Barrera Ciocca Luís Eduardo

Rut:

Cargos:

Grado : Teniente Coronel

Rama : Ejército


Hasta siempre Alberto Yánez y Luis Toro

Fuente :http://pciquique.blogspot.com 8 de febrero , 2009

Categoría : Prensa

El próximo miércoles 11 de febrero se cumplen 35 años del asesinato en Pisagua de dos jóvenes y ejemplares héroes de la lucha social: Alberto Yánez Carvajal y Luis Toro Castillo. Ambos habían sido detenidos en distintas fechas en Iquique y trasladados hasta el centro de torturas del regimiento Telecomunicaciones y atrozmente flagelados. Desde aquí y en muy penosas condiciones físicas son confinados al campo de concentración de Pisagua, donde continúan su penoso calvario, aislados en las denominadas catacumbas. A pesar de los permanentes apremios al que ambos son sometidos en Pisagua, logran traslucir hacia sus compañeros un inmenso sentido de entera dignidad por lo obrado en sus vidas.
Así, llega el nefasto día en que la dictadura monta otra farsa judicial y son sometidos a un “tribunal militar” desde el 9 al 10 de febrero de 1974, surrealista tribunal denominado consejo de guerra, conformado por los tenientes coroneles Hans Zippelius Weber, como presidente, y Luis Solorza Anguita; el mayor Sergio Parra Valladares; los capitanes Florencio Tejos Martínez y Carlos Sepúlveda Soto; y los subtenientes Luis Barrera Ciocca y Rubén Opazo Castro. Estos sujetos procedieron a juzgar a 116 presos políticos, -21 mujeres incluidas-, farsa en la que acusan a 68 de ellos de un delirante “Plan 22”, aplicando sentencias que abarcaron diversas penas de muerte, relegación y cárcel. Bajo el beneplácito del célebre criminal Forestier, su otro cómplice, Larraín, sella con su firma estas condenas y con esto la pena de muerte a estos dos valerosos jóvenes.
Alberto Yánez Carvajal, iquiqueño de 31 años, había realizado sus estudios básicos en la escuela Centenario N° 6 y los prosigue en el Instituto Comercial, desde donde egresa como Agente Comercial. El año 1963 se incorpora como administrativo al servicio de prisiones de Iquique y ese año contrae matrimonio con Lucila Corquez Carvajal concibiendo dos hijos de ese amor. Exonerado del servicio luego de perpetrado el golpe militar es posteriormente detenido el día 5 de enero de 1974. Luis Toro Castillo, iquiqueño de 34 años, era obrero de ferrocarriles, laborando como soldador en la sección tornería, casado con Laura Silva, es detenido el 1° de octubre de 1973. Ambos jóvenes compartían similar pasión por el deporte –el fútbol- y su gran compañerismo y calidad humana dejaron indeleble huella entre sus compañeros. Por cierto eran grandes amantes de su familia, responsables, preocupados y esmerados por su grupo familiar. Ambos compartían los más hermosos sueños de emancipación, libertad y de justicia para su pueblo y más jóvenes aún se habían hecho militantes comunistas.
Conocemos del comportamiento de estos valerosos jóvenes por la revelación que hizo el sacerdote Murillo a la esposa de Yánez. Sí, Alberto Yánez enfrentó a los criminales Larraín y Acuña espetándoles en su propia cara el imborrable epíteto de “asesinos” y luego fue a enfrentar el pelotón de ejecución. En cambio estos criminales, junto al cobarde Forestier y otros asesinos en Tarapacá, nunca tuvieron el valor de admitir sus felonías.
En cambio Yánez y Toro, ambos luchadores y mártires de la causa social representan lo mejor de la sociedad. Trabajadores honestos y poseedores de una ejemplar ética de vida, abrazaron generosamente la causa de la construcción de una sociedad más justa para todos los chilenos y sucumbieron físicamente sin renegar del camino asumido.
Hoy, como siempre, corresponde colocar en su justo sitio la memoria viva de estos hombres enteros que son imperecederos ejemplos para nuestra juventud. No cayeron en vano –como expresamente lo señalo Yánez frente a sus asesinos- pues aún iluminan, y así lo seguirán haciendo, el camino hacia la construcción de una sociedad realmente justa, solidaria y democrática, como la soñaran estos héroes del pueblo. Por vuestro ejemplo y digna memoria, hasta siempre Yánez y Toro.

Epifanio Flores.