2000
Fecha :28-12-2000
No tuve la suerte de conocerlo, no tuve la suerte que me tomara en sus brazos, que me consuele de mis pesadillas en la niñez como lo hago hoy con mi hija de 4 años, nunca conocí su sonrisa. Pero, a pesar de su ausencia, desde chiquitita, él está siempre conmigo, está presente en cada paso importante de mi vida, le hablaba y le sigo hablando siempre.
Adolescente miraba las estrellas y los dos teníamos conversaciones largas y profundas.
Cuando viajé a Chile por primera vez en junio 1992, tenía muy claro que él estaba muerto. Pero corrí a la salida del aeropuerto, estaba segura que me estaba esperando. solo me encontré con la cordillera.
Ese viaje fue muy fuerte. Mi madre me había explicado todo desde muy niña : la militancia en el MIR, la fraternidad y la alegría entre los militantes, la extraordinaria solidaridad durante la clandestinidad, el orgullo de estar luchando por otro Chile en la resistencia, ser parte del MIR, la complicidad que tenían los dos, la detención, la tortura.
Me encontré con mi abuelita Adriana, con mi tía tan querida Rosa Esther, unos primos. y conocí al hermano de mi papa. Era – por primera vez – ver a alguien que se pareciera a él.
Solo tengo dos fotos de mi papa: la más conocida de él es la que aparece en la documentación del CODEPU donde tiene 18 años y con traje militar.
Cuando mi tío Lucho Flores me comentó que estaban trabajando y organizando un acto en homenaje a mi papa, estuve muy feliz y honrada. Aprovecho estas lineas para agradecerle las palabras que me dijo la primera vez que nos vimos. Yo tenía 10 años, era en Swansea en País de Gales, en un pub.
Se acercó a mi con mucha delicadeza. Estaba muy emocionado, y me dijó : « eres tan parecida a él, tienes sus ojos ». Sentí un tremendo orgullo. Mi papa me había legado su mirada.
Esa noche, me contó muchas anécdotas : las tonteras que hacían juntos en la infancia, el robo de gallinas, juegos de niños.
No te imaginas Lucho, cuanto esas palabras me llenaron de alegría y felicidad. A partir de ese momento, podía cerrar los ojos y imaginarlo en movimiento.
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De mi papa, sé pocas cosas. Pero todos los encuentros con familia, amiga/os y compañera/os de lucha y de detención me permitieron constituir una personalidad. Era muy atento a los demás. Y sé que me habría querido, amado, me habría regaloneado. Sus hijos eran su orgullo y lo más importante para él.
Nunca lo vi como un héroe, era un militante, un revolucionario como hoy soy una militante, una revolucionaria, hija de mirista. Hablar hoy de los revolucionarios parece anacrónico. El poder desnaturalizó esta palabra y el amalgama terrorista/revolucionario vuelve opaca la esencia misma de estos hombres y mujeres comprometidos : el amor de la vida. Nada mesiánico, de sacrificial, de culto a la muerte. El revolucionario ama la vida y la vida lo ama.
La memoria no se rinde, la memoria hace su trabajo.
Yo, nací en exilio, fuí torturada en el vientre de mi madre, y sin embargo, a pesar de la ausencia de mi padre, a pesar del dolor, mi padre no fue núnca un espectro sin forma, siempre ha estado con nosotros, entre nosotros. El MIR ha sido mi familia y es una gran familia llena de vida verdadera que me acoge en el vasto mundo.
Soy orgullosa de mis padres, orgullosa de mi historia. Gracias por haber sido lo que fueron, gracias por ser lo que son, gracias por haberme hecho como soy.
Respetaré siempre su militancia. Mi papa nunca quiso morir. La DINA lo mató, lo hicieron desaparecer, lo lanzaron al mar con otros militantes el 22 de febrero 1975, tres semanas después de su detención en Villa Grimaldi.
En julio 2011, me encontré con él juez Solis a cargo de la causa que presenté. El juez quería saber si yo tenía algunas preguntas. Le conteste diciendo que yo vivía en Francia, que vivía muy lejos y que lo más importante para mi era tener un día la respuesta del destino final de mi papá.
Yo exigía una respuesta por el derecho de los familiares a conocer toda la verdad sobre las condiciones de la desaparición forzada de mi papa.
Ese día me dio la respuesta : la arrestación con mi mama el 29 de enero 1975 y el 20 de febrero, lo llevan con otros compañeros a Tejas Verdes. Y 22 de febrero, será lanzado al mar con el mismo grupo, todos vivos.
Saliendo de la oficina del juez, caminé por las calles de Santiago, sonriendo y llorando, tenia mi respuesta. Fue un alivio increíble. La desaparición forzada es una tortura psicológica para los familiares. Habrá tenido frio, habría tenido hambre, cuanto sufrió de las torturas, tuvo miedo, y todo eso cuanto tiempo.
Ahora al mirar el Pacífico, yo sé que él está allí. está dentro de ese mar tan lindo pero también tan brutal. Y ahora, gracias a la asociación de familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos de Talca, tendré un lugar donde poder recogerme.
Quiero agradecer a todas y todos aquellos que han participado y hecho posible la realización de ese evento. Desde la distancia, les mando toda mi gratitud y agradecimientos infinitos. Gracias por mantener la memoria viva de mi padre, del militante que fue. Pronto, vendré con mi compañero y nuestra hija Iara Lilén a visitarlos y abrazarlos.
Un agradecimiento infinito. Desde la distancia, estaré con Uds el 31 de agosto.
¡Hasta siempre!
¡Compañero René Molina!
¡Ahora y siempre! ¡Presente!
París, 21 de agosto 2024
Fuente :Hijos e Hijas de la memoria
La Corporación Nacional Forestal (CONAF) es una entidad dependiente del Ministerio de Agricultura, que nace de la antigua Corporación de Reforestación mediante un decreto firmado por el gobierno de Salvador Allende el 19 de abril de 1973 y publicado en el Diario Oficial el 10 de mayo del mismo año. El origen de la institución tiene raíces históricas en los comienzos del siglo XX y tiene como primer hito importante la creación de la Reserva Forestal de Malleco en 1907, ubicada en la comuna de Collipulli.
La CONAF llevaba solo meses de ser creada, para el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, sin embargo fue una de las instituciones más golpeadas tras el derrocamiento del gobierno popular, 19 de sus trabajadores fueron asesinados por los golpistas en las semanas siguientes al bombardeo a la Moneda.
El propio dictador nombró a su propio yerno, Julio Ponce Lerou, como director ejecutivo de esta Corporación. Hasta entonces, Ponce era un ex empleado de la familia Matte en la Papelera Biobio, en Concepción. La familia Matte también colocaría a uno de sus ex empleados, Fernando Léniz Cerda, como ministro de economía de la Junta Militar.
Trabajadores de CONAF asesinados en Mulchén
Fue muy cerca de la Reserva Forestal Malleco, donde se cometió el mayor crimen contra los trabajadores de CONAF tras el golpe de estado. Entre los días 5 y 7 de octubre de 1973 en los fundos cordilleranos, de la comuna de Mulchén -llamados El Morro, Carmen, Maitenes y Pemehue-, fueron ultimados 18 personas del sector: 13 de ellos trabajadores de la Corporación Nacional Forestal (CONAF).
Una patrulla de aproximadamente treinta personas, compuesta por carabineros de Mulchén, militares del Regimiento de Infantería de Montaña N°17 de Los Ángeles y un grupo de civiles entre los que tribunales logró individualizar al agricultor Romualdo «Mayo» Guzmán Saavedra, al industrial dueño de barraca maderera Francisco Urrizola Elías, al industrial maderero Ramón Elías Abella, al agricultor Aquiles Guzmán Fritz y al administrador de fundo Carlos Lehman.
Esta "patrulla" recorrió los fundos y predios de la zona cordillerana de Mulchén, portando una lista previamente confeccionada de las personas que debían ser detenidas y que fueron posteriormente, asesinadas.
La "patrulla" inició su recorrido en el fundo El Morro el 5 de octubre en la tarde. Procedieron a detener a cinco campesinos en sus domicilios, los cuales fueron trasladados hasta las orillas del río Renaico: Juan de Dios Laubra Brevis (26 años), Domingo Sepulveda Castillo (29 años), Edmundo José Vidal Aedo (20 años), Celsio Nicasio Vivanco Carrasco (26 años) y José Florencio Yañez Duran (34 años). Vecinos del sector rivereño del río escucharon disparos; unos meses después, en las acciones de búsqueda de los suyos, vecinos y familiares de las víctimas encontraron en el sector La Playita los cuerpos de los obreros asesinados con impactos de balas y las manos atadas a la espalda con alambres.
Al día siguiente, 6 de octubre, la "patrulla" llegó hasta los fundos el Carmen y Maitenes, deteniendo a 8 obreros de CONAF: Miguel del Carmen Albornoz Acuña (20 años), Daniel Alfonso Albornoz Gonzalez (28 años), Alejandro Albornoz Gonzalez (48 años), Luis Alberto Godoy Sandoval (23 años), Florencio Rubilar Gutierrez (25 años), José Liborio Rubilar Gutierrez (28 años) y José Lorenzo Rubilar Gutierrez, (33 años), los cuales fueron conducidos hasta la casa patronal. Cerca de las 23:00 horas, campesinos testigos escucharon ráfagas de metralleta. Al día siguiente los miembros de la "patrulla" sepultaron siete cuerpos en una fosa cavada en una pampa cercana al sector de las casas, cubriéndolos con césped.
Ese mismo día 7 de octubre, la "patrulla" se trasladó hacia el fundo Pemehue, hasta la misma oficina de la CONAF en la Reserva Forestal Malleco, llevándose detenido a Guillermo José Albornoz González (32 años), quien fue brutalmente golpeado y, en muy mal estado físico, llevado hasta el Rio Renaico, donde su cuerpo apareció flotando. En el fundo Pemehue, la "patrulla" criminal procedió a detener y ejecutar a otros 5 trabajadores de CONAF: Alberto Albornoz González (41 años), Felidor Exequiel Albornoz González (33 años), José Fernando Gutiérrez Ascencio, (25 años), Gerónimo Humberto Sandoval Medina (22 años) y Juan de Dios Roa Riquelme (35 años). En horas de la noche se escucharon reiteradas ráfagas de fusilería. Todos ellos fueron sepultados en los mismos lugares en que fueron asesinados. Familiares encontraron luego sus cuerpos con las manos atadas, los rostros destrozados y numerosos impactos de bala.
Por estos hechos criminales, se inició una causa judicial en los tribunales de justicia, concretamente, ante la Corte de Apelaciones de Concepción. En octubre de 2017 el ministro Carlos Aldana dictó sentencia de primera instancia en donde sólo condenó a los ex carabineros: Jacob del Carmen Ortiz Palma, Juan de Dios Higueras Álvarez, Osvaldo Enrique Díaz Díaz y Héctor Armando Guzmán Saldaña a penas de 10 años y un día de presidio, en calidad de coautores de los delitos de homicidio calificado de las víctimas Florencio Rubilar Gutiérrez, José Liborio Rubilar Gutiérrez, José Lorenzo Rubilar Gutiérrez, Alejandro Albornoz González, Luis Godoy Sandoval, Miguel Albornoz Acuña, Daniel Albornoz González, Alberto Albornoz González, Felidor Albornoz González, Jerónimo Sandoval Medina, Juan de Dios Roa Riquelme y José Gutiérrez Ascencio.
Los mismos cuatro ex carabineros deberán purgar 5 años y un día de presidio, por su responsabilidad en los secuestros calificados de otras 6 víctimas, Juan de Dios Laubra Brevis, José Yáñez Durán, Celsio Vivanco Carrasco, Edmundo Vidal Aedo, Domingo Sepúlveda Castillo y Guillermo Albornoz González. La causa judicial sigue con trámites de apelación pendientes ante la Corte de Concepción, de modo que ninguno de estos criminales está cumpliendo pena de prisión por estos delitos.
A fines de 1978 la tiranía de Pinochet organizó y ejecutó la llamada "Operación Retiro de Televisores", una de las acciones más bestiales de la dictadura militar, que buscó borrar las huellas de los asesinatos hasta allí cometidos por las hordas uniformadas y civiles. La operación consistió en exhumar los cuerpos de los asesinados e inhumados ilegalmente a lo largo del país y hacer desaparecer esos restos para no dejar ningún indicio de los crímenes. Se trataba, en definitiva, de hacer desaparecer los restos de las personas detenidas desaparecidas. La nefasta acción fue organizada con prontitud por la CNI y ejecutada con solicitud criminal por las tropas militares y agentes civiles que se solazaron con el terror que provocaban entre sus víctimas, sobre los familiares de las víctimas y sobre la población en general.
En el caso de las víctimas de Mulchén, probablemente en marzo de 1979, personal del Regimiento «Húsares», de Angol, en cumplimiento de un criptograma proveniente de la Comandancia en Jefe del Ejército de la época, exhumó ilegalmente las sepulturas clandestinas, retiró los restos de quienes fueron ejecutados en octubre de 1973 y se los llevaron con destino desconocido, consumando los propósitos de la operación.
En los mismos días que en el sur se cometían los crímenes de Mulchén, en el norte el técnico forestal y trabajador de CONAF Oscar Gastón Aedo Herrera (23 años), militante comunista era detenido por carabineros en Salamanca, Provincia de Choapa, Región de Coquimbo. Fue incomunicado en el cuartel policial de la localidad, y luego llevado el día 12 de octubre hasta la Cárcel de Illapel, para luego ser trasladado al Regimiento "Arica", de La Serena, donde fue ejecutado en la madrugada del día 16 de octubre de 1973 junto a otros 14 prisioneros políticos asesinados por el paso de la Caravana de la Muerte por esa región.
En el plano judicial, en octubre de 2022 la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago condenó a ocho ex oficiales y dos ex suboficiales del Ejército por su responsabilidad en los delitos de homicidio calificado de las 15 personas víctimas de la "Caravana de la Muerte" en la ciudad de La Serena. El graneado grupo de criminales está compuesto por un ex General y Comandante en Jefe de esa institución, dos ex brigadieres, cinco ex tenientes coroneles, además de dos suboficiales.
Trabajadores de CONAF asesinado en Truful Truful Melipeuco
El día 14 de octubre de 1973 son detenidos en el sector de Truful truful, comuna de Melipeuco los trabajadores de CONAF: José Alejandro Ramos Jaramillo (46 años), Gerardo Alejandro Ramos Huina (21 años) y José Moisés Ramos Huina (22 años) padre e hijos respectivamente. Al día siguiente es detenido en su domicilio en Melipeuco Mario Rubén Morales Bañares (23 años), tractorista trabajador de CONAF. Testigos señalan haber visto sus cadáveres, maniatados junto al rio Allipen.
Sin embargo, ellos no eran los primeros trabajadores de CONAF asesinados en la comuna de Melipeuco, ya que el mismo día del golpe militar fue detenido el tractorista Luis Alberto Soto Chandía (25 años), siendo el primer trabajador de CONAF asesinado solo a horas del derrocamiento de Salvador Allende.
En lo judicial, sólo en el caso de la victima Luis Alberto Soto Chandía se conoce causa procesal, existiendo solo un ex carabinero procesado por este hecho.
Trabajador de CONAF de Curicó detenido desaparecido en Santiago
El 29 de enero de 1975 fue detenido en Santiago por agentes de la DINA el técnico forestal Juan René Molina Mogollones (29 años), ex funcionario de CONAF en la provincia de Curicó y ex dirigente sindical de los trabajadores de la esa corporación, militante del MIR. Inmediatamente ocurrido el golpe militar, comenzó a ser perseguido y buscado por las tropas uniformadas, por lo que siguió viviendo en clandestinidad y se trasladó a Santiago. Tiempo después fue detenido y llevado secuestrado hacia el centro clandestino de detención y tortura Villa Grimaldi y desde ese recinto fue hecho desaparecer.José Sofanor Saldivia Saldivia, 23 años, soltero, obrero de forestación de CONAF, originario de Ancud Chiloe, militante del MIR, existen diversas versiones sobre su detención y su posterior ejecución, la cual estaría relacionada a la represión en la zona del complejo maderero Pangupulli en Valdivia, permanece como detenido desaparecido.
Fuente :resumen.cl 28/4/2023
Testimonio
Mi compañero René Molina Mogollones era militante de MIR, miembro de la dirección Regional de Talca, Curico y Colchagua. Trabajaba para la CONAF (Corporación Nacional Forestal) y era el presidente del sindicato de la zona de Curico. Participó activamente en la creación del Consejo Comunal Campesino. El mismo día del golpe de estado, habíamos pasado juntos la clandestinidad, cambiando sin cesar de casa, de lugar, de región. Nunca René pensó salir de Chile.
En enero de 1975, René tenía 29 años y 3 hijos con su mujer. El 29 de ese mes fuimos detenidos por la DINA en Santiago, en la esquina de Avda. Matta con Portugal y llevados enseguida a la Villa Grimaldi. A René se le dio el numero 924 y a mi el numero 925.
Fué durante los primeros dias en Villa Grimaldi que tuve la certeza de estar embarazada. El dia 4 de febrero, mientras nos sacaban al baño, pude ver por debajo de la venda que me cubria los ojos, los pantalones y los zapatos de René y se lo hice saber
El 11 de febrero, nos encerraron en un lugar que llamabamos « la torre » con 14 otros compañeros. Cada celda medía menos de un metro cuadrado. Era el verano y hacía un calor terrible. Como el resto de las personas presas, eramos sacados de alli solo para ser interrogados y torturados o para llevarnos al baño. Aunque se vivían momentos muy duros, la solidaridad entre nosotros era inmensa, quiero contarles simplemente algo que sucedió en estos días, para que puedan imaginarse a nuestros compañeros.
Estaba en el 2° piso con Rosa Lizama, embarazada de 6 meses y medio y Maria Isabel Gutierrez. No podiamos dormir sino por turno. Sabiendo esta situación, los 4 compañeros de una celda del primer piso, que disponían de una superficie un poco más grande que la nuestra, le solicitaron a los guardias que intercambiaramos. Asi nos encontramos en una celda contigua a la de René y del marido de Rosa, lo que nos permitió comunicar mientras los gardias estaban ausentes y estar algo mas comodas, aunque nuestros compañeros estaban en una situación más crítica. Eran gestos como estos los que nos hacian vivir y ser humanos.
En la mañana del 20 de febrero de 1975, los agentes de la DINA sacaron un grupo de nueve compañeros entre quienes estaban René y María Isabel. Nunca más supimos de ellos y no pude nunca obtener más información.
En el mes de julio de 1975, en la localidad de Curitiba, Brasil, un diario denominado « O dia » publicó un artículo que daba una lista de 59 personas de nacionalidad chilena que habrían muerto como consecuencia de enfrentamientos armados. Alli figuraba el nombre de René. Desde ese momento tuve el sentimiento de que no lo veria mas.
Ahora sabemos que esta publicación correspondía a la Operación llamada Colombo por la DINA que fue una tentativa de la dictadura para esconder su responsabilidad por la ejecución y disparición de 119 presos y una de las primeras acciones del « Plan Condor » : colaboracion transnacional destinada a exterminar los militantes de izquierda.
El 13 mayo pasado, el director de la DINA Manuel Contreras, publicó una declaración reconociendo la detencion de 580 personas, todas desaparecidas. Entre ellas aparece el nombre de René. El texto dice que durante una « emboscada de franco-tiradores extremistas », René había sido « muerto en combate », y su cuerpo enterrado de modo anónimo un uno de entre los 7 patios del Cementerio General. ¿ Qué hacer de esta información ? Puedo decir que -por una parte- es la primera vez que se reconoce que los 119 no han sido muertos por sus compañeros, que no han sido asesinados en Argentina ni en el Brasil, que fueron detenidos por organismos de seguridad de la dictadura y ejecutados por ellos en Chile. Pero -del otro lado- está la mentira : René no murió en un combate ese 29 de enero : no estabamos armados y fuimos detenidos y torturados. Además fue visto en vida hasta el 20 de febrero del 75.
Renata, nuestra hija, nació en Francia el primero de octubre de 1975.
Fuente :Patricia Zúñiga Barros
Mensaje
Estimados todos:
Como parte de las actividades que están conmemorando los 40 años del Golpe de Estado, la Asociación de Ex Presos Políticos chilenos-Francia, el Comité Local France Amérique Latine y la Municipalidad de Gennevilliers se asociaron al Proyecto “ECOMEMORIA”.
El sábado 9 de Noviembre de 2013 se organizó un homenaje en la Comuna de Gennevilliers (92) Francia: un árbol fue plantado en la memoria de mi compañero René MOLINA MOGOLLONES, dirigente regional del MIR en la zona de San Fernando, Curicó y Talca, fue dirigente de los funcionarios de la CONAF (Corporación Nacional Forestal), participó en la organización e impulsó los Consejos Comunales Campesinos en la zona central de Chile.
Fue detenido con 29 años de edad por la DINA en Avenida Matta con Portugal en Santiago, el 29 de Enero de 1975 y llevado a la Villa Grimaldi.
En la mañana del 20 de febrero de 1975, los agentes de la DINA sacaron desde la Torre un grupo de nueve compañeros entre quienes estaba René. Nunca más supimos de ellos y no pude nunca obtener más información. El hace parte de la lista de los “119”. Apareció en la lista publicada en Curitiba, Brasil
Patricia Zúñiga Barros
Alocución de Ricardo Parvex, vice-Presidente de la AExPPCh:
En nombre de la Asociación de Ex Presos Políticos Chilenos-Francia queremos agradecer al Sr. Jacques Bourgoin, Alcalde de Gennevilliers, a los representantes del Consejo Municipal y a los Consejeros del departamento por su ayuda y solidaridad con el Pueblo chileno.
Existen al menos dos tipos de muertes, esa en la que los cuerpos mueren cuando el corazón cesa de palpitar y aquella en que es nuestro propio corazón el que deja de palpitar por su prójimo. El antídoto para esta última son la solidaridad y la memoria. Memoria que, en ese momento, deja de ser un simple concepto para hacerse carne y transformarse en una profunda empatía, en un compromiso que ni el tiempo ni las circunstancias pueden borrar.
Es exactamente lo que nos reúne en esta fría mañana de noviembre, 40 años después del Golpe militar de septiembre de 1973, de la muerte del Presidente Salvador Allende y de la de tantos y tantas de nuestros camaradas, compatriotas y amigos.
Entre esos camaradas que ya no están con nosotros, hay una categoría particular, la de los detenidos-desaparecidos. Aquellos que la dictadura quiso castigar doblemente borrándolos de la vida como si nunca hubieran existido. Sin cadáver, sin huellas, sin tumba…El castigo que los antiguos Griegos daban a los peores criminales.
Tentativa fracasada para los asesinos, pues esos camaradas, compatriotas y amigos viven con nosotros tanto o más que aquellos de los cuales podemos florecer sus tumbas. Simplemente porque, careciendo de sepultura los llevamos permanentemente en nuestras luchas esperando el día en que podremos descubrir la Verdad, Juzgar y Castigar a sus asesinos y visitar sus tumbas o el lugar de su último suspiro. En esa espera seguiremos floreciendo plazas, parques y escuelas en sus nombres, transmitiendo cada vez un mensaje de esperanza y de lucha.
¡Compañero René Molina Mogollones PRESENTE!
¡Compañeros detenidos-desaparecidos PRESENTE!
¡Compañero Salvador Allende PRESENTE!
¡AHORA Y SIEMPRE!
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