Iturriaga Marchese Pablo Heriberto

Rut:

Cargos: Comandante del Regimiento Tucapel

Grado : Coronel

Rama : Ejército

Organismos : Dirección Nacional de Inteligencia (DINA)


Justicia italiana iniciará fase procesal por desaparición de sacerdote en Chile

Fuente :Primera Línea Miércoles 20 de Marzo de 2002

Categoría : Prensa

Sobre la base de escritos de los querellantes, el fiscal italiano Giancarlo Capalbo maneja los nombres de las personas que -según testigos- estuvieron involucradas en la detención, secuestro, tortura y homicidio del sacerdote Omar Venturelli. Entre ellas figura Augusto Pinochet y Sergio Arellano Stark con la Caravana de la Muerte en su paso por Temuco.
Mientras en Chile los procesos que involucran al ex dictador Augusto Pinochet atraviesan un estado de letargo que se prevé se extenderá por mucho tiempo, en Italia la justicia está ad portas de iniciar la fase procesal y terminar con la etapa de investigación por la desaparición del sacerdote de esa nacionalidad Omar Venturelli, desaparecido en Temuco en octubre de 1973.

La causa cuenta con antecedentes concretos sobre la detención del prelado italiano, su paso por el regimiento de esa ciudad, la visita del obispo Bernardino Piñera y su muerte, el mismo día que arribó a la capital de la Novena Región la fatídica Caravana de la Muerte al mando del delegado oficial del jefe de la Junta de Gobierno, el general (r) Sergio Arellano Stark.

Desde 1998 el fiscal Giancarlo Capalbo indaga el caso de Venturelli, junto con la desaparición de Juan Bosco Maino Canales, Juan Montiglio Murúa y Jaime Patricio Donato Avendaño. Estos dos últimos figuran en el informe de las Fuerzas Armadas como lanzados al mar frente a las costas de San Antonio.

La justicia italiana –a diferencia de la chilena- fija una primera etapa de investigación que es conocida como 'denuncia penal' a cargo de un fiscal -en este caso Capalbo- quien, una vez recopilados todos los antecedentes, interpone una acusación formal que es conocida por la Corte de Asis, tribunal integrado por dos magistrados y seis personas más.

De cumplirse estos pasos se llega a la etapa de proceso donde se dictan los primeros autos de reo y más tarde las condenas de los involucrados. En el caso de Venturelli se estima que es inminente el inicio de la acusación formal, lo que garantiza que en los próximos años se podría condenar a los responsables del caso, pues la justicia italiana permite la sanción en ausencia de los culpables de crímenes de lesa humanidad.

Los antecendentes conocidos indican que el prelado y profesor de la Universidad Católica fue visto por última vez el 4 de octubre de 1973, el mismo día que la Caravana de la Muerte pasó por Temuco y dejó un triste saldo 18 víctimas fatales.

Primera Línea accedió al escrito que los querellantes presentaron ante el fiscal Giancarlo Capalbo, quien instruye la primera fase de investigación.

La presentación anexada al proceso 10205/98-R recrea los hechos comprobados hasta el momento sobre la detención de Venturelli y arroja luces sobre las personas presuntamente involucradas en el crimen. Se indica que el ex clérigo participaba en el grupo Cristianos por el Socialismo e inmediatamente después del Golpe de Estado fue convocado a presentarse al regimiento Tucapel en Temuco, a través del bando militar número 16.

En el proceso de detención, secuestro, tortura y homicidio se menciona al ex procurador militar de Temuco-Cautín, Oscar Alfonso Podlech Michaud; al coronel (r) Pablo Heriberto Iturriaga Marchese; al ex comandante de la base aérea local, Andrés Pacheco Cardenas; al mayor (r) del Ejército Luis Armando Jofre Soto; al capitán (r) y encargado de servicios de inteligencia Nelson Manuel Ubilla Toledo; el ex director de la cárcel de Temuco Máximo Vivanco; suboficial (r) Leonel Quilodrán Burgos; el gendarme Jorge Arias; teniente (r) y ex integrante de los servicios de inteligencia Manuel Vasquez Chahuan; coronel (r) Hernán Jerónimo Ramírez Ramírez; oficial (r) Armando Nelson Ariel Maldonado Barría; oficial (r) Jaime Guillermo García Covarrubias y el oficial (r) Raimundo Ignacio García Covarrubias.

Todos ellos, según indica el escrito de los querellantes, fueron identificados por sobrevivientes de la época y testigos vinculados al caso, sin embargo –repara el documento- el principal responsable del crimen es Augusto Pinochet, en su calidad de jefe de gobierno y comandante en jefe del Ejército.

Adicionalmente se indagan más detalles sobre la participación de Arellano Stark en la causa, pues hasta el momento sólo existe coincidencias en la fecha en que arribó a la zona y en que murió Venturelli.

La participación del obispo Piñera y la detención de Venturelli

El sacerdote se presentó voluntariamente en el retén de Carabineros Pastene, lugar desde el cual fue trasladado al regimiento. Es en este lugar donde se produjeron las sesiones de interrogatorios combinados con torturas que finalmente le costaron la muerte a manos de la Caravana de la Muerte.

En el recinto castrense Venturelli fue visto por Pablo Adolfo Berchenko Navarrete, profesor de la zona. Este último, de acuerdo a los datos recogidos durante la investigación en Italia, fue torturado e interrogado por un militar de apellido Soto y el oficial Luis Jofre.

Las declaraciones de testigos hablan que el sacerdote estuvo detenido en el regimiento entre el 16 y el 20 de septiembre de 1973, período en el cual fue visitado por el entonces obispo de Temuco, monseñor Bernardino Piñera, actual Arzobispo Emérito de La Serena, quien confirmó el precario estado de salud de la víctima.

Desde ese momento, el único antecedente que tuvo la familia de Venturelli fue que el 4 de octubre de 1973, por orden de la Fiscalía Ejército Cautín se decreta su libertad. Sin embargo, ese mismo día se produjeron varias muertes a cargo de la comitiva de Arellano, que retornaba a Santiago para iniciar días después su negro periplo por el norte del país.


Otro que muere en la mas completa impunidad…

Categoría : Otra Información

En el obituario publicado en el diario El Mercurio de hoy dia Miércoles 27 de diciembre de 2006, aparece la noticia del fallecimiento de Andrés Rigoberto Pacheco Cárdenas.
Andrés Pacheco Cárdenas (hermano del tristemente celebre Coronel de Carabineros Conrado Pacheco Cárdenas, comandante del Campo de Detenidos Políticos de Tres Alamos, quien acostumbraba a golpear a los prisioneros previo a enviarlos "al chucho"), fue Coronel de Aviación y Comandante de la Base Aérea de Maquehua, en Temuco, al momento del golpe de estado de 1973. Como tal, responsable de los desaparecidos, ejecutados, y torturados en ese recinto militar, en los días posteriores al golpe. Además, co responsable de la represión política en el área de Temuco y en la totalidad de la Provincia de Cautín, (entre ellos, las comunidades mapuches del área), como representante de la Junta Militar de Gobierno en la Provincia de Cautín, en compañía del Intendente designado, Coronel de Ejercito Hernán Ramírez Ramírez (ya fallecido); del Coronel de Ejercito y Comandante del Regimiento Tucapel Pablo Iturriaga Marchese (ya fallecido); y del Coronel de Carabineros José San Martín (ya fallecido). 
Andrés Pacheco Cárdenas ha muerto en libertad e impune (tal como los anteriores), como es la norma y la costumbre para la inmensa mayoría de los violadores de derechos humanos en Chile. Su unica molestia judicial fue haber sido objeto de una orden de arresto internacional, emitida por los Tribunales de Justicia de Francia, para responder sobre su responsabilidad en el desaparecimiento del sacerdote católico de nacionalidad francesa Etienne Pesle de Menil, detenido por efectivos de la Fuerza Aérea de Chile el 19 de septiembre de 1973 y llevado detenido a la Base Aérea de Maquehua, en Temuco, desde donde desapareció. Esa orden de arresto internacional, emitida por la Justicia de Francia, le significo a Andrés Pacheco no poder salir de Chile y viajar al exterior en los últimos cinco años de su vida…, y fue el único castigo que recibió por su accionar en Temuco y Cautín después del golpe de estado.

Enviado por Pedro Alejandro Matta


???????Detienen a ex fiscal militar en España

Fuente :lanacion.cl, 30 de Julio 2008

Categoría : Prensa

Funcionarios de Interpol España detuvieron al abogado chileno Alfonso Podlech Michaud, quien está acusado de participar en violaciones de los derechos humanos ocurridas en Temuco, tras el golpe militar de 1973.

Se trata de un hecho sólo comparable a la detención en Londres del dictador Augusto Pinochet, en 1998, y la del general (R) Joaquín Ramírez, ocurrida en Buenos Aires, en 2004.

La captura se produjo el domingo en virtud de una orden de búsqueda y notificación que se encontraba vigente en los sistemas de Interpol, emanada de la justicia italiana.

En ese país se encuentra abierto, desde 1998, un juicio en contra de quienes resulten responsables de la desaparición de Omar Venturelli Leonelli, de 31 años, un ex sacerdote que residía en la capital de la Novena Región.

El ex fiscal militar que organizó los consejos de guerra en Temuco fue detenido en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid, mientras esperaba conexión hacia República Checa.

El hecho fue confirmado a La Nación por fuentes policiales españolas quienes indicaron que al momento de chequear la identidad de Podlech, notificaron a Interpol Italia.

En pocos minutos, desde ese país se emitió una orden de captura inmediata con fines de extradición, pese a que la convención que creó la Unión Europea contempla la deportación inmediata sin trámites.

Desde 1998 el caso estuvo en manos del fiscal Giancarlo Capalbo, quien además indaga en el mismo caso la desaparición de Juan Bosco Maino Canales, Juan Montiglio Murúa y Jaime Patricio Donato Avendaño.

Alfonso Podlech viajó a Europa el 26 de julio y se encontraba junto a su esposa al momento de la captura.

Se trata de un profesional conocido en la Novena Región que incluso fue nombrado abogado integrante de la Corte de Apelaciones de Temuco e integrante del Tribunal Electoral Regional.

Según sus propias declaraciones, tras el golpe militar fue llamado al Regimiento Tucapel por el comandante de la unidad, Pablo Iturriaga Marchessi, para organizar los consejos de guerra. En ese marco, asesoró directamente al fiscal militar de la época Luis Cofré Soto.

A este tribunal ilegal se le atribuye haber ordenado la muerte de cuatro prisioneros a quienes se les aplicó la ley de fuga. Posteriormente, en 1974, asumió como fiscal titular, cargo que desempeñó hasta 1978.

Testigos que declararon en Chile, aseguran que Podlech vestía de uniforme al interior de la unidad militar, determinaba quiénes iban a consejos de guerra, además de determinar la libertad o detención de personas.

El abogado querellante en Chile, Hugo Gutiérrez, dijo que "sólo hay que expresar agradecimiento a la justicia italiana por lo que está haciendo respecto de este criminal. Demuestra que la jurisdicción universal ha traído la búsqueda de la justicia y una ruptura de la impunidad".

El panorama podría aún ser más sombrío para Podlech, debido a que también aparece mencionado como responsable de la desaparición de un ciudadano francés, Etienne Pesle, ocurrida en Temuco en octubre de 1973.

El caso está en etapa de juicio oral en París y los tribunales de ese país podrían solicitar que comparezca ante esa instancia.

Pesle es uno de los cuatro ciudadanos franco-chilenos por los cuales también se investigan violaciones de los derechos humanos, tanto en Chile como en Francia.


Podlech y su trato a detenidos y torturados después del Golpe

Fuente :elmostrador.cl, 31 de Julio 2008  

Categoría : Prensa

Llegó a la ex Penitenciaría de Temuco el 11 de septiembre del 73 vestido de militar para liberar a los militantes de Patria y Libertad, según el testimonio del jefe del penal. Un detenido y torturado en el regimiento Tucapel de la misma ciudad, recuerda que cuando no le gustaban las declaraciones, los enviaba con los agentes de inteligencia ‘’para que los trabajaran un poco más’’. Alfonso Podlech fue alumno en la Escuela Militar de Sergio Arellano Stark, quien dirigió la Caravana de la Muerte y que también pasó por la capital de la Araucanía, precisamente cuando el primero asesoraba a la justicia castrense.

Aunque el ministro de fuero Alejandro Solís no ha logrado comprobar la participación de Alfonso Podlech en algunos de los procesos de violaciones de derechos humanos que tramita, y por tanto no lo ha sometido a proceso, existen una serie de declaraciones en distintos expedientes, que revelan el carácter y la personalidad de este abogado que trabajó como fiscal militar en Temuco desde 1974.

Actualmente este abogado, ex integrante de la Corte de Apelaciones de la Novena Región, conocido en la plaza de los profesionales del derecho como un sujeto acucioso y un penalista nato, está detenido en el penal Soto del Real, ubicado de las afueras de Madrid, España, por su presunta vinculación en la desaparición del ex sacerdote chileno-italiano, miembro del grupo de cristianos por el socialismo, Omar Venturelli Leonelli.

La privación de libertad fue decretada por el juez español Baltasar Garzón, el mismo que logró mantener a Pinochet detenido en Inglaterra por casi 2 años. En Italia, en tanto, el caso lo lleva el fiscal Giancarlo Capaldo, que extendió la orden de captura en su contra.

Testimonios en procesos por desapariciones y torturas en Temuco, entregan un perfil detallado de la personalidad y el actuar del ex fiscal militar en los meses posteriores al golpe militar.

Podlech, en una de sus primeras declaraciones en un caso de derechos humanos, por la muerte de Jaime Eltit ocurrida en Temuco, señala que siendo oficial de reserva y ejerciendo su profesión de abogado, lo llamó el Comandante de la época del regimiento Tucapel, Pablo Iturriaga Marchesse, para que le ayudara al fiscal militar Luis Jofré, “especialmente en la organización de los Consejos de Guerra”.

Aseguró entonces que sólo asumió como fiscal militar en plenitud a partir del 2 de marzo de 1974. Es este punto el que no le ha permitido al juez Solís encausarlo o relacionarlo como autoridad superior a las muertes ocurridas en los meses posteriores al golpe del 73. “De esta manera, estos hechos no me incumben y tampoco tengo conocimiento de ellos”, declaró Podlech.

Alumno de Sergio Arellano Stark cuando estuvo en la Escuela Militar, quien después del Golpe encabezaría la tristemente célebre Caravana de la Muerte, comitiva militar encargada de acelerar los Consejos de Guerra, Podlech testimonió en 2004 nuevamente su inocencia.

Pero uno de los gendarmes de aquella época, Alfredo García, quien llegaría a ser director regional de la Araucanía en 1998, recuerda que el 11 de septiembre, Podlech llegó a la Penitenciaría de Temuco, vestido de militar a “sacar” a los detenidos que pertenecían al Frente Nacionalista Patria y Libertad. Podlech, en todo caso, lo niega tajantemente.

“En 1973 me encontraba cumpliendo funciones en la ex penitenciaría de Temuco, con el grado de teniente, como jefe interno de ese establecimiento. El día 10 de septiembre recuerdo que había unos 250 internos, entre los cuales había personas que pertenecían al MIR y otras a Patria y Libertad. El 11 cuando nos enteramos del Golpe, llegó Alfonso Podlech vestido de uniforme militar, quien nos ordenó dejar libres a estos últimos, ignorando motivos”, declaró García en 2001.

En 2002 Podlech se enfrentó en un careo con uno de los detenidos y torturados en el regimiento Tucapel, Víctor Maturana. Podlech negó tener conocimiento de los todos los hechos, pero Maturana volvió a la carga, vinculándolo con las muertes y desapariciones.

“Me resulta difícil de creer que el señor Podlech, que era el asesor jurídico de la Fiscalía Militar de ese entonces, no sepa de la presencia y destino de Jaime Eltit y de otros detenidos desaparecidos, por cuanto, en los hechos, él era el fiscal, dadas las características de Jofré Soto ya que no era abogado y además por su personalidad podía ser fácilmente sobrepasado, además del hecho indesmentible de que la fiscalía funcionaba en estrecha relación y colaboración con el servicio de inteligencia del regimiento Tucapel”, insistió.

En 1973 funcionaba en Temuco el Comando Adjunto Jurisdiccional Sistema Situación Interna (CCAJSI) donde se coordinaba la represión desde la gobernación, a cargo de Iturriaga Marchessi y el entonces intendente Hernán Ramírez Rurange. Este último sería posteriormente el edecán de Pinochet, y luego llegaría a jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), estando actualmente procesado por el secuestro del químico de la DINA Eugenio Berríos, ocurrido en 1991.

En otro testimonio el mismo Maturana asegura que “Podlech sabía que éramos torturados”. “Muchas veces cuando no quedaba conforme con nuestras declaraciones nos mandaba con el personal del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) porque nos tenían que trabajar un poco más”.

Kattie Jerson Villalobos, también testimonia sobre Podlech, argumentando que dirigió el primer consejo de guerra en 1974 en contra del MIR, donde se dictaron altas condenas. Otra detenida y torturada en aquella época, Natacha Carrión, residente en Bélgica, recuerda que estando privada de libertad, Podlech llevó a una comitiva de la Cruz Roja para determinar el estado de salud de los detenidos. Era 975. Carrión aprovechó la oportunidad de pedirle información sobre su marido -hoy desaparecido- comprometiéndose Podlech ante la comitiva de hacer una investigación interna y obtener datos de su paradero. Para ello le pidió que redactara una carta.

“Recuerdo que a los pocos días el fiscal Podlech me citó para decirme que mi marido nunca había sido detenido, que habría aprovechado la ocasión para irse del país con otra mujer”, relató. Esta respuesta fue muy utilizada por los servicios represivos de la época.

Podlech tuvo un hermano, quien falleció en mayo de este año, que en 1982, desde la presidencia de la Asamblea Nacional de los Gremios y siendo un declarado nacionalista, enfrentó al régimen militar por la mala política económica. “Hemos perdido toda fe en este gobierno, no podemos creerle más. Toda situación económica debe pasar por una apertura política”, declaró en una entrevista a la desaparecida revista Hoy en diciembre del 82. La ira de Pinochet no se hizo esperar. Carlos Podlech fue detenido y enviado al exilio.


Abogado del general de brigada en retiro Manuel Vásquez invoca su total inocencia

Fuente :biobiochile.cl, 15 de Agosto 2010

Categoría : Prensa

Carlos Portales, abogado defensor del general de brigada en retiro, Manuel Vásquez Chahuán, invoca total inocencia de su representado en los hechos investigados por el ministro especial en causas de violación a derechos humanos Fernando Carreño, caratulado como autor del asalto al polvorín del regimiento Tucapel de Temuco acontecido en noviembre de 1973.

Próximo a cumplir un mes privado de libertad se encuentra el general del ejército chileno, Manuel Vásquez Chauán, quien el 10 de noviembre de 1973, inmediatamente tras el golpe de Estado, habría sido parte del contingente uniformado involucrado en la muerte de siete militantes comunistas al interior de la Isla Cautín propiedad del regimiento Tucapel de Temuco.

Carlos Portales, abogado que alegó por el militar en la audiencia donde se negó la libertad al general retirado, cree firmemente en los dichos del militar respecto a su inocencia en los hechos ocurridos en el polígono del Tucapel.

Portales recordó que no tiene conocimiento del sumario por cuanto el proceso se realiza bajo el sistema procesal antiguo, pero que él cree con certeza lo que su cliente le señaló, esto es, que él no participó de la muerte de los siete comunistas.

También son indagados por el caso polvorín los ex oficiales de ejército, Jaime García Covarrubias, además del comandante del regimiento Tucapel el año 1973, Pablo Iturriaga Marchese.


Chile: Recuerdos de la ‘guerra’ antecedente de la intervención represiva en la zona del complejo (Extracto)

Fuente :unidadmpt.wordpress.com, 5 de Abril 2017

Categoría : Prensa

El operativo militar realizado en la zona se inició el 12 de septiembre. Sin embargo, sólo a partir del 16 de septiembre la prensa local da cuenta de ellos.

Como sabemos, en la Provincia de Valdivia, luego del Golpe de Estado, la máxima autoridad administrativa y militar era el General Brigadier Héctor Bravo Muñoz. Este era el Comandante de la Cuarta División de Ejército y su jurisdicción se extendía desde la Provincia de Malleco a Llanquihue. Su base estaba en la ciudad de Valdivia.

El Jefe de Estado Mayor de la cuarta división era el Coronel Carlos Paulsen Baeza.

En los operativos militares de la zona sur participaron activamente las unidades de Valdivia, con apoyo de unidades de Temuco, Osorno y Puerto Montt. También participaron Comandos Especiales venidos desde Santiago.

El mayor despliegue militar en la provincia se realizó en la zona cordillerana pre cordillerana. y estaba dirigido principalmente a los habitantes de los fundos que conformaban el Complejo.

Las unidades que estaban bajo la IV División del Ejército eran:

«el Regimiento de Infantería Motorizado No. 8 Tucapel, al mando del Teniente Coronel Pablo Iturriaga Márchese con asiento en Temuco: el Regimiento de Infantería de llanura No. 12 Sangra, a cargo del Coronel Rubén Rojas Román, con asiento en Puerto Montt; el Regimiento de Infantería de Montaña No. 10 La Concepción, al mando del Coronel Hernán Ramírez Ramírez, con base en Lautaro: el Regimiento de Caballería No. 3 Húsares, al mando del Teniente Coronel Alejandro Morel Donoso con sede en Angol: el Regimiento de Artillería No. 4 Miradores, al mando del Coronel Elio Bacigalupo Soracco, con base en Traiguén; el Regimiento de Artillería Motorizada Maturana, al mando del Coronel. Héctor González, con guarnición en Valdivia: el Regimiento de Telecomunicaciones No. 4 Membrillar, al mando del Teniente Coronel Patricio Bravo Pantoja, con asiento en Valdivia: el Regimiento de Ingeniería Motorizado No. 4 Arauco, comandado por el Teniente Coronel Lizardo Abarca Maggi, con base en Osorno; y el Batallón Logístico No. 4, dirigido por el Teniente Coronel Luis Vega Fonseca, con asiento en Victoria».

«El encargado del trabajo de inteligencia destinado a recopilar antecedentes sobre los obreros madereros y campesinos del Complejo (…) ., era el jefe del departamento de inteligencia de la división, el Coronel Haroldo Buslos Maureira» (La Época 30.06.90)

El mismo diario informa que:

«Al sector sur del Complejo, (se refiere a las zonas de Futrono. Llifén, Arquilhue, Curriñe y Chabranco), se dirigió el contingente de Caballería Nº 2 ‘Cazadores’. El Comandante era el Teniente Coronel Santiago Sinclair Oyane del y el Segundo Comandante era el Mayor José Feliú Mandinagoitia».

«Al sector norte del Complejo se dirigió contingente del Regimiento de Artillería Motorizada ‘Maturana’ Su Comandante en la época era el Coronel Héctor Gonzalez. En este sector se encontraba el poblado de Neltume y Liquiñe».

El Regimiento de Telecomunicaciones No 4 ‘Membrillar’ también operó principalmente en ese sector. El Comandante de éste era el Teniente Coronel Patricio Bravo Pantoja».

En el diario El Mercurio del 27 de junio de 1990, el actual senador designado Santiago Sinclar señala que:

«la mayoría de las unidades que integraban la IV División del Ejército tuvieron intensa actuación en el ámbito que cubre la jurisdicción, patrullajes, controles, etc. Ahí intervinieron muchas unidades, porque ese es un sector sumamente amplio, extenso, muy difícil, densamente cubierto con todo tipo de vegetación».

Por su parte, el jefe de las fuerzas de Carabineros en la zona era el General Eduardo Gordon, primo hermano del militar que fuera después Director de la Central Nacional de Informaciones- CNI. Bajo su mando estaban las comisarías, tenencias, retenes y otras unidades policiales, incluso las ubicadas en la zona precordillerana de Futrono.

Simultáneamente con informar el desarrollo de los operativos, la prensa local y nacional justificaba la represión.

Así, El Correo de Valdivia del 16 de septiembre de 1973 informa:

«Uno de los operativos más delicados están cumpliendo efectivos de la Fuerza aérea de Chile y Carabineros en la precordillera y cordillera tanto en las cercanías como en el propio Complejo Maderero de Panguipulli, el cual como es de conocimiento público se convirtió en un foco de adiestramiento guerrillero y en un arsenal de elementos extremistas (…). A la acción de las tropas militares se suma la de helicópteros fuertemente artillados (…). Es preciso tener presente que los guerrilleros no solamente cuentan con armamento poderoso sino además con vehículos motorizados de diverso tipo tales como jeeps, tractores, camiones, camionetas, etc (…)».

El Mercurio, en su edición del 29 de septiembre precisa:

«Unidades especializadas del Ejército que llegaron desde la Capital, están actuando en el Complejo de Panguipulli con miras a terminar la resistencia que han opuesto mas de 200 extremistas de las 3600 personas que se encuentran en dicho lugar (…) Las unidades militares han efectuado nuevas detenciones y están cumpliendo rastreos por el lugar y siguiendo a los integrantes del foco que ha resistido y que ha huido aprovechando la topografía del lugar cordillerano».

Al final del artículo. El Mercurio agrega:

«El comandante ‘Pepe’ y sus secuaces se entregaron casi sin ofrecer resistencia, lo que se ha considerado como una franca derrota de quienes conducían al Complejo Maderero de Panguipulli. Es posible que los que huyan hayan ocultado o lleven buena parte del arsenal de armas».

El semanario Ercilla del 26 de septiembre al 2 de octubre de 1973, dedica un extenso artículo al desmantelamienlo de focos guerrilleros en la zona sur (actuales novena y décima región). Destacan las opiniones vertidas por el Comandante de la División de Caballería de Valdivia, General Héctor Bravo Muñoz y el jefe de la zona de Llanquihue y Chiloé, Coronel de la FACH Sergio Leigh Guzmán, hermano de Gustavo Leigh, Comandante en Jefe de la Fach y miembro de la Junta Militar.

Entrevistando a antiguos militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria y revisando sus documentos oficiales de esa época: especialmente los referidos a su política campesina y más específicamente a su política para el sector forestal, se puede deducir que en ese período este partido no tenía entre sus objetivos principales el de constituir un foco guerrillero. Su trabajo estaba dedicado a realizar un avance en la organización social; construyendo una alianza obrero-campesina que les permitiera resolver el problema social y alcanzar una participación mayoritaria en la administración del poder.

Eso explica tal vez que el General Héctor Bravo Muñoz haya declarado a la revista Ercilla Nº 1.991 de 1973 que:

«Entre los casos esporádicos de resistencia que pernos encontrado está el del Complejo Maderero. La acción más importante se registró el día 14, cuando un grupo de ochenta guerrilleros armados atacó El Retén de Neltume, ataque que fue rechazado sin registrarse bajas, por los doce carabineros que defendieron el lugar. De inmediato llegó apoyo militar, logrando capturarse algunos prisioneros, quienes nos confirmaron la presencia de extranjeros en el grupo de extremistas (…) En el Complejo había alrededor de 3000 hombres, todos bajo fuerte influencia extremista. Tenemos dispuestas acciones de limpieza en la zona, con operativos terrestres con apoyo de helicópteros y aviones (…)».

El Coronel Sergio Leigh, por su parte, manifestaba al mismo semanario Ercilla. su extrañeza por la ninguna resistencia extremista en la zona sur del país.

«Puede ser por temor -dice-, pero también sabemos que muchos pobladores vivían aterrorizados por los marxistas: eran de la U.P. sólo por miedo (…) no puede ser verdad tanta belleza, tanta calma nos preocupa. Pero puede haber una explicación: la batalla principal se dio en Santiago y quien ganara allá iba a controlar el país, hasta en estas cosas influye el centralismo: puede que hayan comprendido que no hay justificación alguna para combatirnos».

Una versión similar dio Federico Willoghby -secretario de prensa de la Junta de Gobierno- a periodistas extranjeros y nacionales. El Mercurio del 21 de septiembre reprodujo así sus declaraciones:

«El comandante Pepe fue detenido junto a otros 16 extremistas y su esposa Yolanda Avila Vásquez, sin oponer mayor resistencia (…)»

En 1990 y en relación con el proceso en torno a las fosas clandestinas de Chihuío, don Héctor Bravo Muñoz, General del Ejército actualmente en retiro declaró:

«durante mi desempeño como Comandante en Jefe de la IV División de Ejército. en el período comprendido entre diciembre de 1972 y enero de 1974, me correspondió actuar en el pronunciamiento militar del 11 de septiembre de 1973, circunstancia en la cual desempeñé los cargos de Jefe de Zona en Estado de Sitio de la Provincia de Valdivia, Intendente y Gobernador del Departamento. En atención a mi calidad de Comandante en Jefe de la División, me correspondió asimismo actuar corno Juez Militar».

Enseguida hace una relación de las actuaciones efectuadas por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, en especial su ataque al cuartel de carabineros de Neltume, ubicado dentro del Complejo Maderero Panguipulli, los arsenales encontrados en Nehueltué. Textualmente dice:

«las escuelas de guerrillas: y la personalidad de líder de José Liendo conocido con el alias de ‘Comandante Pepe’, crearon un cuadro que obligó a reuniones con jefes de carabineros, que determinaron la necesidad de iniciar la búsqueda de personas y armas involucradas en este hecho dentro del complejo de Panguipulli. Esa operación fue planificada para hacerse desde Valdivia, con personal y medios de la propia Guarnición militar y con la colaboración de la base Maquehua de la Fuerza Aérea ubicada en Temuco y que facilitaría helicópteros. Igualmente colaboraron en estas operaciones hacia el complejo, tropas de la Guarnición Militar de Temuco, que se encontraban al mando del hoy fallecido Coronel Pablo Iturriaga Marchesse (…) El primer operativo con resultado fue, el que con fecha 19 de septiembre, logro aprehender en algún lugar del Complejo y luego de siete días de búsqueda, a José Liendo o Comandante Pepe’ y a varios de sus seguidores. Los detenidos fueron trasladados a Valdivia, sometidos a proceso y luego a Consejo de Guerra, de acuerdo a las normas vigentes en ese momento».