Fernández Hernández Adrián José

Rut: 4.275.671-7

Cargos:

Grado : Coronel

Rama : Carabineros

Año Fallecimiento : 2023


Juez exclusivo procesa a cinco carabineros en retiro por DD.DD.

Fuente :La Nacion.cl, 11 de Abril 2003

Categoría : Prensa

El juez con dedicación exclusiva para investigar causas de derechos humanos, Jaime Salas, decidió encausar a cinco carabineros en retiro como autores del secuestro calificado de César Avila Lara, ex director provincial de Educación de Osorno, y del ex gobernador de la Unión, Santiago Aguilar, desaparecidos en los días posteriores al golpe de Estado de 1973.

Los procesados son el coronel (r) y jefe de la Tercera Comisaría de Rahue, Adrián Fernández; el sargento segundo (r) Rolando Bécar Solís; el sargento primero Rafael Pérez Torres, el suboficial Mayor (r) Francisco Inostroza, y el sargento primero (r) Gustavo Muñoz.

Santiago Aguilar era gobernador del departamento de La Unión hasta el 11 de Septiembre de 1973. Militante del Partido Comunista, fue detenido el día 17 de ese mes, por efectivos de Carabineros pertenecientes a la Tercera Comisaría de Osorno. Testigos dijeron que fue derivado a la Cárcel de Valdivia. El 6 de octubre de ese año se pierde su rastro.

El profesor César Avila Lara, director provincial subrogante de enseñanza básica de Osorno, militante socialista, fue detenido frente a la Penitenciaría de dicha ciudad el 27 de septiembre de 1973, por una patrulla de Carabineros, de la unidad ya mencionada, de acuerdo a lo que consigna el sitio memoriaviva.com.

Según testimonios de testigos, Avila había sido trasladado hasta la tercera Comisaría de Rahue, desde donde desapareció. Su cuñada, Luisa Ponce, consignó además que un detective de apellido Lamilla la citó al edificio de Investigaciones en julio de 1978, donde le dijo que César "fue fusilado, pero que se había dado de baja al carabinero".

El juez Salas ordenó además que los suboficiales en retiro deben cumplir prisión preventiva en el grupo de formación policial Gil de Castro de Valdivia, mientras que el oficial (r) debe permanecer en la Primera Comisaría de Carabineros de la ciudad, informó radio Bío Bío.


Diez ex carabineros procesados por DDHH quedan en libertad 

Fuente :Tercera.cl, 30 de Octubre 2004

Categoría : Prensa

Diez ex carabineros procesados el lunes pasado por causas de Derechos Humanos quedaron hoy en libertad bajo fianza en la Décima Región.

El coronel en retiro Adrián Fernández y nueve suboficiales fueron procesados por delitos cometidos entre 1973 y 1974 en la provincia de Osorno.

El grupo de ex uniformados está siendo investigado hace más de un año por el secuestro calificado de Lucio Angulo, René Urbina, Jorge Altamirano, Joel Fierro, José Huenuman, Luis Aro, Arturo Banderas y José Panguinamún.

Además, se les acusa del homicidio calificado de Martín Nuñez y el homicidio calificado frustrado de la ex alcaldesa de Entre Lagos, Blanca Banderas.

En un comienzo la investigación fue llevada por uno de los magistrados de la Décima Región quien debió abandonar la causa para asumir labores en los tribunales de la Reforma Procesal Penal, el caso fue asumido por el juez Ramírez quien trabaja con un equipo multidisciplinario de investigaciones.


Procesan a carabineros por secuestro de agricultor

Fuente :elmostrador.cl, 22 de Marzo 2006

Categoría : Prensa

Oficial (R) Adrián Fernández Hernández y al suboficial (R) Rolando Becker Soliz fueron encausados como autores del secuesto calificado de Humberto Salas Salas.

El juez Joaquín Billard, que investiga violaciones a los derechos humanos, procesó en calidad de autores de secuestro calificado a dos ex funcionarios de Carabineros por su responsabilidad en la desaparición de una agricultor de la Región de Los Lagos.

El magistrado encausó al oficial (R) Adrián Fernández Hernández y al suboficial (R) Rolando Becker Soliz por el secuestro calificado de Humberto Salas Salas, quien era militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

La víctima compareció voluntariamente a la comisaría de Rahue, que estaba a cargo de Fernández Hernández, el 24 de septiembre de 1973, respondiendo a un bando dictado por las autoridades militares de la época.

Si bien su mujer, Blanca Mella, que también se presentó ante Carabineros fue dejada en libertad, Salas Salas quedó detenido y desde entonces se desconoce su paradero.


Juez condena a ex carabinero por desaparición de hermanos en Osorno

Fuente :12 de Enero 2007, El Mostrador

Categoría : Prensa

Adrián José Fernández Hernández fue sentenciado como cómplice en el secuestro de los hermanos Rodolfo Iván y Raúl Bladimir Leveque Carrasco.

El ministro de fuero Jorge Zepeda condenó este viernes a un capitán en retiro de Carabineros a tres años de prisión remitida, por su participación en el secuestro calificado de dos opositores a la dictadura militar en Osorno, perpetrado el 15 de septiembre de 1973.

El dictamen afectó al ex oficial Adrián José Fernández Hernández, quien fue imputado como cómplice de la desaparición de los hermanos Rodolfo Iván y Raúl Bladimir Leveque Carrasco, cometidos en la ciudad de la Región de Los Lagos.

Los hermanos Leveque Carrasco fueron arrestados en sus domicilios el 15 de septiembre por una patrulla de Carabineros de la Comisaría de Rahue, tras lo cual fueron llevados al recinto policial, donde fueron vistos con vida por última vez.

En su dictamen, el magistrado también rechazó la demanda civil presentada contra el Fisco, por estimar que no se pudo comprobar el parentesco de la recurrente Angélica Gallegos Toledo con los familiares de las víctimas, Pedro Rafael Leveque Carrasco y Tatiana Leveque Carrasco.


Suprema dicta nueva condena en causa de DDHH

Fuente :La Nacion, 8 de agosto de 2008

Categoría : Prensa

La Sala Penal de la Corte Suprema dictó la sentencia definitiva en la investigación por el secuestro calificado de los hermanos Rodolfo Iván y Raúl Bladimir Leveque Carrasco, ocurrido a partir del 15 de septiembre de 1973 en la ciudad de Osorno, Región de los Lagos.

En una resolución dividida  los ministros Nibaldo Segura, Jaime Rodríguez, Rubén Ballesteros, Hugo Dolmestch y Carlos Künsemüller condenaron al coronel (R) Adrián José Fernández Hernández a  cinco  años y un día de presidio como cómplice del delito de secuestro calificado.

Los magistrados Rodríguez, Dolmestch y Künsemüller  estuvieron por imponer la sanción al respaldar la sentencia de primera instancia dictada por el ministros Jorge Zepeda Arancibia, quien aplicó la legislación internacional en materia de derechos humanos al declarar los delitos como crimen de lesa humanidad.

Mientras que Segura y Ballesteros  apostaron por el principio de la prescripción de la acción penal  de los hechos.

Esta es la quinta sentencia que dicta la Corte Suprema en causas de derechos humanos durante el año 2008 y la 32 desde agosto del año 2005, cuando se determinó la primera sentencia en esta materia.


Corte Suprema dicta dos condenas en causas por violaciones a los DD.HH.

Fuente :elmostrador.cl, 12 de diciembre 2008

Categoría : Prensa

En sendos fallos de la Segunda Sala Penal se dictaron condenas en contra de tres personas que participaron en distintos casos de secuestros calificados ocurridos en las ciudades de Los Ángeles y Osorno.

La Corte Suprema dictó dos nuevas condenas en causas ligadas a investigaciones por violaciones a los derechos humanos ocurridas entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990.

En sendos fallos de la Segunda Sala Penal se dictaron condenas en contra de tres personas que participaron en distintos casos de secuestros calificados ocurridos en las ciudades de Los Ángeles y Osorno.

En el primer fallo se dictó sentencia por los secuestros de Nelson Almendras Almendras, José López López, Juan Briones Pérez y Victoriano Lagos Lagos, cometidos a partir del 17 de septiembre y 1 de octubre de 1973 en Los Ángeles y se determinó sancionar a Óscar Humberto Medina cuatro años de presidio concediendo el beneficio de la libertad vigilada.

La decisión se adoptó en fallo dividido, donde los ministros Jaime Rodríguez, Hugo Dolmestch y el abogado integrante Hernán Álvarez fueron partidarios de aplicar la sanción; mientras que los ministros Nibaldo Segura y Rubén Ballesteros fueron partidarios de la absolución acogiendo la prescripción de la acción penal.

En el segundo fallo se dictó condena por el secuestro de Humberto Salas Salas, ocurrido a partir del 24 de septiembre de 1973 en Osorno, determinando 5 y 4 años de presidio para Adrián Fernández y Rolando Becker Soliz, a quienes se les concedió el beneficio de la libertad vigilada.

Con estas sentencias se completan 14 fallos de la Corte Suprema en esta materia en el año 2008 y 42 desde el año 2005.

 


Recordaron y homenajearon a ejecutados en puente Pilmaiquén luego del golpe de estado de 1973

Fuente :diarioelranco.cl, 16 de Septiembre 2013

Categoría : Prensa

16 septiembre 2013. Degollados, amarrados con alambres de púas y ametrallados se encontraron algunos cuerpos de asesinados en el río Pilmaiquén, en 1973. Muchos son aún detenidos desaparecidos.

Una visita al monolito ubicado en la ribera sur del río Pilmaiquén realizaron integrantes de organizaciones sociales y políticas de la zona para rendir homenaje a los ejecutados en ese sector en los días posteriores al golpe de estado de 1973.

En el lugar se recuerda cada año a las decenas de campesinos, dirigentes y pobladores de Osorno, San Pablo, La Unión y Río Bueno que fueron torturados, estacados, degollados y amarrados con alambres de púa, además de otros que fueron fusilados por personal militar y de carabineros sobre el puente Pilmaiquén en 1973.

Mario Vásquez, militante del PC, fue una de las personas que llegaron hasta el monolito y señaló: “hoy estamos aquí para rendir un homenaje solidario a todo los compañer@s que cayeron muertos en la dictadura. Quien les habla fue detenido y torturado político en la dictadura. Estamos aquí recordando nuestros mártires, a nuestros héroes, los patriotas que entregaron su vida, defendiendo una causa justa del pueblo”.

José Pérez Alarcón, presidente del Partido Socialista de La Unión, también tuvo palabras de profundo sentimiento sobre estos hechos, señalando: “este es un día horrible para el Partido Socialista, para el Partido Comunista y para todos aquellos que soñaron con un país más igualitario y no con un país que representó la dictadura después del 73, un país torturador. Este representa mucho para nosotros, sobre todo mucho dolor. Los detenidos desaparecidos en este río Pilmaiquén también son simbólicos porque muchos creen que hubo detenidos desaparecidos solo en la zona central o en las grande ciudades, pero en los pueblos chicos y en las provincias chicas también hubo detenidos desaparecidos. Aquí todavía no sabemos cuántas personas fueron, no hay una cantidad”.

Mario Sánchez, candidato a Core por el partido Socialista, también se refirió a este homenaje en el río Pilmaiquén: “aquí, pocos días después del 11 de septiembre del 73, fueron asesinados varios compañeros. Especialmente se recuerda a la ex alcaldesa de Entre Lagos, que no murió con los disparos sino que sobrevivió después de ser lanzada al río, varios metros más abajo de este río. La gente joven no conoce mucho esta historia de los detenidos desaparecidos y asesinados en este puente, que después fueron lanzados al río. Pasan los años y venimos con otras personas más jóvenes a recordar esta fecha memorable y en especial a los que murieron aquí”.

Una de las personas que llegó hasta el lugar y conmovió con su relato fue Angélica Gallegos, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Osorno, quien luego de la desaparición y muerte de su marido quedó sola con un hijo de meses de vida: “soy esposa de un detenido desaparecido. Mi esposo Rodolfo Leveque Carrasco, el 15 de septiembre a las 10 de la mañana fue detenido en la casa de su madre en Osorno. Fue detenido por un capitán de carabineros de ese entonces, Adrián Fernández, hoy retirado como coronel y que vive en un fundo de Cascadas. Hoy cumplió una sentencia por la muerte de mi esposo, de 5 años y un día en Punta Peuco, y hace como medio año que salió en libertad. Venir hasta aquí significa mucho dolor y pena, como también recordar a los compañeros. En todo el periodo de búsqueda de los ejecutados aquí encontramos casos de muchos compañeros estacados, degollados y amarrados con alambre de púa río abajo en este mismo río. Después que se terminó el proceso de mi esposo, aquí ha terminado un primer proceso y puedo decir lo que realmente pasó: ellos fueron degollados vivos en el puente Pilmaiquén”.


Corte Suprema dicta fallo contra efectivos de Carabineros por delitos de lesa humanidad

Fuente :radio.uchile.cl, 21 de Marzo 2014

Categoría : Prensa

La resolución del máximo tribunal ratificó las condenas en contra de los responsables en esta serie de los ilícitos, que afectaron a 31 víctimas

La Corte Suprema dictó sentencia definitiva en la investigación por diversos delitos de secuestro calificado y torturas, perpetrados entre septiembre y octubre de 1973, en los sectores de Rahue, San Juan de la Costa, Puyehue, Río Negro, Puerto Octay, Río Bueno, Pilmaiquén y otros de la provincia de Osorno.

En fallo dividido los ministros de la Segunda Sala Milton Juica, Hugo Dolmtesch, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito y Lamberto Cisternas, ratificaron el fallo de la Corte de Apelaciones de Temuco que -el 29 de enero de 2013- dictó sentencia por la serie de delitos cometidos por personal de Carabineros de un retén ubicado en las afueras de la capital provincial.

La resolución del máximo tribunal ratificó las condenas en contra de los responsables en esta serie de los ilícitos, que afectaron a 31 víctimas:

-Adrián Fernández Hernández: 15 años de presidio. Sin beneficios.
-Rolando Becker Soliz: 12 años de presidio. Sin beneficios;
-Rafael Pérez Torres: 12 años de presidio. Sin beneficios;
-Gustavo Muñoz Albornoz: 10 años y un día de presidio Sin beneficios;
-Germán García: 8 años de presidio. Sin beneficios;
-Raúl Enrique Zapata: 8 años de presidio. Sin beneficios;
-Camilo Astete Cáceres: 7 años de presidio. Sin beneficios;
-Carlos Obando Rodríguez: 5 años de presidio. Se concedió beneficio de libertad vigilada;
-Nelson Rodríguez Guerrero: 4 años de presidio. Se concedió beneficio de libertad vigilada;
-Antonio Baros Muñoz: 4 años de presidio. Se concedió beneficio de libertad vigilada;
-Héctor Matus Martínez: 3 años y un día de presidio. Se concedió beneficio de libertad vigilada;
-Francisco Ovando Cárcamo: 3 años y un día de presidio. Se concedió beneficio de libertad vigilada;
-Guido Almonacid Almonacid: 3 años y un día de presidio. Se concedió beneficio de libertad vigilada;
-Mario Cabello Yáñez: 700 días de presidio. Se concedió beneficio de remisión condicional;
-René Bórquez Angulo: 700 días de presidio. Se concedió beneficio de remisión condicional;
-Orozimbo Sepúlveda Ignao: 700 días de presidio. Se concedió beneficio de remisión condicional;
-Renato Lezana Lezana: 600 días de presidio. Se concedió beneficio de remisión condicional;
-Amado Beck Hernández Rivas: 600 días de presidio. Se concedió beneficio de remisión condicional.
-Sergio Conejeros Ortega: 600 días de presidio. Se concedió beneficio de remisión condicional;
-Renato Padilla Etter: absuelto;
-Jorge Barrientos Camadro: absuelto;
-Armando Ángulo Fuchslocher: absuelto;
-Pablo Mansilla Bórquez: absuelto;
-Dagoberto Gajardo Cerón: absuelto, y
-Nelson Soto Rubilar: absuelto.

De acuerdo al fallo de la Corte Suprema, esta serie de delitos son crímenes de lesa humanidad, por lo tanto imprescriptibles e inamnistiables: “Que se denominan crímenes de lesa humanidad aquellos injustos que no sólo contravienen los bienes jurídicos comúnmente garantizados por las leyes penales, sino que al mismo tiempo suponen una negación de la personalidad moral del hombre, de suerte tal que para la configuración de este ilícito existe una íntima conexión entre los delitos de orden común y un valor agregado que se desprende de la inobservancia y menosprecio a la dignidad de la persona, porque la característica principal de esta figura es la forma cruel con que diversos hechos criminales son perpetrados, los que se contrarían de forma evidente y manifiesta con el más básico concepto de humanidad; destacándose también la presencia del ensañamiento con una especial clase de individuos, conjugando así un eminente elemento intencional, en tanto tendencia interior específica de la voluntad del agente.

En definitiva, constituyen un ultraje a la dignidad humana y representan una violación grave y manifiesta de los derechos y libertades proclamadas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, reafirmadas y desarrolladas en otros instrumentos internacionales pertinentes”, sostiene el fallo.

La resolución agrega: “Entre las características que distinguen este tipo de transgresiones se destacan la imprescriptibilidad, la imposibilidad de amnistiarlos y de consagrar excluyentes de responsabilidad que pretendan impedir la investigación y sanción de los responsables de tan graves violaciones a los derechos esenciales tales como la tortura, las ejecuciones sumarias, extra – legales o arbitrarias y las desapariciones forzadas, todas ellas prohibidas por el derecho internacional de los derechos humanos.

De este modo, teniendo en cuenta la naturaleza de los hechos que se investigan en la presente causa y tal como fueron presentados en el fallo que se revisa, así como el contexto en el que indudablemente deben inscribirse y la participación que miembros del Estado han tenido en ellos, no cabe duda alguna que deben ser subsumidos a la luz del derecho internacional humanitario dentro de la categoría de crímenes contra la humanidad y que se deben erradicar, pues merecen una reprobación tal de la conciencia universal al atentar contra los valores humanos fundamentales, que ninguna convención, pacto o norma positiva puede derogar, enervar o disimular”.

El fallo se adoptó con los votos en contra de los ministros Juica y Brito, quienes fueron partidarios de no aplicar el principio de la media prescripción en el caso de uno de los condenados.


El Clan de la Tercera Comisaria de Rahue

Fuente :urbesalvaje.wordpress.com, 7 de Octubre 2018

Categoría : Prensa

El origen del nombre de Osorno deriva del amor. En 1558 García Hurtado de Mendoza llega a estas tierras australes y funda la ciudad, nombrándola al igual que el poblado en España donde residía la mujer que amaba. Han pasado 460 años y la historia de Osorno ha tenido vaivenes, pasando del amor al odio con inusitada rapidez y hermetismo. Tal vez ésta sea la historia más oculta: la del clan de la Tercera Comisaría de Rahue.

Siempre llueve. En Osorno es normal que haya diluvios durante el invierno. También lo fue en 1973, por lo que el olor a leña húmeda invadía el subterráneo de la Tercera Comisaría de Rahue. En un rincón, sin la vida de antaño, aún yacían algunos palos cortados: la corteza inerte, algo de musgo, algo de polvo.??Todo parece transcurrir con más lentitud en el sur. Sin embargo, en Osorno, post golpe, con inusitada rapidez los bandos militares establecieron un nuevo orden para sus entonces 160 mil habitantes. Con ahínco se buscó aniquilar las direcciones políticas de comunistas, socialistas, del MIR y de todo aquello que pintara de «rojo»-lo que era bastante amplio-. La Tercera Comisaría de Rahue no quedó exenta de ello. El subterráneo del recinto policial iba a emplearse para otros menesteres. Eso era inusual. ¿Dónde iba a quedar la leña? El inmueble de un piso era relativamente pequeño, de unos 50 metros de ancho por 20 de largo, con dos calabozos, y afuera, junto a las caballerizas, la leña se iba a mojar. Pero el entonces capitán Adrián Fernández Hernández ya lo había decidido: el subterráneo iba a destinarse para otra cosa. No había nada más qué hablar, así que sus subalternos, los sargentos Eliseo Águila “El Cheo” o “Alma Negra” como lo apodaban, Rolando Becker Solís; Rafael Pérez Torres, el suboficial mayor Francisco Inostroza, y el sargento primero Gustavo Muñoz Albornoz guardaron silencio, llevaron la leña afuera y luego siguieron realizando pesquisas en el furgón 777, el «Siete machos», -que arreglaba y manejaba Becker- deteniendo a cuatreros, delincuentes de poca monta y cogoteros. Mas, ahora se agregaba una nueva tarea que iba a concentrar todos sus esfuerzos: extirpar el «cáncer marxista», como lo denominaba el general Augusto Pinochet en sus innumerables discursos. Estos carabineros, sin saberlo, comenzaron a ser miembros de un clan, unidos por lazos de ascendencia, y vinculados por un ancestro común: el capitán Fernández, una especie de padre; autoritario, pero aun así un patriarca para todos ellos.

Bajando las escalas al subterráneo funcionaba ocasionalmente la Comisión Civil de la Tercera Comisaría, y ahí, de un día para otro, se instaló el esqueleto de una cama y un roñoso sillón. También un extraño aparato eléctrico con dos cables. Gustavo del Carmen Muñoz Albornoz, El Lolly como la apodaban, era en la Tercera Comisaría la mano derecha dentro del círculo de confianza del capitán Adrián Fernández, denominados «Los duros». El término suena extraño pero marenga significa enfermero de los caballos en el lenguaje interno de Carabineros de Chile. Muñoz era un marenga, así que ese extraño aparato eléctrico le llamó la atención. ¿Para qué serviría?, se preguntó sin dar con la respuesta, recriminándose por ser un huaso duro de mollera. Nada ni nadie imaginaba los sucesos que vendrían a futuro.

Contracara 

A partir del 4 de septiembre de 1970 el socialista Guido Asenjo fue nombrado Intendente de Osorno y por sus labores necesitó -como el protocolo exigía- un oficial de enlace, una especie de edecán de confianza. Las reuniones en el gobierno se intensificaron y el edecán cumplía un rol primordial y protector ante cualquier atisbo de amenaza. Entre 1970 y 1973 el apoyo al gobierno de Allende había aumentado en un 74% y Osorno no era una excepción: por las calles circundantes a la Plaza de Armas marchaban camiones con campesinos mientras los agricultores chileno-alemanes miraban con recelo su paso desde Matta hacia el río Damas. Corría 1971 y los aires de cambio se respiraban por los cuatro puntos cardinales de la sureña ciudad.

Adrián Fernández era teniente de Carabineros -la rama que se suponía más leal a Allende- y estaba próximo a ascender a capitán. Alguien propuso su nombre para ser el edecán del intendente y todos dieron su visto bueno. El joven era amable, educado y parecía tener cercanía con el gobierno de la Unidad Popular. Fernández medía casi un metro noventa, jugaba básquet y ya no era tan delgado como en su adolescencia, sino más bien macizo. De tez blanca y ojos claros su mirada provocaba confianza. Estaba recién casado y tenía un futuro esplendor por delante. En el ejercicio de su nuevo cargo tuvo ocasión de conocer a todos los dirigentes políticos y administrativos de la Unidad Popular, tanto de los sindicatos, organizaciones de campesinos, pobladores, mujeres y de la juventud. Muchos confundieron su actitud con simpatía por la causa de pueblo unido, y su gran dosis de oportunismo con amistad. De hecho, en la Intendencia se comentaba que lo habrían ayudado de diversas formas, incluyendo avales para créditos bancarios. Incluso, por su amistad con algunos comunistas, se le atribuía una militancia secreta en dicho partido. Realmente no había nada de ello, pero Fernández se mostraba cercano. Muy cercano.?? El entonces militante de las Juventudes Comunistas, José Luis Mayorga conoció a Adrián Fernández antes del golpe. “Él pasaba por afuera de la sede del partido e incluso estuvo en un acto del PC, acompañando al Intendente Guido Asenjo. La política nuestra era ganar a sectores del ejército y las Fuerzas Armadas”, sostiene Mayorga, quien vivió de cerca la cadena de hechos que marcarían a todo un país.

Rodolfo Leveque

La amistad entre José Luis Mayorga y Rodolfo Leveque -quien era cuatro años mayor- se inició a mediados de los 60 en Rahue. Eran vecinos y entre los primeros malones y fiestas de adolescentes se hicieron inseparables. Las ideas del padre de Rodolfo, don Pedro, un maestro pintor comunista, se habían traspasado a los muchachos, quienes pese a ello mantuvieron un silencio como si aquello no fuera importante. Cuando José Luis ingresa a las JJ.CC el 68 se topa a Rodolfo como dirigente. En Rahue había muchos comunistas, la mayoría obreros. José Luis se interesó por el gran conocimiento que tenían los diversos militantes. Rodolfo, a su vez, es llamado a hacer su servicio militar, egresando a inicios del 70. Meses más tarde Rodolfo asume como secretario general de las JJ.CC. Ambos muchachos se destacan. José Luis Mayorga se encarga de la labor estudiantil. Todos los días el FER (Frente Estudiantes Revolucionarios) y el MIR salían a las calles para disputar peleas y luchas callejeras con Patria y Libertad. Los dos muchachos intuían que algo malo se iba a venir. Se hablaba de una guerra civil y ambos querían detener eso; mientras la derecha, con el Partido Nacional a la cabeza, la impulsaba.??“Lo importante y necesario era elevar la producción, concientizar a los trabajadores y pobladores, cumplir las 40 medidas del gobierno de Allende, quien estatizó empresas, nacionalizó el cobre e impulsó la ida de la juventud más desposeída a la universidad. Esos eran avances a nivel país”, señala Mayorga.

La sede del Partido Comunista en Osorno quedaba al final de Eleuterio Ramírez, la arteria principal, casi llegando al puente San Pedro en el límite con el entonces barrio de Rahue. Angélica Gallegos militaba en las Juventudes Comunistas. Tenía 18 años y en ese entonces pololeaba con Rodolfo Leveque, Secretario General de las JJ.CC. Tras varios años de noviazgo decidieron ir a vivir juntos, lo que en un partido disciplinado como el PC no era bien visto. La base era la familia.  Estaban enamorados así que se casaron el 6 de junio y ella, posteriormente, quedó embarazada.??Pese a que los militantes comunistas en Osorno eran más de dos mil, cuando Allende triunfó el 4 de septiembre, la dirigencia PC se preguntó cómo iban a cubrir con profesionales los diversos cargos políticos de las empresas estatales (Indap, Corvi, Cora, la industria del cuero, etcétera) con profesionales. El PC tenía pocos profesionales y hubo que recurrir a los socialistas. Por otro lado, la relación con la Democracia Cristiana y el Partido Nacional eran muy hostiles. La DC estaba ubicada en calle O´Higgins pasado Bilbao y muy cerca. en Cochranne, estaba el Partido Nacional. El boicot a Allende por la derecha, y la Reforma Agraria asi como la nacionalización de las empresas estatales, por parte de la UP, ya estaba en marcha en Osorno. Inesperadamente el MIR y el PCR (Partido Comunista Revolucionario liderado por David Benquis y Jorge Palacios) se tomaron terrenos donde había producción contraviniendo la orden original que era tomarse terrenos no productivos de los grandes terratenientes, buscando beneficiar a medianos y pequeños agricultores, minifundistas, medieros, empleados y afuerinos; así como extender el crédito agrario y asegurar mercado para la totalidad de los productos agropecuarios. ¿Qué estaba pasando? ¿Algunos iban a contracorriente o demasiado rápido???La palabra revolucionario era recurrente en el léxico de la izquierda más radical. Sus aliados eran el Frente de Estudiantes Revolucionarios y el Movimiento Campesino Revolucionario. Las primeras 40 medidas de Allende ya estaban en marcha. José Luis Mayorga recuerda que “los radicales y el MAPU siempre hacían lo que nosotros pedíamos; no así los socialistas, que al igual que los radicales eran pocos. En el PS el líder que destacaba era Carlos Bongcam. Curiosamente ellos, los PS, desviaron su trabajo, no fueron muy cercanos a la labor de Allende. Fueron años complicados. Nosotros los comunistas tratamos de unir a todas las fuerzas de izquierda para seguir cumpliendo con el trabajo de la UP, pero fue difícil pues el pueblo no estaba preparado. Nos apresuramos. Ahora tampoco. Todo ello no justifica un golpe de Estado brutal como el que ocurrió”, confidencia Mayorga.

«En Osorno siempre ha habido pobreza», señala Angélica Gallegos. «A orillas del río Damas había un campamento, en la población Bernardo O´Higgins también, en Rahue, en Ovejería, en Francke, por todos lados. En 1970 había esperanza de eliminarla. Por fin algunos pudieron ponerse zapatos. La gente tenía sueños. Pero el segundo año empezaron a faltar las cosas. Se formaron las JAP y yo estaba a las cinco de la mañana esperando el tren -a la altura del paso nivel del río Damas- para defenderlo de Patria y Libertad que quería quemarlo. El 9 de septiembre supimos que venía el golpe y la Segunda Dirección del partido asumió, ya que la Central pasó a la clandestinidad. Yo dije que el poder se debía tomar con las armas y me mandaron a control y cuadros amonestada. ´La lucha se va a dar de forma democrática´, me respondieron.

Osorno siempre ha sido una ciudad gris, incluso en el verano. Meses antes del golpe de estado de 1973, al igual que en la mayoría de las ciudades del sur -sólo azotadas por la gran sequía de 1968-, las nubes con sus motas de humo y vapor se habían dejado caer con rabia, cómo presintiendo lo que vendría, e incluyendo en los goterones a las comunas de San Juan de la Costa, Entre Lagos, Puerto Octay, y San Pablo. Al mal tiempo buena cara, pensaban los habitantes de esos pueblos; pero aun así la mayor parte vivía en la incertidumbre. Los ojos bien abiertos. Había que estar alerta.??A comienzos de 1973 los osorninos caminaban en círculos por la Plaza de Armas atentos a meterse en algún negocio que bajara las cortinas cuando las escaramuzas comenzaban entre partidarios y opositores de la UP, liderados por Patria y Libertad y un lumpen contratado por un par de billetes para machacar a los «rojos». El Partido Comunista buscaba afianzar lo obtenido mientras los socialistas deseaban ir mucho más lejos. El PC en Osorno no veía con buenos ojos la toma de terrenos agrícolas por parte del MIR. Los campesinos no estaban concientizados y el hecho era tomado como pretexto para las críticas de la derecha, quienes estaban decididos y ya habían juntado dinero para comprar armas en Argentina. Un conocido personaje fue contratado para esa misión y la llevó a cabo con una que otra dificultad. Solo pudo comprar el 70 por ciento del total y fue entonces que devolvió el dinero sobrante, que era una millonada, sin que nadie se le agradeciera jamás. Los terratenientes a futuro, ya en dictadura, tampoco lo ayudarían cuando se encontró en problemas económicos.

Carlos Bongcam

La casa del capitán Adrián Fernández quedaba en la calle Manuel Rodríguez al llegar a avenida René Soriano, una arteria al extremo de la ciudad en el lado sureste. El 18 de agosto de 1973 muy cerca de ahí Carlos Bongcam Wyss, Secretario Regional del Partido Socialista de Osorno, estaba nervioso y desilusionado. Bongcam en abril de 1965 había sido contratado como profesor de Administración en la Sede Osorno de la Universidad Chile, cargo que ejerció hasta septiembre de 1973, junto al de miembro del Consejo Normativo Superior de dicha Universidad, pero su participación política no lo había alejado de las aulas. Ahora los hechos no se presentaban como él los había imaginado. Bongcam, fallecido el 2007, en su libro Chile: Condenado a muerte narra lo que sucedió aquel día:??»El sábado 18 de agosto de 1973, por la tarde, asistí a la reunión del “Cordón Industrial Chuyaca” que se realizó en la Escuela Industrial. Intervine ante los trabajadores analizando la grave situación que vivía el país, Expliqué los peligros que nos amenazaban y como conclusión, exhorté a los presentes a estar preparados porque, según todos los indicios, importantes sectores dentro de las Fuerzas Armadas estaban tramando un “Golpe de Estado” en contra del Gobierno. Aquella fue mi última aparición en público en Osorno. Mientras hablaba tuve la sensación de que los obreros me escuchaban sin dar crédito a mis palabras, aferrados a los mitos de la “prescindencia política” de las Fuerzas Armadas, de su “respeto a la Constitución” y de su “obediencia al poder civil”, mitología que la propia Unidad Popular había contribuido a difundir durante los últimos los últimos años. Salí de la reunión bastante desanimado, al ver la actitud pasiva y la incredulidad de los compañeros. Sin automóvil y sin escolta, por primera vez me sentí cansado e impotente. Un profesor me llevó en su camioneta hasta el centro de la ciudad. Caminando llegué hasta la casa de unos amigos, donde permanecí hasta el martes siguiente».??Cinco días después ocurrió un hecho que marcaría su vida. Bongcam lo narra:??“Llegué a la casa de Darío faltando pocos minutos para la una de la tarde. Mi amigo, su mujer y su suegra terminaban de almorzar escuchando las noticias en la Radio “SAGO”, la Radioemisora de la reaccionaria Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno. La suegra de Darío me ofreció una taza de café y me la sirvió en el momento en que terminaban las noticias, inmediatamente después se oyó la característica musical que anunciaba los “flash” noticiosos. El locutor leyó: ´La Fiscalía Militar ha declarado reo a Carlos Bongcam Wyss, Secretario Regional del Partido Socialista de Osorno, quien debe presentarse de inmediato ante las autoridades Militares. Según la Fiscalía Militar, Bongcam estaría implicado en la creación y entrenamiento militar de organizaciones guerrilleras, en abierta infracción de la Ley de Control de Armas. La Fiscalía Militar ha dado orden de aprehensión en contra de Bongcam a todas las unidades policiales´”, finalizaba el locutor.

1973

El capitán Fernández vivía una nueva realidad y se jugaba el pellejo en ello: de haber sido edecán del Intendente de Osorno, Guido Asenjo, y haberle jurado lealtad al gobierno de Allende pasó a ser su peor enemigo. Y sus subalternos estaban inspirados: El sargento Rafael Pérez comenzó a ser el más sanguinario con el corvo y un devoto feligrés de la violencia extrema, al mismo tiempo que aprovechaba su cercanía con Fernández para quitarle anillos y relojes a los innumerables presos políticos -sus víctimas preferidas- de los cuales muy pocos salieron con vida hasta abril de 1974. El capitán Fernández desarrolló tan bien su “trabajo” durante ese mes de septiembre que permitió saltarse a Osorno a la Caravana de la Muerte del general Sergio Arellano Stark, que partió desde el aeródromo Tobalaba el 30 de septiembre de 1973 -a bordo de un helicóptero Puma del ejército-, con un recorrido mortal que incluyó las ciudades del centro y sur de Chile: Rancagua, Curicó, Talca, Linares, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Cauquenes, dejando a su paso 26 asesinatos hasta su regreso a Santiago el 6 de octubre.

Angélica Gallegos rememora la actitud del capitán Fernández antes del golpe: “Los Carabineros nunca mostraron una postura muy visible. En las luchas callejeras ellos miraban, cuando la cosa se ponía muy álgida tiraban gases. Solo eso. Adrián Fernández dijo que era irrestricto al gobierno de Allende. Que nunca iba a retroceder. Antes del golpe asume la Tercera Comisaría como premio. Todo estaba muy polarizado”, señala Angélica. “Conocí a Adrián Fernández en el casino de la Primera Comisaría, que fue el lugar donde llegó inicialmente. Yo era amiga de Machuca, que era el prefecto de Investigaciones, y también a través de Virginia, una compañera. Era joven, bueno para las bromas. Agradable en la parte social. Tomamos un café y comimos un pedazo de torta. Años más tarde estuve en un comparendo en el Primer Juzgado del Crimen con Adrián Fernández, cuando se comenzó a investigar allá por los 90. A todas las señoras que estaban ahí, familiares de los detenidos desaparecidos, les decía: «Perdóneme. Yo no sé nada. Discúlpeme…”. El actuario preguntaba: ¿Usted conoce a don Adrián Fernández? Les di una respuesta: Sí, lo conocí cuando era joven y buenmozo. Ahora está guatón y feo”.

José Luis Mayorga y Rodolfo Leveque antes del golpe se instalan en la casa de Jaime Soublette en una zona que queda frente a la población Eleuterio Ramírez. El 11 de septiembre son sorprendidos con las noticias que llegan desde Santiago. El golpe ha comenzado. José Luis Mayorga recuerda que se preguntaron “Qué íbamos a hacer sin tener nada. Era muy difícil. No poseíamos armas. Decidimos dedicarnos a observar los sectores de Ovejería y Rahue. A Rodolfo lo toman detenido, pero los de la Primera Comisaría. Lo sueltan. Y después, el 15 de septiembre, lo detienen los de la Tercera. A mí me toman los militares y me llevaron al regimiento Arauco y luego a Investigaciones. Los militares no me conocían pues no tenían, en ese entonces, una unidad de Inteligencia. No me identificaron, por suerte. No así Mario Fernández, dirigente de las JJ.CC, y mi amigo Rodolfo Leveque, quienes fueron detenidos por los de la Tercera, quienes los conocían, ya que los habían seguido. Los carabineros algunas veces no ocultaban su rostro, ni mucho menos, al torturar. En ese sentido fueron bastante desquiciados. El día antes, el 14 de septiembre, Rodolfo pasa a mi casa a buscar una chaqueta. Yo sabía cómo venía la mano porque el 13 de septiembre estaba en Rahue Alto cuando matan a Reinaldo Rosas, dirigente estudiantil socialista de 17 años. Lo mataron en la calle porque había toque de queda, no porque supieran de su cargo”, finaliza Mayorga.

“¿Han visto a Rodolfo?, les preguntaba a otros compañeros que estaban detenidos. Iba con mi niño en un coche que se le salían las ruedas y le ponía unos clavos”, señala Angelica Gallegos. “Ellos creían que estaba loca. Hacía un recorrido largo. En la Tercera Comisaría, cuando fui a buscar a mi esposo, me respondieron: ´ ¿Qué venís a hacer?, ¿quizás con quién andarías c…? ´ Yo les respondí: ´Mientras no fueras tú, paco rec ..´ Yo no me quedaba callada. Nunca. Cuando Rodolfo pasó a la clandestinidad, días después del golpe, había que apechugar así que le armé una muda de ropa: calzoncillos y calcetines y un dinero que habíamos ahorrado para nuestra casa en la Corvi. Yo me quedé con quinientos escudos. Ya habíamos quemado papeles importantes del partido porque los militares allanaron la sede. Otros los tiramos en una maleta en el entretecho de una casa”.

Los allanamientos empezaron el 15 de septiembre. Rodolfo Leveque es detenido en la casa de Ube, su madre.??El Servicio de Inteligencia de Carabineros juntamente con personal militar en alguna oportunidad fue a la Tercera Comisaría de Rahue. Orozimbo Moll Rosas, Cesar Majin Bastías, Gregorio Pérez Silva y Raúl Oyarzún Blanco eran los más importantes. Ellos sabían que, al capitán, le decían Chupete de fierro por lo desagradable. El apodo estaba bien puesto. Pero antes no era así. Había cambiado. Algo parecía hacerlo adoptar una actitud hostil y recia. Como si quisiera demostrar dureza, tal vez, enmendando pecados del pasado. Emparentado por intermedio de su mujer con los dueños de fundo, el otrora teniente Fernández vivió mucho tiempo en la cuerda floja y ahora debía demostrar toda su lealtad con la Junta militar que se había tomado el poder.

La guerra privada del capitán Fernández

El 15 de septiembre de 1973 el capitán de Carabineros Adrián Fernández comenzó su particular guerra.??Carlos Bongcam en su libro Consejo de Guerra relata que “Cuando Adrián Fernández ascendió a capitán, gracias a sus buenos contactos dentro del régimen allendista asumió el mando de la Tercera Comisaría de Rahue, en calidad de Comisario. Esta unidad policial tenía dentro de su área jurisdiccional toda la zona rural de la Provincia de Osorno, con la sola excepción del Departamento de Río Negro. “Producido el Alzamiento Militar, al Capitán Fernández se le produjo un dilema que sólo le duró tres días”, escribe Bongcam. “Cuando ya no tuvo ninguna duda de que el régimen de Salvador Allende había sido irremediablemente derrotado, al capitán le comenzaron a penar sus viejas amistades. Entonces, aprovechando la licencia para matar otorgada por los Generales que habían usurpado el poder, el capitán Fernández inició su «Guerra Privada», cuyo objetivo era demostrarles a los nuevos amos que él era un perro fiel, destruyendo de paso a los principales testigos de su amistad con aquellos que comenzaron a ser llamados extremistas. Los Carabineros de Rahue, debido a ese complejo que tienen los «representantes de la ley» de mostrarse serviles ante los oficiales y los civiles adinerados, secundaron con entusiasmo a su superior en la matanza de campesinos y dirigentes de la Unidad Popular, que se abatió sobre Osorno”, finaliza Bongcam en uno de los párrafos del libro.??»Todo se inició cuando una patrulla de carabineros de Rahue, con gran despliegue policial, detuvo a los hermanos Leveque. En un furgón los llevaron a dicho recinto policial, donde fueron ingresados sin registrarlos en el Libro de Partes, como lo exigía el reglamento”, escribe Bongcam en el texto que evidencia lo que pasó después del golpe de Estado. En su libro narra un dialogo decidor:??- ¿Qué vamos a hacer con estos extremistas, mi capitán? -inquirió el ayudante, a solas con Fernández.

-¡Hay que matarlos! -replicó el comisario, sin inmutarse.

– ¿Los vamos a matar aquí?

– ¡Cómo se le ocurre, teniente! -exclamó Fernández-. Hay que despacharlos en el campo y tirarlos donde nadie los encuentre.??- ¡A su orden, mi capitán! -exclamó el ayudante, saliendo de la habitación.

Al anochecer un grupo de Carabineros sacó subrepticiamente de la Comisaría a los hermanos Leveque. Como al comienzo no tenían claro dónde los iban a matar, el vehículo policial tomó rumbo hacia Bahía Mansa. Por el camino, uno de los verdugos propuso, como el lugar más apropiado, el puente colgante sobre el río Pilmaiquén.

-Los baleamos, los lanzamos al río, y listo -explicó el cabo Águila apodado Alma Negra.

– ¡Deténgase! -le ordenó al chofer-. ¡Vamos al río Pilmaiquén!

Al llegar el furgón se detuvo en la berma de la Carretera Panamericana. Bajaron a los hermanos, sin dejar de golpearlos y sobre el puente colgante los mataron a balazos.

-Si no les abrimos la guata, después de unos días los cadáveres saldrán a flote -explicó el sargento Muñoz, «El Loly», quién creía tener experiencia al respecto sacrificando caballos. ??Sin decir más, sacó un puñal y se lo enterró en el abdomen a uno de los cadáveres, abriéndolo en canal.??¡Así se hace! -exclamó.

El cabo Inostroza se apresuró a hacer lo mismo con el otro cuerpo. Luego lanzaron al río ambos cadáveres.??Cuando venían de regreso a Osorno, el cabo Canales, dijo:

-Debimos haberles cortado los dedos de las manos, para que no los puedan identificar si los encuentran.

-Buena idea -respondió «El Lolly».??-También les podríamos quemar las manos y el rostro con alquitrán hirviendo -propuso un Carabinero.??-Vamos a tener que organizar este trabajo -acotó, calculando que recién habían comenzado a extirpar el «cáncer marxista» en la Provincia de Osorno.

Angelica Gallegos seguía buscando a su esposo mientras El Clan daba rienda suelta a su perversión, sus coimas y sus borracheras. La mujer, todos los días, recorría los diversos centros de detención, el regimiento Arauco, el Hospital Base -que lo utilizó la Fiscalía Militar-, la fábrica de cecinas Felco, el Estadio Español y Cooprinsem e, incluso, a la Intendencia donde le decían que su esposo se había ido con otra mujer a la Argentina. “Al mes siguiente del Golpe el psiquiatra comunista Ricardo Honorato, detenido en Investigaciones, me dijo: ´…Que andas leseando. Tienes que comportarte como una luchadora… Nunca vas a encontrar a tu marido´.

Yo me puse a llorar y me fui a la cárcel pública donde otros compañeros que me dijeron: ´No te preocupes, chica. Nosotros vamos a conversar con Rodolfo en la noche´.

Yo me alegré, pero también luego pensaba el cómo iban a hablar con mi marido si ellos estaban presos”.??“Yo tengo dos versiones de la muerte de Rodolfo”, manifiesta Angélica Gallegos. “Una es que lo fusilaron en el Regimiento Arauco y que está enterrado en el patio, junto a un estero, de ese regimiento. Eso me lo dijo un militar que ya no está en Osorno. Y la otra es la del proceso judicial que lo degollaron, abrieron el cuerpo y lo tiraron desde el puente Pilmaiquén, y eso se hizo con todos los ejecutados, según el carabinero Becker, bajo delación compensada.

Los dirigentes sindicales de Puerto Octay?? ??El 16 de septiembre los Carabineros de la Tenencia de Puerto Octay apresaron a tres dirigentes sindicales campesinos. Dos fueron detenidos en sus domicilios, mientras el tercero, creyendo que «no tenía nada que temer», se presentó voluntariamente.?? ??Cuando el capitán Fernández se enteró de que los carabineros de Puerto Octay habían detenido a tres Dirigentes Sindicales del Distrito, pensó que liquidando a esos campesinos les iba a dar una gran satisfacción a los dueños de fundo, muchos de ellos parientes o amigos de la familia de su mujer. Tocó el timbre eléctrico que tenía sobre su escritorio y casi al instante entró a la carrera el ayudante.??-Llame al teniente de Puerto Octay y dígale que me mande de inmediato a los dirigentes sindicales.??- ¡A su orden, mi capitán! -le respondió haciendo sonar los tacos de sus botas.??A media tarde, los tres dirigentes sindicales llegaron a Rahue en la ambulancia del hospital de Puerto Octay. Sin inscribirlos, los dejaron incomunicados en un calabozo.??Cerca de la medianoche los sacaron al patio y en un furgón policial los llevaron hasta el puente colgante sobre el río Pilmaiquén. Allí los fusilaron. Una vez abiertos en canal, metieron los cadáveres en unos sacos y los lanzaron al río.?? ??La masacre en Entre Lagos?? ??“El lago Puyehue recoge el caudal del río Gol gol que penetra hasta las cumbres de la cordillera de los Andes que rodean el volcán Puyehue, a recoger la lluvia y el agua del deshielo de las nieves eternas. Miles de arroyuelos cordilleranos, que bajan zigzagueando entre las rocas, a veces invisibles bajo los peñascos o sobre los desnudos guijarros del fondo de las quebradas, llevan al lago el agua de las montañas”, escribe Bongcam, y explica que ”sobre la ribera del lago Puyehue, al sur del nacimiento del río Pilmaiquén, se extiende Entre Lagos, un antiguo villorrio maderero. En 1971, el Presidente Allende lo elevó al rango de comuna, designando a los Regidores de la Municipalidad y a Blanca Valderas, como la primera alcaldesa que hubo en la provincia de Osorno. También el retén de carabineros del poblado, a cargo de un sargento, fue elevado a la categoría de tenencia, aumentando su dotación de personal. Hacia el oeste, a diez kilómetros de Entre Lagos se encuentra el Salto del río Pilmaiquén y la Central Hidroeléctrica del mismo nombre. A la entrada del camino hacia la represa había un Retén de Carabineros cuya dotación se alimentaba de un odio mortal contra los campesinos. No contra los campesinos ricos y poderosos, sino contra los más pobres y desamparados. Después de la Sublevación de los Militares, un numeroso grupo de trabajadores del campo, cuidadosamente seleccionados por los dueños de la tierra, fueron asesinados por los carabineros en los terrenos de la central hidroeléctrica. El patíbulo de los carabineros estaba al oeste de la represa, más allá del edificio de las turbinas, allí donde el río, después de haber transformado su fuerza en electricidad, recuperaba sus aguas. El Escuadrón de la Muerte de los latifundistas de Entre Lagos, todos actuando con máscaras de vampiros, llevaban a sus víctimas al puente colgante sobre el río Pilmaiquén, al margen de la Carretera Panamericana, y allí los asesinaban”, señala Bongcam.?? ??La masacre en la Comuna de Entre Lagos comenzó la noche del 16 de septiembre. En la mañana de aquel día, un campesino «que no tenía nada que temer» se presentó voluntariamente a la Tenencia. Allí lo dejaron detenido junto a dos regidores comunistas que los carabineros habían aprehendido en sus respectivos domicilios. Bongcam narra en su libro el dialogo que se produjo:??Por la tarde, el teniente llamó por teléfono a su superior, el capitán Fernández, para comunicarle los nombres de los detenidos y pedirle instrucciones.??-Esta noche irá a buscarlos el señor Sáez -le respondió el capitán Fernández.??- ¿El que hizo la lista???-Sí. Sí. Él mismo. ¡A él entréguele los detenidos!??- ¡A su orden, mi capitán!??Entrada la noche, los carabineros sacaron a los tres detenidos al camino. Allí, junto a una camioneta les esperaba un grupo de civiles enmascarados. Era el «Comando de la Muerte», organizado por Sáez para limpiar la zona de «extremistas».??Enfrentados a sus víctimas, no obstante, las máscaras con que cubrían su rostro y las armas que portaban, los verdugos temblaban. Subieron a los detenidos a una camioneta y partieron hacia la ciudad de Osorno.??Se detuvieron ante la barrera del Retén Las Lumas y, una vez revisado el salvoconducto, siguieron. Finalmente, la camioneta se detuvo en el río Pilmaiquén.??A los tres detenidos los llevaron al puente colgante y allí los mataron. El río recibió los cuerpos sin vida y se los llevó hasta las claras, profundas y tranquilas aguas del río Bueno.?? ?? ??La noche del 18 de septiembre, los dueños de fundo de Entre Lagos prosiguieron la matanza de campesinos de su comuna. A la una de la madrugada, cinco detenidos que se encontraban en los calabozos de la Tenencia de Carabineros del pueblo fueron sacados al exterior. Los presos salieron a la intemperie tratando de adivinar su destino, sin reparar en el frío de la noche.??Además de los dos Regidores socialistas y de un Dirigente Sindical campesino, se encontraba Blanca Valderas, Regidora y ex alcaldesa de la Municipalidad de Entre Lagos. Tal como había ocurrido dos noches atrás, en la oscuridad del camino esperaba el «Comando de la Muerte» de Entre Lagos.??Los asesinos enmascarados subieron a los detenidos a la camioneta de Sáez, el cabecilla del grupo, y partieron rumbo al puente colgante sobre el río Pilmaiquén. En aquel lugar hicieron entrar a los detenidos al puente y los obligaron a ponerse de rodillas. Detrás de cada uno de ellos se paró un miembro del Comando con un arma en la mano. A una señal, les dispararon en la cabeza.??Al verdugo que estaba detrás de la exalcaldesa se le atascó el arma, lo que ella aprovechó para lanzarse al río. Mientras caía, el asesino pudo disparar, pero no acertó en el blanco. Milagrosamente, Blanca Valderas escapó con vida. Todos sus compañeros perecieron y sus cuerpos jamás fueron encontrados. La exalcaldesa fue la única, de todas las personas llevadas al puente colgante sobre el río Pilmaiquén, que se libró de la muerte. “Fierro, Vidal, Santana, y otros más murieron. La exalcaldesa Valderas se sumergió en las aguas y luego fue ayudada por unos campesinos. Adoptó otra identidad. No vio a sus hijos por varios años. A su esposo jamás lo encontraron”, agrega Angélica Gallegos.

El Secretario Regional del Partido Comunista??Santiago Aguilar, Gobernador de La Unión y Secretario Regional del Partido Comunista de Osorno, el 11 de septiembre hizo entrega formal de su cargo a un mayor de Carabineros, quien lo dejó bajo arresto domiciliario. Pocos días después, debió trasladarse a Osorno a raíz de que le fue solicitada la casa fiscal en la que habitaba como Gobernador. Para hacer el traslado de los muebles de su casa, necesitaba el salvoconducto que otorgaban los Carabineros. Fue entonces cuando Santiago Aguilar cometió un error que resultó fatal: en vez de dirigirse a la Primera Comisaría de Carabineros de Osorno, que le correspondía por su domicilio, fue a solicitar dicho documento a la Tercera Comisaría de Rahue, donde era Comisario el capitán Fernández, con quien los comunistas habían mantenido muy buenas relaciones durante el Gobierno de la Unidad Popular.?? ??El 17 de septiembre por la mañana, el ex Gobernador llegó a la Comisaría de Rahue, y pidió entrevistarse con el capitán Fernández. Cuando éste supo que el dirigente comunista de mayor rango en la Provincia se había presentado a su cuartel, le dio un vuelco el corazón. Jamás se había imaginado que iba a tener esa suerte.??- ¡Métanlo a un calabozo! -le ordenó el capitán Fernández, a su teniente Ayudante y agregó con sorna:??-¡Primero tendrá que conversar con el Sargento Águila!??En los tres días que duraba la «Guerra Privada» del Capitán Fernández, el Sargento Águila había ganado una justa fama como torturador despiadado y asesino sin entrañas.??Durante dos días, el ex Gobernador fue torturado sin ninguna consideración al hecho de que se encontraba convaleciente de una grave enfermedad.??En la madrugada del 19 de septiembre, Santiago Aguilar fue sacado de la celda que compartía con otras personas. En el corredor, en tono burlón, el sargento Águila le dijo:??- ¡Despídete de tus compañeros!??Una vez en el patio, Santiago Aguilar rehusó entrar al furgón de Carabineros, pero éstos lo golpearon obligándolo a subir. Aquella misma noche lo llevaron a Valdivia donde los Militares estaban interesados en interrogarlo acerca del Partido Comunista en la zona sur. Durante todo el tiempo en que fue interrogado y torturado en Valdivia, permaneció incomunicado en la cárcel de dicha ciudad. El 6 de octubre, cuando la quebrantada salud de Aguilar no les permitía continuar con los interrogatorios, los Militares lo entregaron a los hombres Fernández.??A partir de aquel momento se perdió su rastro.?? ??Los «consejos» del capitán Fernández?? ??El 16 de septiembre un bando del Jefe de Plaza llamó a presentarse al presidente y al secretario del Comité de Pobladores Sin Casa de Osorno, ambos militantes socialistas. Al día siguiente, los domicilios de ambos fueron allanados. Este hecho les determinó a recurrir al Capitán Fernández, a quien consideraban su amigo. Fueron a pedirle consejo. Al abrir la puerta de su casa, el Capitán se asustó porque pensó que ambos dirigentes, enterados de su «guerra», habían ido a matarlo. Pero los jóvenes andaban desarmados y llevaban otro propósito. Le explicaron al oficial que iban a pedirle ayuda, dado que los estaban citando. Bongcam en su libro narra el siguiente dialogo:??- ¿Qué hacemos???- ¿Qué nos aconseja???- ¡Muchachos! -les respondió el Oficial en tono falsamente amistoso-. Les aconsejo que se vayan a presentar a la Tercera Comisaría de Rahue.??Por temor a la reacción de los jóvenes, el capitán Fernández no los detuvo inmediatamente. Pero luego, al darse cuenta de que los Dirigentes realmente confiaban en él, les dijo:??-Si quieren, yo mismo los voy a dejar.??En el jeep policial los llevó a la Comisaría de Rahue. Cuando se sintió seguro y protegido entre sus hombres, el capitán Fernández ordenó que encerraran a sus acompañantes. De inmediato, los Carabineros comenzaron a torturarlos. En la madrugada del 19 de septiembre, los dos Dirigentes de los Pobladores fueron sacados de la unidad policial y conducidos al puente colgante sobre el río Pilmaiquén. Allí los mataron a balazos.??En enero de 1974, en un remanso del río Pilmaiquén fue hallado el cuerpo de Raúl Santana, el ex presidente del Comité de Pobladores Sin Casa. El cadáver, dentro de unos sacos rotos, estaba sin brazos ni piernas, pero con sus documentos de identidad en un bolsillo de su chaqueta.?? ??El Director Provincial de Educación??El Golpe Militar sorprendió en Santiago a César Ávila, el Director Provincial de Educación de Osorno, donde asistía a un curso de perfeccionamiento del Magisterio.??Informado de que su esposa, también profesora, había sido detenida en Osorno, regresó a la Provincia para hacerse cargo de sus numerosos hijos menores.??El 27 de septiembre fue a la Penitenciaría a ver a su mujer. En los momentos en que salía de dicho establecimiento fue detenido por una patrulla de Carabineros que viajaban en un furgón policial.??En la Tercera Comisaría de Rahue, luego de ser sometido a torturas, Ávila fue encerrado en una celda junto a otros compañeros. A raíz de los malos tratos y a la falta de su medicina para el asma, al llegar la noche César se encontraba en muy precarias condiciones de salud. Cerca de la medianoche, perdió el conocimiento.??Entonces los Carabineros lo sacaron de la celda y lo subieron a un furgón policial. El vehículo se dirigió al puente colgante sobre el río Pilmaiquén. Una vez allí, César Ávila fue ultimado con arma blanca. Después de quemarle el rostro y las manos con alquitrán hirviendo, los Carabineros lanzaron su cuerpo ensacado a las aguas del río.??En la madrugada del 29 de septiembre, una patrulla de Carabineros encabezada por el propio Capitán Fernández irrumpió en el domicilio de los hermanos Igor. En medio de golpes, insultos y amenazas sacaron a Juan y a Gustavo y se los llevaron a la Comisaría de Rahue. Ya en el recinto policial, los hermanos fueron separados. Juan fue inscrito en el Libro de Partes y llevado a un calabozo; mientras, Gustavo era incomunicado sin registrarlo en dicho libro. Juan fue dejado en libertad ese mismo día cerca de las ocho de la noche. Al preguntar por su hermano, nadie le dio una respuesta.??Cerca de las 21 horas, el sargento Águila sacó a Gustavo de su celda y lo bajó al sótano de la Comisaría. Allí lo torturaron hasta que el joven perdió el conocimiento.??Después de la medianoche, en un furgón policial lo llevaron al puente colgante sobre el río Pilmaiquén, donde lo mataron. Luego ensacaron el cadáver y lo lanzaron a las aguas del río.??El 9 de enero de 1974, unas personas que rastreaban el río Pilmaiquén, encontraron el mutilado cadáver de Gustavo Igor y lo llevaron a la morgue local, donde fue reconocido por sus familiares.

El sonido grave de la muerte??Según Google las balas de pistola y revólver normalmente tienen una velocidad inferior a la del sonido (340 m/s) o ligeramente superior. Los proyectiles de fusil, ametralladora, etcétera, superan ampliamente esta velocidad: entre 600 y 1000 metros por segundo. El entonces capitán de la Tercera Comisaría de Carabineros de Rahue, Adrián José Fernández Hernández, no albergaba tales conocimientos, pero había desarrollado una teoría extraña, luego de comenzar su seguidilla de crímenes pos 11 de septiembre de 1973. Pasados algunos asesinatos -de personas afines a la UP -descubrió que una bala al perforar el estómago de una persona emitía un sonido grave, monocorde, y lo asoció al que se producía en un tonel cuando de joven hacia tiro en el campo de un amigo. Era la misma resonancia, con la misma velocidad mortal que entraba ahora por la carne mientras la bala absorbe el alma de esa persona que apenas puede emitir un destello en sus ojos antes de irse definitivamente de este mundo. Uno de los tantos sonidos de la muerte sangrienta, injusta y desesperada.??-Suena igual que en un tonel- le decía al carabinero Águila, apodado Alma Negra, cuando le disparaba a alguna de las muchas víctimas del puente Pilmaiquén, en una costumbre que se convirtió en vicio con todo aquello que ello condice.??Alejada de lo que ocurría en esas matanzas el 2 de octubre, el Diario «La Prensa» publicó la declaración del presidente de la Asociación de Abogados de Osorno: “Los abogados de nuestra ciudad, en su última sesión, teniendo presente la gran demostración de patriotismo y sacrificio realizada por las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile, en orden a exponer sus vidas, carreras profesionales y bienestar de sus familias, entre otras cosas, a fin de volver la Patria a los cauces normales y extirpar la cizaña del comunismo, acordaron aconsejar a sus colegiados democráticos abstenerse de ejercer defensas de reos que signifiquen atropellos a la economía, libertades, leyes y Constitución Política, cuyo conocimiento esté entregado a los tribunales militares en tiempo de guerra”, finalizaba la declaración.?? ??¿Habrán sabido los abogados osorninos que el huilliche José Panguinamún, dirigente del Comité de pobladores sin casa de Osorno y excandidato a Regidor del Partido Socialista, fue llamado por bando y se presentó ante la Fiscalía Militar???Después de ser interrogado con golpes y descargas eléctricas, amarrado desnudo sobre un catre metálico, Panguinamún fue dejado en libertad a fines de septiembre. El 9 de octubre Panguinamún estaba trabajando en el Cruce Lynch, donde fue detenido por un carabinero retirado que en aquellos días recorría las calles de Osorno a la caza de partidarios de la Unidad Popular.??En una camioneta particular fue llevado a la Tercera Comisaría de Carabineros de Rahue, donde fue bárbaramente torturado. A medianoche lo sacaron del calabozo y desde entonces se perdió todo rastro de su persona.??Humberto Salas Salas??Panguinamún no fue el único. Humberto Salas era un agricultor, militante del MIR, casado y con dos hijos, quien también se presentó voluntariamente en la Tercera Comisaría de Carabineros de Rahue el lunes 24 de septiembre de 1973, cerca de las 14:00 horas en compañía de su esposa, Blanca Mella. El hogar de ambos había sido allanado violentamente por Carabineros con posterioridad al Golpe. Fue por eso que concurrió a resolver la situación que afectaba a su familia.??En declaración jurada Blanca Mella sostiene que: «Entre los funcionarios de Carabineros de la Tercera Comisaría de Rahue que efectuaron los allanamientos reconocí al sargento Eliseo Aguilar, al sargento Nelson Rosas, el carabinero José Melián Carrasco, y el carabinero jubilado Sergio Conejeros, quien vestía de civil. En una de esas ocasiones en que se allanó la morada intervinieron miembros del Ejército, pertenecientes al Regimiento Arauco de Osorno y entre los cuales sólo reconocí a un uniformado que llamaban «Colipán» y que tenía el grado de sargento».??En aquella oportunidad la guardia fue cerrada y su esposa obligada a permanecer en la calle. Transcurrieron dos horas y el afectado no salió del recinto. Según declara la señora Blanca Mella: «Ante la demora volví a preguntar al Carabinero de la puerta y éste me dijo que fuera al día siguiente al Regimiento, ya que lo habían trasladado allá y que en la Comisaría no había presos políticos». Ella concurrió durante cinco días seguidos hasta la Comisaría donde recibía la misma respuesta de los funcionarios de guardia. En el Regimiento mencionado la respuesta era «aquí no hay presos políticos». Se le indicaba además que su esposo podía estar en la Cárcel Pública, Estadio Español o en el local de FELCO, que sirvieron de recintos de detención con posterioridad al 11 de septiembre de 1973. Blanca Mella concurrió a todos los lugares señalados sin poder obtener información de su marido.??Concurrió, entonces, hasta la Fiscalía Militar de Osorno, donde unos oficiales de Carabineros le prometieron que realizarían averiguaciones. Transcurrida una semana desde la detención del afectado, un teniente de Ejército de apellido Pérez le indicó a la señora Blanca Mella que él había llamado a la Tercera Comisaría de Carabineros de Rahue, donde le dijeron, según señalara, que efectivamente Humberto Salas se había presentado en dicho recinto el 24 de septiembre de 1973 y que había sido puesto en libertad el 25 de septiembre de 1973 -al día siguiente- «por falta de méritos». Lo cierto es que el afectado no regresó a su domicilio.??Algunos días después, cerca del 30 de septiembre de 1973, la señora Blanca Mella se encontró con un vecino de la caleta de Bahía Mansa. Relata su encuentro con Agustín Segundo Oliva, quien el mismo día que Humberto Salas se había también presentado a Carabineros de Rahue. “Oliva me contó que estuvo detenido en dicha Comisaría, en una misma celda con mi esposo y otras personas”. El viernes 28 de septiembre de 1973, a eso de las 5 de la madrugada, los Carabineros sacaron de la celda a Salas y otros dos individuos, y se los llevaron no sabe dónde. “Cuando lo sacaron iba en muy malas condiciones físicas debido a los golpes y torturas de que había sido objeto», señala la mujer. El testigo de la reclusión del afectado fue liberado ese mismo día por los Carabineros.??Posteriormente la esposa del afectado siguió realizando gestiones a fin de encontrarlo, presentó inclusive una denuncia en Investigaciones, la que habría dado origen a un proceso en el Primer Juzgado del Crimen de Osorno, sin que conste los resultados de dicha investigación.??Humberto Salas Salas continúa hasta la fecha en calidad de detenido desaparecido sin que las autoridades administrativas de la época o el Cuerpo de Carabineros, se responsabilicen de su detención y posterior desaparecimiento.

El final??El Centro de Detención Preventiva y Cumplimiento Penitenciario Especial Punta Peuco está ubicado en la comuna de Til Til y fue creado en 1995 por el entonces presidente Eduardo Frei Ruiz- Tagle. El recinto cuenta con piezas individuales en cuatro módulos —«Alfa», «Beta», «Gamma» y «Delta»—, cada uno con cuarto de estar, cocina y ducha. Cada habitación tiene una cama de 1 y 1/2 plazas y un baño. Actualmente hay cerca de 50 detenidos. Uno de ellos es Adrián Fernández.??A mediados de enero de 1974 Adrián Fernández es trasladado a la Escuela de Carabineros. Pocos días antes había integrado el comité organizador de un rally internacional con vasta cobertura por La Prensa, el diario osornino. En las páginas de esos días aparecen las escasas fotos del capitán Fernández. Días más tarde Fernández se irá a Santiago.??Después de su paso por Santiago, en la Escuela de Oficiales, el capitán Fernández es enviado a Iquique donde años más tarde responde por exhorto -tras una diligencia de la magistrada que investiga las matanzas del sur- alegando total inocencia. Fernández niega todo vínculo con los asesinatos.?? ??En 1978 Angelica Gallegos interpuso una querella, patrocinada por el abogado Oscar Álvarez, quien estaba relegado y era magistrado de la Serena. Cuando llegó a Osorno él se encargó de las 18 querellas contra Fernández y El Clan. Las querellas se archivaron. Cada cinco años se presentaban nuevamente para que no prescribieran. El 90 viene el Informe Rettig y la primera querella que vio sus frutos fue contra Adrián Fernández el 2003. Fernández fue sentenciado a cinco años y un día. Cumplió hasta el 2008, luego salió dos años y el 2010 fue nuevamente condenado hasta el 2025 por la muerte de 52 personas en la comuna de Osorno y los alrededores. “Creo que Adrián Fernández no ha pagado por sus pecados y crímenes. Es el causante de la muerte de 52 personas. Él estaba a cargo de la Tercera Comisaría y de todos los retenes de la Provincia de Osorno. La pena para un asesino así ha sido baja. Casi todos los años de mi vida he buscado justicia. Nunca he tenido la justicia necesaria. Creo que a una persona común le dan muchos años de cárcel por un crimen, pero no a este caballero, 52 vidas que tenían familia y quedaron desprotegidos. No hubo justicia; menos cuando ellos no han dicho dónde dejaron los cuerpos. Ellos le han jurado a sus propias familias que eran inocentes, sobre todo a sus hijos. La hija del carabinero Muñoz, El Lolly, me llamó y me dijo: ´Mi padre me ha jurado que no hizo nada´. Le respondí: ´Mire señorita. Durante 16 años estuve en la vereda del frente de ustedes. Y caminé y luché para saber la verdad. Ahora usted está en la misma vereda que yo. Usted, si quiere, acompañe a su padre. Pero durante todos los años que yo grité en la Plazuela Yungay que su padre era un torturador y asesino él nunca se querelló contra mí”, finaliza Angélica Gallegos.??Un gendarme de Punta Peuco me cuenta la siguiente anécdota. Hace algunos meses un abogado visitó a un amigo de juventud que permanece en ese recinto. El anciano, ex carabinero, lo recibió con cariño mientras ambos se abrazaban. Conversan animadamente mientras los distintos internos del módulo salen a ver sus visitas. Uno de ellos, un hombre con sombrero, entrado en años y kilos, busca refugio bajo un toldo.??-Ven. Te voy a presentar alguien- le dijo el anciano carabinero al abogado, mientras se acercaban al tipo con sombrero.??-Buenas tardes. Quisiera presentarlos. Me está visitando un amigo abogado, sureño al igual que usted.??El tipo de sombrero miró de arriba a abajo al abogado, al mismo tiempo que el carabinero agregaba:??-Querido amigo, él es Adrián Fernández Hernández.??El abogado recibió una mirada de odio y desprecio del excapitán Fernández que lo sorprendió. Una mirada donde resaltaban unos ojos que, con el tiempo, adquirían un color más oscuro. Se habían ennegrecido. Fernández, apenas, le estiró la mano y el abogado, sorprendido, la estrechó. Fue en ese segundo que el abogado observó el real rostro del capitán Fernández. Nada había cambiado desde aquellos años de dictadura. Un semblante tosco y altanero, la supuesta superioridad de los vencedores, el desdén a los civiles amparados en la democracia. La mirada de Fernández era aquella de un patriarca que observa a su clan, quien debe total obediencia. El patriarca tiene la verdad y está más allá del bien y el mal. El patriarca del clan es un pequeño dios y la vida de gente inocente vale menos que cero.??El abogado lo miró con tristeza, con cierta pena ante la existencia de gente así, y se dio media vuelta. No había necesidad de actuar en aquel teatro del horror.

por Hugo Dimter P.


Procesan a Carabineros (R) por secuestro calificado en Osorno

Fuente :paislobo.cl, 25 de Julio 2020

Categoría : Prensa

El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de las jurisdicciones de Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Coyhaique, Álvaro Mesa Latorre, sometió a proceso a tres miembros de Carabineros en retiro, por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado del estudiante Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez, de 17 años de edad y miembro del Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER). En la resolución (causa rol 14-2013 V), el ministro Mesa Latorre encausó a Adrián José Fernández Hernández, Jorge Daniel Garcés Garcés y Rodolfo Segundo Cheuquelaf Lorenzo, en calidad de autores del delito perpetrado a partir del 5 de octubre de 1973, en el sector de Bahía Mansa de Osorno. En esta etapa procesal, el ministro estableció que:

"Que días previos a su detención, es decir el día 5 de octubre de 1973, Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez viajó a la casa de su padrastro en el lugar Bahía Mansa a dejarle comida a su hermano Edgar Cárdenas Gómez, según relato de Inés Elena Bertín Yáñez (fs. 32, Tomo I), quien se encontraba refugiado ahí junto a Ester Bustamante LLancamil y Jorge Aguilar Cubillos, quienes eran intensamente buscados por la nuevas autoridades del país, según lo relatado en el considerando N° 38) precedente. Asimismo, el día 4 de octubre de 1973, Gutiérrez Gómez, viajó de regreso a Osorno a comprar alimentos y remedios en la farmacia en la que trabajaba la esposa de Jorge Aguilar Cubillos, regresando el día 5 de octubre a Bahía Mansa, tal como se ha señalado. 

La prensa informó el día 6 de octubre de 1973 que el hermano de Gutiérrez y las otras dos personas habían sido fusilados cuando trataron de asaltar un retén, lo que según testimonios de carabineros que prestaron servicio en el Retén de Bahía Mansa para la fecha, fue falso, puesto que nunca sucedió lo del asalto al Retén de Bahía Mansa, sino que los detenidos por Carabineros del mismo retén fueron entregados a una patrulla de Carabineros de Osorno comandada por el capitán Adrián Fernández Hernández, según relato de Luis Humberto Pinol Carillanca."

"Que según relato de Rodolfo Segundo Cheuquelaf Lorenzo fs. 760 a fs. 762 (Tomo III), de fs. 772 a fs. 773 (Tomo III), fs. 1017 a fs. 1018 (Tomo III), hubo un día en que un joven se encontraba detenido por sospecha en el Retén de Bahía Mansa, a quien se le dio la libertad. Señala que el día anterior a su detención sus colegas lo habían visto por los alrededores y lo habían aprehendido; que cuando ocurrió lo del asalto al Retén de Bahía Mansa, llegó hasta el destacamento el Capitán Adrián Fernández Hernández junto a los carabineros Rafael Pérez Torres, Muñoz Albornoz y el fallecido Juan Canales. 

Ellos procedieron con el operativo y en un momento Fernández llama a Osvaldo Nelson Rosas Cárdenas (fallecido según consta a fs. 1045 Tomo III). Acto seguido Rosas Cárdenas llama a Cheuquelaf junto a otro de sus compañeros y les dice que por órdenes del Capitán Fernández debían ir a detener a una persona que se trasladaba en uno de los buses que iban de Osorno a Bahía Mansa, que podía ser de la empresa Tuchie o Carrasco, persona que tendría entre 18 y 20 años y que portaba víveres. Se dirigieron al cruce Pucatrihue en una camioneta doble cabina color verde que les había facilitado el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la que era ocupada en su momento por Jorge Aguilar Cubillos en su calidad de funcionario del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), según testimonio de de Ana del Carmen López Barría de fs. 188 a fs. 192 (Tomo I), de fs. 302 a fs. 308 (Tomo I), de fs. 356 a fs. 361 (Tomo I), de fs. 466 (Tomo II). Hacen parar el bus, lo controlan y se encuentran con el mismo joven al que se le había dado la libertad unos dos o tres días antes. 

Quien efectivamente llevaba un bolso con víveres, acción que se encontraba llevando al mismo tiempo Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez, al llevarle alimentos a su hermano Edgar Cárdenas Gómez, quien se encontraba oculto en Bahía Mansa, según lo narrado en el considerando N° 38) precedente. Se le indica a éste joven que baje del bus, dándosele orden al chofer del mismo que continuara su camino. 

Osvaldo Nelson Rosas Cárdenas identifica a la persona confirmando el nombre que le había dado el Capitán Fernández, el cual llevaba anotado. Rosas Cárdenas le da un culatazo en el estómago, ordena subirlo a la camioneta y toman dirección al retén, lugar en el cual el joven es entregado al Capitán Fernández. Posteriormente los detenidos son subidos a los vehículos en los que se trasladaban los carabineros a cargo del Capitán Fernández, es decir, los que fueron imputados como atacantes del Retén Bahía Mansa junto al joven que fue detenido en el bus que se señala precedentemente."

"Posteriormente, el Diario La Prensa de la época informa que tres detenidos acusados del asalto al retén habían muerto, según testimonios señalados precedentemente; Informe de la Comisión Nacional del Verdad y Reconciliación de fs. 2 (Tomo I); información individual del caso de fs. 28 a fs. 30 (Tomo I); Informe del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de fs. 68 a fs. 76 (Tomo I)".

En el caso del procesado Fernández Hernández, se ordenó diferir su ingreso en prisión preventiva, debido a que, actualmente, se encuentra cumpliendo condena por otro proceso de causas por violaciones a los derechos humanos, en el Centro de Cumplimiento Penitenciario Punta Peuco.

En tanto, respecto de los procesados Garcés Garcés y Cheuquelaf Lorenzo se determinó que queden, debido a su edad, con arresto domiciliario total.


Ministro Álvaro Mesa dicta acusación en contra de carabineros (r) por secuestro calificado de joven obrero en Osorno

Fuente :pdju.cl, 30 de Diciembre 2021

Categoría : Prensa

El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de las jurisdicciones de Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Coyhaique, Álvaro Mesa Latorre, presentó acusación en contra de tres carabineros en retiro, por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado del obrero de la construcción Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez. Ilícito perpetrado a partir del 5 de octubre de 1973, en el sector de Bahia Mansa de Osorno.

En la resolución (causa rol 14-2013), el ministro Mesa Latorre sindica al capitán de Carabineros, a la época de los hechos, Adrián José Fernández Hernández, y los efectivos Jorge Daniel Garcés Garcés y Rodolfo Segundo Cheuquelaf Lorenzo, en calidad de autores del secuestro calificado del joven de 17 años de edad e integrante del Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER).

En la etapa de investigación de la causa, el ministro en visita logró reunir antecedentes suficientes para dar por acreditados los siguientes hechos:
“A.- Que las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública el día 11 de Septiembre de 1973 asumieron el mando Supremo de la Nación, reuniendo los poderes Constituyente, Legislativo y Ejecutivo en la Junta de Gobierno según se dejó establecido en el Bando N° 5, de igual fecha, así como en el Decreto Ley N° 1, posteriormente aclarado y complementado por los Decretos Leyes N° 128, 527 y 788, se dispuso entre otras medidas el Estado de Sitio en todo el territorio nacional, ordenándose acuartelamiento en grado uno para las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad.

B.- Que a partir del 11 de septiembre de 1973 el mando en la 3ª Comisaría de Carabineros de Osorno se encontraba a cargo del capitán Adrián Fernández Hernández, unidad a la que se sumó, entre otros, el Retén de Bahía Mansa, en consideración a los acontecimientos que ocurrían en el país, quien organizó y coordinó un grupo especial de carabineros entre los que se encontraban Mario Maragaño Oyarzún (fallecido, según consta a fs. 1042 Tomo III), Guillermo Antilef Quintul, Sergio Rozas Silva (fallecido según consta a fs. 1040 Tomo III), Gustavo del Carmen Muñoz Albornoz (fallecido según consta a fs. 1041 Tomo III), Rafael Pérez Torres, Juan Canales, José Ríos Vergara (fallecido según consta a fs. 1039 Tomo III), Eliseo Águila Salgado (fallecido según consta a fs. 1036, Tomo III), Juan Segundo Moreira Garcés, Vladimiro Fernández Rojas, Óscar Vargas Vargas, Rolando Vargas Vargas (fallecido según consta a fs. 1037 Tomo III) y Francisco Inostroza Baeza (fallecido según consta a fs. 1046 Tomo IV), entre otros, según declaración de Rubén Molina González de fs. 246 a fs. 248 (Tomo I), de fs. 288 a fs. 289 (Tomo I), de José Oberto Santana Oyarzún, de fs. 162 a fs. 164 (Tomo I), de fs. 251 a fs. 253 (Tomo I), de fs. 292 a fs. 293 (Tomo I), de Ademar Catalán Aguilar de fs. 169 a fs. 171 (Tomo I), de fs. 319 a fs. 323 (Tomo I), de Leopoldo Arcos Rodríguez de fs. 181 a fs. 183 (Tomo I), de Luis Humberto Pinol Carillanca de fs. 173 a fs. 176 (Tomo I), de fs. 254 a fs. 255 (Tomo I), de fs. 267 a fs. 268 (Tomo I), de fs. 324 a fs. 329 (Tomo I), de fs. 335 a fs. 336 (Tomo I), de fs. 347 a fs. 348 (Tomo I), de fs. 829 a fs. 831 (Tomo III), de fs. 837 a fs. 838 (Tomo III), de fs. 975 a fs. 976 (Tomo III), grupo que realizaba patrullajes por la zona dependiente de la unidad policial antes indicada, a la vez que procedían a detener personas que posteriormente eran llevadas a la Comisaría para ser interrogadas en dependencias de esa unidad; o que fueron retiradas por este grupo especial de carabineros para ser llevados a lugares desconocidos hasta la fecha.

C.- Que la dependencia usada preferentemente para los interrogatorios era el sótano de la Tercera Comisaría de Carabineros de Osorno, según testimonios, entre otros, de María Gladys Ávila Rosas de fs. 657 a fs. 658 (Tomo III), de Antonio Ewaldo Molina López de fs. 659 a fs. 662 (Tomo III), de María Eufemia Millaquipai Guichaquelen de fs. 260 a fs. 264 (Tomo I), de fs. 297 a fs. 299 (Tomo I), lugar en el que se encontraban detenidos indistintamente hombres y mujeres, consistiendo las torturas en aplicación de corriente eléctrica en varias partes del cuerpo, violaciones o intentos de violaciones hacia las mujeres detenidas, introducción de palos en el ano de los hombres, entre otras torturas descritas, figurando como dando las órdenes el capitán Adrián Fernández Hernández, quien se encontraba a cargo de la Tercera Comisaría de Carabineros de Osorno, secundado por su grupo de confianza.

D.- Que posterior al 11 de septiembre de 1973 Carabineros de Chile estableció un puesto de control frecuente en el Cruce Pucatrihue, en el trayecto que une Osorno con Bahía Mansa, según testimonios, entre otros, de Federrina del Rosario Barrientos Cancino de fs. 567 a fs. 569 (Tomo II), de Héctor Vargas Soto de fs. 367 a fs. 369 (Tomo II), de fs. 482 a fs. 488 (Tomo II), de María Judith Aucapán Ancapán de fs. 535 a fs. 537 (Tomo II). En este lugar eran controlados los vehículos que transitaban, entre ellos los buses que hacían el recorrido diario uniendo estos dos destinos, los que pertenecían a la Empresa Carrasco o Tuchie. Carabineros, tanto del Retén Bahía Mansa como de la Tercera Comisaría de Carabineros de Osorno, procedían a identificar y registrar a los pasajeros de los mismos, bajando en ocasiones a alguno o algunos de ellos, en ocasiones reteniéndolos, para posteriormente indicarle al chofer de las máquinas que siguieran su camino. 

E.- Que con fecha 5 de octubre de 1973, Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez, 17 años de edad, obrero de la construcción, miembro del Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER), salió de su domicilio en la ciudad de Osorno con destino a Bahía Mansa, a llevarle alimentos a su hermanastro Edgar Eugenio Cárdenas Gómez, militante socialista y muy buscado en la zona con posterioridad al 11 de septiembre de 1973. Testigos presenciales relataron a la familia que fue obligado a descender del microbús en que viajaba por Carabineros que lo detuvieron y llevaron con rumbo desconocido. Hasta la fecha se ignora la suerte corrida por el afectado.
El hermanastro de la víctima, Edgar Cárdenas Gómez fue ejecutado por Carabineros el día 5 de octubre de 1973 junto a Jorge Aguilar Cubillos, funcionario de la Corporación de Reforma Agraria (CORA), militante radical y María Ester Bustamante Llancamil, militante socialista. Los tres habían ido a refugiarse a una choza de pescadores cuando carabineros de la 3ª Comisaría de Rahue de Osorno y del Retén de Bahía Mansa irrumpieron en el lugar dándoles muerte de inmediato, según declaración, entre otras de Ana del Carmen López Barría de fs. 188 a fs. 192 (Tomo I), de fs. 302 a fs. 308 (Tomo I), de fs. 356 a fs. 361 (Tomo I), de fs. 466 (Tomo II).
La versión oficial de las autoridades de la época fue que los tres extremistas resultaron muertos cuando un grupo llevó a cabo una acción terrorista contra el Retén de Bahía Mansa, la misma versión agregaba que había habido un enfrentamiento y que las víctimas estaban involucradas en un plan subversivo contra las Fuerzas Armadas y que en su poder se había encontrado gran cantidad de armamento y explosivos, según declaración, entre otros, de Ramón Plaza de los Reyes Bachmann de fs. 312 a fs. 316 (Tomo I)

F.- Que días previos a su detención, es decir el día 5 de octubre de 1973, Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez viajó a la casa de su padrastro en el lugar Bahía Mansa a dejarle comida a su hermano Edgar Cárdenas Gómez, según relato de Inés Elena Bertín Yáñez (fs. 32, Tomo I), quien se encontraba refugiado ahí junto a Ester Bustamante Llancamil y Jorge Aguilar Cubillos, quienes eran intensamente buscados por la nuevas autoridades del país, según la letra E) precedente. Asimismo, el día 4 de octubre de 1973, Gutiérrez Gómez viajó de regreso a Osorno a comprar alimentos y remedios en la farmacia en la que trabajaba la esposa de Jorge Aguilar Cubillos, regresando el día 5 de octubre a Bahía Mansa, tal como se ha señalado. La prensa informó el día 6 de octubre de 1973 que el hermano de Gutiérrez y las otras dos personas habían sido fusilados cuando trataron de asaltar un retén, lo que según testimonios de carabineros que prestaron servicio en el Retén de Bahía Mansa para la fecha, fue falso, puesto que nunca sucedió lo del asalto al Retén de Bahía Mansa, sino que los detenidos por Carabineros del mismo retén fueron entregados a una patrulla de Carabineros de Osorno comandada por el capitán Adrián Fernández Hernández, según relato de Luis Humberto Pinol Carillanca de fs. 173 a fs. 176 (Tomo I), de fs. 254 a fs. 255 (Tomo I), de fs. 267 a fs. 268 (Tomo I), de fs. 324 a fs. 329 (Tomo I), de fs. 335 a fs. 336 (Tomo I), de fs. 347 a fs. 348 (Tomo I), de fs. 829 a fs. 831 (Tomo III), de fs. 837 a fs. 838 (Tomo III), de fs. 975 a fs. 976 (Tomo III) y de Héctor Vargas Soto de fs. 367 a fs. 369 (Tomo II), de fs. 482 a fs. 488 (Tomo II), de fs. 653 a fs. 654 (Tomo II).

G.- Que según relato de Rodolfo Segundo Cheuquelaf Lorenzo fs. 760 a fs. 762 (Tomo III), de fs. 772 a fs. 773 (Tomo III), fs. 1017 a fs. 1018 (Tomo III)), hubo un día en que un joven se encontraba detenido por sospecha en el Retén de Bahía Mansa, a quien se le dio la libertad. Señala que el día anterior a su detención sus colegas lo habían visto por los alrededores y lo habían aprehendido; que cuando ocurrió lo del asalto al Retén de Bahía Mansa, llegó hasta el destacamento el capitán Adrián Fernández Hernández junto a los carabineros Rafael Pérez Torres, Muñoz Albornoz y el fallecido Juan Canales. Ellos procedieron con el operativo y en un momento Fernández llama a Osvaldo Nelson Rosas Cárdenas (fallecido según consta a fs. 1045 Tomo III). Acto seguido Rosas Cárdenas llama a Cheuquelaf junto a otro de sus compañeros y les dice que por órdenes del capitán Fernández debían ir a detener a una persona que se trasladaba en uno de los buses que iban de Osorno a Bahía Mansa, que podía ser de la empresa Tuchie o Carrasco, persona que tendría entre 18 y 20 años y que portaba víveres. Se dirigieron al cruce Pucatrihue en una camioneta doble cabina color verde que les había facilitado el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), la que era ocupada en su momento por Jorge Aguilar Cubillos en su calidad de funcionario del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), según testimonio de Ana del Carmen López Barría de fs. 188 a fs. 192 (Tomo I), de fs. 302 a fs. 308 (Tomo I), de fs. 356 a fs. 361 (Tomo I), de fs. 466 (Tomo II). Hacen parar el bus, lo controlan y se encuentran con el mismo joven al que se le había dado la libertad unos dos o tres días antes. Quien efectivamente llevaba un bolso con víveres, acción que se encontraba llevando al mismo tiempo Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez, al llevarle alimentos a su hermano Edgar Cárdenas Gómez, quien se encontraba oculto en Bahía Mansa, según lo narrado en la letra E) precedente. Se le indica a este joven que baje del bus, dándosele orden al chofer del mismo que continuara su camino. Osvaldo Nelson Rosas Cárdenas identifica a la persona confirmando el nombre que le había dado el capitán Fernández, el cual llevaba anotado. Rosas Cárdenas le da un culatazo en el estómago, ordena subirlo a la camioneta y toman dirección al retén, lugar en el cual el joven es entregado al capitán Fernández. Posteriormente los detenidos son subidos a los vehículos en los que se trasladaban los carabineros a cargo del capitán Fernández, es decir, los que fueron imputados como atacantes del Retén Bahía Mansa junto al joven que fue detenido en el bus que se señala precedentemente.
Posteriormente, el Diario La Prensa de la época informa que tres detenidos acusados del asalto al retén habían muerto, según testimonios señalados precedentemente; Informe de la Comisión Nacional del Verdad y Reconciliación de fs. 2 (Tomo  I); información individual del caso de fs. 28 a fs. 30 (Tomo I); Informe del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de fs. 68 a fs. 76 (Tomo I). 

H.- Que de acuerdo a Héctor Vargas Soto, según declaraciones de fs. 367 a fs. 369 (Tomo II), de fs. 482 a fs. 488 (Tomo II) y de fs. 653 a fs. 654 (Tomo II) señala haber sido testigo cuando carabineros, entre ellos el Sargento Rosas Cárdenas (fallecido según consta a fs. 1045 Tomo III), hacen bajar a un joven desde una micro de recorrido Osorno-Bahía Mansa, específicamente en el cruce Pucatrihue, para luego darle culatazos hasta destruirle el cráneo. Los carabineros en número de seis o siete llegaron hasta ese lugar en un vehículo perteneciente al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

I.- Que por otro lado doña Ana del Carmen López Barría, según su relato de fs. 188 a fs. 192 (Tomo I), de fs. 302 a fs. 308 (Tomo I), de fs. 356 a fs. 361 (Tomo I), de fs. 466 (Tomo II) señala haber sido pareja de Jorge Aguilar Cubillos, uno de los supuestos extremistas que asaltaron el Retén de Bahía Mansa el 5 de octubre de 1973. Que una vez que se produjo el golpe de estado este huyó hacia un sector rural junto a Edgar Cárdenas Gómez y María Ester Bustamante, puesto que su nombre había aparecido en los bandos emitidos por las nuevas autoridades. Que nunca más supo de Jorge Aguilar Cubillos hasta el día 06 de octubre de 1973 en que tomó conocimiento de que este se encontraba fallecido en la morgue del hospital de Osorno. Concurrió al hospital en conjunto con la madre de Jorge Aguilar Cubillos, doña Ema Cubillos y su cuñada de nombre Onorinda Aguilar Cubillos, lugar en el cual un enfermero les permite ver el cuerpo de Jorge Aguilar Cubillos, además del cuerpo de María Ester Bustamante y de Edgar Cárdenas Gómez, todos con impactos balísticos, teniendo Jorge Aguilar Cubillos 36 impactos de bala, uno de ellos entre las cejas con salida de proyectil y el cuerpo de María Ester Bustamante con un gran forado en la espalda, enterándose que esta última se encontraba embarazada.

J.- Que continuando su relato doña Ana del Carmen López Barría señala que estando en la morgue del hospital de Osorno se hacen presentes tres funcionarios de Carabineros de la Tercera Comisaría de Osorno con la orden de llevarlas ante el capitán Adrián Fernández Hernández. Llegada a la comisaría queda detenida por 22 días, lapso de tiempo en el cual es sometida a distintos tipos de interrogatorios, los que incluían, entre otras torturas, aplicación de corriente eléctrica en sus senos. Señala, además, que en la primera ocasión en la que la interrogan le hacen oír un cassette con la grabación de un joven que se identificaba como Marcelo Gutiérrez Gómez, dándose cuenta de que se trataba del hermano de Edgar Cárdenas Gómez, quien según le dijo Fernández, había sido detenido por Carabineros de la Tercera Comisaría bajo su mando el día 05 de octubre de 1973, a quien lo habían sometido a un intenso interrogatorio y tortura para obtener el paradero de Edgar, Jorge y María Ester, y se escuchaba como Marcelo Gutiérrez Gómez gritaba y suplicaba que no lo siguieran sometiendo a torturas; lloraba e indicaba que no sabía dónde estaba su hermano. Agrega que durante el tiempo que le hicieron escuchar la grabación, esto es por alrededor de tres minutos, Marcelo Gutiérrez Gómez nunca señaló el lugar donde se encontraba su hermano en compañía de Jorge Aguilar Cubillos y María Ester Bustamante Llancamil. Acto seguido el capitán Adrián Fernández Hernández le manifestó que si no cooperaba le iba a ocurrir lo mismo a ella. 

K.- Que en el mismo sentido declara doña María Eufemia Millaquipai Guichaquelen de fs. 260 a fs. 264 (Tomo I), de fs. 297 a fs. 299 (Tomo I), señalando que estuvo detenida junto a doña Ana del Carmen López Barría en la Tercera Comisaría de Carabineros Rahue de Osorno, lugar en el cual también fue sometida a torturas, las que incluían aplicación de corriente, por largos minutos, en los senos, vagina, brazos, codos, sienes, cuello, piernas, rodillas y tobillos; sus torturadores eran hombres, reconociendo entre ellos, por la voz, al capitán Adrián Fernández Hernández. Todas las sesiones de torturas eran en el subterráneo de la comisaría y con la vista vendada. Señala, además, que cuando pudo conversar don Ana del Carmen López Barría, esta le comentó llorando que a su marido Jorge Aguilar Cubillos lo habían matado y que ya estaba sepultado y que a ella la habían detenido por haberle enviando comida a su marido con un joven, el cual también resultó detenido y que desconocía que había ocurrido con él.

L.- Que según declaración de María Angélica Vergara Herrera de fs. 352 a fs. 355 (Tomo I) y de fs. 444 a fs. 445 (Tomo II), señala haber sido esposa de Edgar Eugenio Cárdenas Gómez y que se enteró de la muerte de Marcelo Gutiérrez Gómez de boca de su señora doña Inés Bertín Yáñez (fallecida, según consta a fs. 1047 Tomo IV), quien le señaló que Marcelo Gutiérrez Gómez fue detenido por carabineros de la Tercera Comisaría de Osorno, quienes andaban de uniforme y habrían bajado a Marcelo Gutiérrez Gómez de la micro que hacía el recorrido Osorno-Bahía Mansa.

M.- Que de conformidad a lo obrado en las letras E) a L) precedentes, se colige que la persona de la cual se discurre es Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez, 17 años de edad a la fecha de su detención, quien viajó a Bahía Mansa, sector costero de Osorno, con el fin de llevarle alimentos a su hermanastro Edgar Cárdenas Gómez, quien se encontraba oculto en aquel lugar junto a otras dos personas; que el día 05 de octubre de 1973 Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez es detenido por una patrulla de carabineros en el cruce Pucatrihue que une Osorno con Bahía Mansa, quienes cumplían una orden del capitán Adrián Fernández Hernández, comisario de la Tercera Comisaría de Carabineros de Osorno, con jurisdicción sobre el retén de Carabineros de Bahía Mansa, patrulla que estuvo compuesta, entre otros, por el carabinero Cheuquelaf Lorenzo. Que previo a su detención el día 05 de octubre de 1973, Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez había estado detenido por sospecha en el retén de la localidad señalada y se le había dado su libertad, como señaló Luis Humberto Pinol Carillanca, quien era el jefe del Retén Bahía Mansa a la fecha de ocurridos los hechos; que de acuerdo al mérito de los antecedentes descritos, hasta la fecha se desconoce el paradero de Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez desde la fecha en que fue detenido por carabineros pertenecientes a la Tercera Comisaría de Carabineros de Osorno”. 


Justicia tardía pero igual tendrán que ir a la cárcel: Tres carabineros acusados por secuestro y muerte de joven de 17 años en Osorno en 1973

Fuente :cambio21.cl, 1 de Enero 2022

Categoría : Prensa

El ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los Derechos Humanos de las jurisdicciones de Temuco, Valdivia, Puerto Montt y Coyhaique; Álvaro Mesa; sindicó al capitán de Carabineros -a la época de los hechos- Adrián José Fernández Hernández, y a los efectivos Jorge Daniel Garcés Garcés y Rodolfo Segundo Cheuquelaf Lorenzo, como autores del secuestro calificado de Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez.

Según el escrito al que tuvo acceso Bío Bío en Osorno, el ilícito en contra del joven de entonces apenas 17 años de edad e integrante del Frente de Estudiantes Revolucionarios (FER), fue perpetrado el 5 de octubre de 1973, en el sector de Bahía Mansa.

En la etapa de investigación de la causa, el ministro en visita logró reunir antecedentes suficientes para dar por acreditados una serie de hechos, entre ellos:

“(Que) durante el estado de sitio que regía tras el golpe de Estado, y encontrándose el mencionado capitán al mando de la 3° comisaría de Carabineros de Osorno, organizó y coordinó un grupo especial de carabineros (…) grupo que realizaba patrullajes por la zona dependiente de la unidad policial antes indicada, a la vez que procedían a detener personas que posteriormente eran llevadas a la Comisaría para ser interrogadas en dependencias de esa unidad; o que fueron retiradas por este grupo especial de carabineros para ser llevados a lugares desconocidos hasta la fecha“.

Entre otros puntos, sostiene la resolución que el joven “salió de su domicilio en la ciudad de Osorno con destino a Bahía Mansa a llevarle alimentos a su hermanastro, Edgar Eugenio Cárdenas Gómez, militante socialista y muy buscado en la zona con posterioridad al 11 de septiembre de 1973.

Secuestro, Desaparición y Ejecuciones
Testigos presenciales relataron a la familia que fue obligado por Carabineros a descender del microbús en que viajaba, quienes lo detuvieron y llevaron con rumbo desconocido, ignorándose hasta hoy la suerte que corrió el afectado.

El mismo día, el hermanastro de la víctima, Edgar Cárdenas, fue ejecutado por Carabineros junto a otros dos militantes, un radical y un socialista.

Los tres habían ido a refugiarse a una choza de pescadores cuando carabineros de la 3ª Comisaría de Rahue de Osorno y del Retén de Bahía Mansa, irrumpieron en el lugar dándoles muerte de inmediato.

Tras un extenso análisis y presentación de pruebas, el Ministro en visita concluye en su resolución “que el día 5 de octubre de 1973, Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez es detenido por una patrulla de carabineros en el cruce Pucatrihue que une Osorno con Bahía Mansa, quienes cumplían una orden del capitán Adrián Fernández Hernández, comisario de la 3ª Comisaría de Carabineros de Osorno, con jurisdicción sobre el retén de Carabineros de Bahía Mansa, patrulla que estuvo compuesta, entre otros, por el carabinero Cheuquelaf Lorenzo”.

Agrega, “Que previo a su detención el día 5 de octubre de 1973, Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez había estado detenido por sospecha en el retén de la localidad señalada y se le había dado su libertad, como señaló Luis Humberto Pinol Carillanca, quien era el jefe del Retén Bahía Mansa a la fecha de ocurridos los hechos; que de acuerdo al mérito de los antecedentes descritos, hasta la fecha se desconoce el paradero de Marcelo del Carmen Gutiérrez Gómez desde el día en que fue detenido por carabineros pertenecientes a la Tercera Comisaría de Carabineros de Osorno”, concluye el documento consignado por radio Biobío.