Club de Tenis de Llo-Lleo


Ubicación:Divina Providencia 699 San Antonio V Región

Rama:Ejército

Geolocalización: Google Maps Link


Descripción General

Categoría : Otra Información

En la Quinta Región hubo una serie de recintos no militares que fueron ocupados como lugares de detención por un corto período. Así sucedió con el Club de Tenis de LloLleo, el Liceo Barros Luco y el Liceo N° 2 de Niñas, ambos de Valparaíso.

Igualmente fueron utilizados transitoriamente algunos recintos universitarios de la Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Santa María y el local de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) con sede en Valparaíso, así como también la Estación Puerto de Treneslos estadios de Playa Ancha-Valparaíso, el Hospital Carlos van Buren y Servicio Médico Nacional de Empleados (SERMENA).

La mayoría de estos recintos funcionaron sólo durante el mes de septiembre de 1973. Los detenidos, hombres y mujeres, permanecían horas o días y posteriormente eran trasladados a los diversos recintos militares o dejados en libertad. A éstos se agrega el Estadio de Valparaíso, que mantuvo el número más alto de prisioneros y funcionó hasta noviembre de 1973.

 

Fuentes de Información Consultadas: Informe Valech; CODEPU; Memoriaviva;


Museo de la Memoria y Universidad de Valparaíso inauguraron primera muestra itinerante

Fuente :pdn.uv.cl, 27 de Mayo 2010

Categoría : Otra Información

La sala El Farol es el primer espacio fuera de Santiago en que se presenta el testimonio de los centros de detención y tortura que funcionaron en Chile entre 1973 y 1990. La muestra pone énfasis en el archivo histórico de la Quinta Región.

A fin de proveer un espacio para la reflexión en torno a la importancia de fortalecer la democracia, para que en Chile no se vuelva a vulnerar los derechos humanos y para que los jóvenes y los niños se acerquen a la historia cercana del país, fue inaugurada en la sala El Farol del Centro de Extensión de la Universidad de Valparaíso la primera muestra itinerante del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. La exposición incluye material respecto de los campos de tortura que funcionaron en la Región de Valparaíso entre 1973 y 1990.

La ceremonia fue presidida por el secretario general de la UV, Osvaldo Corrales, y la directora ejecutiva del Museo de la Memoria, Romy Schmidt, y contó con una gran asistencia de público, incluyendo a diversos representantes de entidades vinculadas a los derechos humanos.

En la ocasión, Romy Schmidt destacó que la presencia del Museo de la Memoria en Valparaíso tiene un doble valor: es la primera itinerancia de la entidad, y también es la primera muestra al público después del terremoto del 27 de febrero. “Lamentablemente —dijo— las violaciones a los derechos humanos llegaron a todo el territorio nacional. Por eso, no nos podemos quedar a las puertas del museo en Santiago, sino que debemos salir, y ayudar a la reflexión en torno a la importancia de fortalecer la democracia, para que nunca en Chile se repitan los horrores del pasado”.

Añadió que las vulneraciones de los derechos humanos no son sólo cosa del pasado: “Pueden ser parte del día a día: todos nosotros podemos ser cómplices, autores o víctimas de violaciones a los derechos humanos. Al tener conciencia sobre el tema, podemos estar alertas a los casos de violencia intrafamiliar, de bullying, de abusos laborales”.

Romy Schmidt recordó que en Valparaíso hubo 151 centros de detención, y tres mil 400 víctimas de la represión y la tortura. De ellas, 164 murieron, y 36 siguen estando desaparecidas. Invitó a todos a conocer la exposición, ya que “la memoria es parte de nuestro patrimonio”.

Por su parte, Osvaldo Corrales también valoró la importancia de la memoria, por cuanto “gracias a ella podemos retener nuestras experiencias y aprender de nuestros aciertos y, sobre todo, de nuestros errores; es gracias a ella que buena parte de lo que llamamos propiamente humano puede surgir y desarrollarse”. A pesar de ello, añadió, la sociedad actual tiende a perder la memoria, ante lo cual aparece el rol que la universidad, entre sus múltiples tareas, tiene que asumir: “Contribuir en el proceso de recuperación y mantención de la memoria histórica como parte del proceso general de reflexión crítica respecto de las sociedades en que están insertas”.

Corrales calificó de “imperativo ético” y “acto de justicia y reparación hacia las víctimas” el necesario ejercicio de la memoria, así como de indispensable instruir a los jóvenes y niños de hoy acerca del valor de la democracia y los derechos humanos, “como un logro civilizatorio que es preciso cultivar y perfeccionar”. Anunció asimismo que la Universidad de Valparaíso suscribirá un convenio con el Museo de la Memoria, de modo de apoyar no sólo la presente muestra itinerante, sino asumir un vínculo permanente.

La ceremonia de inauguración consideró la intervención de la agrupación musical Universidad de Valparaíso, que interpretó “En memoria”, un homenaje a Víctor Jara de gran contenido emocional.

En Valparaíso

El Museo de la Memoria expone en la sala El Farol material sobre los numerosos campos de tortura que funcionaron en la Región de Valparaíso, dando cuenta de la vida cotidiana y las actividades de los presos durante la dictadura militar, a través de documentos, imágenes, testimonios y materiales desarrollados por los propios detenidos. Según los informes de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990, 164 personas fueron asesinadas por la dictadura militar en esta región; de ellas, 36 son detenidas desaparecidas hasta hoy. Por su parte, la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura registra tres mil 400 víctimas durante el mismo período y la existencia de 151 recintos de detención entre 1973 y 1990.

En la actualidad este museo se encuentra cerrado en Santiago debido al terremoto, por lo cual esta itinerancia, que contiene casi un 20 por ciento del material total, reviste una especial importancia. El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos es un espacio de valorización, conocimiento y reflexión sobre las violaciones a la vida y la dignidad de las personas, donde se exponen hechos contenidos en los distintos informes de Verdad, Justicia y Reparación elaborados en el país, ocurridos entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1990. Contiene una rica colección de casi 100 mil archivos documentales y mil objetos originales de ese período.

La muestra podrá ser visitada con entrada liberada, de lunes a viernes, de 11:00 a 19:00 horas, y sábados de 11:00 a 14:00 horas. Excepcionalmente este domingo 30, por ser el Día del Patrimonio, la muestra estará abierta al público, de 10:00 a 14:00 horas. La sala El Farol se ubica en Blanco 1113, Valparaíso.

Centros de detención en Valparaíso

Según datos oficiales, los principales regimientos de la Quinta Región fueron utilizados como recintos de detención, a cargo del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. Recintos de la Policía de Investigaciones fueron utilizados como lugares de detención transitoria, y otros como el Club de Tenis de Llolleo, el Liceo Barros Luco y el Liceo N°2 de Niñas, en Valparaíso; recintos de la Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Santa María y sede de la FECH; la Estación Puerto, el estadio de Playa Ancha, el hospital Carlos Van Buren y oficinas del ex Sermena, sólo por algunos días. A éstos se agrega el Estadio de Valparaíso, que mantuvo el número más alto de prisioneros y funcionó hasta noviembre de 1973.

Entre los años 1973 y 1976 se habilitaron como centros de detención masiva de prisioneros, provenientes de diversas zonas del país, lugares como Ritoque, Melinka-Puchuncaví e Isla Riesco.


El Cuartel Almirante Silva Palma en Valparaíso, un nuevo sitio para la memoria y los Derechos Humanos

Fuente :elclarin.cl, 15 de Febrero 2018

Categoría : Prensa

Durante la dictadura cívico militar en la Región del Valparaíso, se puede constatar la presencia de 123 lugares que fueron destinados para realizar acciones de “prisión política y tortura” por agentes del Estado, hechos constatados en los informes de las Comisiones Rettig, Valech. En 31 comunas de la región, hubo presencia de recintos destinados a la reclusión política y tortura[1].

Por otra parte, importante es mencionar que no solamente estamos mencionando recintos militares, cuarteles, prefecturas, tenencias y comisarías, bases aéreas y buques, sino también lugares cedidos por personas naturales, empresas, instituciones privadas sin fines de lucro y servicios públicos como: navieras, congregaciones religiosas, establecimientos educacionales, hospitales, entre otros, siendo algunos de estos: los campos de concentración de Melinka en Puchuncaví, Ritoque e Isla Riesco en Quintero, el recinto de la DINA en Tejas Verdes y el campo de exterminio de Rocas de Santo Domingo; el Sanatorio Militar Naval de Olmué, el Hospital de San Antonio, los hospitales Deforme y Carlos Van Buren en el puerto principal; administrado por una congregación religiosa las Cárceles de Mujeres del Buen Pastor en Quillota, San Felipe y Valparaíso, el Club de tenis de Llolleo, los barcos Maipo y Lebu de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSAV), entre otros.

Sólo en zona costera de la región se han podido establecer 62 inmuebles destinados y ocupados por alguna institución militar o de orden y seguridad, Gendarmería, Investigaciones, Carabineros, la Armada, el Ejército, Fuerza Aérea, Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), Central Nacional de Informaciones (CNI). En total, se conoce un total de 10 recintos en el puerto de San Antonio, 17 en la ciudad de Viña del mar y 35 en el puerto de Valparaíso, ciudad que concentra el más alto número de recintos de prisión política y tortura, uno de esos lugares es el denominado Cuartel Almirante Silva Palma.

Como se menciona en la Declaración de Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico al Sitio de Memoria Centro de Detención Cuartel Almirante Silva Palma (Fuerte Bueras Bajo), publicada en el Diario Oficial hoy 15 de febrero de 2018, este Nuevo Sitio de Memoria, tiene características importantes las cuales fueron consideradas en su denominación, una de ellas, es que este cuartel, desde el punto de vista estratégico e histórico se destaca por su emplazamiento, correspondiendo a los lugares que desde la Colonia fueron destinados para la construcción de fortificaciones entre el Cerro Artillería hasta Playa Ancha, forma parte de los 6 Castillos, Fuertes y Baterías edificados en ese período.

Desde el punto de vista táctico-militar es una de las fortificaciones que tuvo como objetivo central proteger los Almacenes Fiscales, arquitectónicamente estaba compuesto por tres elementos: la Torre de Bueras, Bueras Alto y Bueras Bajo, siendo este último el único que se conserva hasta la fecha. A comienzos del siglo XX, cuando las baterías de defensa costera y fuertes pasaron desde el Ejército a la Armada, fue renombrado como Cuartel Almirante Silva Palma.

Por otra parte, no solamente durante la dictadura cívico militar este cuartel fue utilizado como recinto de prisión, en la declaratoria, se indica que durante la Guerra Civil de 1891, fue el principal recinto de detención de la Armada y el bando parlamentarista tras la Batalla de Placilla, en la que fueron derrotadas las fuerzas leales al Presidente José Manuel Balmaceda. Luego, en 1961 un centenar de marinos y alumnos de la Escuela Naval que protestaban por mejores tratos y raciones alimentarias fueron acusados de sedición y motín. Parte de los detenidos fueron llevados a un campo de prisioneros habilitado en la Escuela de Infantería de Marina; el grupo que fue sometido a interrogatorios fue llevado al Cuartel Almirante Silva Palma. Este hecho, conocido como el “Bandejazo”, tuvo gran repercusión en la sociedad de la época, el mismo año el Congreso aprobó una amnistía parcial para los detenidos. Y en agosto de 1973, la Armada inició un proceso en contra de un centenar de marinos y trabajadores de ASMAR en Valparaíso y Talcahuano, por intentar denunciar y alertar a la opinión pública y a los partidos políticos de la Unidad Popular sobre las maniobras golpistas en curso. Los primeros detenidos fueron llevados el 15 de junio al Cuartel Silva Palma, a donde se trasladó luego un grupo de marinos de Talcahuano, siendo esta la situación vivida por los marinos constitucionalistas anti golpistas.

Con posterioridad al Golpe de Estado, la Provincia de Valparaíso fue controlada por la comandancia de la Primera Zona Naval; el Cuartel Silva Palma fue utilizado como recinto de detención entre 1973 y 1976, operando en sus instalaciones el Servicio de Inteligencia Naval.

Son millares los testimonios de personas vejadas en este cuartel, el cual fue administrado por el Servicio de Inteligencia Naval (SIN). Este servicio estuvo a cargo de la detención de los Marinos Anti Golpistas o Constitucionalistas traídos desde Talcahuano a Valparaíso antes del Golpe de Estado. Luego del 11 de septiembre de 1973, este servicio de inteligencia constituye sus principales bases de operación en la ciudad de Concepción, específicamente en la Base Naval de Talcahuano, el Fuerte Borgoño y la Isla Quiriquina. En el puerto de Valparaíso ocupan el recinto de la Academia de Guerra Naval siendo un anexo el Cuartel Almirante Silva Palma.

En marzo del 2017, sorpresivamente se demolió el edificio de la Academia de Guerra Naval por parte de la Armada de Chile, situación que puso en emergencia a las organizaciones de derechos humanos, Agrupación de Marinos Anti golpistas (AMA) y el Colectivo Cine Forum de Valparaíso, quienes agilizaron los trámites tendientes a evitar que ocurriera lo mismo con el Cuartel Silva Palma.

Hoy se inicia un buen camino y una victoria por la verdad, justicia y la memoria con la declaratoria de Monumento Histórico al Sitio de Memoria Centro de Detención Cuartel Almirante Silva Palma (Fuerte Bueras Bajo), hecho que esperamos llame a la concurrencia de los apoyos necesarios para poner en valor una parte importante de la historia reciente del país, el patrimonio, la memoria, reparación, educación en derechos humanos y pedagogía de la ciudad.

[1]Las comunas en las cuales no hay registro de presencia de recintos de reclusión política y tortura a partir de información recabada son: Zapallar, La Cruz, Hijuelas, Panquehue, El Tabo, Juan Fernández e Isla de Pascua, situación que de  ninguna manera implica que no se hayan cometido violaciones a los derechos humanos, siendo necesario, indagar sobre los procesos de prisión política en dichas localidades. Hasta la fecha no se han recabado testimonios o investigaciones que indiquen lo contrario. Del total de recintos catastrados falta incluir los relacionados con fábricas y poblaciones urbanas y zonas rurales. Diagnóstico sobre recintos de prisión política y tortura en la Región de Valparaíso (en ejecución).

por Mauricio González Pinto