Guerrero Becerra Ricardo Del Carmen

Rut:

Cargos: Agente DINA – CNI

Grado :

Rama :

Organismos : Dirección Nacional de Inteligencia (DINA)


Susana Bugueño: "Vi en la tele a mi torturador" extracto

Fuente :Plan B, 2 diciembre 2004

Categoría : Prensa

"El hombre de la tele me torturó”      Susana Burgueño tiene un temple firme, acerado por la adversidad, pero el otro día, cuando miraba en Televisión Nacional el especial sobre el Informe Valech, comenzó a temblar y a llorar sin control. El hombre que aparecía en las pantallas de televisión admitiendo su acción por la CNI y pidiendo perdón fue su torturador, cuando ella esperaba, en el segundo mes, a su primer y único hijo.

Susana no ha olvidado el rostro de ese hombre identificado como Ricardo Guerrero Becerra , ni la cicatriz que tiene sobre el labio, porque fue lo primero que vio el 8 de mayo de 1986, cuando un centenar de carabineros, detectives y agentes de la CNI rodearon su casa y su barrio, y la esperaron en calles y techos para arrestarla.
“Yo era miembro del Frente Patriótico y ellos consideraban que yo era una importante jefa de un grupo de compañeros que había caído en Maipú”, cuenta.

El agente Guerrero sacó a Susana del vehículo en que llegaba a la casa con su madre, y la arrastró de los cabellos hasta su casa, ubicada en un segundo piso en le barrio Balmaceda, en Santiago. “De entrada, me encuentro con mi sobrino de 8 años sangrando por las narices. Mi abuela, de más de 80, estaba bañada en sangre. La casa estaba toda destruida y patas pa’ arriba. En mi dormitorio, habían apilado un cerro de armas y explosivos. Me golpearon delante de mi mami, pasaban bala y me apuntaban diciendo que me iban a matar. Antes de llegar a la escalera me hicieron una zancadilla y rodé 15 escalones hasta el suelo. Llegué abajo inconsciente”.

Susana fue vendada y trasladada en un auto negro al cuartel de la CNI en Borgoño, en le barrio Independencia. En el trayecto, ella gritaba que estaba embarazada, “pero no me pescaron. ¿Y qué nos importa a nosotros?, me decían, mientras me pateaban y me apretaban los pezones. Justo yo acababa de darle la noticia a mi mamá. Ella estaba feliz porque iba a ser abuela”.