Celedón Lavin León Eduardo

Fecha Detención :
Lugar Detención :

Fecha Asesinato : 02-10-1973
Lugar Asesinato : Santiago


Edad : 33

Actividad Política : Desconocida
Actividad : Abogado

Estado Civil e Hijos :
Nacionalidad : chileno


Relatos de Los Hechos

Fuente :(Corporacion)

Categoría : Antecedentes del Caso

El 2 de octubre 1973 muere en el hospital José Joaquín Aguirre León Eduardo CELEDON LAVIN, 33 años, abogado.
Según los testimonios obtenidos, en circunstancias que iba viajando en micro junto con un amigo, fue detenido el 30 de septiembre de 1973 por funcionarios del Servicio de Inteligencia de Carabineros (SICAR), con los que previamente había tenido un altercado. Fue bajado del vehículo en la calle Trieste, sector Recoleta e inmediatamente baleado por sus captores. La víctima fue conducida herida por múltiples balas hasta el hospital José Joaquín Aguirre. En este recinto fue encontrado por sus familiares. Muere a consecuencia de "herida de bala torácica complicada".
Estando acreditada la detención y las circunstancias de la muerte y su causa, la Comisión ha llegado a la convicción que León Eduardo Celedón Lavín fue ejecutado al margen de toda legalidad por agentes del estado, en un hecho que constituye violación a los derechos humanos.

 


Fuente :Abel Torres

Categoría : Antecedentes del Caso

Recibido por Memoriaviva – 2012

Entre los ejecutados figura León Eduardo Celedón Lavin, yo soy el amigo que figura como acompañante de él. En esa ocasión íbamos en un micro llena de pasajeros, por Recoleta en dirección al centro de Santiago, cuando alguien hizo una alusión al golpe de estado y sus consecuencias, lo que provocó risas entre los pasajeros. El conductor advirtió que solo llegaría su recorrido hasta el rio Mapocho debido a la cercanía del toque de queda. Una vez llegado a la plaza Tirso de Molina, empezaron a bajar los pasajeros, de súbito se pararon dos individuos de unos asientos ubicados en la parte delantera del vehículo los que, avanzaron por el pasillo, con sendos revólveres en sus manos gritando uno de ellos “¿a quién no le gusta el gobierno?”, acto seguido nos apuntaron a nosotros y nos conminaron a bajar. En ningún momento hubo un altercado entre Eduardo con alguno de ellos, como consigna el relato de ustedes. Una vez abajo nos llevaron, entre golpes y disparos al suelo, hacia la calle Trieste, en ese lugar, tal vez porque yo les dije que tenía un pariente con un alto cargo en el Ministerio de Defensa, lo que no era efectivo pero sí tenía amigos militares, el que me custodiaba me ordenó correr hacia el lugar en donde todavía estaban los pasajeros del micro observando lo que sucedía. Yo lo hice caminando pensando en la famosa ley de fuga, de manera que si me disparaban todos vieran que lo hacían a alguien que iba caminando y no arrancando, ¡como si eso les hubiera importado! Sentí varios disparos pero nunca me imaginé que lo hacían contra Eduardo el que había quedado con ellos, hasta el día siguiente cuando se supo que estaba internado en el José Joaquín Aguirre. Tengo entendido que vecinos del lugar, una vez terminado el incidente, salieron de sus casas y al ver el cuerpo de Eduardo llamaron una ambulancia la que lo condujo al hospital. Lo de ser carabineros, esa fue la impresión que me dio por la marca que deja una gorra en el pelo del que la usa. Esta tiene por objeto aclarar que en ningún momento hubo un altercado con los individuos ni menos opusimos resistencia, pensando que seríamos conducidos a la comisaría del sector en donde se aclararía plenamente nuestra situación. Lo sucedido esa noche fue y es absolutamente incomprensible.