Drouilly Yurich Jacqueline Paulette


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Rut : 6.853.430-5

Fecha Detención : 30-10-1974
Lugar Detención : Santiago


Fecha Nacimiento : 03-12-1949 Edad : 24

Lugar Nacimiento : Santiago

Actividad Política : Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
Actividad : Estudiante de Servicio Social

Estado Civil e Hijos : Casada, embarazada
Nacionalidad : chilena

Marcelo Salinas Eytel
119


Relatos de Los Hechos

Fuente :Vicarìa de la Solidaridad

Categoría : Antecedentes del Caso

Fecha de Detencion: 30 Octubre 1974

Edad a la fecha de detencion: 25 años

Estado Civil : Casada – embarazada 

Cedula de Identidad: 6.853.430-5

Profesion: Estudiante de Servicio Social

 

 

Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, nació el 3 de Diciembre de 1949 en la Clinica Florence Nightingale de Santiago de Chile. Hija de Jorge Drouilly Silva y Norma Yurich Costagliola.

 

Cuando tenia 4 años, su padre fue trasladado como arquitecto a la ciudad de Temuco, por el Ministerio de Obras Públicas, para esa oficina provincial. Al año siguiente, 1955, la matriculamos en el kindergarten del Colegio Alemán.

Muy pronto, ella hizo amistades que llegaban a nuestra casa (y que conservó hasta últimos momentos). Cursó las preparatorias, destacándose como una niña alegre, comunicativa y sociable. En los años 1956 y 1957 le llegaron dos hermanas.

Cuando tenía 11 años tuvo nuevamente otra hermana. En 1964 se retiró del Colegio Alemán para entrar al Colegio Bautista junto a sus hermanas. Pero los últimos años de Enseñanza Media los cursó en el Liceo Gabriela Mistral de Temuco. El informe personal de su profesora jefe decía:

 "Se adapta, es espontáneamente cooperadora, y responsable en sus actividades extraprogramáticas y muy cortés".

 

Jacqueline fue siempre una hija cariñosa y muy responsable en lo que se le encomendaba. Muy apegada a su familia, ayudando en todo a sus hermanas. Cumpliendo con sus profesores, su familia, sus amigos. De esto hay infinitos testimonios.

Su vocación siempre fue ayudar, a enfermos, desvalidos, pobres, abandonados, y esto desde muy pequeña. Muchas veces pensamos que a lo mejor iba a ser enfermera. Pero eligió la carrera de Servicio Social. Con buen puntaje, ella ingresó a ésta, en la Universidad de Chile, en Temuco.

Al tiempo después conoció a un joven que estudiaba también. Se enamoraron. Después él quiso seguir estudiando en Santiago. Se pusieron de acuerdo y nosotros nada pudimos, porque ella luego seria mayor de edad. Mucho le costó rematricularse en Santiago. Entonces optó por dar curso a sus inquietudes artísticas: el teatro, que era una antigua afición. Estuvo 2 años en la Escuela de Teatro de la U. de Chile. Luego, insistió en retornar a Servicio Social. Nuevamente ingresó, aquí en Santiago, a la U. de Chile.

Marcelo Salinas Eytel

El dia 2 de agosto de 1974 contrajo matrimonio en el Registro Civil de Ñuñoa con Marcelo Salinas Eytel. Al poco tiempo se fueron a vivir a Decombe 1191, arrendando el segundo piso, con salida independiente. La casa era de una compañera de Servicio Social. Cinco días antes de ser detenida mi marido y yo los visitamos, almorzando con ellos. A las 6 de la tarde regresamos a Temuco. Esa fue la última vez que los vimos.

El día miércoles 30 de octubre de 1974, cerca de la medianoche, cuando ella hacia un trabajo para la Escuela, en la parte baja (la casa de su compañera), ya que hacia la práctica en INACAP, y necesitaba la máquina de escribir, llegaron unas camionetas con hombres vestidos de civil preguntando por Marcelo. Ella les dijo que no estaba y que pronto llegaría, que ella era su esposa. Entonces empezaron a interrogarla, y bruscamente la hicieron subir al 2° piso, allanando, golpeándola y cometiendo toda suerte de atropellos para saber del paradero de su esposo.

 Segun declaraciones de la Srta. Marilu Varela, estos fulanos estuvieron volviendo varias veces a la planta baja, mientras ella, su hermana, su hermanito, la empleada y un chofer de su casa, oian la fiesta con música y bailes que tenían los otros arriba,

después de haberse llevado a mi hija que, apenas pudo colocarse un abrigo de lana y un gorro cuando ellos, echándola a una camioneta, le dijeron a la gente de la casa que se llevaban a mi hija "en calidad de REHEN", mientras tomaban a mi yerno "si Ilegaba", pero ya a esas horas habia toque de queda, amenazaron a Marilú y dejaron gente apostada.

El jefe del grupo que, por las señas, era Osvaldo Romo le dijo a Marilú que no se acostara porque volverían a conversar con ella… para hacerle "otras preguntitas" y esperar a Marcelo.

Una amiga mia que visitariá a Jacqueline al dia siguiente supo de esto y nos avisó a Temuco. Yo viajé a Santiago y ahi comenzó nuestro largo y angustioso peregrinaje. Alguien me dijo que fuera al Comité Pro Paz. Visité después la casa de Alberto Decombe y hablé con la Srta. Marilú, y recién ahí supe que a mi yerno lo habian tomado al día siguiente en la puerta de la casa, disparándole a un taxi donde venia y llevándolos con el taxista.

Presentamos un recurso de amparo por mi hija. Otro por los dos. Una denuncia por secuestro. Otro recurso más, agregando una carta que venia de la Cruz Roja Internacional diciendo que habian visitado a Jacqueline en el penal de Tres Alamos el dia 20 de noviembre de 1974. Y que acerca de su esposo no tenían noticias aún.

Con los recursos de amparo; denuncia por secuestro, cartas de 2 ó 3 páginas al Ministro d Interior, general Raúl Benavides, al comandante en jefe de la Gobernación Militar de Santiago, Jaime Arellano Stark, y muchos otros generles y personajes de todas las ramas. Entrevistas con cónsules, embajadores, altos comisionados. Visitas, casi todos los dias, durante años a mucha organismos, como el CIME, CONARE, CELADE Y cuantos viajes diarios a la Secretaria de Detenidos (SENDET), preguntando y preguntando al Ministerio de Defensa. Obteniendo visas de paises europeos y americanos para poder tener un lugar donde llegaran mi hija y su esposo depués de ser juzgados de acuerdo a la más perfecta forma de la Justicia: sin escuchar otra cosa que no fuera: "Quédese tranquila señora'' "Vuelva en una semana más".

Mientras en Tres Alamos, la Correccional y otros lugares de reclusion contestaban: "Aqui no se encuentra es persona. No insista". Otras veces… "No hemos tenido noticias". "Nosotros no sabemos nada , vaya al SENDET.

A mi hija la llevaron esperando familia: un embarazo de tres meses. ¿Y ese hijo que debío de nacer alrededor de abril de 1975? ¿Qué fue de él? ¿Dónde lo tienen? ¿ dónde?

Yo di a luz una hija sana, hermosa e inteligente. Y en la flor de la edad, cuando se aprontaba a ser madre, una noche, clandestinamente irrumpen en su casa felones de un organismo llamado SIM, DINA o CNI y la llevan con destino a las casas de tortura, la incomunican, luego la hacen desaparecer, privando de vida a su hijo y torturando también a toda su familia.

Dios sabe que no hay eternidad con qué pagar tanta perversidad. Hoy, los testimonios, las declaraciones juradas, los testigos, están en todas partes de Chile y del mundo. Los nombres de mi hija y de mi yerno estén en numerosos paises de America, Europa, Africa, en las Naciones Unidas, resonando…

Pero se ha dicho públicamente que éstas, como cientos de personas más

"No han existido nunca en Chile".

(testimonio de la madre de Jacqueline)


Sobre Jacqueline y Marcelo

Fuente :Norma Yurich de Drouilly. 30 de Octubre de 1991

Categoría : Otra Información

Para una misa el año 1991, la madre de Jacqueline escribio esta tarjeta: Todo ha de ser distinto.

Lentamente. Ahora el tiempo está dividido en "antes y después" de los Detenidos-

Desaparecidos.

Las nuevas generaciones, después de las victimas, desde las torturas, pensarán como ellos:

el ser humano es lo más Importante, en su derecho como tal.

La codicia alimenta a algunos, pero también se vierte, de pronto, en miseria.

Y que es inconducente a un mundo mejor.

 

Nuestras almas están partidas, pero no así el pensamiento: firme.

No ajusticiamiento, pero si justicia.

Llevamos el corazón quebrado y el alma en penumbra, pero seguiremos hasta siempre.

 

Ya fue descubierto que la perversidad no es una mentira:

Los hay quienes dieron las órdenes.

Los que las cumplieron.

Los que promovieron.

Y los que se involucraron en la ayuda o con el aplauso.

 

Pero aquí están Marcelo Salinas Eytel y Jacqueline Drouilly Yurich,

marido y mujer.

El, 30 anos, Técnico Electrónico, detenido en esta fecha.

Ella, 24 años, terminando su carrera de Asistente Social, embarazada

de tres meses.

 

Ellos y todos los detenidos-desaparecidos harán recordar a los presentes esta triste verdad para que el horror que duró tantos años no vuelva a suceder.

 

Para que nunca más.

 

Cuidaremos, exigiremos

y llegaremos.

 

Norma Yurich de Drouilly.

30 de Octubre de 1991


Juez dicta condena N°100 contra cúpula de la DINA

Fuente :18 de abril de 2008 Lanacion.cl

Categoría : Prensa

 

 

Los sentenciados de siempre: brigadier (R) Pedro Espinoza, general (R) César Manríquez Bravo, teniente coronel (R) Francisco Ferrer Lima, y el coronel (R) Miguel Krassnoff Martchenko.

La condena Nº 100 contra los jerarcas de la ex Dirección de Inteligencia Nacional, DINA, dictó ayer el ministro de fuero de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alejandro Solís. Esta vez fue por el secuestro calificado del mirista Marcelo Salinas Eytel, desaparecido en 1974.

El ex director de la DINA, general (R) Manuel Contreras Sepúlveda, fue sentenciado a 15 años de cárcel, que se sumaron a los 57 que ya cumple por otros casos. Sin embargo, Contreras espera sentencias definitivas en otras 15 causas que elevarían su reclusión a 197 años.

Otro de los condenados por el ministro Solís es el brigadier de Ejército (R) Pedro Espinoza Bravo, segundo en la jerarquía de la DINA, sentenciado a 10 años y un día de presidio.

La misma condena recibieron el general de Ejército (R) César Manríquez Bravo, ex jefe de la brigada metropolitana de la DINA; el teniente coronel (R) Francisco Ferrer Lima, el "intelectual" del organismo represivo, porque pedía más "inteligencia y menos sangre"; y el coronel (R) Miguel Krassnoff Martchenko, alias "El Ruso", jefe de la brigada de exterminio del MIR en la Villa Grimaldi.

Absuelto quedó José Manzo Durán, ex jefe del centro de detención Cuatro Álamos.

El fallo del ministro Solís es parte de un proceso que nació en enero de 1998, paralelo a los juicios contra el ex dictador Augusto Pinochet que quedaron en manos del juez Juan Guzmán Tapia.

Ese año, familiares de detenidos desaparecidos se querellaron contra Pinochet y otros ex oficiales de la Fuerzas Armadas y Carabineros, pero el juez Guzmán decidió abrir otro proceso, por los secuestros calificados que se originaron en la Villa Grimaldi.

El 14 de octubre de 2002, la Corte de Apelaciones de Santiago decidió reordenar las investigaciones del juez Guzmán, debido al gran volumen de este proceso. Se nombró a cuatro ministros, entre ellos a Alejandro Solís, quien ha dictado 20 de las 100 condenas que afectan a la cúpula de la DINA.

Marcelo Salinas Eytel, técnico en radio y televisión, tenía 31 años al momento de su detención, el 31 de octubre de 1974, frente a su domicilio de calle Alberto Decombe, en Providencia. Era miembro del MIR.

Días antes, su esposa Jacqueline Drouilly Yurich, estudiante de Servicio Social y también detenida desaparecida hasta hoy, había sido secuestrada por la DINA para mantenerla como rehén mientras aparecía Salinas Eytel.

En el domicilio de ambos se montó una "ratonera" y los agentes obligaron a la hermana de Salinas Eytel a decirle que todo estaba bien y que podía llegar a la casa sin problemas.

El técnico llegó en un taxi, pero al ver algo sospechoso le dijo al chofer que continuara, ante lo cual los agentes dispararon a las ruedas del vehículo. A golpes, Salinas Eytel fue llevado primero a Cuatro Álamos y después a Villa Grimaldi, desde donde desapareció. Según testigos, tanto Salas Eytel como su esposa fueron brutalmente torturados por Osvaldo Romo Mena.


Corte de Apelaciones ratifica condena por secuestro de Marcelo Salinas Eytel

Fuente :Martes 6 de enero de 2009     El Mostrador

Categoría : Prensa

 

 

Los ministros ratificaron la condena de primera instancia del ministro Alejandro Solís quien el 17 de abril de 2008 determinó: 15 años y un día de presidio para el general (r) Manuel Contreras Sepúlveda.

La Corte de Apelaciones de Santiago ratificó la condena por el secuestro calificado de Marcelo Salinas Eytel, ocurrido a partir del 31 de octubre de 1974 en la Región Metropolitana.

En fallo unánime, los ministros ratificaron la condena de primera instancia del ministro Alejandro Solís quien el 17 de abril de 2008 determinó: 15 años y un día de presidio para el general (r) Manuel Contreras Sepúlveda; y 10 años y un día para el ex jefe de la Brigada de Inteligencia Metropolitana de la DINA, general (r) César Manríquez Bravo.

Así como también para el bigadier (r) Pedro Espinoza Bravo, y los ex agentes de la DINA Maximiliano Ferrer Lima, Miguel Krassnoff Martchentko. Mientras Orlando Manzo Durán fue Absuelto falta de participación

Historia

Marcelo Salinas Eytel, técnico en radio y televisión, tenía 31 años al momento de su detención, el 31 de octubre de 1974, frente a su domicilio de calle Alberto Decombe, en Providencia. Era miembro del MIR.

Días antes, su esposa Jacqueline Drouilly Yrich, estudiante de Servicio Social y también detenida desaparecida hasta hoy, había sido secuestrada por la DINA para mantenerla como rehén mientras aparecía Salinas Eytel.

En el domicilio de ambos se montó una "ratonera" y los agentes obligaron a la hermana de Salinas Eytel a decirle que todo estaba bien y que podía llegar a la casa sin problemas.

El técnico llegó en un taxi, pero al ver algo sospechoso le dijo al chofer que continuara, ante lo cual los agentes dispararon a las ruedas del vehículo. A golpes, Salinas Eytel fue llevado primero a Cuatro Álamos y después a Villa Grimaldi, desde donde desapareció. Según testigos, tanto Salas Eytel como su esposa fueron brutalmente torturados por Osvaldo Romo Mena.

 


Oh, mis queridos fantasmas, perdonen nuestra cómoda cobardía

Fuente :Por Arturo Alejandro Muñoz Publicado el oct 17, 2012

Categoría : Mensaje

 

 

* En recuerdo de mis compañeras y colegas Cecilia Labrín y Jacqueline Drouilly (*), asesinadas por la DINA en 1974

 

 

 NO FUE UN recordatorio -ni un recorrido- agradable. Por el contrario. Fue doloroso. Una nostalgia transformada en lágrimas nacidas de la ira más que del penoso recuerdo marcó esa jornada. Al menos, así le ocurrió a mi espíritu.

 

La gente transita frente a la belleza de su entorno cotidiano y no la ve, no la siente ni la valora. La rutina del día a día dificulta poder empaparse de aquello que el turista admira. Algo similar sucede con la fealdad, con la tristeza y las llagas de una historia aún cercana que demorarán otros veinte lustros en cerrarse debidamente. Nuevas generaciones construyen sobre las cenizas de quienes lucharon para asegurarles un futuro menos duro que el presente aquel que les correspondió vivir. Pero, esas generaciones no saben de esta historia, tal vez la intuyan gracias a los relatos –ya desvencijados y gastados a punta de exceso de verborrea y llantos- que personas muy mayores (abuelos casi) se obstinan en jamás olvidar. Tal vez. Mas, a muchas personas lo anterior les resbala por sus cuerpos como el jabón de la ducha matinal. Para ellos, lo horrendo, lo terrorífico, es mejor aislarlo, hacerle una ‘cachaña’ y no darse por enterado de que realmente algo inhumano y bestial acaeció en ese lugar.

 

Es entonces que surge la mal llamada “veta humorística nacional”, una especie de bofetada suave lanzada con el guante de la indiferencia. Hay que reírse de los muertos, de las víctimas y, especialmente, de los victimarios. ¿Para qué seguir tirando ramitas de canelo y nogal a esa hoguera de las divisiones? He escuchado tantas veces la misma frase… y esas mismas veces me he comprometido, porfiadamente, a no caer en el juego del olvido.

 

Por ello, un día cualquiera realicé un rápido recorrido por aquellas calles santiaguinas donde alguna vez –no hace muchos años- hubo centros de detención, tortura y muerte. La idiosincrasia del chileno le permite apuntar con certera precisión al trastoque de la realidad. Se debe festinar todo, incluso la muerte y el asesinato. A Pinochet lo transformaron en bufón de circo pobre, así como a Toribio Merino lo dejaron acodado en la barra de un bar de mala muerte, de esa misma muerte que él instaló en cubiertas y bodegas de naves como La Esmeralda y el Lebu. Surgieron entonces los apodos pretendidamente cómicos o bizarros para restarle dramatismo al genocidio. La Venda Sexy, el Palacio de la Risa, la Matinée del Diablo, Yucatán, Cuartel Ollagüe…y así, suma y sigue. Todo ello muy conveniente para los asesinos. Festinar la tragedia es ignorarla. Quizá sea peor, pues en realidad se está insultando a los caídos.

 

Pasé frente a algunos de esos inmuebles donde reinó la muerte, y me pregunté si los espíritus de quienes fallecieron bajo torturas inenarrables deambularían por pasillos y cuartos en las noches sin luna. Pregunta inútil, realmente, ya que la muerte sigue allí adosada a las paredes como un tapiz de horrores. Los fantasmas de nuestros camaradas continúan cobijándose en la esperanza de que algún día, quienes transitamos por la vida concreta, nos despojemos de nuestra cómoda cobardía y decidamos hacer justicia verdadera para que ellos puedan, por fin, abandonar esos lugares de dolor y trasladarse a dimensiones más halagüeñas.

 

Siempre he sido partidario de una justicia que abarque la realidad completa, lo que importa una sanción acorde al hecho punible. No me convence Punta Peuco como castigo ejemplar para aquellos criminales que abusaron de un poder que nadie les dio. Tampoco me convence enviarlos a cárceles públicas, ya que estas se encuentran privatizadas y sus dueños, en algunos casos, resultan ser socios o amigos de familiares cercanos de muchos de los uniformados detenidos. ¿Por qué no encarcelar a esos trogloditas bestiales en los mismos lugares donde provocaron dolor, muerte y tragedia? Que pasen allí miles de noches visitados por los fantasmas de quienes asesinaron. Que recuerden una y otra vez, día tras día, las aberraciones realizadas, y que cada noche, junto a la oscuridad reinante y al miedo que embadurna el alma, escuchen las voces, los pasos, los gritos, el llanto y los juramentos de todos esos seres cuyas vidas ellos cortaron sin misericordia. Que la locura se apodere de sus mentes, envenene sus arterias y despedace sus esperanzas.

 

Imagino, y me satisface, el deseable sufrimiento de los desquiciados criminales temblando de pavor, revolcados –cada noche- en sus heces y orines en un rincón de pestilentes cuartos traspasados por el hedor a muerte, atormentados por la presencia de mil espíritus que les flagelan con su presencia y con la inquisición de preguntas carentes de respuestas, de conjuros y predicciones respecto de los tormentos del averno que esperan a todos y cada uno de los genocidas en vidas futuras. Me complacería ver a esos asesinos empalados por el terror, absorbidas sus mentes por una locura sin sanación, mordiéndose entre ellos y atacándose unos a otros con saña de zombies. Sí… definitivamente esa sería una buena condena, una necesaria y justa condena. ¿Concordarán con ella aquellos que perdieron su vida en tales sitios?

 

Alguna vez, en el que a mi juicio es su mejor poema, Vicente Huidobro escribió:

 

Oh mis fantasmas!

¡Oh mis queridos espectros!

La noche ha dejado noche en mis cabellos

¿En dónde estuve? ¿Por dónde he andado?

¿Pero era ausencia aquélla o era mayor presencia?

 

Mis queridos fantasmas, muchos como yo –millones en realidad- jamás los hemos abandonado. Perdonen nuestra pusilanimidad. Seguimos intentando hacer justicia y quizás moriremos en ese intento, pero nunca les hemos olvidado… a pesar de los esfuerzos que antiguos compañeros vuestros y nuestros han realizado para ocultar no sólo el recuerdo de vuestras luchas sino, además, su propia vergüenza de traidores y corruptos, ya que en temprana hora se entregaron dócilmente al arbitrio de los enemigos de siempre.

 

Mis queridos fantasmas, sepan ustedes que se avecinan nuevos desafíos, nuevas luchas. En ellas también estaremos. Nuestra acción se encamina a estructurar una Asamblea Constituyente, una nueva y democrática Constitución Política y, por supuesto, construir en Chile aquella necesaria democracia verdadera donde todos, ante el Estado y la ley, seamos iguales manteniendo nuestras diferencias particulares. Recién entonces, las amplias alamedas se abrirán para recibir al Hombre nuevo. En eso estamos. La lucha no ha terminado, sólo comienza.

 

(*) Cecilia Labrín y Jacqueline Drouilly, asesinadas en 1974 por perros rabiosos que portaban gorras, botas, bayonetas y una bandera.

 

 


Ministro Guzmán procesó a siete militares (r)

Fuente :La Tercera 22 de Julio 2002

Categoría : Prensa

 

El ministro de fuero, Juan Guzmán Tapia, sometió a proceso a siete militares (r) por el delito de secuestro calificado, por la desaparición de 23 personas en el recinto de torturas de Villa Grimaldi, durante el gobierno militar.

Los ex uniformados son el ex director de la Dina, Manuel Contreras Sepúlveda; el coronel Marcelo Moren Brito; brigadier Miguel Krasnoff; el suboficial Basclay Zapata; el agente Osvaldo Romo; el oficial en retiro de Carabineros, Conrado Pacheco y al agente Pedro Alfaro.

———————————————————————–

Nota de memoriaviva.com: abogado de DDHH otorgó los siguientes detalles:

Manuel Contreras Sepúlveda por :  Jacqueline Drouilly, César Negrete Peña, Marta Neira, Alfredo Rojas Castañeda, Jaime Vásquez Sáenz, Juan Molina Mogollones, Alej. Avalos Davidson, Sonia Rios Pacheco, Elías Villar Quijón, María Isabel Gutiérrez Martínez, Horacio Carabantes, Fabián Ibarra Córdova, Carlos Rioseco Espinoza, Alfredo García Vega, Abel Vilches Figueroa, René Acuña Reyes, Carrasco Matus, Hugo Rios Videla, Martín Elgueta Pinto, Agustín Martínez Meza, Juan MacLeod, Julieta Ramírez Castro y Luis Palominos Rojas.

Marcelo Moren Brito por todos los anteriores menos Elgueta, Negrete y Neira.

Miguel Krassnoff por Negrete, Neira, Drouilly, Rojas, Vásquez, Molina, Avalos, Acuña, Carrasco, Ríos, Elgueta, Martínez y Palominos.

Pedro René Alfaro Fernández por: Ríos, Villar, Gutiérrez, Carabantes,

Ibarra, Rioseco, García y Vilches.

Basclay Zapata por: Rojas, Vásquez, Molina, Acuña, Carrasco, Ríos, Elgueta y Palominos.

Conrado Pacheco Cárdenas por: MacLeod y Ramírez.


TODAS  IBAMOS A SER REINAS - Extracto

Categoría : Otra Información

TODAS  IBAMOS A SER REINAS – Extracto

Estudio sobre nueve mujeres embarazadas que fueron detenidas y desaparecidas en Chile  – Serie Verdad y Justicia – Volumen 1 – CODEPU  – 1990

JACQUELINE PAULETTE DROUILLY YURICH

 

Jacqueline tenía 24 años cuando fue detenida el día 30 de Octu­bre de 1974. Al día siguiente detuvieron a su esposo, Marcelo Salinas. Jacqueline se encontraba embarazada de tres meses.

Había nacido en Santiago el 3 de Diciembre de 1949 y era la ma­yor de 4 hermanas. Su madre es Norma Yurich y su padre Jorge Drouilly. La infancia y adolescencia de Jacqueline transcurrió en Temuco, ciudad a la que su padre, de profesión arquitecto, había sido trasladado por el Ministerio de Obras Públicas. Estudió en el Colegio Alemán de esa ciudad. Según su madre, Jacqueline hablaba perfectamente alemán: “Los últimos años de enseñanza media los cursó en el colegio Bautista de Temuco. Luego entró en la carrera de Servicio social En medio de la llu­via del sur creció mi hija, hasta que volvió a Santiago ya casada”.

 

Al llegar a Santiago ingresó a la escuela de Teatro de la Univer­sidad de Chile, esperando reanudar sus estudios de Servicio Social.

 

La madre la describe: “alta, delgada, de caderas anchas, muy gra­ciosa, como una gacela por sus movimientos. Llamaba la atención por su físico, pero más que nada destacaba en ella, la alegría espontánea. Era de una actividad desmedida; donde ella llegaba, todo cambiaba”. Algunos de sus amigos la describen buena para las fiestas, sencilla y alegre, buena para los cuentos y las bromas; su alegría y su risa eran contagiosas. Te­nía un afán por ayudar a todo el mundo, la pobreza la desesperaba, siem­pre andaba juntando ropas y juguetes para los niños pobres de Temuco. Personas que la conocieron cuando Jacqueline era una niñita la evocan como un torbellino, alegre, risueña y juguetona.

Jacqueline se había casado el 2 de Agosto de 1974 con Marcelo Salinas Eytel, de 32 años, Técnico Electricista, militante del MIR. Al mo­mento de su detención Jacqueline vivía con Marcelo en la parte de arri­ba de la casa de María de la Luz Varela, compañera de la Universidad, quien posteriormente entrega testimonio y detalles de la detención del matrimonio.

                El día 30 de Octubre de 1974, cerca de la media noche, indivi­duos de civil llegaron a la calle Alberto Decombe, número 1191. Jacque­line se encontraba en la planta baja haciendo un trabajo a máquina pa­ra la Universidad junto a su compañera de estudios: los individuos pre­guntaron por Marcelo Salinas. Jacqueline les dijo que no estaba, pero se identificó como su esposa. Inmediatamente empezaron a interrogarla y bruscamente la hicieron subir al segundo piso, donde la golpearon bru­talmente, mientras allanaban, para que indicara el paradero de Marcelo. Jacqueline alcanzó a ponerse un abrigo de lana y un gorro y se la lleva­ron. Los aprehensores le dijeron a María de la Luz Varela que la dete­nían como rehén.

 

A las 6 de la mañana del día siguiente, 31 de Octubre de 1974 vol­vieron los hombres fuertemente armados y en varios vehículos. Se ins­talaron en la casa a esperar. En un momento sonó el teléfono. Era Mar­celo quien llamaba. Obligaron a que contestara la hija de la dueña de ca­sa, quién dijo que Jacqueline estaba en el baño, según le indicaron los agentes. Marcelo le pidió que le dijera que en 20 minutos más la pasaría a buscar. Así lo hizo, llegando en un taxi al domicilio; al ver a los milita­res pensó seguir de largo, los hombres dispararon a las ruedas del auto. Marcelo y el chofer fueron detenidos.

  …………..

 

JACQUELINE DROUILLY fue conducida junto a su esposo Mar­celo Sa1inas al igual que Cecilia Bojanic y Flavio Oyarzún, a la casa de José Domingo Cañas“Esta casa tenía una pieza en el patio  separada de la casa principal al parecer era de madera. Al lado de la pieza había Co­mo un closet allí ponían a los que habían sido recién torturados.  En otra pieza tenían a las prisioneras que colaboraban con ellos (En ese tiempo Marcia Merino Vega y Luz Arce). Cuando nos sacaban a interrogatorio cruzábamos el patio, por supuesto siempre con los ojos vendados y para en­trar a la casa había que subir tres peldaños” , recuerda una prisionera po­lítica de esa época.

Amanda de Negri, de profesión abogado, C.I 4.930.155 de San­tiago, detenida el 9 de Octubre de 1974 por el propio Marcelo Moren Britto, relata que el 30 de Octubre cuando ella ya se encontraba en Tres Álamos, en libre plática, fue llevada nuevamente a la casa de José Do­mingo Cañas para someterla a un nuevo interrogatorio. “Luego que me interrogaron y me aplicaron corriente sin poder confirmar nada de lo que me preguntaban, me trasladaron hasta la pieza en donde tenían hacinados a todos los prisioneros políticos. Por la forma de mi cara yo podía ver echan­do para atrás la cabeza, en esa forma  distinguí  sentada en un rincón, a una muchacha joven, algo gorda; con un chaquetón de lana y con una falda. Estaba callada y permaneció callada durante toda la noche; sólo contó en voz baja que la habían detenido junto a su esposo y que se llamaba Jacque­line Drouilly. Además nos dijo que era de Temuco y que estudiaba Servicio social Cuando empezó a amanecer y todos nos dábamos ánimo, Jacque­line permanecía callada, sólo al medio día empezó a hablar y a decir co­sas divertidas que nos hacían reír. A Marcelo lo tenían en el closet y al pa­recer los habían torturado. Pienso que esa alegría y confianza que trataba de infundirnos era para ella tal vez un mecanismo de defensa”. A Aman­da de Negri la trasladan al cabo de 6 días nuevamente a Cuatro Álamos. Jacqueline y Marcelo Salinas quedaron en José Domingo Cañas.

 

Cecilia Jarpa Zuñiga C.I 6.399.677-7 quién fue detenida por la DINA el 1 de Octubre de 1974, nos relata que, el 30 de Octubre, encon­trándose todavía en José Domingo Cañas donde había sido interrogada y torturada, conoció a Jacqueline Drouilly“Ella llegó en la noche. Al ca­bo de algunas horas la vuelven a sacar y la regresan más tarde. Durante 15 días estuve con ella, luego nos trasladaron a las dos juntas a Cuatro Álamos. Allí estuvimos en la pieza 3. Jacqueline siempre estaba hablando, di­ciendo cosas divertidas y era muy graciosa, lograba hacemos reír; además era ingeniosa, se las arregló para saber dónde tenían a Marcelo en Cuatro Álamos, y con un espejito, que no sé de dónde había sacado, le hacía se­ñas con el sol a través de una ventana. Un día empezaron a llamar por sus nombres a algunos prisioneros, los llamados salieron de sus piezas y se pu­sieron en fila en el corredor. Era una larga lista. Todos ellos están ahora desaparecidos, entre ellos Jacqueline y Marcelo”.

 

……………………

 

En el caso de JACQUELINE DROUILLY que fue detenida el día 30 de octubre de 1974 con tres meses de embarazo, su niño deberla ha­ber nacido en el curso del mes de abril de 1975. (Según la madre de Jac­queline esta había sido examinada por una Comisión Internacional de Cruz Roja al interior del campamento de recluidos de Tres Álamos y allí se había comprobado su embarazo). El nombre de Jacqueline Drouilly y el de su cónyuge Marcelo Sa­linas Eytel aparecen en la nómina de los 119 chilenos y chilenas que ha­brían muerto en el extranjero. Entre los días 22 y 24 de julio de 1975 la prensa chilena adicta al régimen dictatorial publicó ampliamente dos nóminas, con 60 nombres la primera y con 59 la segunda, dando cuenta de la muerte de ellos en di­versas partes de Argentina, Colombia, Venezuela, Panamá, México y Francia.

 

Esta noticia la habría extraído la prensa chilena de dos diarios pu­blicados simultáneamente: uno en Brasil, el “O'Día”, y el otro en Argen­tina, ‘LEA”. Posteriormente se demostró que la revista “LEA” se había editado por una única vez y que su contenido casi exclusivo era dar cuen­ta de la muerte de militantes del MIR. La revista “LEA” se habría impreso en una editorial estatal ar­gentina dependiente del Ministerio de Bienestar Social, cuyo Jefe era José López Rega, secretario privado de la Presidenta Estela Martinez de Perón y vinculado a la organización anticomunista “Triple A”. En cuanto al diario “O'Día” de Curitiba, Brasil, nunca se compro­bó su existencia y las agencias informativas internacionales establecidas en Brasil no pudieron obtener la fuente de la noticia, sin embargo la prensa chilena la citó ampliamente en su información. Así el diario Las Ultimas Noticias, bajo la dirección de Fernando Díaz Palma en grandes titulares informó: En práctica nuevo plan entre miristas: sangrienta  vendetta interna hay en cl MIR. Desaparecidos en Chile resucitan en Argentina, pero ahora son ultimados por sus propios compañeros.»

 

Por su parte El Mercurio bajo la dirección de René Silva Espejo, informó: «Se les reclamaba como desaparecidos. Miristas muertos eran buscados en Chile.»

 

Estas informaciones eran absolutamente falsas. Tal como lo re­lató el abogado Hernán Montealegre, en un Seminario realizado en San­tiago el 14 y 15 de noviembre de 1989. « “El arrojo mío consistió en que como se habla dicho que estas personas habían muerto en enfrentamien­tos en Argentina y Brasil,  decidí personalmente viajara Argentina y Bra­sil y descubrir este problema de la muerte y de los enfrentamientos. Me en­contré con la noticia de la falsificación que hubo con la revista Lea y con el diario Día, tanto en Buenos Aires como en Curitiba.  En realidad ese fue el motivo fundamental de mi detención; a mi lo que se me hizo cuando se me detuvo fue castigarme.. Desde el momento en que a mi se me detuvo en mi casa a las 5 de la mañana, el personal de la DINA me pregunto in­mediatamente ‘dónde está su pasaporte’, yo le respondí: ‘mí pasaporte lo entregué en el Ministerio de Relaciones exteriores, no tengo pasaporte’. Me dijeron: ‘no señor, queremos el pasaporte con el que usted viaja a preocu­parse de los 119 niños de buena conducta 

 

Todos los países extranjeros mencionados, como los lugares en donde los miristas se habrían matado entre ellos, desmintieron termi­nantemente la noticia, inclusive Argentina. Ante la evidencia de la men­tira se pidió en Chile mismo y por organismos internacionales una expli­cación. El 20 de agosto de 1975 el propio General Pinochet anunció que el Gobierno había dispuesto una investigación de los hechos por los ca­nales oficiales y asimismo dentro del país. Esta investigación nunca se realizó y si se hizo sus resultados no se conocen hasta ahora. En el ex­tranjero Sergio Diez, representante del régimen militar ante las Nacio­nes Unidas, declaró que los detenidos desaparecidos no existían.

 

Desde comienzos del año 1974 se habla iniciado la búsqueda de personas detenidas o secuestradas que nunca más aparecieron. Sus fa­milias hablan recurrido al Comité por la Paz para que los asesorara. Por todos ellos, como sabemos, se habrían interpuesto Recursos de Ampa­ro que jamás fueron acogidos. Frente a estos hechos la Iglesia pidió a la Corte Suprema un ministro en visita para que investigara la situación de estas personas. La dictadura acosada planifica el montaje de que 119 de estas personas buscadas se habían asesinado entre ellos, en el extranje­ro.

Entre los 119 nombres que aparecen en esta lista, 19 son de mu­jeres detenidas desaparecidas. La primera de ellas es Barbara Uribe Tamblay secuestrada el 10 de julio de 1974. La número 12 es Jacqueli­ne Drouilly y el No 52 es Marcelo Salinas Eytel. En esta lista no están incluidas Cecilia Labrín, Gloria Esther Lagos ni Cecilia Bojanic que tam­bién desaparecen en 1974.

 

El por qué figura Jacqueline y no las otras 3 mujeres detenidas embarazadas que desaparecen en 1974, ni las otras mujeres detenidas y hechas desaparecer durante ese año no tiene todavía explicación. ¿Que pasó con ellas? y al mismo tiempo, ¿qué sucedió con Jacqueline Drouilly?.

 

Por otra parte existen serios antecedentes que serán dados a co­nocer oportunamente por Amnistía Internacional, por el gobierno Ale­mán y por los abogados que llevan el proceso sobre Colonia Dignidad, que señalan que los 119 detenidos desaparecidos habrían sido traslada­dos en algún momento a Colonia Dignidad junto a otros prisioneros y allí, en una fecha que todavía se ignora habrían sido asesinados y sus cuerpos ocultados. Si así fuera habría que investigar: ¿qué sucedió con el hijo de Jacqueline Drouilly, si nació antes de desaparecer su madre? y si así fuera, ¿dónde está?…

 

La madre de Jacqueline, señora Norma Yurich nos ha dicho: “Has­ta el último día la buscaré; luego de su detención y su desaparecimiento su padre y dos de sus hermanas partieron al exilio, la familia se destruyó. Yo la buscaré hasta el último momento de mi vida… Todos los días me levanto y me acuesto pensando en ella. Uno no puede vivir sin este fantasma adentro, no lo puede tocar pero ahí está… está”.

 

Más adelante la Señora Norma agrega: “Si tuviera adelante a los hechores no sé qué.. (llora en silencio) a ellos preferiría no verlos; pero a los que dieron la orden, a  ellos sí y la justicia tendrá al fin que saber lo que hace”.


El chaleco Rosado de Jacqueline

Fuente :  Por su hermana Michele, Argelia 1977

Categoría : Mensaje

 

 

 

 El día que nos avisaron, había amanecido lindo en noviembre, con calorcito y la primavera volándonos las cabezas, con los pájaros que ensayaban su canto para el verano y con la gente soñando vacaciones. Pero después de eso todo cambió desde entonces los colores fueron más oscuros y los días más tristes, hasta las pequeñas cosas familiares se tornaron amenazadoras.

 

Era un lindo día de noviembre cuando nos avisaron.

Hace ya tanto tiempo Jacqueline.

Y los años se nos han resbalado entre los dedos

Y me niego a aceptar, que de ti sólo quedaron

unas fotografía borrosas,

nn recuerdo lejano,

un eco olvidado,

un tejido inacabado

unos hilos de bordar

el telegrama ése que me enviaste, te acuerdas?

Y un nombre en una lista.

No Jacqueline, pero qué estoy diciendo!

Si no es que sólo quede eso, sino que además queda eso.

 

No hay un solo día, desde ése, en que yo no haya parado de recordarla. Siempre, en la mañana o en la noche, o en momentos imprevistos, precediendo angustias o después de haber pensado en eso precario que se llama felicidad. Para poder escribir todo esto que deseo como corresponde, tendría que acompañar mis palabras con risas, aromas, fotos, vacaciones, ternura, cartas, miedo, pena, trámites burocráticos, y sobre todo esperanza.

Mi hermana (y lo escribo con qué orgullo), que desde el 30 de octubre del 74', dejó de ser una mujer de 24, embarazada de 4 meses, estudiante de Servicio Social, militante de MIR, casada, linda y joven, simpática y atolondrada, para convertirse en una desaparecida.

 

No puedo dejar de pensar, que lo que escribo no me pertenece. No sé, pero aún no lo creo. Ya son 5 años y todavía me despierto pensando que no fue sino una pesadilla. Nosotras éramos cuatro, con papá y mamá. Una familia normal, en un país normal, en una situación normal. Pero como en un juego de ajedrez, empezaron a caer nuestros amigos seguidos de terribles historias de torturas. Torturas? Pero si eso es algo que no corresponde a nuestra época!

 

Y comienza el miedo -esa cosa fría que recorre el cuerpo y recoge el estómago; que hace flaquear las piernas y sentir el desamparo- y la magia exorcista que tiene la palabra mamá y sirve para alejar peligros, ya deja de servirnos. El miedo, el miedo al timbrazo de la puerta, a los militares, a los autos con antenas, a la gente que pregunta, a los sospechosos de delatar, a las personas con las cuales habíamos discutido de política. Miedo en definitiva a todo.

 

Pasa así un año, y en Julio del 74, caen dos primos con Bárbara, la compañera de uno de ellos. Fue nuestra propia hermana quien nos contó lo terrorífico e increíble de esa historia, en que los agentes de la DINA, como una manera de presionar para que hablaran, irrumpían en casa de mi tía con uno de los dos hermanos muy maltratado por las torturas, y le repetían: "no ve pues señora, si él cooperara no le pasaría esto, ahora tendremos que llevarlo de nuevo para tratar de que hable"

 

Ni aún así lo consiguieron, él salió después de dos años y medio en libertad, pero su hermano y su cuñada integran la lista de los desaparecidos (Edwin Van Yurick y Bárbara Uribe). El peligro se acercaba. En octubre cae una amiga de Jacqueline. Era terrible, pero egoístamente pensé, que al menos no habí sido ella.

En la noche del 30 de octubre tocan a su puerta, era la cuñada de Jacqueline que venía a contarle que había problemas. Desde la oscuridad, aparecen dos de la DINA que le preguntan por Marcelo, ella contesta que no está, a lo que le responden que se la llevarán como rehén. Me cuentan que empiezan a golpearla y que la suben al segundo piso a patadas. Arriba lo revisan todo por más de dos horas, hasta que al final la obligan a salir, ella antes toma un chaleco rosado para abrigarse. Los agentes volverían después para esperar a Marcelo, a quien detienen en la mañana, tras esperarlo la noche entera que aprovechan para romperlo todo y robar. Qué rabia me da pensar que tocaron el charango de Marcelo y que después se lo llevaron. Era un charango que tenía su historia. Jacqueline en un viaje de estudios que hizo a Bolivia, casi sin dinero, se las arregló para comprárselo, y después de innumerables aventuras logró llegar con él donde Marcelo. Si se piensa bien era un fetiche, pero también algo así como el amor vuelto música.

 

Jacqueline bordaba, bordaba mucho, y era en una antigua caja de galletas de lata donde guardaba sus hilos multicolores, en la cual, para protegerse de posibles ladrones (nosotras sus hermanas) le había escrito en la tapa dentro de un corazón dibujado por ella misma: "Prohibido abrir esta caja" Y esa caja quedó entre las cosas que nuestra madre guardó de Jacqueline. Ha pasado tanto tiempo… cuando tuve que partir de Chile, dos años después, cuando no tuve más remedio que partir de Chile, mi madre decidió abrir esa maleta para sacar la caja y regalármela, ya que yo era la otra que bordaba. Me la traje a Argel, y la tenía guardada con amor y respeto, pero cuando un día quise sacar un hilo de ella, me di cuenta de que lo que ella había escrito se había borrado. Traté de percibir la frase o lo que pudiera quedar de ella, busqué ávidamente huellas de lápiz, un pequeño cambio de color, un débil trazo de aquel corazón dibujado por ella; pero no, todo se había borrado. Y sentí cómo el tiempo se había ido, y cómo a pesar de nuestros esfuerzos no lo habíamos podido detener. Y qué pasó con el "Prohibido Abrir esta Caja?", te lo llevaste contigo, así como con nuestra vida tibia, nuestro futuro asegurado, Y con todas nuestras risas?

 

Y se empieza a vivir una experiencia nueva y extraña, en la que nada se sabía pero podía sospecharse. Mamá viaja a Santiago (donde había ocurrido la detención). A las dos semanas el resto de la familia viaja a reunirse con ella, y yo quedo sola. Un día recibo un llamado telefónico en que mi madre me cuenta que por fin tienen algo concreto para comunicarme (aclaro que en esas situaciones siempre lo peor es algo concreto, y lo mejor sólo una esperanza). Me dice que esta muy feliz, porque por intermedio de un militar conocido de mi padre se enteraron de que mi hermana está en un campo de concentración viva aunque incomunicada. Incomunicada?, campo de concentración? Tengo miedo, no puede ser!

 

Llega así la época de navidad y el mundo ajeno a estas tragedias, piensa en regalos a hacer, y en pavos. es cuando recibo otro llamado en que me cuentan que el militar amigo de nuestro padre, había prometido llevar a la mamá el día de Navidad a que viera a Jacqueline (incluso ahora siento un escalofrío al acordarme de eso). Ese hombre tenía un negocio en el sector elegante de Santiago; era ahí donde citaba a mi madre para ponerse de acuerdo en cómo harían la visita, una bella ilusión. Llegó por fin el día 24, y mi madre me cuenta que al llegar al negocio del amigo, para de ahí partir en busca de mi hermana, él, le regala por navidad un paquete de chocolates, pero momentos antes de partir le pide vendarse los ojos ya que irían a un recinto militar secreto. Sin embargo pasa el tiempo y él que no deja de decirle que falta muy poco para que vea a su hija, le pide que le cuente qué le va a decir, lo cual aumenta su expectativa. Desafortunadamente, cuando no faltaban más de cinco minutos para la media noche, el tipo le dice que verdaderamente lo siente pero que ha recibido una orden a último minuto, y que no podrán ir…

 

Si sólo hubiéramos sabido eso, pero supimos después por otras prisioneras, que Jacqueline estaba en ese momento en "Cuatro Alamos", y que el militar "amigo", era en realidad de la DINA y que estaba a cargo de una casa de torturas. Nosotros nos resistíamos a creer, pero Radio Moscú lo confirmó, incluso dio la dirección de aquella casa tenebrosa que el maldito regentaba. Eso y de esa manera fue que nos convecimos de que habíamos caído en el trágico y sádico juego de un torturador. Sólo esperamos el día, en que la justicia se haga cargo de él.

 

Entonces comienzan a salir compañeros de "Tres Alamos". Y comenzamos a conocer diferentes detalles de la detención de nuestra hermana. Un día recibimos una declaración hecha por una comisión de la "Cruz Roja Internacional" durante una visita efectuada a "Cuatro Alamos" el día el 20 de noviembre del 74', cuyo texto decía "Se teme por la vida del matrimonio compuesto por Jacqueline Drouilly y Marcelo Salinas".

 

A veces cuando estábamos haciendo trámites, y venía la infaltable pregunta de la edad de Jacqueline?, yo siempre vacilaba, es que sacar cuentas siempre me ha costado. Además para mí, ella se quedó en sus 24, así que incluso ahora no puedo responder a esa pregunta mecánicamente; sin antes ponerme a pensar y a hacer cálculos.

 

Veinticinco, veintisiete, qué importa!

eres milenaria y naces cada día

Me recuerdo de tus manos, de tu risa

todo querías hacerlo, todo querías vivirlo

tu material es indestructible

eres inmortal

eres tan fuerte que puedes contra eso,

eso que rompe y desgarra, que degrada y sublima, que prueba y que mide.

Y estas siempre a mi lado, todo el día, toda la noche

te siento tan cerca, tan cerca que puedo tocarte

Si mis palabras sirvieran de algo, escribiría la vida entera!

Si mis lágrimas sirvieran de algo, secaría mis ojos llorando!

Si mi amor sirviera de algo, amaría hasta morir!

Pero sé que sólo sirve seguir tu ejemplo y mi vida ya la llené con él

No temas, nada será en vano.

 

Mi primo que había sido detenido en Julio del 74', nos contó que había hablado con Jacqueline, por medio de una rendija en una de las barracas y que ella le había dicho que estaba bien, pero que Marcelo estaba en malas condiciones por las torturas. Eso mismo declararía mi primo en Argel el 78' ante el "Tribunal de la Comisión Investigadora de los Crímenes de la Junta Militar en Chile". Pero felizmente él se salvó, de la suerte corrida por su hermano y por Bárbara, su esposa, sólo se tiene certeza de que forman parte de la lista de los desaparecidos.

 

La necesidad de Jacqueline nos obligaba a inventarla, y la encontrábamos en cualquier lugar. Mi madre cada vez que veía un furgón de la policía, insistía que la llevaban atrás, y cuando lográbamos ver a quien llevaban, nos encontramos muchas veces con niñas de caras pálidas y macilentas, que como mí hermana, estaba sufriendo como ella, pero no era ella; ella aparecía solamente en sueños con su chaleco rosado, eso no lo pudo evitar la dictadura.

 

Anoche soñé contigo Jacqueline

soñé que estábamos en nuestra citroneta vieja,

y cuando te preguntaba si había sido duro, tu sonreías pero no con esa sonrisa tan conocida por nosotros, que llenaba la casa y hacía sentir el olor a primavera. No, no era esa sonrisa,

era una sonrisa triste, una sonrisa excusa, era como pedirme perdón por sólo venir así en sueños.

Quiero que pasen luego las horas,

quiero que pase luego el día y quiero que venga la noche,

para volver a soñar contigo Jacqueline.

 

Una tarde tuvimos la suerte de recibir a una niña que venia de ser liberada y que había estado con Jacqueline. Lo que nos contó fue una mezcla de cosas que nos produjeron pena y alegría. Ella no conocía a mi mamá personalmente, pero sí por referencias de mi hermana. Le tomaba las manos y le decía: "pero Normita, si es tanto lo que te conozco, Jacqueline nos hablaba tanto de ti…" y comenzaba una larga lista de historias y anécdotas que sólo nosotros podíamos conocerlas ya que formaban parte del folklore de nuestro hogar. Pero junto a ésas cosas tiernas, nos contó también que Jacqueline había perdido a su bebé. Quizá lo que más nos golpeó, fue lo que nos contó sobre un día en que nuestra hermana le había dicho muy contenta, que uno de los hombres de la DINA le había avisado que saldría en libre platica, lo que significaría que reconocerían su detención, y después, lo más probable sería que la iban a expulsar del país en libertad.

 

Claro que la sacaron, pero de ella nunca más se encontró nada.

Ni un rastro, ni una hoja,

ni un aliento, ni un cabello, ni una flor para señalar su paso,

ni una miga de pan para indicar el camino,

ni un grito ni un suspiro.

Sólo dejó una ruta cósmica para poder llegar hacia ella,

con un recuerdo, un sueño, un ejemplo.

 

Mientras tanto, estábamos trabajando en el "Comité Pro Paz", nos habíamos dado cuenta de que no éramos los únicos en esta situación, y eso nos permitió salir de nuestros márgenes y conocer el problema en todo su impacto.

 

Ese año fue particularmente caluroso y el buen tiempo duró hasta mucho después del verano. El estado del tiempo se convirtió para mi en una obsesión. Yo pensaba, que mientras durara el buen tiempo serían menos los días que Jacqueline y Marcelo tendrían frío. Por lo que cada día con sol era recibido por mi con un infinito agradecimiento. Además, el imaginar cuando Jacqueline volvería se me transformó en un juego masoquista y trágico. Tenía mentalmente una lista de todas la fechas importantes como la navidad, el 18 de septiembre, los cumpleaños, y yo me decía "no, si esta navidad estará aquí", pero la navidad pasaba y ella no estaba. La crueldad de la desaparición de Jacqueline se burló de todas las listas de fechas de su tonta e ingenua hermana, que creyó poder dominar el terrible poder de la máquina del terror, con exorcismos de efemérides vacías y estúpidas.

 

Nuestro padre quedó cesante. Para eso bastó un pequeño papel de la DINA hablando de su peligrosidad (para la DINA todos los parientes de los desaparecidos eran extremistas peligrosos). Y tuvo que partir. Pero mi madre dijo que nadie la sacaría de Chile hasta que no supiera de Jacqueline. Entonces permaneció allá con mi hermana menor y la otra mitad de la familia partió alejándose diez mil kilómetros.

 

Pero nuestro objetivo no variaba.

Aunque sólo quede en el mundo una flor, un espejo, una estampilla,

yo seguiré preguntando por ti.

Aunque el mar se retire, los pájaros entristezcan, el cordero se vuelva feroz,

yo seguiré buscando por ti.

Aunque las tijeras unieran, los burócratas amaran y los relojes confundieran el tiempo, yo seguiría soñando contigo.

Aunque la verdad mintiere, el amor odiara y la valentía atemorizare,

yo seguiría pensando en ti.

Aunque sólo una boca hubiera, un oído, un corazón,

yo seguiría hablando de ti. Aunque todo eso pasara, aunque yo ya no existiera, yo seguiría, yo seguiría, yo seguiría Jacqueline.

 

Alguna vez al leer las noticias referentes al descubrimiento de tantos asesinados, al encontrar en un párrafo escondido, la frase de "… junto con los dos primeros restos humanos sacados del horno de Lonquén, se podían distinguir, pedazos de unos restos de tejido rosado", he llorado con pena y desesperación, recordando que mi hermana Jacqueline al ser detenida llevaba un chaleco tejido por ella misma de ese color, y es con él que la veo todavía en mis sueños.

 


Canción para Jacqueline

Fuente :Stephan Arratoon (su cuñado) – Letra y Música – Londres – 2002

Categoría : Mensaje

 

(original en ingles)

Versos
Ha pasado tanto tiempo
desde que te vi
Tu vives siempre tan joven
En mi recuerdo
Ningún día pasa
En que no pienso en ti
Y espero aquí en el Café Isadora
En el día 31

Nos sentábamos juntos
Alrededor de esta mesa
Hablábamos de la vida, el amor y la libertad
Y ahora cuando alguien pregunta
Si esa silla esta ocupada
Digo que no, a pesar
De que mi corazón no esta de acuerdo.

Tu foto captura una sonrisa
Que te muestra feliz
No puede mostrar el niño
Que estaba en camino
Estar vivo con el primer amanecer
Era divino
Pero llegaron a buscarte en la noche
En el día 31

Coro
La nieve en el volcán se ha derretido
Y la vida continua, o así dicen
La perra de la calle en una esquina
Alimenta sus cachorros
Y yo espero aquí en el Café Isadora
El día 31

Versos
Tratamos de encontrar
Donde estabas presa
Las caras llenas de odio de los interrogadores
La policía dice que no saben nada
Hay toque de queda
No estén afuera tan tarde.

Ahora hay un nuevo gran centro comercial
Lleno de cosas lindas
El futuro le dice al pasado que se vaya
Una madre llama a sus niños
Pero la gente toma su Pepsi-Cola
Y mira para otro lado

Los lagos verdes duermen en calma bajo la sombra de las montañas
El sol y el viento sobre el agua
destaca una pintura del día
La perra de la calle en una esquina alimenta sus cachorros
Y yo espero aquí en el Café Isadora en el día 31.

Coro
Ahora que las nieve sobre la montaña
Se ha derretido
Y la vida debe continúar
O al menos así dicen
Pero no podemos tener paz
Sin justicia

Hay una reunión en el Café Isadora
El día 31.

 

 


Jacqueline, para los amigos

Fuente :  De Norma Yurich – su madre

Categoría : Mensaje

 

 

 

El título de este poema es la respuesta que mi hija daba cuando la nombraban Jackie.
Su mamá, Santiago, diciembre de 1994

 

Arboles con las caras pintadas,
con un arma bajo el brazo:
te soñaba;
y un grito sordo y salvaje
envolvía mis calles Jacqueline.
Ayer revisé mi pensamiento
y me encontré con tus amigos
llenos de amor.
No sabían de ti:
Los únicos que saben de USTEDES
son los enemigos del pueblo.
 
A veces pienso a veces:
a veces creo a veces:
a veces no lo creo
y a veces
sé que es cierto.
 
Jacqueline
hija
niña mujer
yo me respiro la cordillera
de los Andes
de una punta a otra
y, en eso recorro todo con mis ojos
por si te encuentro
 
Finalizará mi oxígeno. Y
se abrirá
de un sólo golpe
la puerta
por donde pasará mi olvido.
 
Cuando el magnolio queda solo
por las noches canta.
 
Sobre la tierra inútil
de improviso
en el rinconcito de mis sueños helados,
tú te apareces,
y me trizas la voz:
entonces me detengo.
 
Enciendo el receptor y junto a la música
pongo mi soledad en la orilla de la ventana
a juguetear y refrescarse entre los árboles.
Y huyendo del SMOG,
te escribo esta larga carta
que no llegará a ti
pero sí a los demás,
mientras yo me concentro.
 
Hago remolinos
en el universo de mi angustia
pero ahora ya me he convencido
que no te veré.
Ni me verás jamás:
pues, cruzarás el siglo
a través de los que vienen:
con otra fuerza.
 
De sangre, es de dolores
y de muerte,
el vientre de mi país:
aunque nada de ustedes haya sido perdido.
Todo para un pueblo renovado.
 
 
Dormir bajo la música de la lluvia.
Diablos.
Cuál música.
La música en las poblaciones por ejemplo?
Sobre la tos y el hambre?
Jacqueline, sobre o bajo el frío?
Lluvia lluvia lluvia lluvia y lluvia…
Siento mi dolor encarnado en el corazón.
Y ese agujero cotidiano entre las sienes.
Porque los que te ocultaron están ocultos,
en las caretas de la alta sociedad.
Porque ellos dispararon hasta el odio eterno
odio, que nos cubrió, para ser
después sembrado por el mundo.
 
Cuando comprendí ya la VERDAD:
que no te encontraría
ni para dejarte un clavel.
Sentí entonces la transformación.
El Amor por ti, era el Amor por el Mundo.
Antes yo caía lentamente,
pero pude emerger Jacqueline.
Ya no podía evadirme.
 
Como en los terremotos:
hundiendo las casas.
Partiendo las calzadas
y rompiendo las tuberías;
apagando las luces;
demoliendo todo…
así contigo Jacqueline,
Se destruyó mi ciudad.
 
Como un volcán que no resiste más
cayeron ríos ardiendo
sobre mi blusa negra.
Cómo explicar lo que me sucede y les sucede.
Cómo explicar. Cómo explicarlo.
Y cómo callarlo.
 
La impotencia es la jaula en que me tienes Jacqueline.
El sol que tu apagaste y
la montaña que
aún no termino de cruzar.
 
Y las plazas. Y las tiendas.
El gentío y los guardias nos veían pasar.
Con nuestras pupilas llenas del agua de la pena
y la ira de su sal.
 
Para ese entonces Jacqueline
tú vivías ahí:
cuando el SUR se lanzaba con todas sus fuerzas sobre el pavimento
sin respetar a nadie,
ni al más desposeído.
 
Alguna noche olvidaré para siempre este libro con todas sus tristezas.
Y otros recordarán
lo que yo paría noche a noche.
 
Hoy día veintiséis de enero alguien me dijo:
"escribe Norma todo lo que sientas,
todo lo que te lave"…
Y aquí estoy Jacqueline.
Con los ojos húmedos sintiéndote.
 
Un ruido a medianoche me recuerda tu corazón quién sabe cómo.
Pero los ruidos del tránsito del día me distraen Jacqueline; ellos hacen que recuerde que no debo recordar.
Y menos olvidar.
 
El áspero olor de las higueras me enrolla en otra vida:
la que hice antes de ti, Jacqueline.
De cómo fue ni lo imagino.
Y, qué sigue después del mar ?…
 
La voz de Manzanero se asomaba por todos los parlantes
y se pegaba como el azúcar a tu piel.
Y dentro de tu vestido naranja escuchaba:
"…contigo aprendí que la semana tiene más de siete días…"
Y tú Jacqueline nada sabías.
Ni nosotros tampoco,
que a la sombra de esa música te ibas despidiendo de todos.
Mientras te estabas enamorando de tu amor
quien caeria contigo.
 
Mi odio a las sabandijas aprieta mis venas
y también mis palabras,
solamente se escurre un río negro, interminable, ancho como el Espacio.
Muy temprano despierto con las aves que son pequeñas ruedecillas que rechinan,
para recordarme que mi pensamiento puede muchas cosas y, además estoy viva.
 
El mar quiebra sus aguas
los palacios de las arenas hasta destruirlos.
Y no termina.
No termina su fuerza ni su constancia, hasta destruirlos.
Y no terminará jamás.
Así tú y yo, ya no estemos.
Vendrán otras arenas para levantarse, para seguir creciendo.
Y así sucesivamente…
 
Te has fijado desde allá?
Desde cualquier lado u hondura?
Cómo caminan muchos por los rincones a lo largo de este país sin encontrar a nadie?
No quiero oír la conversación acerca de tu corazón triste,
mientras te caminaban sobre las piedras con los ojos tapados.
 
Caminando me tropecé con la memoria.
Y sabes qué hice Jacqueline?:
Pensé en otra cosa.
No sé en qué.
Ayer te conversé acerca de mi madre y hasta el cuerpo se me rompió.
El tiempo fue una sola avalancha sobre las palabras.
 
Cansada de las aguas frías.
Del viento helado.
De la noche que se llovía bajo el cielo,
corrí a buscar tu corazón sin nombre por entre las sombras…
 
Me muele los huesos tu partida
como si el tren en que te fuiste
hubiera pasado por sobre mi.
 
Nunca entendí qué podía ser la NADA, hasta que tú dejaste de estar dentro del aire.
 
Tantos años durmiendo sobre la escarcha.
Con las pupilas interminables.
Teniendo que renacer para morir.
Tener que dormir para amanecer.
Se detuvo el momento de conocer otros amigos.
Se detuvo tu cuerpo.
Se detuvo mi tiempo.
Todo se detuvo.
Hasta la TIERRA.
Solamente fue algo como la muerte misma aire, puntual y para siempre.
 
Tres de diciembre de mil novecientos cuarenta y nueve.
Eras una niñita de miel que derramaba su corazón tan puro bajo mis pechos.
Cuando te convertiste en mujer aprendiste a volar sobre otro cuerpo.
Enganchaste tu corazón a otro, y fueron un solo pensamiento,
para al final crear una estrella negra entre mis ojos.
Pero tu corazón y el de él son ahora mi fortaleza.
 
No hay nada que logre quebrar el torbellino que se enredó en mis sienes cuando pasaban los días y y no te encontraba.
Y así quedamos: sin encuentro.
 
Crece la vegetación y yo me encanto cuando se raja la tierra.
Y no me gusta decir "rasga".
Porque hoy Jacqueline; el idioma no tiene Sentido.
 
Esta mañana tú eres un árbol.
Un árbol que desparrama su aroma alrededor del patio donde vivimos.
Eres un canastillo de Magnolias de color blanco-lila, y verdes hojas tiernas.
Serás la sonrisa de la tristeza y la lágrima sobre la alegría.
Pero te tendré a mi alcance, renaciendo conmigo …..
 
No me interesa nada más de los enemigos.
Sé que jamás serán juzgados: solamente el rostro de todo Chile y a toda luz,
para que las mismas veredas los escupan.
 
Con los años desordenados como mi corazón,
así golpeado de diferentes maneras,
ajado y semimuerto,
así me quedé.
Yo les escribo.
Y te escribo a ti:
porque es imposible sellar los hechos que nos han marcado,
y seguir caminando perdidos ya es girar en el
mismo vértice y me quedan ya pocas horas
para hacer tantas cosas que faltan todavía.
 
Y en esa pared tu foto con Marcelo.
o de André Jarland,
con los brazos cruzados y sentado aún en una silla
 
Jacqueline: estás a su lado.
Pienso en ti.
Pienso en él.
En Marcelo, tu compañero.
En TODOS.
Pienso en los sufridos pobladores.
Y compro el diario, para encontrarme en sus páginas con Rodrigo y Carmen Gloria,
quemados vivos sin piedad por "los valientes soldados" simplemente a la luz del día en el corte de una calle.
Y pienso en tu fuerte corazón resistiendo,
sin ayuda y sin nosotros.
 
Tantas cosas que contar y no olvidar, como por ejemplo:
Javiera Parada diluyéndome el alma al relatar el secuestro de su padre y los acontecimientos posteriores.
Pensar en Lonquén,
o en Cuesta de Barriga.
Suma y sigue.
Suma y sigue.
Arcadia Flores y su familia.
Paulina Aguirre de veinte años, baleada en la puerta de su casa.
Madres.
Hermanos.
Cónyuges.
Padres e Hijos.
Jóvenes y viejos
pensando lo mismo: en su pueblo.
Muchachas embarazadas y cuántos
qué pretensión pensar en mí nada más.
Hay miles en quien pensar.
 


Para Jacqueline

Fuente :Santiago Bell – Octubre 2004

Categoría : Mensaje

Cuando reinstalados en medio de penurias,
en nuestra desventura habitual por cotidiana
lamiendo las cicatrices, resignados.
Es el final de aquellos días,
sin exigencias; casi perfectos,
escasos en ocurrencia pero conocidos.
Cuando la luz se retira lentamente,
casi excusándose.
Equilibrado sereno en el centro de mí mismo
perezoso, condesciendo en aceptar
un sospechoso final ineluctable
e imaginar indulgente que, al menos,
los restos de tu envoltura mortal
Descansan en un decente rectángulo verde
en algún lugar ignoto;
seguros, al amparo de ventoleras,
aves rapaces, bestiezuelas hambreadas,
o víboras intentando morder
lo que queda de tus labios, otrora fructuosos
entonces desde el fondo recóndito,
de mi modorra crepuscular,
me sobresalta un chasquido,
un crac sordo de piedra partiéndose,
el revés de un grito inaudible
sacudiendo el aire terso
arrastrando una marejada oscura de voces
y entre ellas como una nota de flauta
la tuya inconfundible repitiendo,
taladrante! Resistan! Resistan! no nos
dejen desaparecer
En tanto remolinos de pequeñas hojas secas
esbozan ululantes tu cara contra el cielo
imperturbable
Y tal como la manzana, que cae,
en la poza de agua quieta
en un lampazo de luz caigo en cuenta,
al desfilar los homicidas, en su carrusel macabro
Que los chacales entorchado
Los maricas mitrados
Los tinterillos togados
Los banqueros antropófagos
Los lacayos megalómanos
Lucidos, concensuados, concertados
solo pueden destruir los cuerpos
y proscribir la memoria
así sin vacilaciones casuísticas
los ya identificados hasta el colmo
si no ellos ahora, sus hijos, sus nietos
biznietos y sus tataras …
en el mas acá o en el mas allá
han sido condenados a responder
Donde están…
Desde entonces rastreo casi paranoico
apenas me peino en la mañana
– Me acuesto vestido- y voy
de arriba para abajo
de abajo para arriba.
de lado a lado, buscando el lugar,
El lugar donde tu alma fue desgajada,
separada de su capullo roto
busco el lugar para plantar tu árbol
un álamo, un espino, un canelo?
Nuestro hermano árbol: refugio de pájaros y
vagabundos, aeropuerto de los
espíritus itinerantes
evocación viviente de tu realidad
evidencia flagrante de que un día fuiste
y porque están todos tan ocupados olvidando
y nadie responde donde estas
Vivo en el camino como un loco desgreñado
golpeó a las puertas de los brujos,
las adivinas, espiritistas y médium…preguntando por tí
me escupen en los portones de las comandancias
soy ignorado en las antesalas de los ministerios,
– me patean los porteros –
me sangran las yemas, me arden los ojos,
revisando archivos – preguntando por ti
Me siento a la mesa con los quirománticos,
los palmistas y los tarotistas – tirando
cartas, escudriñando bolas, activando ouijas –
Preguntando por tí.
Descalzo cubierto en cenizas peregrino
a Delfos, Fátima, El Valle de Silicon,
La ONU, La NASA, El Vaticano. La Meca y
Lassa – Preguntando por ti.
Me interno en los manicomios.
Fisgoneo en los confesonarios.
Me sicoanalizo, me emborracho
me hipnotizo con peyote – preguntando por ti
me planto en la plaza
persigo a las gitanas, que huyen – cuando
pregunto por ti.
A la salida de las estaciones,
los aeródromos, los puertos
levanto un letrero polígloto
– Preguntando por ti
irrumpo en los templos desesperado,
buscando el verdadero nombre de Dios,
porque este que invoco no responde,
cuando le pregunto por ti.
Vacío, extenuado en el polvo,
Ovillado en mi abandono
me rindo, cansado al infinito
mas tu recuerdo como un aguijón
me transporta de la tristeza
a la náusea y de esta al apogeo de la ira
se reanima en mi tu memoria,
como un tatuaje candente en el vientre,
un clavo de hielo entre mis ojos,
un escapulario de sombras
resistiendo la erosión del tiempo

Porque no nos dejan saber donde estás?
si en la tierra, el agua o el aire
camino ahora en puntillas,
dolorosamente alerta,
ávido de señales…
tal vez, una pequeña rama quebrada
las hilachas de la telaraña rota
un suspiro, un gemido, algo,
un indicio mínimo, que nos devuelva la sombra
de tu añorada presencia
mientras tanto lloraremos,
aquí, allá y acullá – Diariamente –
Lloraremos hasta escanciar la última lágrima.
lloraremos sin lágrimas, sin ojos,
desde las cuencas vacías
cuando se derrite la escarcha
lloraremos sangre del corazón,
desde el corazón del corazón hendido
oteando despavoridos los llanos,
desde el escalofrío de las cumbres, lloraremos
inmóviles cual cruces negras recortadas
contra muros de impenetrable soberbia
– lloraremos –
Delante de los ángeles indolentes,
lívidos, los rostros vueltos
hacia los cielos impávidos
juncos trémulos frente al osario inmenso
de un mar de plomo indiferente – Lloraremos –
Antes de desayuno, en cada comida,
entre sopas y lágrimas, mirando
tu silla vacía – Lloraremos –
Incansablemente, en turnos agobiadores
– para que no cese el llanto –
– por que no son muchos los que aún lloran –
como yo, que lloro quietamente
frente a la ventana abierta hacia el camino
por el que nunca regresaras,
en ningún atardecer, Jacqueline
lloraremos hasta el final de los tiempos
o la consumación de la justicia
Y cuando no quede uno para llorar,
ese que llaman Supremo será…
engullido por su soledad
y como no hay crimen oculto
a la larga o a la corta, esperamos,
de acuerdo, a la alquimia inmanejable del misterio,
que comandos del terror de las gaviotas
Asedien la familia del verdugo en vacaciones
Que una nube de mariposas negras/suman su casa en una larga noche
Que los buitres lo asalten en el jardín,
o que las lágrimas de sus lámparas pretenciosas
se derritan y le arruinen el tapiz

Por tu martirio Jacqueline, e incontables
más de la misma factura infame, sabemos
que la suprema inocencia
compele a la invención del supremo crimen
los ingenieros de la malicia
diseñaron el artilugio conceptual satánico:
La sinonimia desaparecido – muerto
Criaturas, que mientras mas tiempo invisibles
menos serán – sometidas a la desconstrucción
ontológica, a las arenas movedizas
de la amnesia inducida
devorando el ser inmolado
no obstante tu, mi pequeña Jacqueline
y miríadas de nuestros amados hermanos
han derrotado el zarpazo de la muerte
encendiendo de vida nuestras evocaciones
llenando de amor la memoria
dado que la vida mas secreta de nuestra memoria
la anima el amor haciéndola indestructible

 

 


Querida Jacqueline

Fuente : Roberto Vasquez – Londres 30 de Octubre 2004

Categoría : Mensaje

Te escribo para contarte que te he conocido, 30 años atrás eras solo un número par mí, primero una de los miles y miles, después una de los 2500, a la vez que una de los 119, pero después, en el pasar de los años y en la denuncia constante, conocí a tu hermana Nicole.

Fue así como por primera vez vi tu foto, es en la que estas en los brazos de tu compañero Marcelo, esa foto que ha sido mostrada en Chile y el mundo, esa foto que siempre va adosada, quizás ya tatuada con el pasar de los años a la solapa de tu hermana, quien desafiante presenta al mundo a su hermana y su cuñado desaparecidos.

Es así que yo pude poner tu rostro al nombre, y es así que comencé a conocerte, a saber de tu infancia en ese Temuko indómito, donde desde antaño hasta hoy se pude palpar la injusticia contra el pueblo mapuche, el campesino pobre y contra el obrero de tu ciudad, quizás eso es lo que te llevo a crecer de “niñita bien” para transformarte en una luchadora social, quizás eso es lo que gatilló tu rebeldía, rebeldía que transformaste en compromiso y militancia. Junto a tu compañero pasaron a ser de los que construían esa nueva patria, los que incansablemente buscaban ese estado de obreros y campesinos, esa patria sin explotados ni explotadores. Juntos forjaron ilusiones en esa primavera de los mil días, enseñaron a soñar a pobladores y campesino que ansiosos esperaban días mejores, participaron en largos y laboriosos trabajos voluntarios que fundían a obreros y estudiantes en una amalgama de enseñanzas, valores y compromisos, y fue así como de esa unión nació una proletarización infranqueable.

Tu educación superior la alternaste cambiando de Servicio Social a Teatro cuando se fueron a Santiago, y luego retomaste Servicio Social, tal vez siguiendo tu vocación de ayuda a los más desposeídos. Todo esto sucedía mientras vivías a fondo tu gran amor con Marcelo y cumpliendo con las tareas que te demandaba tu militancia revolucionaria.

Es de este modo que te encuentra el 11 de Septiembre, y deben pasar a la clandestinidad. Fue extremadamente duro para Uds. el asumir el golpe de estado, la caída de tantos compañeros y tener que enfrentar tareas de reorganización del partido.
En el año 74 se casan con Marcelo, son momentos en que la represión se acentuaba contra tus camaradas, se les sugiere la salida del país, pero Uds. consideran esa opción como deserción y deciden quedarse, las estructuras estaban siendo fuertemente golpeadas, las unidades de organización estaban cayendo, a principios de Octubre mataron a Miguel y esto te golpeo fuertemente, la represión se acercaba, en el AGA ya había un gran numero de compañeros detenidos y los nombres tuyo y de Marcelo podían en cualquier momento ser extraídos en alguna sesión de tortura.

Te confieso que me es muy difícil el poder imaginar la presión bajo la cual vivían, el temor que los debe haber abordado cuando salían a cada punto, sobretodo sabiendo que en tu vientre crecía el hijo que tanto deseaban.

Esa noche del 30 de octubre, cuando las bestias de la Dina llegaron a tu casa, fue el inicio de tu largo peregrinar por los centros de tortura. Por los testimonios de algunos sobrevivientes hemos sabido de tu estadía en Cuatro Álamos, en Villa Grimaldi, También fuiste vista con tu compañero en José Dgo. Cañas.
Una compañera destacó tu alegría y tu solidaridad para con las mujeres que compartían tu celda, a pesar del estado calamitoso en que te encontrabas debido a las sesiones de tortura eras capaz de entregar tu sonrisa, una palabra amable, compartir la poca comida que recibías e incluso hasta tus ropas con compañeras que tu considerabas que las necesitaban más.

Querida Jacqueline; Han pasado 30 años desde que te llevaron, para tu familia han sido 30 años de búsqueda; Tu madre, la Normita, no ha cesado de buscarte y desde un principio se unió a otras madres y esposas que también buscaban a los suyos y juntas formaron la “agrupación” (AFDD) te contare que estas mujeres les han dado una muestra de dignidad al país y al mundo, nunca han transado, hasta hoy exigen juicio y castigo a los culpables. Tu hermana Nicole salió al exilio y desde fuera del país se ha mantenido siempre activa en la constante búsqueda de solidaridad y de denuncia de las injusticias y atropellos cometidos en nuestro país. La Michele junto a tu sobrino, recorren los hoy públicos centros de detención y tortura, quizás sienten tu presencia en esos lugares, y para que no se olvide, ella ha puesto parte de tus pertenencias en el hoy Parque por la Paz, tu hermana Viviane sigue en Temuko, desde allá se mantiene recordando y al cuidado de tu Padre, Jorge, que después de recorrer gran cantidad de países denunciando tu desaparición y arrastrando su pena regreso a Chile. Y ahí, entre tantos recuerdos, los olores y paisajes mas lo acercaban a ti, y quizás tratando de armar tu sonrisa de niña o recordando tus juegos infantiles en Temuko, o la ultima vez que te vio en Santiago, y en el tanto tratar de robar imágenes a la memoria, su mente se canso y hoy, Jorge con su cerebro agotado espera mientras recibe los cuidados requeridos y se alegra con la cotidiana visita de Viviane.

Jacqueline, también quiero contarte de tus camaradas, muchos continúan en la denuncia constante, buscando espacios y creando memoria, otros, los menos, hoy co-gobiernan con los sediciosos y golpistas de ayer, los que denunciara Miguel en el Caupolican, los Aylwin, los Saldivar, los Frei ¿te acuerdas? , Se dicen “renovados” se auto consideran Neoliberales y aplauden rabiosos el sistema y miden el triunfo de este en la cantidad de teléfonos celulares o televisores a color que existen en la población.

Yo… bueno yo estoy en un colectivo de trabajo que nos hemos propuesto hacer denuncia y memoria, creemos que las generaciones venideras deben saber lo que a ti y tantos miles de compañeros, familiares y amigos les sucedió.

Te cuento que en Chile hoy se pretende cubrir el pasado con un gran poncho de impunidad, se pretende ahogar la memoria en un lago de amnesia, la justicia galopa en un corcel de indiferencia, pero te prometo que yo continuare haciendo memoria, denunciando y exigiendo juicio y castigo a los culpables.

Jacqueline, antes de despedirme, quiero darte las gracias por haberte conocido.

Tu amigo por siempre,

 


¿Quién asesinó a Jacqueline Drouilly? , por Arturo Alejandro Muñoz

Fuente :24 de Enero 2005 El Gran Valparaiso

Categoría : Antecedentes del Caso

 

CORRÍA EL AÑO 1974 cuando Jacqueline Drouilly llegó a INACAP como alumna en práctica enviada por la Escuela de Servicio Social de la Universidad de Chile, en Santiago.

Era un hermosa y joven mujer de tan sólo 22 años, poseedora de una figura agraciada que llamaba de inmediato la atención de los varones, quienes posaban encandilados sus miradas en el iris colorido de sus alegres ojos verdes. Sin embargo, lo que cautivaba al interlocutor era la simpatía innata que emanaba de su actitud amigable, y si la conversación lograba sostenerse por más de treinta minutos fluía entonces libre el torrente de inteligencia e información cultural que atrapaba al contertulio.

A las pocas semanas, supo demostrar su responsable capacidad en tareas concretas integrándose asertivamente al equipo de trabajo con pleno éxito. Se adivinaba en ella una futura asistente social de real valía.

Pero los tiempos por los que atravesaba el país no eran de dulce y ámbar. Muy pocos chilenos podían asegurar que vivían tranquilos, seguros y complacidos. No había información concreta ni menos aún oficial respecto de la trágica realidad que experimentaba un significativo número de personas, mas la voz de la calle hablaba de asesinatos, torturas y detenciones madrugadoras. Estaba prohibido pensar. Era sinónimo de muerte el discrepar, el opinar. Y ya no bastaba con rezar.

Una tarde almorcé con ella en un restaurante de la calle Pío Nono (barrio Bellavista), compartiendo como buenos amigos nuestras particulares realidades. Ahí me enteré que se encontraba con algunos meses de embarazo, motivo suficiente para experimentar algo de felicidad en época de tragedias. Supe que se afanaba en construir futuro junto al hombre que amaba, Marcelo, muchacho egresado de una carrera técnica que procedía, al igual que ella, de la ciudad de Temuco.

Al día siguiente, Jacqueline no llegó a INACAP.

La noche anterior, como garra predadora que azota la llanura, el bestial asesino Osvaldo Romo Mena y sus secuaces de la DINA habían surgido de las sombras, con las armas prestas a disparar -protegidos por el terror a destajo que otorga una dictadura- para allanar a golpes, insultos y macanazos el departamento que la joven pareja arrendaba en un barrio de Providencia.

Así como Alejandro cortó con un firme golpe de espada el nudo gordiano, Romo y sus sicarios cercenaron las vidas de Jacqueline y Marcelo de un solo tajo. Los militares de entonces acostumbraban usar la fuerza cuando enfrentaban capacidades intelectuales que les superaban en altura y nivel. “Disparen contra las ideas”, era la orden del día. “Viva la muerte, muera la cultura”, había gritado el general franquista a un demudado Miguel de Unamuno en los prolegómenos de la guerra civil española. ¿Se puede esperar algo menos bruto de un golpista?

Jacqueline fue llevada a los calabozos que la DINA implementó en distintas partes de Santiago para torturar e ignominiar a los detenidos. En oscuros subterráneos sufrió castigos físicos inimaginables, torturas deshilachadas en gritos de horror hundidos en el marasmo de la soledad y la indefensión, mientras los victimarios se solazaban en el joven y hermoso cuerpo de la muchacha.

Me es imposible dejar de imaginar las imágenes que debieron producirse en esos hediondos infiernos. Lucho contra mis sentimientos, pero siempre pierdo la batalla. Imagino a Jacqueline tendida sobre un camastro inmundo, atada de pies y manos, desnuda y débil, golpeada con saña por sus verdugos, electrificada una y otra vez sin objetivo ni sentido alguno para, finalmente, soportar la creciente verdad de su inexplicable situación. Uno tras otro, los bestiales castigadores van despojándose de sus pantalones y en una hilera de enfermizos trogloditas esperan su turno para trepar por el cuerpo aún hermoso y atractivo de la chiquilla.

José Domingo Cañas, Villa Grimaldi, Tres Álamos, Cuatro Álamos… nombres que se repiten en la misma medida que la muchacha es trasladada de un lugar horrendo a otro peor. En todos ellos la experiencia es la misma. Golpes, electricidad, saña demente, violaciones repetidas, pero la soledad y la desesperanza continúan siendo los únicos acompañantes de quienes están condenados a servir de terapia a los inquisidores del averno.

Cierro los ojos y mi mente abre las páginas del Informe Valech. Jacqueline no pudo concurrir a las entrevistas y entregar su testimonio. Había muerto el año 1975 en uno de los centros de tortura de la DINA, al igual que Marcelo, su marido. Nunca más supimos de ella, ni tampoco del niño que dormía en su vientre.

De vez en cuando me atreví a conversar con su madre, Norma Yurich, para encontrar algo de consuelo en las palabras de aliento que surgieron primorosas luego del triunfo electoral de Patricio Aylwin, pero que cayeron desguazadas al fondo del abismo no bien escuchamos de labios del propio Mandatario que ‘se haría justicia en la medida de lo posible’.

Norma Yurich desgastó sus nudillos golpeando puertas de tribunales, medios de prensa, embajadas, comisiones, partidos políticos y regimientos, para obtener respuestas a sus interrogantes. Obtuvo sólo palabras de incomprensible desidia. Ni siquiera el embarazo de Jacqueline conmovió a los poderosos. Era un número más en la lista interminable de chilenos detenidos desaparecidos. Después de todo, Jacqueline no había sido artista, política, reina de belleza, deportista ni literata. Fue tan sólo una mujer joven, hermosa, destacada estudiante universitaria y con una red social pequeña. ¿Por qué habría de preocuparse el establishment por ella especialmente?

He ahí nuestra gran deuda como nación. Perdonar es posible cuando se conoce la verdad desnuda, pero olvidar significa una irresponsabilidad.

Nuestros hombres públicos han demostrado cuán capaces son de olvidar por conveniencia. Olvidar los casos particulares y ocuparse únicamente de la estadística global. Olvidar que hubo chilenas y chilenos, anónimos en esencia para la prensa, que entregaron mucho, pero mucho más que lo aportado por algunos de nuestros actuales dirigentes para recuperar el sistema democrático. Olvidar, en fin, que los compatriotas sacrificados por la mesiánica locura de criminales perfectamente ubicables si existiese verdadera intención de encontrarlos, merecen al menos que las generaciones actuales conozcan la identidad de sus asesinos, algunos de los cuales se pasean libre y graciosamente entre la gente. Otros, ocupan incluso cargos públicos.

Habrá que esperar 50 años para reconocer que los gobiernos democráticos se equivocaron al ocultar los nombres de los victimarios.

Oficialmente, se dice que el año 1975 la DINA asesinó a Jacqueline Paulette Drouilly Yurich y a su descendencia. Pero la DINA era una organización gubernamental, con jefaturas y responsables. No fue la DINA quien tronchó la vida de Jacqueline, sino que uno de sus miembros, cumpliendo órdenes superiores, cometió el asesinato de la estudiante y de su hijo nonato.

Osvaldo Romo Mena conoce el nombre del autor de esos crímenes, ya que fue él quien inició la saga de atropellos sangrientos argumentando que lo hacía por la ‘seguridad de la patria’. ¿Por órdenes de quién? Para ciertos militares la seguridad nacional está en jaque cuando los ciudadanos demuestran ser capaces de pensar por sí mismos, ya que ese evento pone en ridícula evidencia la ignominiosa aplicación social de la verticalidad del mando que ha constituido su forma de vida al interior de los cuarteles. Es decir, cumplir las órdenes sin pensar, jamás pensar…nunca discernir. Solamente obedecer ciegamente y cumplir la instrucción exacerbando la violencia cual manera de mostrar ‘alma de soldado’.

Los despojos humanos de una querida amiga y brillante universitaria reposan junto al incipiente cuerpo de su hijo, mientras su asesino disfruta de la compañía de sus pares en alguna unidad militar donde la justicia de los hombres del país de lo ‘políticamente correcto’ difícilmente decidirá castigarlo.

Más allá del Informe Valech y de las tautologías políticas intrascendentes que emanan de las autoridades democráticas, subyace aún la justicia verdadera que comienza por identificar al gestor de los crímenes.

Respecto de estos graves asuntos, los gobiernos de la Concertación han replicado involuntariamente la opinión que José Stalin manifestara después de haber ordenado una de las más sangrientas ‘purgas’ soviéticas: “un muerto es un accidente, una decena de muertos es una desgracia, pero un millón de muertos es tan sólo una estadística”.

Señor Pablo Rodríguez, como ardiente abogado del ex –general Augusto Pinochet y para evitar que la estadística se transforme en la única forma de justicia posible, tenga la bondad de preguntar a su cliente: “¿quién de sus subordinados asesinó a Jacqueline Drouilly?”

 


Las verdades terribles – Por Carmen Lazo

Fuente : Fortín Diario – 19 Marzo 1989

Categoría : Prensa

Entre las villanías que ha cometido la dictadura, uno no sabe qué cosa es más terrible que otra.
Cuento con el gran privilegio de inspirar confianza a tantos que han sido las lastimados por el régimen; por eso, voy a transcribir una conversación que, aparte de entristecer el corazón, llenarlo de ira, produce una inmensa verguenza ajena.
La señora que converso conmigo más de una hora debió haber sido muy hermosa. Mientras hablábamos lentas lágrimas corrían de sus ojos y quería realmente no llorar. Me muestra la foto de su hija, una linda joven, diciéndome "ella fue detenida el 30 de octubre de 1974, como a las 11 de la noche, desde su casa ubicada en calle Alberto Decombe 1191. Los que le detuvieron le dijeron a la persona que vivía en el primer piso, que eran del Servicio de Inteligencia Militar y que ella, Jacqueline Paulette Drouilly Yurich, era llevada como rehén". Se habla casado hacia tres meses con Marcelo Eduardo Salinas Eytel.

30 años de edad, técnico electricista. Ella tenía 24 años y estudiaba Servicio Social en la Universidad de Chile. Estaba embarazada.
El 31 de octubre un comando espero al marido y lo detiene como a las ocho de la mañana junto con el taxista que lo traía El joven había avisado que por el "toque de queda" llegaría en la mañana.
Nada más. Desde ese día empezó el peregrinaje que ha sido el de miles de madres chilenas tratando de saber el paradero de sus hijos. La familia era de Temuco. Al saber la detención, los padres se trasladan a Santiago.
En el Comité Pro Paz les señalan los posibles sitios en que pueden tener a la pareja. Largas colas en días también largos, pero con la esperanza de encontrarlos.
Ella, mientras hablamos, saca un sobre lleno de papeles, documentos oficiales, la dirección del Servicio Nacional de Detenidos que funcionaba entonces, como terrible ironía, en lo que fuera la Cámara de Diputados de Chile.
No logran saber nada, hasta que tiempo después un tío de la joven que residía en Lima recibe una comunicación de la Cruz Roja Internacional avisándole que su sobrina se encuentra en Tres Álamos.
¿Por qué todos estos datos cuando Chile está saturado de testimonios de detenidos desaparecidos? ¿Por qué la madre muestra hasta la copia del acta del matrimonio de los jóvenes celebrado en el Registro Civil de Nunoa el 2 de agosto de 1974?
Sencillamente porque el año 1978 el representante de Chile en las Naciones Unidas, ante el conocimiento de una lista de casi 200 detenidos desaparecidos, afirmo que esas personas no existen, que no son chilenas, que son nombres inventados.
Una amiga que acompaña a esta madre me comenta: Así es que yo nunca fui niña en Temuco y nunca jugué con la Jacqueline Drouilly!
El señor representante de Chile que hizo tan temerarias afirmaciones aspira a ser presidente de Chile. Me pregunto si es capaz de decir que lo engañaron y si pedirá justicia para tanto joven que corrió la misma suerte..


La obra JACQUELINE regresa al Teatro Diego Rivera con aforo completo

Fuente :elcalbucano.cl 20/4/2022

Categoría : Prensa

La obra “Jacqueline” del Colectivo El Deseo se presenta este jueves 21 de abril a las 20:00 hrs en el Teatro Diego Rivera de Puerto Montt

JACQUELINE es una propuesta teatral que relata la historia de Jacqueline Drouilly Yurich, joven estudiante de trabajo social de la Universidad de Chile y de su pareja Marcelo Salinas, ambos militantes del MIR y detenidos en 1974 por agentes de la DINA. La historia es contada por Tomás, un actuario del 11° juzgado del crimen de Santiago, que, en 1998, encuentra la causa 2681, correspondiente al caso de Jaqueline y Marcelo.

A partir de ese instante, las escenas giran en torno a uno de los momentos históricos más terribles de nuestro país, entrelazada con la historia familiar de Jacqueline y el amor infinito cegado por el odio, surge entonces una interrogante que cambia la visión del actuario sobre la justicia ¿es acaso lo justo imposible?

Verónica Arellano, directora del Colectivo El Deseo, invitó a la comunidad de Puerto Montt y alrededores a asistir y llenar el teatro Diego Rivera porque la función será con aforo completo “estamos muy felices como compañía de volver al Diego Rivera y esperamos completar el aforo del teatro que supera las 400 personas, estamos de vuelta en las tablas y esperamos una buena asistencia de públicocon una obra que nos habla desde el amor entre Jacqueline y Marcelo, para reflexionar sobre el presente y el futuro”.

La obra está dirigida por la guionista y coreógrafa Verónica Arellano, Óscar Petrel en la dramaturgia, Alonso Escobar en la dirección de arte, composición musical a cargo de Víctor Oyarzo y Tomas Ferrada y producción general de Marlene Rodríguez. Intérpretes: Jorge Ferrada – Carolina Contreras – Iván Álvarez De Araya – Camila Cortés – Alfredo Castro – Paulina Aburto – Sibbil Subiabre – Eliana Antar y Julia Bjorkstrom

La función de Jacqueline es el jueves 21 de abril, a las 20:00 hrs en el Teatro Diego Rivera de Puerto Montt, las entradas tienen un costo de $5.000 pesos disponibles en las boleterías del teatro previo a la función o enviando un DM al Instagram @colectivo_el_deseo


"Jacqueline": UFRO trae a Temuco aplaudida obra de memoria y Derechos Humanos

Fuente :ufro.cl 18/5/2022

Categoría : Prensa

Llega a Temuco “Jacqueline”, un montaje escénico que se estrenó en diciembre del año pasado y que ha recibido una elogiosa crítica sobre el caso de la estudiante de Trabajo Social de la U. de Chile, sede Temuco, Jacqueline Drouilly Yurich, de 24 años y embarazada de 3 meses, y su marido, Marcelo Salinas Eytel, también estudiante, de 27 años. Ambos fueron detenidos y desaparecieron el año 1974. En 2011, la Universidad de La Frontera entregó a la pareja sus respectivos títulos de forma póstuma.

La obra, para mayores de 14 años, se ofrecerá en dos funciones, el jueves 19 de mayo a las 11.00 horas (estudiantes) y a las 19:30 horas (público general), en el Aula Magna de la Universidad de La Frontera, con entrada gratuita previa reserva en este enlace

El montaje es presentado por el Colectivo el Deseo, conformado por artistas escénicos de la región de Los Lagos, quienes bajo dirección de Verónica Arellano Pino, desde el año 2018 han plasmado su trabajo creativo fluyendo entre el montaje escénico y la composición audiovisual, participando en diversas instancias regionales y nacionales. En el elenco destaca la participación protagónica de Carolina Contreras junto a Iván Álvarez (profesor Charly en la serie El Reemplazante).

UNA IMPORTANTE OBRA DE MEMORIA
La Compañía a través de esta obra, ha logrado reconstruir una historia particular, entre muchas otras, de un caso de desaparición política en contexto de dictadura, recreando los hechos desde la mirada de siete versiones: de Marilú (amiga de Jacqueline), de Jacqueline, de Marcelo (pareja de Jacqueline), de los torturadores y de la familia, concluyéndose con el relato del actuario un año después, generando un cierre en el año 1999.

Su directora, Verónica Arellano, señaló que “para nosotros como Colectivo el Deseo, esta invitación a la UFRO tiene una connotación especial por distintas razones. Una de ellas es el hecho de que Jacqueline Droully fuese una estudiante de trabajo social de esa universidad, y por otra parte, la invitación que recibimos de su hermana Nicole. Sin duda para nosotros es un honor poder seguir compartiendo la memoria de Jacqueline a las nuevas generaciones y defender la vida con nuestra herramienta, que es el arte”.

En tanto, la directora del Centro de Derechos Humanos UFRO, Nicole Droully Yurich, hermana de quien da el nombre a la obra, manifestó que “como Centro de DDHH de la Universidad de La Frontera, estamos muy contentos de traer esta obra. Preservar la memoria es una de nuestras tareas, en particular en estos casos de nuestros estudiantes. La memoria junto a la justicia, contribuyen a crear las condiciones para alcanzar la garantía de no repetición.

Al mismo tiempo, agregó que “como familiar de Jacqueline, estamos agradecidos del Centro de DDHH y todas las unidades que hicieron posible el dar a conocer esta obra en Temuco, como la Carrera de Trabajo Social y el Gabinete de Rectoría. El Colectivo el Deseo ha producido una obra de gran calidad y ha interpretado la complejidad de la realidad que vivimos como familia. A todos quienes asistan a la obra, nuestros agradecimientos por el momento de reflexión y calidez que dedicarán a nuestros queridos Jacqueline y Marcelo”.


Epistolario de la Memoria -Carta a Jacqueline de sus hermanas, Michele, Nicole, Viviane.

Fuente :epistolariodelamemoria.cl 11/09/2020

Categoría : Prensa

CARTA A: Jacqueline Drouilly Yurich
DE: Michele Drouilly Yurich, Viviane Drouilly Yurich y Nicole Drouilly Yurich

Vamos a hacer como si estuvieras durmiendo, o en una cama de hospital en coma, sin saber si despertarás, y si es así, ¿cuándo?
Tu ausencia se ha convertido en algo pétreo. La vida y nuestra vida ha cambiado. Nuestros papá y mamá han muerto. De tus hermanas estamos aún las tres. Tienes 5 sobrinos y 6 sobrinos nietos. A veces escudriñamos a nuestros sobrinos, hijos, o nietos, tratando de encontrar en ellos algo de tu carácter, o un gesto, o el color de tu piel. Miro el pelo de mi hijo, que se lo ha dejado largo y reconozco tu pelo castaño con visos claros y ondulado. La nariz, no, la tuya era inédita, con una leve montura que tú odiabas, siempre contabas que era el resultado de una caída de una ventana sobre un cactus, versión que a todos nos parecía sumamente curiosa. Si pudiera describirte, diría que eres la energía misma. Y tienes una característica que seguro sacaste a mi mamá, el “don de gentes”. Le caes bien a todos, chicos, grandes, viejos, tías gruñonas, profesores, mamás de amigas, hermanos de amigas, papás de amigas, (aunque sean prefectos de investigaciones), hombres en general, etc. Aún ahora encuentro gente que me dice, que linda y simpática era. Una ex compañera del colegio, me contó que nunca olvidará que estaban preparando todo para una fiesta de recolección de fondos, y de repente se dan cuenta que no había mayonesa, Tú dices, pero si no me cuesta nada hacerla. E impulsada de una energía sobrenatural, tomaste una fuente 3 yemas y 2 tenedores para batir, y empezaste, todos te miraban porque la mayonesa subía como un experimento químico, y tú, parecías un mono animado. ¿Recuerdas el molde de aluminio con fondo removible en el que hacías tu famoso pie de limón? Bueno, luego de heredarlo de mi mamá y usarlo durante años, incluso me lo llevé al exilio, se lo regalé a Alejandra, tu sobrina, para que siga la tradición y rehaga ese famoso pie.

Cuando estabas en la universidad, en Trabajo social, fuiste junto con tu curso a Bolivia. Llegaste muy muy bronceada, y trajiste muchos recuerdos, entre ellos una blusa típica de una tela blanca, bordada y con redes en las mangas. Te la pusiste un sábado, te hiciste trenzas con lanas de colores, y saliste al centro. Jacqueline, Temuco principios de los 70, provinciano en todo su esplendor. Y tú, súper orgullosa, con tus piernas bronceadas y esta mini. Mi papá que estaba tomando un café en una confitería, te vio, y salió hecho un celaje. Te agarró de una oreja. “Jacqueline, cómo puedes andar así, ándate para la casa y ponte algo” Pero papá, qué tiene? Si es lo que se ponen las cholitas bolivianas. ¡¡¡Si, claro, pero con falda !!! Te encanta escandalizar, y ese desparpajo, que tienes, es tan gracioso. Cuando paso por tu antigua universidad en Temuco, y veo a la salida un especie de pequeña rotonda te recuerdo girando como loca mientras aprendías a manejar en nuestra citroneta verde. Cada vez que nos reunimos con mis hermanas aparecen nuevas historias dónde tú eras la protagonista
Cuántas veces hemos imaginado que tuviste la guagüita que esperabas, y que estaría en algún rincón de Chile y que un día nos cruzaríamos con ella y la reconoceríamos instintivamente. Pero no, leímos en el expediente que la habías perdido mientras estabas en alguno de esos terribles lugares. Pasaban las fiestas, y cada vez me decía, para Pascua va a estar aquí. O para mi cumpleaños.
Quisieron casarse con Marcelo lo más rápido posible, la situación era ya gravísima ese agosto del 74. Se consiguieron hora en el registro civil a las 8 de la mañana. Y volvieron casados. Decidiste hacer una pequeña fiesta en la tarde. Y fue la última fiesta que hiciste, hicimos, antes del día fatídico.
Jacqueline, nuestra linda hermana ¿Sabías que tu luz trasciende aún?

Michele – Nicole – Viviane


Jacqueline Drouilly | Mujeres Embarazadas y Desaparecidas por Gabriel Rodríguez

Fuente :youtube.com 2019

Categoría : Otra Información


carta enviada por Jacqueline a su padre el 13 mayo 1974

Fuente :archivochile.com sin fecha

Categoría : Otra Información

Se deja constancia que en carta enviada por Jacqueline Drouilly a su padre, fechada el 13 de mayo de 1974, le relata detalladamente que el día viernes 3 del mes y año indicado a las 14:45 horas, se presentaron en el domicilio anterior de los afectados, tres sujetos que se identificaron verbalmente, como miembros del Servicio de Inteligencia Militar (S.I.M.), y preguntaron si vivía ahí una persona determinada, a quien no conocían. Procedieron a allanar el domicilio y a interrogar a Marcelo y a Jacqueline. En un closet cerrado encontraron unos documentos que eran del ex dueño del inmueble, un abogado socialista, y que correspondían a unos expedientes de la defensa judicial de un militante del MIR conocido. Todo el operativo duró como una hora y media, retirándose los sujetos, luego de darle la orden de no salir durante la tarde, pues regresarían. En efecto, los sujetos regresaron esa tarde, con un trato más suave, pues al parecer habían solicitado referencias de la afectada en la Escuela de Servicio Social de la Universidad de Chile. Señalaron que el involucrado era el ex dueño de la casa, pero que de todos modos llevarían a Jacqueline, para ver si era reconocida o no por un detenido. Fue así, como el 6 de mayo de 1974 la afectada fue conducida por tres sujetos hasta el domicilio de la esposa del detenido, ubicado en el paradero 14 de La Florida, quien no la reconoció. Luego de esta diligencia, Jacqueline fue devuelta a su casa, señalándole que si venían o llamaban preguntando por la persona que buscaban, se lo informaran. Así estuvieron llamando los sujetos, por algún tiempo, al domicilio de los afectados.


los altares de la ausencia (Gastón Salas )

Fuente :parquedelacultura.cl sin fecha

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Nicole y Viviane Drouilly Yurich, hermanas de Jacqueline Paulette Drouilly Yurich DD. Nació el 3 de Diciembre de 1949 en Santiago. Estudiante de Servicio Social en la Universidad de Chile, en Temuco y luego en Santiago. Casada con Marcelo Salinas Eytel, técnico eléctrico, nacido….. Detenidos el 30 y 31 de Octubre de 1974 a los 23 años y ….. Mi hermana y su marido, arrendaban una pieza a una compañera de estudios en Santiago. La noche del 30 de octubre llegaron a la casa a detener a mi cuñado, mi hermana estaba sola en ese momento. Eran personas de la Dina, la subieron a la pieza y estuvieron con ella varias horas, allí la torturaron y la violaron mientras esperaban a mi cuñado. Pasó la noche y no llegó porque había toque de queda. Entonces se la llevaron al centro de detención clandestino en José Domingo Cañas. Cuando él llama por teléfono en la mañana para avisarle que la iba a pasar a buscar en un taxi, habla con la compañera de estudios, quién estaba siendo amenazada por los agentes. Cuando llega los agentes de la Dina le disparan al taxi y lo detienen para llevarlo al mismo centro de detención donde son torturados salvajemente. De ahí, son llevados a la "Venda Sexy" otro lugar terrible de tortura… finalmente a Villa Grimaldi y luego a Cuatro Álamos. Allí se les pierde el rastro y desaparecen, ya no tenemos más testimonios de personas que estuvieron con ellos, pero las evidencias, desgraciadamente, apuntan a que las personas que estuvieron en Cuatro Álamos fueron arrojadas al mar, por eso nosotros como familia tenemos muy pocas esperanzas de saber donde se encuentran los restos de Jacqueline y Marcelo. Mi hermana tenía en esa época tres meses de embarazo y tampoco sabemos si esa guagua nació… Mi mama viajó inmediatamente a Santiago cuando supo que la habían detenido y llegó a la pieza y tuvo que ver la destrucción sola, en esa pieza, sin mi papá ni nosotras estaba la cama deshecha, la almohada tirada, arrugada, estaba todo en el piso, y también estaba el reloj botado en el piso, roto. Durante los días que siguieron mi mamá embaló todas sus cosas; la funda de la almohada, las sábanas, etc. los agentes se robaron, el charango y otras cosas de valor que ellos tenían. A Jacqueline le gustaba rodearse de cosas lindas, el reloj amarillo era vistoso, una réplica de un reloj antiguo. A ella le costaba despertarse en las mañanas pero con ese ruido tan estridente estoy segura que muchas veces no le dio cuerda para que no sonara. En las condiciones que mi mamá lo encontró es algo trágico porque nos trae la sensación de la violencia contra ella y contra nosotros como familia, ojalá se hubiera detenido el tiempo para ella, como muestra el reloj, pero continuó y fue sometida a torturas terribles. A nosotras se nos han borrado muchas cosas de ella, por eso vivimos rodeadas de fotos para no olvidar sus facciones, porque no nos acordamos de sus facciones… tiene que ver un proceso post traumático que hemos sufrido como familia, entonces los objetos tienen un rol importante no solo porque nos recuerdan a Jacqueline y a la persona viva que era, sino, también porque queremos que ella sienta que es parte de nuestras vidas y que convivimos con las cosas que convivían con ella. Nosotras la tenemos presente todo el tiempo, a pesar de lo doloroso que todo esto ha significado… La última vez que la vimos fue para su casamiento, en Agosto del 74, al otro día mi padre nos invitó a todos a comer al restaurant chino, nosotras éramos sus hermanas menores y le teníamos mucha admiración porque era una persona de mucho carisma, muy atractiva, muy inteligente y extraordinariamente entretenida, entonces nos encantaba estar con ella. Yo tengo puros recuerdos lindos de ella…


https://epistolariodelamemoria.cl/2021/

Fuente :museodelamemoria.cl 2021

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Video disponible , mujeres escriben a mujeres – homenaje 

 CARTA A: Jacqueline Drouilly Yurich

DE: Michele Drouilly Yurich, Viviane Drouilly Yurich y Nicole Drouilly Yurich

Vamos a hacer como si estuvieras durmiendo, o en una cama de hospital en coma, sin saber si despertarás, y si es así, ¿cuándo?
Tu ausencia se ha convertido en algo pétreo. La vida y nuestra vida ha cambiado. Nuestros papá y mamá han muerto. De tus hermanas estamos aún las tres. Tienes 5 sobrinos y 6 sobrinos nietos. A veces escudriñamos a nuestros sobrinos, hijos, o nietos, tratando de encontrar en ellos algo de tu carácter, o un gesto, o el color de tu piel. Miro el pelo de mi hijo, que se lo ha dejado largo y reconozco tu pelo castaño con visos claros y ondulado. La nariz, no, la tuya era inédita, con una leve montura que tú odiabas, siempre contabas que era el resultado de una caída de una ventana sobre un cactus, versión que a todos nos parecía sumamente curiosa. Si pudiera describirte, diría que eres la energía misma. Y tienes una característica que seguro sacaste a mi mamá, el “don de gentes”. Le caes bien a todos, chicos, grandes, viejos, tías gruñonas, profesores, mamás de amigas, hermanos de amigas, papás de amigas, (aunque sean prefectos de investigaciones), hombres en general, etc. Aún ahora encuentro gente que me dice, que linda y simpática era. Una ex compañera del colegio, me contó que nunca olvidará que estaban preparando todo para una fiesta de recolección de fondos, y de repente se dan cuenta que no había mayonesa, Tú dices, pero si no me cuesta nada hacerla. E impulsada de una energía sobrenatural, tomaste una fuente 3 yemas y 2 tenedores para batir, y empezaste, todos te miraban porque la mayonesa subía como un experimento químico, y tú, parecías un mono animado. ¿Recuerdas el molde de aluminio con fondo removible en el que hacías tu famoso pie de limón? Bueno, luego de heredarlo de mi mamá y usarlo durante años, incluso me lo llevé al exilio, se lo regalé a Alejandra, tu sobrina, para que siga la tradición y rehaga ese famoso pie.

Cuando estabas en la universidad, en Trabajo social, fuiste junto con tu curso a Bolivia. Llegaste muy muy bronceada, y trajiste muchos recuerdos, entre ellos una blusa típica de una tela blanca, bordada y con redes en las mangas. Te la pusiste un sábado, te hiciste trenzas con lanas de colores, y saliste al centro. Jacqueline, Temuco principios de los 70, provinciano en todo su esplendor. Y tú, súper orgullosa, con tus piernas bronceadas y esta mini. Mi papá que estaba tomando un café en una confitería, te vio, y salió hecho un celaje. Te agarró de una oreja. “Jacqueline, cómo puedes andar así, ándate para la casa y ponte algo” Pero papá, qué tiene? Si es lo que se ponen las cholitas bolivianas. ¡¡¡Si, claro, pero con falda !!! Te encanta escandalizar, y ese desparpajo, que tienes, es tan gracioso. Cuando paso por tu antigua universidad en Temuco, y veo a la salida un especie de pequeña rotonda te recuerdo girando como loca mientras aprendías a manejar en nuestra citroneta verde. Cada vez que nos reunimos con mis hermanas aparecen nuevas historias dónde tú eras la protagonista
Cuántas veces hemos imaginado que tuviste la guagüita que esperabas, y que estaría en algún rincón de Chile y que un día nos cruzaríamos con ella y la reconoceríamos instintivamente. Pero no, leímos en el expediente que la habías perdido mientras estabas en alguno de esos terribles lugares. Pasaban las fiestas, y cada vez me decía, para Pascua va a estar aquí. O para mi cumpleaños.
Quisieron casarse con Marcelo lo más rápido posible, la situación era ya gravísima ese agosto del 74. Se consiguieron hora en el registro civil a las 8 de la mañana. Y volvieron casados. Decidiste hacer una pequeña fiesta en la tarde. Y fue la última fiesta que hiciste, hicimos, antes del día fatídico.
Jacqueline, nuestra linda hermana ¿Sabías que tu luz trasciende aún?

Michele – Nicole – Viviane


carta del padre de Jacqueline a su hija detenida desaparecida.

Fuente :cedida por la familia

Categoría : Otra Información

                                                                                                                                                                            Temuco 17 de octubre de 2001

a pesar de encontrame afectado de una enfermedad de la memoria, no se me ha olvidado el paso por mi vida de mi hija Jacqueline Drouilly Yurich la presencia de mi hija en mi vida ,duro exactamente 24 años ahora en occtubre se cumple un año mas sin ssaber dónde está ni como murío creo yo que por muchos años me guarde todos las emociones producto del desaparecimiento y comprobando a diario que falta un miembro de la familia podría alguién mantenerse sano mentalmente soportando la pérdida de una hija sin queno haya daño y más aún en condiciones injustas? atropellandolos derechos de todo  ser humanos.

yo escribo estas letras con dificultad pero con mucho cariño y respeto por el lector .              

                                                                                                                                                 ( firma)

                                                                                          Jorge Drouilly   ci    604250-3 


¿Quién asesinó a Jacqueline Drouilly?

Fuente :lashistoriasquepodemoscontar.cl sin fecha

Categoría : Prensa

El Gobierno ha cubierto con un capa de impunidad por otros 50 años a los autores de tortura y asesinatos atroces, pero la pregunta de quiénes fueron no se apagará fácilmente

CORRÍA EL AÑO 1974 cuando Jacqueline Drouilly llegó a INACAP como alumna en práctica enviada por la Escuela de Servicio Social de la Universidad de Chile, en Santiago.

Era un hermosa y joven mujer de tan sólo 22 años, poseedora de una figura agraciada que llamaba de inmediato la atención de los varones, quienes posaban encandilados sus miradas en el iris colorido de sus alegres ojos verdes. Sin embargo, lo que cautivaba al interlocutor era la simpatía innata que emanaba de su actitud amigable, y si la conversación lograba sostenerse por más de treinta minutos fluía entonces libre el torrente de inteligencia e información cultural que atrapaba al contertulio.

A las pocas semanas, supo demostrar su responsable capacidad en tareas concretas integrándose asertivamente al equipo de trabajo con pleno éxito. Se adivinaba en ella una futura asistente social de real valía.

Pero los tiempos por los que atravesaba el país no eran de dulce y ámbar. Muy pocos chilenos podían asegurar que vivían tranquilos, seguros y complacidos. No había información concreta ni menos aún oficial respecto de la trágica realidad que experimentaba un significativo número de personas, mas la voz de la calle hablaba de asesinatos, torturas y detenciones madrugadoras. Estaba prohibido pensar. Era sinónimo de muerte el discrepar, el opinar. Y ya no bastaba con rezar.

Una tarde almorcé con ella en un restaurante de la calle Pío Nono (barrio Bellavista), compartiendo como buenos amigos nuestras particulares realidades. Ahí me enteré que se encontraba con algunos meses de embarazo, motivo suficiente para experimentar algo de felicidad en época de tragedias. Supe que se afanaba en construir futuro junto al hombre que amaba, Marcelo, muchacho egresado de una carrera técnica que procedía, al igual que ella, de la ciudad de Temuco.

Al día siguiente, Jacqueline no llegó a INACAP.

La noche anterior, como garra predadora que azota la llanura, el bestial asesino Osvaldo Romo Mena y sus secuaces de la DINA habían surgido de las sombras, con las armas prestas a disparar -protegidos por el terror a destajo que otorga una dictadura- para allanar a golpes, insultos y macanazos el departamento que la joven pareja arrendaba en un barrio de Providencia.

Así como Alejandro cortó con un firme golpe de espada el nudo gordiano, Romo y sus sicarios cercenaron las vidas de Jacqueline y Marcelo de un solo tajo. Los militares de entonces acostumbraban usar la fuerza cuando enfrentaban capacidades intelectuales que les superaban en altura y nivel. "Disparen contra las ideas", era la orden del día. "Viva la muerte, muera la cultura", había gritado el general franquista a un demudado Miguel de Unamuno en los prolegómenos de la guerra civil española. ¿Se puede esperar algo menos bruto que un golpista?

Jacqueline fue llevada a los calabozos que la DINA implementó en distintas partes de Santiago para torturar e ignominiar a los detenidos. En oscuros subterráneos sufrió castigos físicos inimaginables, torturas deshilachadas en gritos de horror hundidos en el marasmo de la soledad y la indefensión, mientras los victimarios se solazaban en el joven y hermoso cuerpo de la muchacha.

Me es imposible dejar de imaginar las imágenes que debieron producirse en esos hediondos infiernos. Lucho contra mis sentimientos, pero siempre pierdo la batalla. Imagino a Jacqueline tendida sobre un camastro inmundo, atada de pies y manos, desnuda y débil, golpeada con saña por sus verdugos, electrificada una y otra vez sin objetivo ni sentido alguno para, finalmente, soportar la creciente verdad de su inexplicable situación. Uno tras otro, los bestiales castigadores van despojándose de sus pantalones y en una hilera de enfermizos trogloditas esperan su turno para trepar por el cuerpo aún hermoso y atractivo de la chiquilla.

José Domingo Cañas, Villa Grimaldi, Tres Álamos, Cuatro Álamos… nombres que se repiten en la misma medida que la muchacha es trasladada de un lugar horrendo a otro peor. En todos ellos la experiencia es la misma. Golpes, electricidad, saña demente, violaciones repetidas, pero la soledad y la desesperanza continúan siendo los únicos acompañantes de quienes están condenados a servir de terapia a los inquisidores del averno.

Cierro los ojos y mi mente abre las páginas del Informe Valech. Jacqueline no pudo concurrir a las entrevistas y entregar su testimonio. Había muerto el año 1975 en uno de los centros de tortura de la DINA, al igual que Marcelo, su marido. Nunca más supimos de ella, ni tampoco del niño que dormía en su vientre.

De vez en cuando me atreví a conversar con su madre, Norma Yurich, para encontrar algo de consuelo en las palabras de aliento que surgieron primorosas luego del triunfo electoral de Patricio Aylwin, pero que cayeron desguazadas al fondo del abismo no bien escuchamos de labios del propio Mandatario que 'se haría justicia en la medida de lo posible'.

Norma Yurich desgastó sus nudillos golpeando puertas de tribunales, medios de prensa, embajadas, comisiones, partidos políticos y regimientos, para obtener respuestas a sus interrogantes. Obtuvo sólo palabras de incomprensible desidia. Ni siquiera el embarazo de Jacqueline conmovió a los poderosos. Era un número más en la lista interminable de chilenos detenidos desaparecidos. Después de todo, Jacqueline no había sido artista, política, reina de belleza, deportista ni literata. Fue tan sólo una mujer joven, hermosa, destacada estudiante universitaria y con una red social pequeña. ¿Por qué habría de preocuparse el establishment por ella especialmente?

He ahí nuestra gran deuda como nación. Perdonar es posible cuando se conoce la verdad desnuda, pero olvidar significa una irresponsabilidad.

Nuestros hombres públicos han demostrado cuán capaces son de olvidar por conveniencia. Olvidar los casos particulares y ocuparse únicamente de la estadística global. Olvidar que hubo chilenas y chilenos, anónimos en esencia para la prensa, que entregaron mucho, pero mucho más que lo aportado por algunos de nuestros actuales dirigentes para recuperar el sistema democrático. Olvidar, en fin, que los compatriotas sacrificados por la mesiánica locura de criminales perfectamente ubicables si existiese verdadera intención de encontrarlos, merecen al menos que las generaciones actuales conozcan la identidad de sus asesinos, algunos de los cuales se pasean libre y graciosamente entre la gente. Otros, ocupan incluso cargos públicos.

Habrá que esperar 50 años para reconocer que los gobiernos democráticos se equivocaron al ocultar los nombres de los victimarios.

Oficialmente, se dice que el año 1975 la DINA asesinó a Jacquelinne Paulette Drouilly Yurich y a su descendencia. Pero la DINA era una organización gubernamental, con jefaturas y responsables. No fue la DINA quien tronchó la vida de Jacqueline, sino que uno de sus miembros, cumpliendo órdenes superiores, cometió el asesinato de la estudiante y de su hijo nonato.

Osvaldo Romo Mena conoce el nombre del autor de esos crímenes, ya que fue él quien inició la saga de atropellos sangrientos argumentando que lo hacía por la 'seguridad de la patria'. ¿Por órdenes de quién? Para ciertos militares la seguridad nacional está en jaque cuando los ciudadanos demuestran ser capaces de pensar por sí mismos, ya que ese evento pone en ridícula evidencia la ignominiosa aplicación social de la verticalidad del mando que ha constituido su forma de vida al interior de los cuarteles. Es decir, cumplir las órdenes sin pensar, jamás pensar…nunca discernir. Solamente obedecer ciegamente y cumplir la instrucción exacerbando la violencia cual manera de mostrar 'alma de soldado'.

Los despojos humanos de una querida amiga y brillante universitaria reposan junto al incipiente cuerpo de su hijo, mientras su asesino disfruta de la compañía de sus pares en alguna unidad militar donde la justicia de los hombres del país de lo 'políticamente correcto' difícilmente decidirá castigarlo.

Más allá del Informe Valech y de las tautologías políticas intrascendentes que emanan de las autoridades democráticas, subyace aún la justicia verdadera que comienza por identificar al gestor de los crímenes.

Respecto de estos graves asuntos, los gobiernos de la Concertación han replicado involuntariamente la opinión que José Stalin manifestara después de haber ordenado una de las más sangrientas 'purgas' soviéticas: "un muerto es un accidente, una decena de muertos es una desgracia, pero un millón de muertos es tan sólo una estadística".

Señor Pablo Rodríguez, como ardiente abogado del ex -general Augusto Pinochet y para evitar que la estadística se transforme en la única forma de justicia posible, tenga la bondad de preguntar a su cliente: "¿quién de sus subordinados asesinó a Jacqueline Drouilly?"

Si sabe algo más sobre Jacqueline Drouilly que estudiaba para ser Asistente Social y militaba en el MIR junto a su compañero Marcelo Salinas Eytel, compártalo con nosotros con un e-mail a martin@lashistoriasquepodemoscontar.cl

Si sabe algo también sobre cualquier otro compañero desaparecido o asesinado por la dictadura, compártalo también con nosotros, eso ayudará a que jamás los olvidemos.

Por Arturo Alejandro Muñoz


CARTA A: Jacqueline Drouilly Yurich DE: Viviane Drouilly Yurich

Fuente :museodelamemoria.cl sin fecha

Categoría : Testimonio

Jacqueline, tú eras para mí como un ídolo y me gustaría que leyeras esta pequeña cartita que te escribo, así como tú me enviaste una desde tu lugar de veraneo cuando yo tenía 7 años, la cual me sorprendió mucho ya que yo me sentía chica y sin valor, pero me gustó mucho y quisiera conocerte ahora de tu edad actual ya que me quede con tu imagen de 24 años los que tenías cuando te arrebataron injustamente dejándonos destrozados hasta hoy, creo que seriamos buenas amigas las dos, y te habrían gustado mucho mis hijos estoy segura de eso, como a mí también me habría sido espectacular conocer a tu hijito que no pudo nacer, por las mismas razones anteriores, así para cuando nacieran mis hijos habría tenido esa experiencia ya de conocer alguna guagua y esa es la tuya ,el recuerdo latente es que feliz me sentía cuando venias a Temuco desde Stgo te esperaba en la mañana que llegaras con mucha ganas de verte y me sentía tu regalona, ese olor de Santiago una mezcla de polución y gas de cañerías son distintivos para mí de tu casa del Estadio nacional respirar ese aire desde tu ventana de arriba y ver los techos de las casas y muchos autos me fascinaba y tengo muy clara la sensación y cuando voy Santiago nunca dejo de acordarme y verte en esa ventana, y la paciencia que me tenías de llevarme a tomar once con tus amigas después de tanto insistir, y la frase que nunca faltaba ” pórtate bien no me dejes mal y por favor no te robes las cucharitas” bueno lo malo que no recuerdo tu voz, eso me da tristeza. Aquí es cuando se dice la frase “como me gustaría volver el tiempo atrás” aunque sea cliché sabemos que no se puede y uno cree poder cambiar los eventos, al menos tengo el sueño al pensar que sí, nada más solo que te extrañado mucho. Tu hermanita Viviane.


Relato presentado en homenaje a Jacqueline Drouilly Yurich

Fuente :cedida por la familia 3/12/2022

Categoría : Mensaje

Museo de la memoria 3 diciembre de 2022 , al presentarse la obra del colectivo "el deseo" de Puerto Montt

Durante la presentación de ésta, su sobrina Argelia Dominguez Drouilly le dedico estas palabras;

Hoy es el cumpleaños de Jacqueline , cumpliría 73 años

Desde el día que fue detenida embarazada junto a Marcelo su marido, se fracturó y separo nuestra familia .Jacqueline y Marcelo siempre estuvieron presentes en nuestras vidas, mi madre y abuela se encargaron de que los conocieramos a través de historias para saber como era ella, pero en esta oportunidad contaré la parte que siguío a esta tragedia.

Yo nací en el año 1977 y como hija mayor me toco vivir toda la tristeza y desconsuelo de mi madre y de mi abuela Norma.

Mi madre y yo estabamos presentes en muchas marchas corriendo un gran riesgo , escuchando noticias todo el día, de ir al colegio sin contar nada de la situación que ocurría y todo con mucho miedo sin saber del todo lo que realmente sucede.

estabámos dias completos en la vicaría de la solidaridad apoyando en cualquier tarea, y yo viendo a muchas mujeres llorando desesperadas, apoyándose entre ellas y a todas las conocía, se reflejaba en su mirada yna tristeza proifunda y así muchísimas historias más a lo largo de muchos años 

Hay una frase que me provoca molestia , cuando me han dicho ,, "que vas a saber tú que ni siquiera habias nacido" ..esa frase duele en lo más profundo, ya que por años me toco vivir la angustia ,el miedo ,la melancolía y el desamparo que vivío mi familia y que me afecto a mi corta edad.

Yo también viví parte de esa tragedia que nadie puede comprender , sólo las personas que lo vivimos, hasta el día de hoy tengo miles de recuerdos de esa época, agradecer al colectivo "el deseo"por esta obra maravillosa, al museo de la memoria y a todos los que realizaron donaciones para que la obra " Jacqueline" fuera presentada en Santiago