Juan Bosco Maino Canales

Rut : 6.053.723-2
Fecha Detención : 26-05-1976
Comuna Detención : Santiago
Fecha Nacimiento : 18-02-1949
Edad : 27
Lugar Nacimiento : Santiago
Partido Político : Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU)
Estado Civil e Hijos : Soltero
Oficio o Profesión : Fotógrafo
Nacionalidad : chilena

Antecedentes del Caso

R.U.T.  : 6.053.723-2 de Santiago

F.Nacim. : 19-02-49, 27 años al momento de su detención

Domicilio : Avenida Bilbao Nº4670, Santiago

E.Civil  : Soltero

Actividad : Egresado de Ingeniería de la Universidad Técnica del Estado. Fotógrafo

C.Repres. : Militante del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU)

F.Detenc. : 26 de mayo de 1976

 SITUACION REPRESIVA

            Juan Bosco Maino Canales, soltero, egresado de Ingeniería de la Universidad Técnica del Estado, militante del MAPU, fue detenido por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional -DINA- el día 26 de mayo de 1976, aproximadamente a las 22:00 horas, en el domicilio de Elizabeth de las Mercedes Rekas Urra y Antonio Elizondo Ormaechea (ambos detenidos desaparecidos), ubicado en Avenida Diagonal, Los Presidentes Nº143-B, departamento 2, en la comuna de Ñuñoa, Santiago.

            Juan Bosco era militante y dirigente del partido MAPU, compañero de estudios de Antonio, con quien se encontraba realizando la tesis para obtener el título de Ingeniero Mecánico. Razón por la cual, Maino Canales concurría regularmente al domicilio de la familia Elizondo Rekas, y muy a menudo alojaba allí, donde mantenía incluso algunas pertenencias suyas.

            En el operativo que culminó con la detención de Juan Bosco, participaron por lo menos un vehículo y tres agentes. Estos fueron vistos por vecinos del sector cuando, alrededor de las 22:00 horas, ingresaban al departamento de los Elizondo Rekas, permaneciendo en él hasta cerca de las cuatro de la madrugada y, en vez de tres personas, fueron cuatro las que abandonaron el domicilio. Posteriormente, se pudo comprobar con la presencia del Notario Público don Rafael Zaldívar Díaz, que en el departamento había indicios claros de registro y allanamiento. Desapareciendo desde esa fecha Juan Bosco Maino Canales, junto a una citroneta de su propiedad. Vehículo que tampoco ha sido habido hasta ahora.

            La constitución en el inmueble del Notario Público don Rafael Zaldívar Díaz, asistido además por el propietario del departamento don Luis Bravo Vásquez y la madre de Juan Bosco Maino Canales, se realizó en virtud de que el Tribunal respectivo (Octavo Juzgado del Crimen de Santiago) que investigaba la desaparición de Maino Canales, se negó a constituirse en el lugar.

            Elizabeth de las Mercedes Rekas Urra, quien se encontraba embarazada y su esposo Antonio Elizondo Ormaechea, habían sido detenidos ese mismo día, alrededor de las 18:30 horas en la intersección de las calles Alameda con Lord Cochrane, a bordo de una citroneta propiedad de la Empresa Constructora Raúl Varela S.A., donde Elizondo se desempeñaba como ingeniero en ejecución desde el 29 de enero de 1975.

            Dos días antes de la detención del matrimonio Elizondo Rekas, es decir, el día 24 de mayo de 1976, alrededor de las 15:00 horas, fue detenido Andrés Constantino Rekas Urra, hermano de Elizabeth; quien fue aprehendido por agentes de la DINA en la vía pública, en la esquina de las calles Alameda con Amunátegui, en los momentos en que éste descendía de un bus de la locomoción colectiva, luego de haber sido sometido a un notorio seguimiento. Sus captores lo introdujeron por la fuerza en un automóvil marca FIAT, modelo 125, de color gris, en el que lo trasladaron hasta el recinto de tortura y detención clandestino de la DINA, conocido como Villa Grimaldi. En ese lugar, fue interrogado acerca de las actividades de su hermana, de su cuñado y de Juan Maino Canales. Concluido el interrogatorio, Andrés fue llevado por sus captores hasta el lugar donde trabajaba su hermana, con el objeto de que éste la reconociera. Para ello utilizaron el mismo vehículo en que detuvieron a Andrés Constantino. Una vez en el centro de la ciudad, le quitaron a éste la venda y estacionaron el vehículo en la calle Lord Cochrane, frente al trabajo de Elizabeth. Aproximadamente a las 18:30 horas, llegó hasta el lugar Antonio Elizondo, conduciendo la citroneta en que posteriormente fuera detenido junto a su esposa. Precisamente, recogió a ésta y abandonaron el lugar, siendo seguidos por el automóvil en que se trasladaban los agentes. Pero varias cuadras más allá, éstos perdieron de vista al vehículo en que se movilizaban Antonio y Elizabeth, razón por la cual los agentes regresaron a Andrés, nuevamente hasta Villa Grimaldi. Sin embargo, estando éste último en ese recinto, el día 26, alrededor de las 19:00 horas, pudo distinguir el ruido característico del motor de la citroneta que utilizaba Antonio y los gritos de su hermana. Ese mismo día Andrés fue puesto en libertad por sus captores. Desde esa fecha se ha perdido todo rastro de Antonio Elizondo, de Elizabeth Rekas y de Juan Maino Canales.     

GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS

            El día 2 de junio de 1976, se interpuso ante la Corte de Apelaciones de Santiago el Recurso de Amparo rol Nº481-76, en favor de Juan Bosco Maino Canales, el que fue rechazado el 1° de julio de 1976, con el sólo mérito del informe del Ministro del Interior, que indicaba que el amparado no se encontraba detenido por orden de esa Secretaría de Estado. Lo anterior fue obrado a pesar que: 1) el Ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, señor Galecio, estuvo por oficiar al Comandante del Campamento de Detenidos de Cuatro Alamos y al Director de Inteligencia Nacional, en orden a que informaran respecto a la detención del amparado, lo que fue desestimado por la misma Corte, rechazándose en definitiva el recurso de apelación. 2) A que en la presentación del Amparo se solicitó explícitamente que se requirieran informes, además de dicho Ministerio, a la DINA, al Ministerio de Justicia y al Jefe del Campamento de Detenidos "Cuatro Alamos", toda vez que existían evidencias concluyentes referentes a la reclusión de Elizabeth y Antonio en el recinto de Villa Grimaldi, y una vinculación directa entre la detención de estos con la de Juan Maino. Además, el Cónsul de España en Santiago, fue informado por parte de las autoridades chilenas que, Antonio Elizondo y Elizabeth Rekas se encontraban recluidos en el Campamento de Detenidos "Cuatro Alamos"; solicitándosele, por tanto, que no hiciera más gestiones al respecto.

  Por otra parte se solicitó a la Corte de Apelaciones, la designación de uno de sus Ministros para que se constituyera en Villa Grimaldi, petición que también fue rechazada por dicha Corte.

            Posteriormente, la resolución de no acoger el Recurso de Amparo, fue confirmada por la Corte Suprema el 29 de julio de 1976, bastándole para ello sólo el informe del Ministerio del Interior. Ordenando además, cumplir la resolución de la Corte de Apelaciones de remitir los antecedentes al Juzgado del Crimen correspondiente, a fin de investigar la posible comisión de un delito en el hecho denunciado.

            Con fecha 13 de agosto de 1976, la Corte de Apelaciones remitió el expediente sobre recurso de amparo Nº481-76 al Octavo Juzgado del Crimen de Santiago. Dentro del proceso el Tribunal pudo inspeccionar fotos autorizadas por el Notario Zaldívar, correspondientes al estado en que quedó el departamento y las cosas en él contenida, con posterioridad a la detención de Juan Maino. Particularmente, una de ellas deja en evidencia que en ese lugar se procedió a la detención de Maino Canales, toda vez que el testimonio gráfico muestra en una mesa, los lentes ópticos, un reloj pulsera y una taza con café servido (ya seco) y una revista de fotografía, todos ellos de propiedad de la víctima.

            El Tribunal incurrió en grave falta al negar constituirse en el lugar de los hechos y no ordenar una inspección, con lo que no se tomaron huellas, perdiéndose rastros y señales dejadas por los culpables.

            Con fecha 23 de junio de 1976, se presentó ante el Sexto Juzgado del Crimen de Santiago una Denuncia por Presunta Desgracia de Juan Bosco Maino Canales, la que fue acogida a tramitación con el rol Nº94.167. El 21 de julio de 1976 se amplió la denuncia de presunta desgracia al secuestro de Elizabeth de las Mercedes Rekas Urra y Antonio Elizondo Ormaechea. El 28 de octubre de 1976, el Juez se declara incompetente para seguir conociendo y, teniendo en cuenta que en el Octavo Juzgado se tramita la causa rol N°13.979, por los mismos hechos, ordena remitir los antecedentes a dicho Tribunal, por corresponderle su conocimiento. El 16 de noviembre de 1976, el Juez del Octavo Juzgado acepta la competencia y ordena acumular la causa Rol N°94.167 a la causa rol Nº13.979-6, que dice relación con los mismos hechos investigados. El día 7 de noviembre de 1977, se cierra el sumario y se sobresee temporalmente la causa, resolución que es aprobada por la Corte de Apelaciones el 13 de diciembre de 1977.

            Posteriormente, con fecha 1° de agosto de 1978, se presenta ante el Décimo Juzgado del Crimen de Santiago, una querella colectiva por el delito de secuestro de setenta detenidos desaparecidos, entre los cuales figuraba Juan Bosco Maino Canales, en contra de: el General de Ejército Manuel Contreras Sepúlveda; el Coronel de Ejército Marcelo Luis Moren Brito y el Teniente Coronel de Ejército Rolf Gonzalo Wenderoth Pozo, la que fue rolada con el Nº9022-1. Sin realizar diligencia alguna el 10 de agosto de 1978, el juez se declaró incompetente para seguir conociendo la causa en virtud que se trataba de personal militar. El 12 de agosto de 1978 los querellantes apelaron la resolución de incompetencia. El 24 de noviembre la Corte de Apelaciones declara improcedente el recurso de apelación, lo que motivó la presentación de una queja contra los ministros de esa Corte, ante la Corte Suprema, la que decretó orden de no innovar. Recién el 8 de marzo de 1979 la Corte Suprema acoge la queja, ordenando a la Corte de Apelaciones conocer el recurso de apelación y pronunciarse al respecto. Sin embargo, el 8 de mayo la Corte de Apelaciones confirma la resolución apelada, lo que permitió que con fecha 19 de noviembre de 1979, el 2º Juzgado Militar aceptara la competencia y decretara que la misma se siga conociendo, tal como lo había ordenado antes, en la 2ª Fiscalía Militar con el rol N° 553-78.

            En 1983 el Tribunal tuvo a la vista los cuatro cuadernos de instalación de la Visita Extraordinaria por casos de detenidos desaparecidos de la Región Metropolitana, que sustanció el Ministro Servando Jordán, en ellos se contenía importante información respecto al actuar de la DINA y a la responsabilidad de ese organismo de seguridad en cientos de detenidos desaparecidos.

            El 10 de septiembre de 1985, la Corte Marcial resolvió positivamente la petición del Fiscal General Militar orientada a que el general Manuel Contreras deberá declarar sólo por Oficio. Sin que se realizaran diligencias durante cuatro años, el 20 de noviembre de 1989, el Teniente Coronel de Ejército Enrique Ibarra Chamorro, Fiscal General Militar, solicitó para esta causa la aplicación del Decreto Ley de Amnistía (D.L. 2.191), porque el proceso había tenido como finalidad exclusiva la investigación de presuntos delitos ocurridos durante el período comprendido entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978 y porque, durante los 10 años de tramitación, no se había logrado "determinar responsabilidad de persona alguna". El 30 de noviembre de 1989 la solicitud fue acogida por el 2do. Juzgado Militar, el que sobreseyó total y definitivamente la causa -la que aún se encontraba en etapa de sumario- por "encontrarse extinguida la responsabilidad penal de las personas presuntamente inculpadas en los hechos denunciados". Las partes querellantes apelaron de dicha resolución a la Corte Marcial, la que confirmó el fallo en enero de 1992. Se interpuso entonces un Recurso de Queja ante la Corte Suprema de Justicia, la que al mes de diciembre de 1992, aún no evacuaba su resolución.

            (Antecedentes completos de la querella en contra de Manuel Contreras se encuentran en el caso de Eduardo Alarcón Jara, 30 de julio de 1974).

            El 24 de septiembre de 1981, a raíz de la detención de Carlos Eduardo Montes Cisterna, dirigente del MAPU y amigo de Maino, ocurrida el 30 de diciembre del año 1980 -a quien se le siguió la causa Rol 4-81-, se solicita al Ministro en Visita señor Servando Jordán, la reapertura del sumario, teniendo en cuenta que: Mientras éste estuvo detenido en la Central Nacional de Informaciones -CNI- fue interrogado en relación a sus actividades junto a Juan Maino Canales, exihibiéndosele incluso, documentación política que Montes le había entregado a Maino, antes que éste último fuera detenido. Montes reconoció este hecho ante el Ministro Servando Jordán, que investigó el desaparecimiento de personas en Santiago. Cabe hacer notar que, dentro del proceso, el propio Ministerio del Interior reconoce la detención de Juan Maino, al señalar que Montes Cisternas es un alto militante del MAPU, que en 1974 en la clandestinidad inicia un proceso de reorganización de ese partido. Y agrega textualmente "con la detención de uno de sus más importantes colaboradores -Juan Maino- ingresa definitivamente a la clandestinidad para no ser aprehendido". A su vez, Montes Cisternas declara ante el Ministro en Visita que Maino era su principal colaborador, desde comienzos de 1975 hasta que desapareció. Agrega que el último día que lo vio fue el 25 de abril de 1976, cuando Maino lo acompañó a la Estación Central con motivo de un viaje de Montes al Sur. El 28 de mayo de ese mismo año, se enteró que Maino había sido detenido por la DINA, debido a que éste no llegó a un encuentro que tenían concertado y tampoco a otro alternativo al día siguiente.

            Consultado el Ministerio del Interior responde que lo aseverado por ese Ministerio en un escrito, correspondió a una transcripción literal de una declaración prestada por el reo Carlos Montes, en el proceso que se le siguió por infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado.

            Con fecha 5 de julio de 1982, el Ministro en Visita cierra el sumario y sobresee temporalmente la causa, resolución que fue aprobada por la Corte de Apelaciones el 14 de octubre de 1982.

Fuente :(Informe corporación)

Vuelvo a leer la primera página de la Segunda. “ … Restos en Colonia Dignidad: - Después de treinta años , en Colonia Dignidad conocido enclave alemán denunciado por violaciones a los derechos humanos .Fue localizado el motor de la citroneta que conducía el universitario Juan Maino Canales el día que fue detenido. Se presume que en ese lugar podrían estar también los restos de Canales, actualmente detenido- desaparecido. El ministro de manera sorpresiva ha ordenado excavar el lugar…..”.

- Tiene una llamada, dice ser urgente - interrumpe la secretaria – Levanto el auricular
- Querida, llamas justo ahora que estaba leyendo la noticia…- La voz firme de Sara, interrumpe.
- Necesito verte, estoy a tres cuadras de tu oficina.
- En cinco minutos estoy en el café de de abajo –
La veo venir, con ese caminar juvenil, delgada y altiva. Nos abrazamos, ordenamos dos cortados con medias lunas y cuando aún nos estamos ubicando, ella se apresura en decir
- ¿Que sabes del motor la citroneta de Juan? -
-. Mi Sara querida, sigues siendo directa. Hace veinte años, un joven alemán logró huir de “Colonia Dignidad”... Nadie pudo explicar como Pattmor burló todos los cercos de seguridad. Ese muchacho contó que el Jerarca alemán entre otras cosas le obligó que cavara una fosa para enterrar los motores de dos vehículos, él anotó los números de los motores, los que luego memorizo. El muchacho sabía que los dueños eran chilenos prisioneros y posiblemente asesinados en la Colonia.

-Dime – dijo Sara - ¿Por qué nunca hablaste de esto?-
- Querida ya tenías bastante con lo ocurrido. -. Imagínate que nosotros los abogados diéramos pié a los rumores. Incluso para el magistrado, lo de los motores fue irrelevante y sí quedó consignado en el expediente judicial, fue por el celo con que el escribiente anotó cada pormenor. Horrorizado por los relatos:- niños al servicio sexual del jerarca, tráfico de armas. Sara, empezó a revolver el café, dejo la cucharita en el plato de madera y dijo suavemente.
- Tengo que ver ese motor-

De nada sirvió decirle que era, un sitio cercado, imposible de penetrar.
-.Ni aún con orden judicial podrías entrar, no lo ha logrado ni siquiera el gobierno. Es totalmente irracional el viaje a Parral demora más de siete horas -Tras el brillo de esos ojos, percibí la misma fuerza de treinta años. Es la mirada de quién tiene un convencimiento profundo, que ya no necesita argumentar. En esos días de búsquedas entre archivos y cuarteles. Recuerdo que ella me dijo:-
– “Tú persigues la justicia. Yo solo quiero dar sepultura, enterrar aunque solo sea el último rastro de él”.


Antes del mediodía iniciamos el viaje. Conduzco mi auto por la larga y recta carretera, pronto nos deviene una paulatina tranquilidad, finalmente Sara se duerme. Enciendo la radio y para no caer yo también en el sueño, escucho una improvisación de Ella Fitzgerald. Horas más tarde, por entre los tupidos bosques de ciprés y alerce, repentinamente se revela ante nosotras el Valle que conforma la una parte de la Colonia Germana, con sus magníficas veintitrés mil hectáreas de finas plantaciones, colinas cobreñas de espigas y cuencas azules, acordonadas por muros electrificados.

Dejamos el auto estacionado a la vara del camino. Decidimos atravesar a pie los metros que quedan hasta la puerta de hierro fraguado ingreso. El sol empieza a abandonarnos.

Ocurre lo previsto: los guardias armados a cargo del recinto, nos interceptan, revisan nuestros bolsos de mano y vestimentas, para asegurarse que no portamos armas. Efectúan incontables llamadas a sus superiores dando cuenta de nuestra presencia. Hay reserva al principio y luego la negativa total de poder pasar a la excavación.
Cuando ya parecía que el rechazo era inevitable. Nos hacen pasar a pequeña pieza de madera, con tres ventanas de cortinas tejidas en macramé. El encargado nos recibe de pie, colocado atrás de la mesa, sobre la cual se extiende un mantel con ramilletes de flores bordados en las esquinas.
Dos hombres rubios cuidan la entrada, otros tres permanecen armados en la sala. La visita al lugar los ha incomodado y ha alertado el aparato de seguridad interno. Para ellos resulta incompresible que lo que realmente deseamos sea –ver los restos de un motor -.

Por sus comentarios nos damos cuenta que temen la escalada de grupos de derechos humanos, o nos suponen enviadas por algún medio extranjero. Mientras esperan órdenes del Jefe, Sara comprende que los hombres no la dejaran entrar. Sorpresivamente se pone de pie, se acomoda el manto de lana azul y se retira de la sala. Inclina la cabeza al traspasar el umbral. Sus ojos verdes se incrustan en el rostro del encargado del recinto. Ambas miradas están tan cerca que no se pueden eludir. Ocurre algo imperceptible en el rostro ario .Un asomo de un recuerdo, es un instante en que su rostro parece redimirse. Mira hacia arriba en actitud de quien hace memoria, baja la mirada y agita los brazos.
En alemán, parece dar órdenes a los hombres que lo acompañan. Al poco rato se acerca una mujer mayor, de cabello blanco finamente trenzado alrededor de la cabeza. Quién con un castellano chapuceado nos señala-
-El doctor ha ordenado que se haga con prisa, las excavaciones están lejos – Y extendiendo su delgado brazo indica el auto que nos llevará.

Nos subimos rápidamente a un antiguo Mercedes Benz, que parece no haber sido usado antes. Tapizado en badana, cerca de la caja de cambios hay un teléfono negro con el cual el joven que nos conduce se comunica en alemán con los jerarcas. Luego de una media hora de viaje, nos deja a la orilla de un camino de ripio, indicándonos con la mano los pozos abiertos. Nos muestra el reloj en señal de que tenemos poco tiempo para regresar.
Empieza a anochecer, nos apresuramos haciendo el quite a las ramas. El viento todavía levanta el perfume de la lavanda.

La excavación se ensancha en una línea inclinada hacia la montaña. Sobre una carreta de madera en desuso, han depositado los restos de los automóviles. Piezas metal, sucias con raíces entre barro adherido. Dos hombres jóvenes y chilenos, custodian los motores, Sara camina hacia ellos, uno de los muchachos la intercepta. Ella sigue caminado, el hombre le apunta
-¡Deténgase! Le ordena.
Lejos se divisa el auto que nos espera y hace una señal con las luces. El joven comprende que hay autorización y baja el arma.
Sara está frente a las huellas que ha buscado durante años.
-. Son los restos de la citroneta en que fue detenido el hombre de esa mujer, quien ha buscado durante treinta años algún vestigio de su ser amado – le confidencio al detective más joven.
Nos retiramos los tres, como si quisiéramos quitar la vista de ese encuentro.
Sara desliza una mano, por los restos metálicos carcomidos que se encuentran frente a ella. Sus dedos se hunden pesadamente en la vestidura roja del latón y se van despareciendo a través del sarro acumulado.
No volveré en mi vida a ser testigo de un momento de tan extrema sencillez.
Esa mujer sola en la inmensidad del bosque, frente a la armadura perdida, pulsando las varillas de que aún no se doblan plenamente.
Uno de los policías se acerca a ella, incómodo, confuso. Con voz conmovida le señala al oído - Ese no es el motor de la citroneta. El motor se halla detrás, como si aún no hubiera terminado de emerger se asoman palpitantes trozos de hierros desgastados.

Este comentario de tanta exactitud, detrás de esa precisión el joven policía ha comprendido que allí, en esa aparente chatarra, se encuentra el despojos de un cuerpo.
Con la mano teñida de óxido, Sara busca y palpa los números, arrastra los dedos con la delicadeza con que se roza la arena. Siento que este llanto, apresurado y tardío, disuelve la costra extendida en la línea hacia la montaña.
Caen semillas, que ruedan, ruedan, ruedan hasta unirse en ese colosal silencio donde reposa el eco de esa noche en que se detuvieron… o tal vez no se han detenido los motores.

Gloria Torres Ávila.

Fuente :Recibido por memoriaviva 2012

Prensa

La medida contra el ex jerarca alemán, Willy Malessa Boll fue decretada por la ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza.  El detenido sería el único de los perpetradores directamente implicados en estos crímenes detenido en Chile. Otros de los cómplices, como Rudolf Collen, Gerard Mucke, Karl Van Den Berg y Kurt Schnellekamp, fallecieron de muerte natural y otros como Reinhard Döring y Hartmut Hopp viven en completa impunidad en Alemania.  

El ex integrante del equipo de seguridad del jerarca alemán Paul Schafer, y líder de Colonia Dignidad, Willy Malessa Boll, quedó detenido y en prisión preventiva en la cárcel de Mulchén en calidad de cómplice de los delitos de secuestro calificado de tres presos políticos detenidos por la DINA y cuyos cuerpos fueron hechos desaparecer por Paul Schafer   

La medida contra el ex jerarca alemán, Willy Malessa Boll fue decretada por la ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza.   

Malessa sería el único de los perpetradores directamente implicados en estos crímenes detenido en Chile. Otros de los cómplices, como Rudolf Collen, Gerard Mucke, Karl Van Den Berg y Kurt Schnellekamp, fallecieron de muerte natural y otros como Reinhard Döring y Hartmut Hopp viven en completa impunidad en Alemania.  

Al imputado se le vincula con las desapariciones de Juan Bosco Maino Canales, Elizabeth de las Mercedes Rojas Urra y Antonio Elizondo, todos ellos, según estableció la investigación judicial, fueron detenidos por la DINA en Santiago, tras el golpe de Estado de 1973 y entregados a Paul Schäfer en Colonia Dignidad.   

Fuentes ligadas a la causa judicial señalan que años más tarde, la DINA dispuso que los cuerpos fueran desenterrados y hechos desaparecer. En el caso de Colonia Dignidad, Schäfer ordenó esa misión a Gerard Mücke y Willy Malessa. El primero de ellos confesó que Malessa desenterró los cuerpos y, luego, los habrían quemado o disuelto en cal y agua, para finalmente cargar las cenizas en máquinas y lanzarlas al río Perquilauquén, en la frontera sur de Colonia Dignidad.  

En un reportaje televisivo que se transmitió a nivel mundial por la plataforma digital de contenidos audiovisuales Netflix, el propio Malessa también confiesa y confirma la versión que Mucke entregó a la justicia chilena. Sin embargo, Malessa nunca fue detenido por causas de violaciones a los derechos humanos, hasta este viernes

Fuente :elmostrador.cl, 10 de Mayo 2023

Fecha :10-05-2023

Los militares enfrentan actualmente un proceso de extradición a solicitud de Italia, para cumplir en el país extranjero una condena a cadena perpetua.

La ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco Martínez, decretó arresto domiciliario para cuatro ex agentes de la dictadura, condenados a cadena perpetua por la justicia italiana, por el crimen de 43 ciudadanos latinoamericanos de origen italiano, en los años 70, en el marco de la Operación Cóndor. Entre ellos se encuentran cuatro víctimas chilenas.

Estos son los exagentes Orlando Moreno Vásquez, Manuel Vasquez Chahuán, Rafael Ahumada Valderrama y Daniel Aguirre Mora. De los otros dos requeridos, uno está fallecido y el otro, Pedro Espinoza Bravo, se encuentra preso en Punta Peuco cumpliendo diversas condenas por otros delitos de lesa humanidad.

Los militares enfrentan actualmente un proceso de extradición a solicitud de Italia, en el que se han hecho parte representantes de las víctimas. Entre ellos, los abogados Nelson Caucoto y Francisco Bustos actúan en representación de la hija de Juan José Montiglio Murúa, una de las cuatro víctimas italochilenas.

Montiglio tenía 24 años, era del Partido Socialista y jefe de unidad de la Guardia Personal del Presidente Allende (GAP). Fue detenido en el Palacio de la Moneda el día del golpe militar, posteriormente llevado al Regimiento Tacna y asesinado en Peldehue dos días después. Hasta la fecha, permanece en calidad de detenido desaparecido.

Anteriormente los criminales se encontraban con la medida cautelar de arraigo nacional, lo cual fue modificado a petición de la representación de la República de Italia, el Programa de Derechos Humanos y de los querellantes, quienes solicitaron una cautelar de mayor intensidad, por lo cual se les otorgó el arresto domiciliario total.

Para el abogado Francisco Bustos, esta nueva medida dictada por la magistrada Vivanco es de gran importancia, ya que «encontrándonos cerca del fin de esta fase del proceso, se reconoce la necesidad de asegurar que los requeridos estén a disposición del tribunal. De igual manera, tengo confianza en que demostraremos que concurren todos los requisitos para acceder a la extradición y lograr que sean cumplidas las penas impuestas por la Corte de Roma».

Condena 20 años más tarde

Las otras víctimas italochilenas son Omar Roberto Venturelli Leonelli (31),  exsacerdote, militante del MIR, detenido el 25 de septiembre de 1973; Juan Bosco Maino Canales (27) militante del MAPU, estudiante y detenido el 26 de mayo de 1976; y Jaime Patricio Donato Avendaño (41) miembro del Comité central del Partido Comunista, mecánico electricista, detenido el 05 de mayo de 1976.

En 1998, a instancias de sus familiares, la justicia italiana inició la investigación en torno a este proceso y solo después de 20 años la Corte Suprema de Italia emitió el fallo que condenó a cadena perpetua a 24  genocidas latinoamericanos implicados en la Operación Cóndor.

En abril del año pasado, una delegación italiana integrada por un abogado y un representante de las víctimas, visitó nuestro país para conocer detalles del proceso que se desarrolla en Chile, contribuir a que se conozca sobre este juicio histórico en nuestro país, y colaborar con la extradición de los involucrados y condenados en esta causa.

Fuente :eldesconcierto.cl, 24 de Marzo 2023

Fecha :24-03-2023

Durante la dictadura cívico-militar fueron ejecutados y desaparecidos al menos un centenar de personas ligadas a la cultura, las artes y el patrimonio.

El 11 de septiembre se inició la etapa más dolorosa que hayamos vivido, provocada por agentes del Estado y civiles cómplices. Hoy conmemoramos 48 años de esa tragedia que aun enluta a Chile entero.

Más de tres mil personas, hombres mujeres, niños, niñas y jóvenes como estudiantes de educación básica, de secundaria y universitaria; mujeres embarazadas, personas mayores, no vidente, minusválidos fueron directamente afectadas y cientos de miles, pasaron a la categoría de familiares y víctimas de la dictadura. Quienes sobreviven luchan incansablemente por justicia, reparación y no repetición de actos genocidas por parte del Estado.

Hombres y mujeres que cuyo aporte a la sociedad era desde su lucha social, de militante y también desde sus oficios y ocupaciones como zapateros, obreros, empleados textiles, médicos, linotipistas, modistas, secretarias, dirigentes sindicales, vecinales, funcionarios municipales empleados públicos, empleados de ferrocarriles, suplementeros, carpinteros; obreros campesinos, mineros, forestales, de la construcción; ingenieros. También aquellos que estaban de paso, en una misión, estudiando o habían formado una familia en Chile provenientes de Vietnam, Francia, España, Bolivia, Argentina, Uruguay, Inglaterra, Ecuador, Uruguay, entre otros países 

Alguno de sus asesinos y cómplices que pagan tibias condenas en cárceles de lujo nos han privado de ellos y ellas, pero también nos han privado de cerca de un centenar de artistas y creadores que hemos identificado, con el afán de ofrecer un homenaje a quienes, desde las culturas, las artes y el patrimonio fueron víctimas del terrorismo de estado.

Hemos reconocido 82 personas cuya creatividad se expresaba en el audiovisual, la artesanía, el teatro, la arquitectura, fotografía, Artes Visuales, letras y música.

En esta nota podrán encontrar nombres de las personas cuya información permite asociarla a un lenguaje artístico, de acuerdo a la información disponible, sin embargo, es altamente posible que falten muchos y muchas por identificar. Encontrarán también un vínculo hacia la información que, entre todas las personas que hacen posible el sitio www.memoriaviva.com, nos ponen a disposición con el fin que podamos aportar a no olvidar hasta que  haya justicia.

Por ellos y ellas… ¡¡Ni perdón, ni olvido!!

Carmen Bueno Cifuentes Cineasta. Detenida Desaparecida

Darío Chávez Lobos Actor y profesor de teatro. Detenido Desaparecido

Máximo Gedda Ortíz Cineasta y periodista. Detenido Desaparecido

Jorge Peña Henn. Músico y director de Orquesta. Detenido Desaparecido

Bernardo de Castro López. Diseñador y dibujante . Detenido Desaparecido

Hugo Araya Gonzalez. Fotógrafo. Ejecutado Político

Luis Enrique Elgueta. Músico. Detenido Desaparecido

Jorge Gerardo Solovera Gallardo. Músico. Detenido Desaparecido

Jorge Müller Silva. Cineasta. Detenido Desaparecido

10 Ana María Puga. Actriz. Ejecutada Política

11 Juan Bosco Maino Canales. Fotógrafo . Ejecutado Político

12 Percy Max Arana Saldaña. Cantante. Nacionalidad peruana. Ejecutado

13 Homero Arce. Poeta. Ejecutado.

14 Isidro Segundo Árias Matamala. Músico. Ejecutado

15 Luis Armando Árias Ramírez. Artesano. Ejecutado

16 Leandro Abraham Arratia. Reyes. Fotógrafo .Ejecutado

17 Leopoldo Raúl  Benítez Herrera. Arquitecto .Ejecutado

18 Blanca  Carrasco Peña. Estudiante de Artes Plásticas. Ejecutada

19 Carlos Patricio Dall’orzo Badilla. Artesano. Ejecutado

20 Luis Reinaldo Díaz Muñoz. Músico. Ejecutado

21 Oscar Omar Durán Torres . Artesano. Ejecutado

22 José María Ferreyra Vásquez. Artesano. Ejecutado

23 Charles Edmund Horman Lazar. Cineasta Norteamericano. Ejecutado

24 Teodoro Konoba Krul. Estudiante aruitectura. Argentino. Ejecutado

25 José René Barrientos Warner. Músico de la Orquesta de Cámara de la Universidad Austral. Ejecutado

26 Víctor Lidio Jara Martínez. Cantante popular, compositor, actor y director teatral. Ejecutado

27 Félix Alberto Mendoza Toro. Músico. Ejecutado

28 Jaime Iván Meneses Cisternas. Fotógrafo . Ejecutado

29 Miguel Ángel Núñez Valenzuela.Cantante popular. Ejecutado

30 Pacheco Durán Jorge Pedro. Artesano. Ejecutado

31 Ramón Víctor  Zúñiga Sánchez. Artesano. Ejecutado.

32 Domingo Salvador Yáñez Hernández. Tramoyista. Ejecutado

33 Hugo Riveros Gómez. Pintor. Ejecutado

34 Manuel Roig Berenguer. Fotógrafo. Ejecutado

35 Rodrigo Andrés Rojas De Negri. Fotógrafo. Ejecutado

36 Luis Eduardo Saavedra González. Fotógrafo y folclorista. Ejecutado

37 Arturo Ramón San Martin Sutherland. Fotógrafo. Ejecutado

38Julio Carlos Santibañez. Integra el Ballet Folklórico de la UTE, poeta. Ejecutado

39 Emiliano Segundo Silva Pezo. Artesano talabartero. Ejecutado

40 Ángel Domingo Toledo Carvajal. Escritor y dibujante. Ejecutado

41 Wilson Fernando Valdebenito Juica. Músico . Ejecutado

42 Máximo Raimundo  Villarroel Díaz. Artesano talabartero. Ejecutado

43 Francisco Eduardo Aedo Carrasco. Arquitecto. Desaparecido

44 Juan Antonio  Povaschuk Galeazzo. Fotógrafo, uruguayo. Desaparecido

45 Rubén David Arroyo Padilla. Artesano. Desaparecido

46 José Ramón Ascencio Subiabre. Artesano. Desaparecido

47 Arturo Barria Araneda. Profesor de Música en el Liceo Darío Salas.Desaparecido

48 Manuel Antonio Bobadilla Bobadilla. Fotógrafo. Desaparecido

49 Ismael Darío Chávez Lobos. Profesor de teatro DUOC. Desaparecido

50 Mauricio Segundo Curiñanco Reyes. Artesano carpintero. Desaparecido

51 Jacqueline Paulette Drouilly Yurich. Estuvo 2 años en la Escuela de Teatro de la U. de Chile. Desaparecida.

52 Alberto Mariano Fontela Alonso. Artesano,uruguayo. Desaparecido

53 Francisco Javier Fuentealba. Estudió en la Escuela de Teatro de la U. Católica. Desaparecido

54 Carlos Alfredo Gajardo Wolff. Estudiante de ArquitecturaDesaparecido

55 Ignacio Orlando González Espinoza. Artesano. Egresado de la Facultad de Artes de la Universidad Católica.Desaparecido

56 Jorge Arturo Grez Aburto. Artesano en cueros.Desaparecido

57 Luis Alberto Guendelman Wisniak. Egresado de Arquitectura de la Universidad de Chile. Desaparecido

58 Yactong Orlando Juantock Guzmán. Egresado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Chile, sede Valparaíso. Desaparecido

59 José arturo Weibel Navarrete. Artesano Mueblista. Desaparecido

60 Teobaldo Antonio Tello Garrido. Fotógrafo. Desaparecido

61 Gonzalo Marcial Toro Garland. Profesor Universidad de Chile, Facultad de Ciencias y Artes Musicales.Desaparecido

62 Ricardo Troncoso León. Fotógrafo, Director de Teatro en IANSA. Desaparecido

63 Luis Quinchavil Suarez. Profesor de Lengua Mapuche Universidad de Heiden, Holanda.. Desaparecido

64 José Manuel Ramírez Rosales. Artesano. Desaparecido

65 Luis Emilio Recabarren González. Técnico Gráfico. Fotomontajista. Desaparecido

66 Agustín Eduardo Reyes González.Artesano.Desaparecido.

67 Sergio Alejandro Riffo Ramos. Artesano. Desaparecido

68 José Santos Rocha Álvarez.Artesano . Desaparecido

69 Bernardino Rodríguez Cortez. Artesano talabartero. Desaparecido

70 Luis Fernando Rodríguez Riquelme. Fotógrafo. Desaparecido

71 Alejandro Rodríguez Urzúa. Arquitecto. Desaparecido

72 Francisco Rozas Contador. Fotógrafo. Desaparecido

73 Darío Francisco Miranda Godoy. Actor de teatro. Desaparecido

74 Carlos Montecinos Urra. Artesano. Desaparecido

75 Jose Luis Morales Ruíz. Artesano. Desaparecido

76 Luis Jaime Palominos Rojas. Estudiante del Conservatorio Nacional de Música. esaparecido

77 Mario Fernando Peña Solari. Estudiante de Arquitectura. Desaparecido

78 Hernán Santos Pérez Álvarez. Fotógrafo. Desaparecido

79 Rene Daniel  Vallejos Parra. Fotógrafo. Desaparecido

80 Héctor Velásquez Mardones. Artesano Mueblista. Desaparecido

81 Ida Amelia Vera Almarza. Arquitecta. Desaparecida

82 Juan Aurelio Villarroel Zárate. Fotograbador. Desaparecido

 

Fuente :prensaopla.cl 8/09/2021

Fecha :08-09-2021

Hija del sacerdote ítalo-chileno Omar Venturelli entregó al pontífice una carta en la que pide que la Iglesia chilena ayude en la búsqueda de su cuerpo. Hermana de Juan Bosco Maino le entregó a Bergoglio un video de regalo con el funeral simbólico que le realizaron en Colonia Dignidad.

El Papa Francisco recibió a familiares de desaparecidos y víctimas de la represión de las dictaduras militares en América Latina, entre ellos algunos chilenos, en una audiencia celebrada en el Vaticano.

Jeremías Levinao, detenido y torturado en Temuco, además de Margarita Maino y María Paz Venturelli, hermana e hija de Juan Bosco Maino y el sacerdote ítalo-chileno Omar Venturelli, respectivamente, ambos desaparecidos y asesinados durante la dictadura de Augusto Pinochet, fueron recibidos por el pontífice.

En la oportunidad también estuvieron presentes Anna Milazzo Cecchi y Mena Narducci, detenidas y torturadas en Montevideo (Uruguay); Geneviéve Jeanningros, nieta de sor Leonié Duquet, asesinada en Argentina, y Cecilia Romero, sobrina del obispo Óscar Romero, asesinado en El Salvador.

LOS MENSAJES A FRANCISCO
Luego del encuentro, Levinao reveló que pidió al Papa que hiciese "algo por el pueblo mapuche, que necesita justicia".
A su vez, María Paz Venturelli contó que entregó al pontífice una carta en la que pide que los "representantes" eclesiásticos chilenos ayuden en la búsqueda del cuerpo de su padre.

"Me imagino que, como tantos, como muchos, todavía saben mucho que no contaron. Creo que es muy importante para la reconstrucción de la paz lograr la verdad y que cada uno de nosotros pueda vivir su duelo, construir su historia y dar dignidad a las víctimas. La Iglesia puede elegir quedarse mirando o dar este paso", aseveró.

Omar Venturelli, que había dejado los hábitos para casarse, se presentó voluntariamente en el regimiento "Tucapel" de Temuco el 25 de septiembre de 1973, tras enterarse por una emisora que era requerido por las autoridades castrenses. Fue trasladado posteriormente a la cárcel de Temuco, donde fue visto por otros presos hasta el 4 de octubre de ese mismo año, fecha en que se pierde su rastro. Era militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

Por su parte, la hermana de Juan Bosco Maino, Margarita Maino, afirmó que se presentó ante Jorge Mario Bergoglio con "angustia" para que "lo que le dijera fuera muy certero y se empapara bien de ello".

"Le pedí verdad, justicia y paz. Me presenté tocando la foto de mi hermano y con un video de regalo que contiene la historia de la familia y del funeral de Juan en Colonia Dignidad", dijo sobre la actual Villa Baviera, utilizada como centro de detención por Pinochet.Imagen foto_00000002
Maino (en la imagen) era egresado de Ingeniería de la Universidad Técnica del Estado y militante del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU). Sus últimos pasos se pierden en el enclave de Paul Schäffer, donde había sido llevado desde Villa Grimaldi. En el reducto germano fue localizado el motor de la citroneta que conducía el día que fue detenido. (LEA MÁS SOBRE EL CASO DE MAINO ACÁ)

OPERACIÓN CÓNDOR

Los casos de Juan Bosco Maino y Omar Venturelli se enmarcan en Operación Cóndor, el plan de Pinochet coordinado con otras dictaduras del cono sur para reprimir a la oposición política. La justicia italiana indaga la desaparición y muerte de 23 ciudadanos latinoamericanos de origen italiano en el marco de ese operativo.
En este proceso, que se encuentra actualmente en la fase de audiencia preliminar, están imputados 17 uruguayos, 12 chilenos, dos bolivianos y cuatro peruanos, todos ellos miembros de las juntas militares y servicios de seguridad de sus respectivos países entre los años 1973 y 1978, según consta en la demanda fiscal.
Por el caso de Venturelli, estuvo detenido 3 años en Italia el ex fiscal Alfonso Podlech, quien fue absuelto pese a que arriesgaba cadena perpetua por el caso y en 2011 retornó a Temuco.

Fuente :La Nacion, 29 de Mayo 2014

Fecha :29-05-2014

Por unanimidad, la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago decidió otorgar esta tarde la libertad bajo fianza a Rolf Wenderoths, uno de los cinco ex miembros de la DINA procesados por el secuestro y desaparición del militante del Mapu Juan Maino, ocurrido en 1976.

El tribunal, compuesto por los ministros Gabriela Pérez, Rubén Ballesteros y el abogado integrante Benito Mauriz, resolvió fijar la fianza en 100 mil pesos.

Juan Maino fue detenido por agentes de la DINA cuando se encontraba en una casa en la comuna de Ñuñoa. Luego fue trasladado hasta Villa Grimaldi, donde se le perdió el rastro.

Testigos en la causa declararon haber visto en Colonia Dignidad un vehículo similar al que Maino tenía estacionado frente al domicilio el día de su detención: una citroneta modelo AX 330.

Por el secuestro de Maino, el ministro de fuero Jorge Zepeda procesó, el 21 de marzo pasado, al ex jerarca del enclave alemán, Paul Schaefer, en calidad de cómplice, y a cinco ex miembros de la DINA como autores.

Se trata de los ex uniformados Manuel Contreras, Carlos López Tapia, Osvaldo Pincetti, Eugenio Fieldhouse y Rolf Wenderoths.

Fuente :22 de Abril 2005 El Mercurio

Fecha :22-04-2005

El ministro Jorge Zepeda procesó a Paul Schäfer como cómplice del secuestro calificado del fotógrafo y militante del Mapu Juan Maino Canales.
En su resolución, el magistrado también encargó reo como autores del secuestro al ex jefe de la Dina, Manuel Contreras y a los ex uniformados Rolf Wenderoth, Carlos López Tapia, Juan Osvaldo Pinchetti y Eugenio Fishhouse.
El ministro había interrogado al ex jerarca el jueves pasado, día en que éste había negado toda vinculación con el crimen.
Una citroneta usada en el operativo de detención, realizado por la Dina el 26 de mayo de 1976, y otro automóvil del mismo modelo que era de propiedad de Maino, fueron la pista que vinculó la desaparición del fotógrafo con Colonia Dignidad. Ambas fueron vistas en el recinto y, según diversos testimonios, fueron usadas por los colonos.
Sergio Concha, abogado de la familia Maino, valoró la detención que posibilitó el procesamiento de Schäfer. "Se sabía que había una vinculación con Colonia Dignidad, que posiblemente Maino o al menos su vehículo habían llegado a Colonia Dignidad, pero el tener a Schäfer en disposición del tribunal para ser interrogado, ciertamente posibilitó los auto de procesamiento".
De esta forma, el procesamiento del ex jerarca se suma al que dictó el juez Joaquín Billard por el secuestro calificado del mirista Alvaro Vallejos Villagrán y al de la causa que lleva el magistrado Hernán González por abusos sexuales contra menores.
Abogada asume defensa de Schafer Asimismo se informó que la abogada María Eugenia Correa decidió aceptar la defensa del ciudadano alemán en la causa que lleva el juez Billard. Esto, luego de que el viernes pasado admitiera públicamente que el haber sido designada por turno para este caso no era de su completo agrado.
"No encontré argumentos suficientes para no aceptar", dijo la joven profesional, quien reconoció sin embargo que "habría preferido no asumir la defensa, pero es lo que hay. Es lo que me tocó y lo voy a asumir de la mejor manera".
Respecto a sus diligencias futuras señaló que "recién estoy estudiando el caso y espero entrevistarme en los próximo días con el imputado y según eso recién veré la línea de defensa. Es un caso difícil y muy completo tanto por el volumen y por lo polémico".

Fuente : La Tercera 21 de marzo 2005

Fecha :21-03-2005

Desde el domingo se encuentra en el país el fiscal italiano Giancarlo Capalbo, para avanzar en la investigación del desaparecimiento forzoso de cuatro ciudadanos ítalo-chilenos detenidos durante la dictadura. Aunque se trata de un proceso iniciado en Italia que aún cursa su etapa instructoria, la causa ya fue motivo de un exhorto a Chile solicitando la designación de un abogado para Augusto Pinochet.

El viaje del instructor tiene como objetivo recopilar antecedentes sobre los casos de Juan Bosco Maino Canales, Omar Roberto Venturelli Leonelli, Juan Montiglio Murúa y Jaime Patricio Donato Avendaño. Los dos últimos figuran en el informe de las Fuerzas Armadas como lanzados al mar, frente a las costas de San Antonio.

Capalbo ya se reunió con los familiares de las víctimas, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y, esta mañana, sostendrá un encuentro con los abogados de derechos humanos Hugo Gutiérrez, Fabiola Letelier y Julia Urquieta.

En la agenda del fiscal se cuenta para el jueves el interrogatorio de algunos testigos y una cita con el juez a cargo del proceso por la Caravana de la Muerte, Juan Guzmán, aún sin horario establecido.

Aunque el proceso está aún en su etapa preliminar, fuentes italianas aseguraron a Primera Línea que, al menos en el caso Venturelli, estarían involucrados el procesado general Augusto Pinochet, el coronel (r) Marcelo Moren Brito, el abogado Alfonso Pollec Michaaud, además de los civiles Máximo Vivanco, Pablo Márquez, Pedro Calderón y Nelson Ubilla.
La investigación del caso se desencadenó en 1998, luego que el senador del Partido Verde Stefano Boco solicitara el esclarecimiento de la desaparición de Venturelli.
Una de las particularidades del sistema judicial italiano es que el juicio puede realizarse "por derecho de sangre", lo que implica el inicio de procesos en ausencia, por delitos cometidos en cualquier parte del mundo contra ciudadanos de la península. De hecho, el ex directo de la DINA, Manuel Contreras y el ex agente Raúl Iturriaga Neumann fueron procesados y sentenciados a 20 y 18 años de presidio, respectivamente, por el atentado contra Bernardo Leighton y su esposa Anita Fresno, perpretado en Roma en octubre de 1975.
Una vez presentada la denuncia penal, se designa a un fiscal para que actúe como acusador público (en este caso, Capalbo), en un proceso similar a la designación de un juez de primera instancia. Cuando concluya su investigación, y si estima que existen los antecedentes necesarios, el instructor puede iniciar una acusación formal, la que debe ser resuelta por la Corte de Asis, tribunal integrado por dos magistrados y seis personas más.

En agosto del año pasado el fiscal envió a Chile un exhorto por la desaparición de los cuatro casos mencionados, todos consignados en el Informe Rettig. Sin embargo, fuentes italianas aseguraron que en esa oportunidad sólo se trató de una notificación para que Augusto Pinochet designara a un abogado en Roma a cargo de su defensa en el juicio.
Además, otras fuentes aseguraron que en esta etapa del proceso ya han declarado varios chilenos en calidad de testigos, entre los que se cuentan los diputados socialistas Carlos Montes e Isabel Allende, el escritor Luis Sepúlveda y la vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mireya García.

Fuente :Primera Linea 13 de Junio 2001

Fecha :13-06-2001

La vicepresidenta de la Asociación de Familiares Desaparecidos durante la dictadura militar chilena, Mirella García, expresó en Roma su esperanza de que Italia abra un proceso en contra del general (r) Augusto Pinochet por la detención y posterior desaparición de cinco italo-chilenos bajo su régimen (1973-90). Mirella García declaró ante el fiscal Giancarlo Capaldo, quien tiene a su cargo la investigación preliminar para determinar si existen las condiciones para iniciar un proceso no sólo en contra de Pinochet, sino también del jefe de sus servicios secretos, Manuel Contreras. Capaldo dirige la investigación sobre la desaparición de Juan Montillo, Omar Venturelli, Giovanni Maino, Jaime Donato y Dignaldo Pizzini.

Fuente :la tercera.cl, 6 de julio 2000

Fecha :06-07-2000

Muestra “La mirada de Juan” en Museo de la Memoria

  • Museo de la Memoria, Matucana 501, Metro Quinta Normal. 
  • Del 30 de agosto al 9 de octubre.
  • Durante los años 70, Juan Bosco Maino Canales registró con su cámara lo que ocurría en las calles, en escuelas rurales, comedores infantiles y asentamientos campesinos. Esta muestra, inaugurada en el marco del Día Internacional del Detenido Desaparecido, expone por primera vez en el país sus fotografías, una mirada sobre el Chile de los ’70 y los años inmediatamente posteriores al golpe de Estado.

    Maino fue un joven militante del MAPU; egresó de la Escuela de Ingeniería en la entonces Universidad Técnica del Estado y se desempeñó como fotógrafo profesional durante la Unidad Popular. Con este oficio trabajó en el Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE), colaboró en el Comité de Cooperación de la Paz, antecedente de la Vicaría de la Solidaridad, y en la Asociación Cristiana Evangélica (AEC). En estos espacios fotografió con especial atención a las niñas y niños que habitaban pequeños pueblos y campamentos del país.

    Durante la dictadura fue un actor clave en el funcionamiento clandestino del MAPU. Fue detenido el 26 de mayo de 1976, junto al matrimonio formado por Antonio Elizondo y Elizabeth Rekas, quien se encontraba embarazada de 4 meses. Su rastro se perdió en la ex Colonia Dignidad, donde fue hallado el motor de su citroneta. Sus hermanas, familiares y amigos han mantenido durante estos 46 años, viva su memoria a través de diversas acciones y actividades que se realizan cada 26 de mayo.

    En 2017, con décadas de retraso, los tribunales italianos condenaron a los involucrados en su desaparición a través del emblemático Proceso Cóndor. En ese entonces se realizó una muestra de las fotografías de Juan Maino en Roma y Bologna (Italia). Hoy, por primera vez, estas imágenes serán exhibidas en Chile, en la Galería de la Memoria del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

    La exposición es parte de un proyecto que busca difundir su legado artístico y su memoria y que contempla también la publicación de un libro a través de la editorial LOM.

    “Rescatar y difundir aquellas fotografías no solo contribuye a dignificar a Juan, una de las víctimas de la dictadura, sino también a la infancia carenciada, que todavía hoy sigue invisibilizada”, señaló el equipo a cargo de la producción y curaduría de la muestra.

Fuente :elmostrador.cl 31/8/2022

Willi Malessa fue acusado como encubridor de tres secuestros realizados por la DINA en Santiago en 1976. Tanto a las víctimas como a sus vehículos (dos “Citronetas”) se les perdió el rastro al interior del predio principal de la secta, en la precordillera de Parral.

Pese a que ya han transcurrido cerca de 50 años desde los hechos, la ministra en visita para causas de violaciones de los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, condenó a seis años de presidio a uno de los últimos jerarcas de la Colonia Dignidad que quedan con vida, Willi Malessa, acusado de encubrir el secuestro de tres militantes del MAPU, cuyo rastro se perdió al interior de la Colonia Dignidad, en mayo de 1976.

Se trata del fotógrafo Juan Maino Canales, de Antonio Elizondo Ormaechea y de su esposa, Elizabeth Rekas Urra, que tenía cuatro meses de embarazo al momento de ser secuestrada por miembros de la desaparecida DINA. Una de las peculiaridades de este caso es que tanto a Maino como al matrimonio Elizondo-Reckas les robaron sus automóviles, dos Citroen AX-330, más conocidos como “Citronetas”.

Maino Canales era un estrecho colaborador del actual ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes. De hecho, Pablo Adriasola Maino, primo de la primera víctima, declaró el 2004 que “el día anterior a su detención (Juan) estuvo conmigo, manifestándome que se tenía que juntar con Carlos Montes”. Sin embargo, Montes, un alto dirigente del MAPU en la época, no logró llegar al encuentro que realizarían en Estación Central, por lo cual Maino, que residía en Rancagua, se fue a pernoctar a la casa de un amigo en Santiago, siendo posteriormente secuestrado.

Como reveló en 1987 la periodista Mónica González en la revista Análisis, en las fosas comunes que se excavaron en el sector de Chenco, al interior de la secta de inspiración neonazi asentada en la precordillera de Parral, no solo sepultaron los cuerpos de opositores políticos, sino también vehículos, los que eran entregados al enclave como una suerte de “pago” por el uso de las instalaciones del lugar como campo de concentración y de desaparición de opositores.

Autos como “pago”

Ello se vio corroborado a inicios de 2005, cuando la policía civil encontró partes de dos motores sepultados, ambos de marca Renault, los cuales estaban a 135 cm de profundidad, aproximadamente, con sus números de serie borrados.

Ello era coherente con los testimonios que por aquel entonces comenzaron a prestar distintos colonos, quienes relataban que a mediados de los años 70 aparecieron dentro del predio al menos ocho vehículos que no pertenecían a la dotación inicial con que ellos contaban (formada solo por autos y camiones Mercedes Benz, Magirus o Volkswagen), incluyendo dos o tres “Citronetas”.

Sin embargo, las investigaciones judiciales realizadas hasta la fecha indican que al menos en 15 casos de desapariciones forzadas los agentes de la DINA también robaron los vehículos de sus víctimas 

El medio hermano del médico Hartmutt Hopp, Ulrich Schmidtke Miottel, dijo, también en 2005, que unos 30 años antes Schäfer lo había llamado, junto a Willi Malessa, Artur Gerlach y al parecer a Johann Van Den Berg, diciéndoles a que “el Gobierno militar les había dado una tarea”, que consistía en reparar y pintar esos vehículos (entre los cuales él dijo que había dos o tres “Citronetas”), para luego venderlos y, con el producto de ello, obtener dinero para comprar nuevos equipos de filmación. 

No obstante, poco después de eso la instrucción cambió, pues Malessa “se acercó a mí y me señaló que Paul Schäfer había ordenado hacer desaparecer los vehículos ya indicados y que yo debía ayudarlo a desarmarlos y enterrarlos bajo tierra”, lo que se cree ocurrió en 1978, cuando los cuerpos inicialmente sepultados en Chenco fueron removidos de allí en el marco de la llamada “Operación Retiro de Televisores”, como se conoció la instrucción que dio Augusto Pinochet ese año, en orden a esconder todas las evidencias de las violaciones de los derechos humanos.

Schmidtke también señaló que “una vez que estos eran desarmados los subíamos a un camión Magirus Deutz (que actualmente se encuentra en los talleres). Estos vehículos fueron enterrados en una parte del valle al interior de la Colonia (donde la policía encontró parte de ellos). Para estos efectos Willi elegía los lugares y procedía a realizar un hoyo con una máquina retroexcavadora marca Caterpillar, con oruga”.

En su testimonio, explicó que un automóvil Austin Mini, que era de fibra de vidrio, fue incendiado y, en el caso de los demás móviles, “Willi procedió a machacar estos autos con la pala de la retro y posteriormente los tapó con tierra. A los días siguientes seguimos desarmando y enterrando vehículos, pero yo no recuerdo los lugares exactos, ya que como señalé anteriormente, Willi siempre elegía los lugares”.

El testigo además dijo que un par de años antes (hacia 2003), otro de los jerarcas de la secta, Hans Jurgen Riesland, se le había acercado diciendo “que él tenía conocimiento de que yo y Willi habíamos hecho desaparecer o, mejor dicho, enterrado vehículos, y que esto era muy peligroso si eran descubiertos o si Willi nos delataba”.

Por cierto, en su declaración, Schmidtke no se guardó nada. También relató, entre otras cosas, que “efectivamente al interior de Colonia Dignidad se construyeron armas de fuego, tales como metralletas, granadas, y parte de estas (fueron) vendidas al Ejército”.

Un largo proceso 

Dos de los jerarcas del enclave, Gerhard Mücke y Johann Van Den Berg, terminaron condenados en primera instancia a una pena de 5 años y un día de presidio, como cómplices del secuestro calificado de Juan Maino, Elizabeth Rekas y Antonio Elizondo. Asimismo, fueron condenados el exdirector de la DINA Manuel Contreras, así como el exagente de la DINA Carlos López, a 10 años y un día, como autores de los mismos delitos. Otro agente, el exdetective Eugenio Fieldhouse, fue condenado a 5 años y un día como cómplice. Sin embargo, la Corte de Apelaciones de Santiago absolvió posteriormente a Mücke y Van Den Berg, lo que después fue confirmado por la Corte Suprema. 

La Justicia italiana, sin embargo, condenó a cadena perpetua a 14 militares chilenos por su participación en la “Operación Cóndor” y por la desaparición de ciudadanos italianos en dicho marco, incluyendo el caso de Juan Maino, que poseía nacionalidad italiana.

Ahora, en un nuevo fallo, la ministra Plaza determinó que Malessa (de 76 años en la actualidad) fuera condenado a seis años como encubridor, lo que le fue notificado en la cárcel de Colina 1, donde el exjerarca se encuentra recluido desde hace dos años ya.

por Carlos Basso Prieto

Fuente :elmostrador.cl, 19 de Junio 2025

Construcción mide cerca de 20 metros de largo y cuenta con una especie de brazo de unos 5 metros. Fue periciado por la ministra en visita para causas de derechos humanos, Paola Plaza, y efectivos de la Policía de Investigaciones.

Próxima a dictar sentencia en contra del último jerarca de Colonia Dignidad que sigue en Chile, Willi Malessa Boll, se encuentra la ministra en visita para causas de violaciones de los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, según El Mostrador pudo confirmar a través de fuentes judiciales.

Lo anterior ocurre en medio de una serie de diligencias encabezadas por la magistrada, entre las cuales se cuentan los peritajes que se han realizado en las últimas semanas en un nuevo búnker hallado en el acceso a la antigua secta, en un terreno que fue enajenado y vendido a particulares.

Cabe indicar que durante muchos años Willi Malessa pudo zafar de la Justicia. El anterior ministro en visita a cargo de las causas vinculadas a Colonia Dignidad (Jorge Zepeda) nunca lo acusó de delito alguno, por lo cual Malessa, que estaba residiendo en Los Ángeles, se jactaba de ser intocable.

Sin embargo, las cosas cambiaron para él con la llegada de la ministra Plaza, que en mayo del año pasado lo sometió a proceso como autor de uno de los casos más emblemáticos de desapariciones forzadas de la dictadura, en el cual fueron secuestrados los militantes del MAPU Juan Maino Canales, Elizabeth Rekas (embarazada de cuatro meses al momento de su desaparición) y su esposo Antonio Elizondo, todos los cuales fueron plagiados en Santiago en mayo de 1976, por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).

La investigación original culminó con una condena en contra de toda la cúpula de la DINA y de dos jerarcas de la Colonia Dignidad, Gerhard Mücke, exguardaespaldas de Paul Schäfer, y Johan Van Den Berg, quienes sin embargo terminaron finalmente absueltos.

De acuerdo con lo indagado, después que los tres secuestrados fueran conducidos a Villa Grimaldi, fueron trasladados desde allí rumbo al predio de Parral, donde desaparecieron junto a dos automóviles que les fueron robados al momento de ser detenidos.

La existencia de varias fosas en las cuales se escondieron los autos robados a los detenidos desaparecidos era conocida ya hace más de 20 años, luego de que la periodista Mónica González lo diera a conocer en la revista Análisis. Tras múltiples diligencias al interior del predio, se encontró evidencia física de ello, al recuperarse los motores de dos automóviles enterrados.

Antes de su fuga a Alemania, donde permanece hasta hoy, el médico Hartmut Hopp reconoció saber de la existencia de los autos, uno de los cuales era el que él ocupaba.

Su medio hermano, Ulrich Schmidtke Miottel, declaró en 2005 que 25 o 30 años antes el líder de la secta, Paul Schäfer, lo llamó a él, a Willi Malessa, a Artur Gerlach y al parecer a Johan Van Den Berg, diciéndoles a que “el gobierno militar les había dado una tarea”, que consistía en reparar y pintar varios vehículos, para luego venderlos y con el producto de ello obtener dinero para comprar nuevos equipos de filmación.

Sin embargo, algunos años más tarde, Malessa le dijo que era necesario desarmar todos esos vehículos y enterrarlos.

El desarme, explicó Schmidtke, “consistía en sacar motores, ejes y piezas más grandes. Una vez desmontados los vehículos subíamos las partes, cabinas, a un camión Magirus Deutz, y es muy probable que los motores hubiesen quedado separados, para un posterior entierro en otro lugar. Estos vehículos fueron enterrados en una parte del valle al interior de Colonia (donde la policía encontró parte de estos). Para estos efectos Willi elegía los lugares y procedía a realizar un hoyo con una máquina retroexcavadora marca Caterpillar, con oruga”.

Según detalló, lanzaron un Austin Mini a uno de los hoyos hechos por la máquina y tras rociarlo con bencina le prendieron fuego, que lo consumió por completo, dado que el auto era de fibra de vidrio. En el caso de los demás automóviles, Malessa los aplastó con la pala. Los motores, en tanto, fueron sepultados en otros lugares, usando para ello una retroexcavadora más pequeña.

Con esos y otros antecedentes, incluyendo varios peritajes a las piezas de vehículos halladas enterradas en el predio, se dictó el auto de procesamiento contra Malessa.

Una de esas diligencias se realizó poco antes de la muerte de Gerhard Mücke, quien falleció en septiembre de 2022 en la cárcel de Cauquenes. Allí se constituyó la ministra en visita, junto a su equipo, e interrogó al exhombre de seguridad del enclave. Este, exangüe, reconoció que habían inhumado los cadáveres de varios detenidos desaparecidos en varias fosas comunes ubicadas en el camino a Chenco (siempre dentro de la colonia), donde por años se han efectuado excavaciones, en el marco de un proceso por inhumaciones y exhumaciones ilegales.

Lo último obedece a que, por los testimonios de los mismos colonos, se sabe que los cuerpos enterrados allí en 1973 fueron removidos cinco años más tarde, quemados, triturados y lanzados al río Perquilauquén, en el marco de la operación “Retiro de televisores”, que buscaba eliminar evidencias relativas a las personas asesinadas después del golpe de Estado.

Con los nuevos datos aportados por Mücke, coincidentes con otros antecedentes derivados de la investigación contra Malessa, la policía civil trabaja hoy en el sector, un lugar que –como dice Margarita Romero, presidenta de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad– coincide con lo señalado por varios campesinos que vivían en el lugar y que trabajaban para el enclave, que “manifiestan que en el camino a Chenco, que era el lugar donde ellos habitaban, habían ya excavado fosas para el mismo 11 de septiembre, las que estaba ubicadas a ambos costados del camino y les causaron mucho miedo, pues pensaron que eran para ellos”. A ese respecto, recuerda que muchos de esos campesinos “fueron terriblemente reprimidos, maltratados y muchos de ellos torturados, antes de ser expulsados de sus tierras por parte de la colonia”.

El búnker

Además de las causas relativas a Malessa y a las inhumaciones ilegales, la ministra Plaza sustancia también un cuaderno administrativo relativo a Colonia Dignidad, que se inserta en el Plan Nacional de Búsqueda.

La semana antepasada la magistrada, junto a oficiales y peritos de la PDI, se constituyó en un predio que hasta hace poco perteneció a la Colonia Dignidad, ubicado muy cerca del acceso principal a la misma, efectuando un primer reconocimiento de un búnker del cual no se tenía conocimiento hasta ahora, pese a que debe tener cerca de 50 años de existencia.

Al respecto, Romero explicó a El Mostrador que hacia julio pasado les llegó información relativa a dicha construcción, y que “nuestra asociación fue a constatar su existencia, gracias a lo cual nos dimos cuenta de que era un espacio que no había sido explorado, que no había sido periciado, y que era importante que lo informáramos a la ministra que lleva la causa sobre Colonia Dignidad, quien acogió los antecedentes y no solo eso, sino que se constituyó en el lugar”.

Se trata de un búnker que se encuentra camuflado en medio de un bosque, que posee una puerta metálica muy pesada y que consta de al menos un pasillo de cerca de 20 metros de largo, uno de ancho, en promedio. Además, a pocos metros del inicio del búnker, cuyas paredes son de concreto, este se bifurca en diagonal, existiendo un brazo de unos cinco metros de largo.

Toda la construcción, que pasa bajo el camino principal, posee una importante cantidad de cableado, cajas de circuitos eléctricos y lo que parece ser un mecanismo hidráulico. Al respecto, Romero indica que tiende a pensar que “es una construcción que tiene que ver con los sistemas de vigilancia que implementó la colonia, especialmente en lo relativo a las cámaras y los sistemas de audio con que evitaban que ingresaran personas al lugar y, sobre todo, que huyeran los colonos. También hay un sistema hidráulico y es posible, por lo que he conversado con algunas personas, que este sirviera para levantar un puente o, bien, parte del camino, con el fin de bloquear el acceso a la colonia si lo estimaban necesario”.

Por ello, precisó la dirigente, “pensamos que se trata de un hallazgo muy importante y, además, tendemos a pensar que probablemente esté conectado con otros túneles, por lo cual es muy importante que la ministra siga adelante con las investigaciones y peritajes que ya ha ordenado”.

por Carlos Basso Prieto

Fuente :elmostrador.cl, 9 de Octubre 2024

Fue la persona encargada de exhumar los cuerpos de decenas de detenidos desaparecidos, por orden expresa de Paul Schäfer, en diversas fosas ubicadas en el enclave Alemán. Sus declaraciones a la justicia, a 50 años del golpe militar, son parte de las horrorosas memorias de la dictadura. A dos semanas de su detención por secuestro calificado, El Desconcierto tuvo acceso exclusivo a ellas.

Hablar de Willy Malessa es necesario. No porque haya sido detenido hace dos semanas por orden de la ministra Paola Plaza, acusado de ser cómplice de secuestro calificado de tres miembros del MAPU -Juan Maino, Elizabeth Rekas y Antonio Elizondo, detenidos por la DINA en 1976-, sino porque es uno de los personajes clave en la denominada operación “Retiro de Televisores”.

Volver a saber de Malessa es recordar que las órdenes siempre tienen ejecutantes y que las exhumaciones solicitadas por Augusto Pinochet, a través de criptogramas dirigidos a distintos regimientos del país, a fines de 1978, también se realizaron fuera de recintos castrenses, como en el predio de más 14 mil hectáreas de la Sociedad Benefactora Dignidad ubicado en Parral.

Más de cuatro décadas después, una indemnización del gobierno Alemán y un rol protagónico en una serie documental en Netflix, Malessa vuelve a encarnar lo que siempre ha sido: un testigo que simula cooperar. Un hombre cuyas señas han sido insuficientes para ubicar a los cerca de 100 detenidos desaparecidos que pasaron por el enclave Alemán.

-Lo de Malessa es una seudo colaboración- dice la abogada querellante Mariela Santana. Si bien es la primera vez que se somete a proceso, en base a información que estaba presente desde el año 2005, nunca ha entregado datos precisos sobre el lugar donde se realizaron las exhumaciones.

Hasta ahora se sabe que en Colonia Dignidad se cavaron al menos 10 fosas, que sólo una se ha periciado sin encontrar restos y que existiría otra que nunca ha sido removida, cuya existencia fue revelada por el mismo Malessa al ministro en visita Mario Carroza, en agosto de 2017, y que provocó en su momento la ira de Paul Schäfer.

Otros versiones -más punzantes- apuntan a que el miembro del staff de seguridad del líder alemán negoció “su impunidad a cambio de entregar información sobre sitios en que se ocultó evidencia o efectuar delaciones de terceros”. Tesis que sostiene Herman Schwember en su libro “Delirios e indignidad: El estéril mundo de Paul Schäfer”.

En cualquier caso la importancia que tiene Malessa es que no hay otro quien pueda llegar a esa última fosa perdida, acaso el único lugar de Chile donde habrían restos concretos de detenidos desaparecidos. Y lo es por una razón elemental: a él le encargaron desenterrar los cuerpos de detenidos desaparecidos con una pala mecánica.

El Desconcierto tuvo acceso en exclusiva a dos declaraciones judiciales del exguardaespaldas de Schäfer; donde se revelan detalles de la Operación Retiro de Televisores en Colonia Dignidad, planificada tras el hallazgo de 18 cadáveres de campesinos en Lonquén, en diciembre de 1978.

La orden del dictador no se prestaba para dobles lecturas: había que desenterrar a los muertos y arrojarlos al mar. Sin cuerpos, no habría evidencia. Malessa en el fondo fue el encargado de garantizar esa impunidad. El hombre de la retroexcavadora.

“Entre arbustos y moras”

La ministra Plaza ha ordenado una serie de diligencias en Colonia Dignidad: peritajes de geomagnetismo financiados por Alemania y un set de fotografías aéreas proporcionadas por la FACH. Ambas gestiones le permitieron identificar cinco áreas de interés que podrían ser objeto de nuevas diligencias.

Son probablemente los mismos lugares que visitó Malessa, guiado por Schäfer, y que tuvo que “limpiar” con otros dos colonos de la secta alemana: Karl Van den Berg Schuurmann y Gerhard Mucke Koschitzke.

En una declaración de Willy Malessa, ante el ministro Jorge Zepeda en el año 2005, relata que llegó a Chile el 26 de julio de 1961, proveniente de un hogar en Alemania que era una especie de sede de Colonia Dignidad en Europa. Acá cuenta que estudió para tornero mecánico y luego pasó a realizar faenas con maquinaria pesada, retroexcavadoras y bulldozers.

-En un principio trabajé en la limpieza del campo, para conseguir un lugar apto para levantar una construcción para que cuando llegara el resto de la gente (colonos) en barcos, tuvieran donde llegar- dice en la declaración.

A continuación, comenta que empezaron a llegar vehículos que no pertenecían a los colonos y que luego se enteró que eran de la DINA. También recuerda la visita de Pinochet en un helicóptero Puma, y en otras oportunidades de Manuel Contreras y el brigadier Pedro Espinoza.  Otro que visitaba el lugar, añade, era el hijo del “mamo” quien enseñaba artes marciales a los colonos.

Malessa asegura que Paul Schäfer, pederasta que también intentó abusar de él, les enseñó que era mejor “no saber nada, por lo que no se mencionaban los nombres verdaderos de quienes visitaban la colonia. Lo que Paul ordenaba, se cumplía, de lo contrario uno se exponía a un castigo incluso físico…En la colonia no se hacía nada sin el conocimiento de Schäfer”.

Sobre las faenas de exhumación, el ex colono cuenta que los restos encontrados los dejaban en un balde, primero, y luego los trasladaban en sacos a un camión. Sacos de color blanco donde los alemanes envasaban la urea. De ahí los llevaban a “un lugar escondido, entre arbustos y moras, para incinerarlos”.

Días más tarde, regresaban con rastrillos al lugar de cremación para identificar si habían quedado restos óseos. Los últimos fragmentos los arrojaban al río Perquilauquén, tal como comentó Malessa en el documental sobre Colonia Dignidad exhibido en Netflix. “Conforme lo que ví, podría decir que desenterré alrededor de 30 cuerpos humanos”, confesó.

En otra declaración del año 2017 entregada al ministro Mario Carroza, el tornero de origen alemán cuenta que una de las primeras tareas de “limpieza” la realizó cerca de la casa de un inquilino de apellido Constanzo y que Gerhard Mucke le indicó exactamente donde cavar.

A unos tres metros de profundidad, dice Malessa, “me percaté que en la pala de la máquina no salió únicamente tierra, observando claramente un cuerpo, del cual no se podían ver detalles…No recuerdo con exactitud cuántos cuerpos saqué de esa excavación, pero fueron varios”.

[caption id="attachment_334914" align="aligncenter" width="1280"]Carteles de detenidos desaparecidos en Colonia Dignidad[/caption]

El excolono asegura que realizó la misma operación en unos dos o tres sectores más, “donde al cavar salieron más cuerpos y restos”. Luego le ordenaron “preparar un terreno plano, donde dispusieron una especie de parrillas, lugar donde los sacos fueron descargados”.

“Intentaron quemar los sacos y su contenido, con madera y combustible espeso hecho de bencina, para prenderles fuego, desconociendo si finalmente eso les resultó, ya que según lo que ellos hablaban, les estaba siendo muy difícil lograr su objetivo”, complementó.

También recuerda el traslado de los últimos restos en un camión a la orilla del río y ver como la “tolva del vehículo descargó su carga”. “El hecho de ver los cuerpos en la pala, fue un impacto muy grande para mí, ya que nunca me imaginé que limpiar los predios, significaba sacar cadáveres enterrados”.

Willy Malessa lleva poco más de 15 días en prisión. Su defensa solicitó su excarcelación, pero el jueves de la semana pasada fue rechazada, negándosele la libertad provisional por considerarlo un peligro para la sociedad.  Hoy sigue recluido en la cárcel Colina 1.

por Claudio Pizarro

Fuente :eldesconcierto.cl, 22 de Mayo 2023

Otra Información

Esta muestra, inaugurada en el marco del Día Internacional del Detenido Desaparecido, expone por primera vez en Chile las fotografías de Maino y su mirada del Chile en los ’70 y los años inmediatamente posteriores al golpe de Estado.

Juan Bosco Maino Canales fue un joven militante del Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU); egresó de la Escuela de Ingeniería en la entonces Universidad Técnica del Estado y se desempeñó como fotógrafo profesional durante la Unidad Popular.

Durante los años ’70, Juan Maino registró con su cámara lo que ocurría en las calles, en escuelas rurales, comedores infantiles y asentamientos campesinos.

Con este oficio trabajó en el Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE), colaboró en el Comité de Cooperación de la Paz, antecedente de la Vicaría de la Solidaridad, y en la Asociación Cristiana Evangélica (AEC).

Maino fotografió con especial atención a las niñas y niños que habitaban pequeños pueblos y campamentos del país.

Durante la dictadura fue un actor clave en el funcionamiento clandestino del MAPU. Fue detenido el 26 de mayo de 1976, junto al matrimonio formado por Antonio Elizondo y Elizabeth Rekas, quien se encontraba embarazada de 4 meses.

Su rastro se perdió en la ex Colonia Dignidad, donde fue hallado el motor de su citroneta. Sus hermanas, familiares y amigos han mantenido durante estos 46 años, viva su memoria a través de diversas acciones y actividades que se realizan cada 26 de mayo.

En 2017, con décadas de retraso, los tribunales italianos condenaron a los involucrados en su desaparición a través del emblemático Proceso Cóndor.

En ese entonces se realizó una muestra de las fotografías de Juan Maino en Roma y Bologna (Italia). Hoy, por primera vez, estas imágenes serán exhibidas en Chile, en la Galería de la Memoria del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

La exposición es parte de un proyecto que busca difundir su legado artístico y su memoria y que contempla también la publicación de un libro a través de la editorial LOM.

“Rescatar y difundir aquellas fotografías no solo contribuye a dignificar a Juan, una de las víctimas de la dictadura, sino también a la infancia carenciada, que todavía hoy sigue invisibilizada”, señaló el equipo a cargo de la producción y curaduría de la muestra.

“La mirada de Juan” estará abierta al público hasta el 9 de octubre en la Galería de la Memoria del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos .

La historia de «la mirada de Juan»

A fines de agosto de 2014, la periodista Marcela Jiménez, encargada de comunicaciones del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (Cide), encontró en las bodegas del edificio cuatro maletas metálicas que se destacaban del resto de las cosas.

Cuando las abrió, se encontró con un enorme tesoro: eran 250 diapositivas ordenadas por tema, inéditas, del fotógrafo y militante Juan Maino.

En un principio, Jiménez no sabía a quién pertenecían estas imágenes que, según ella, «son muy bonitas».

Escaneó un par y comenzó a divulgarlas por la Cide para probar suerte. Fue el educador Juan Zuleta quien, con lágrimas en los ojos, luego de ver algunas imágenes, dijo: «Son de Juanito».

Las imágenes encontradas retrataban niños en diferentes situaciones y contextos. Algunos estudiando, otros jugando, todos ellos residentes de poblaciones .

A pesar de su condición de pobreza, los pequeños miraban a la cámara de Maino con un brillo de esperanza en los ojos, y dejando entrever una alegría discreta a través de sus sonrisas.

Aquellas fotos fueron tomadas entre 1973 y 1976 para el proyecto de educación popular «Padres e Hijos». 

CIDE un espacio de resistencia

Cide fue el emblema de las propuestas educativas jesuitas durante la reforma educativa del expresidente Frei Montalva (antecesor de Salvador Allende). Luego del golpe que derrotó al presidente socialista, en 1973, el Cide se convirtió en un reservorio intelectual de la izquierda y en un refugio para los militantes que eran perseguidos.

Allí se escondió el cura jesuita Gerardo Whelan, expulsado del Saint George’s, luego de implementar un proyecto de Allende que contemplaba la educación compartida entre niños de clases altas y de las poblaciones.

También se refugiaron numerosos miembros del Movimiento de Acción Popular Unitaria (Mapu), entre los que se encontraba Juan Maino.

La misión secreta de Maino era brindar seguridad a la cúpula del Mapu y servir de correo humano a Carlos Montes, el máximo dirigente en la clandestinidad.

Si alguien quería llegar a Montes, tenían que pasar por él. También imprimía y distribuía el microperiódico Venceremos, del tamaño de una estampilla grande, que los militantes leían a escondidas.

La familia de Juan nunca supo de su activismo político. Él militaba en el Mapu junto con su novia de aquel momento, Gloria Torres, una estudiante de Derecho de la Universidad de Chile.

En total, los Maino-Canales eran cinco hermanos. La menor de todos, Bernardita, cuenta que unos días antes de desaparecer, Juan le dejó una carta para su madre para el caso de que a él le pasara algo.

De ser así, alguien iba a llamar a la casa e iba a informar «Juan está enfermo». Finalmente, a los pocos días, alguien llamó.

En la carta, Maino pedía que retiraran de su departamento en Villa Portales los negativos y otras cosas, y citaba a Antoine de Saint-Exúpery:

“Ser hombre es, precisamente, ser responsable. Es conocer la vergüenza frente a una miseria que parece no depender de uno. Es estar orgulloso de la victoria que los camaradas han obtenido. Es sentir, poniendo uno su piedra, que se contribuye a construir el mundo”.

Por último, pedía que la carta fuese quemada. Contra su voluntad, Filma la prendió con un fósforo en plena vereda.

Desaparición y vestigios

Juan fue detenido la noche del 26 de mayo de 1976, en un departamento en Villa Los Presidentes, en Ñuñoa. Su automóvil, una citroneta blanca, desapareció con él.

«Alrededor de 1985 se nos acercó un excolaborador de Colonia Dignidad, que decía que ahí habían enterrado unos autos de detenidos desaparecidos», recuerda Margarita Maino, otra de las hermanas de Juan.

En un principio los jueces no les creyeron. Sin embargo, en 2003 la causa quedó en manos del ministro Jorge Zepeda, quien ordenó allanamientos en la colonia. En 2005 apareció el motor de la citroneta blanca de Juan.

El hallazgo del motor permitió condenar a Manuel Contreras y a otro miembro de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) como autores de la desaparición de Maino y a tres integrantes de Colonia Dignidad como cómplices.

Incluso permitió que en 2014 se sumara el caso de Maino al llamado Juicio al Plan Cóndor, que inició el gobierno de Italia contra militares y civiles de Bolivia, Argentina, Uruguay y Chile, por la desaparición de 33 italianos durante los régimenes dictatoriales en Latinoamérica.

Por ser de nacionalidad ítalo-chilena, el integrante del MIR, Omar Venturelli, el socialista Juan José Montiglio y Juan Maino son los tres desaparecidos de doble nacionalidad que figuran en la causa.

Fuente :impuremag.com, 26 de Agosto 2022

Otras fotos

mainocanalesjuan1.jpg
mainocanalesjuan1.jpg
usach.cl - homenaje - Santiago
usach.cl - homenaje - Santiago
villagrimaldi.cl Homenaje al MAPU
villagrimaldi.cl Homenaje al MAPU
Cementerio General Santiago
Cementerio General Santiago
Foto de los objetos de Juan, que quedaron en la casa cuando el fue secuestrado.
Foto de los objetos de Juan, que quedaron en la casa cuando el fue secuestrado.
coloniadignidad.cl
coloniadignidad.cl
museodelamemoria.cl
museodelamemoria.cl
lanacion.cl
lanacion.cl
vicariadelasolidaridad.cl
vicariadelasolidaridad.cl
impuremag.com
impuremag.com
usach.cl
usach.cl
Juan Maino Canales en la memoria
Juan Maino Canales en la memoria
Ultima Actualización : 23/06/2025