Recinto DINA «Venda Sexy»

Foto

Alias:La Discotéque, Venda Sexy

Ubicación:Calle Irán N° 3.037 Macul Región Metropolitana

Organismos:Dirección Nacional de Inteligencia (DINA)

Geolocalización: Google Maps Link


Descripción General

Categoría : Otra Información

"La Discotéque o Venda Sexy" era uno de los recintos secretos de detención y tortura que mantuvo la DINA. Junto con Londres 38José Domingo Cañas y Villa Grimaldi.

"La Discotéque o Venda Sexy" es uno de los lugares donde permanecieron muchos presos políticos que fueron subsecuentemente hechos desaparecer por la DINA, y que son parte de la denominada lista de los 119 detenidos-desaparecidos. Por ejemplo, los hermanos Mario Fernando y Nilda Patricia Peña Solari, fueron vistos allí, así como muchos otros, antes de desaparecer, incluyendo a: Ida Vera Almarza, Isidro Pizarro Meniconi, Luis Mahuida Esquivel, Antonio Soto Cerna, Luis Gonzáles Mella, Felix De la Jara Goyeneche, Marta Neira Muñoz, César Negrete Peña, Gerardo Silva Saldivar, Renato Sepúlveda Gajardo, María Joui Petersen, Francisco Rozas Contador, Jorge Eduardo Ortiz Moraga, Jorge Herrera Cofré, Ramón Labrador Urrutia, Luis San Martín Vergara. En todos estos casos testigos confirman haber visto por última vez a dichas personas en este centro de detención.

"La Discotéque o Venda Sexy" era una casa ubicada en Santiago en el sector de Quilín, en la calle Irán No 3037, cerca de la intersección con calle Los Plátanos, en la comuna de Ñuñoa. Se desconoce el nombre en jerga militar.

La 'Venda Sexy' funcionó desde finales de 1974 y hasta mediados de 1975, en forma paralela a Villa Grimaldi. Aparentemente la casa era utilizada por un equipo operativo distinto a los que funcionaban en Villa Grimaldi, puesto que había diferencias en las formas de operar y en los antecedentes sobre las identidades de los agentes. Se presume por testimonios de ex agentes y ex colaboradores que ese centro estaba conformado por Carabineros. Los detenidos permanecían con la vista vendada, varios en una misma pieza, pero separados los hombres de las mujeres.  Los agentes del equipo operativo funcionaban dentro de un horario similar al común de la jornada de trabajo y luego salían del lugar dejando a los prisioneros a cargo de los guardias. Fuera de ese horario no se torturaba y las normas más estrictas se relajaban, dependiendo de la voluntad de los guardias. El recinto tenía música ambiental permanente, razón por la cual era conocido como "La Discotéque".

Los métodos de tortura se diferenciaban del de los otros recintos en cuanto se enfatizaban las vejaciones de tipo sexual. La violación de las detenidas y otros abusos sexuales de parte de guardias y agentes eran práctica corriente. También los detenidos varones eran víctimas de tales vejaciones. La parrilla y las corrientes aplicaciones de electricidad eran, asimismo, práctica habitual en el recinto. Los episodios de tortura se alternaban con frecuencia con períodos de relajación y aún amabilidad de parte de los agentes, como método para tratar de obtener la información requerida. La declaración de una ex presa política que estuvo detenida en este recinto describe el tipo de tratos a los que eran sometidos: “…era una casa de dos pisos con subterráneo, con piso de parquet, una ventana redonda en el baño y una escalera de mármol, impresionante, muy grande, curva y ancha. Continuamente había música estridente, e incluso una vez pusieron en la pieza dos discos con la música a todo volumen, que nos produjo una terrible sensación. Fui bajada a un subterráneo donde comenzaron a torturarme a golpes, corriente, etc. Esa noche dormí en una pieza común que al parecer estaba destinada a los nuevos detenidos. Al día siguiente fui llevada a una pieza de mujeres, lugar donde vi a numerosas personas que estuvieron conmigo. Continuamente, además, entraban individuos a la pieza que nos vejaban de todas las formas imaginables y posibles…”.

Un testigo varón declaró en el proceso en el que se investigaba la desaparición de Marta Neira Muñoz, que en este recinto había sido violado por un perro especialmente amaestrado para tales deleznables actos y que mantenían los agentes en el subterráneo del inmueble.

Al igual que con otros centros de detención, la dictadura negó la existencia de este recinto. En Noviembre de 1979, el Ministro del Interior Sergio Fernández Fernández,  declaró que la tenencia del inmueble ubicado en el sector de Quilín no había podido ser constatada puesto que su propiedad no figuraba en el acta de entrega de la DINA. En Enero de 1980 Manuel Contreras Sepúlveda declaró, ante el juzgado, que dicha propiedad fue un cuartel de la DINA y que como la disolución de la DINA y la creación de la CNI constituyeron un solo acto, no fue necesario levantar un acta de entrega.

Hoy en el lugar vive un empresario que compró la casa a bajo precio hace ocho años y nunca se enteró que había sido centro de tortura hasta varios años después. “Es súper complicado vivir acá, hay que ser fuerte de espíritu. Mis hijos han tenido problemas. Mi hijo menor y el que está en el medio, ven cosas, personas. A veces ven a un niño”, dijo a The Clinic.

Fuentes de información Consultadas: Informe Rettig; “La represión política en Chile: los hechos”; La Nacion; The Clinic; El Mercurio; El Dinamo; Memoriaviva; 

 


El horror en Venda Sexy

Fuente :El País, 16 de Enero 2000

Categoría : Prensa

Después de una sesión de parrilla, amarrado desnudo con los brazos y piernas abiertas sobre un catre metálico para reforzar el efecto de las descargas eléctricas, le colocaron una pistola en la sien, le inyectaron pentotal y fue colgado con las manos amarradas atrás mientras era golpeado y quemado con cigarrillos. El lugar de tortura se llamaba Venda Sexy. La víctima perdió la consciencia y no recuerda el tiempo que fue torturada, aunque, por lo que le contaron luego, las sesiones duraban entre una y dos horas.En Villa Grimaldi fue entregado a otro equipo de interrogadores. "Nunca vi su rostro porque siempre tuve los ojos vendados. Oía lo que decían y podía apreciar el ruido del arma con la que me amenazaban. En un momento se me despegó la venda y pude ver a seis individuos a mi alrededor. Uno de ellos manejaba un tocadiscos a todo volumen para ocultar mis alaridos". Los agentes de la policía política de Pinochet que detuvieron a Pedro Mata iban a cara descubierta. Eran los mismos que luego le torturarían, aunque entonces el detenido no lo sabía.


Querella por niños rehenes contra Pinochet, Contreras y Ceballos

Fuente :PrimeraLínea, 14 de Junio 2001

Categoría : Prensa

El secuestro sistemático de niños para extorsionar a sus padres y lograr su captura fue una deleznable práctica que utilizaron la DINA, la SIFA y la CNI. El Codepu recogió cinco casos y presentará este mediodía el libelo. Impactante testimonio de una mujer que a los tres años fue secuestrada en Villa Grimaldi y en un hogar de Carabineros Ese es el crudo contenido de la querella que presentará este mediodía el Consejo de Defensa de los Derechos del Pueblo (Codepu) contra el procesado general (r) Augusto Pinochet, y los cabecillas de las disueltas Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) y el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea (SIFA), generales (r) Manuel Contreras y Edgar Ceballos, respectivamente.

En la acción judicial, que será interpuesta por el abogado Hiram Villagra ante el juez Juan Guzmán, se relatan los casos de cinco niños secuestrados en los primeros años del régimen, unos retenidos en sus casas -en las llamadas "ratoneras" o trampas que llevados a centros de detención como Villa Grimaldi o derivados a hogares de menores de Carabineros sin que nadie lo supiera.

El hecho cobra especial importancia luego que en Argentina el juez Gabriel Cavallo remeció el escenario judicial trasandino al declarar la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final. Era el último coletazo del millar de procesos por sustracción de menores que ha llevado tras las rejas a altos funcionarios de la dictadura militar argentina, incluido el
general Jorge Videla, por apropiarse de los hijos de sus víctimas durante el período 1976-83.

Entre los casos detallados en el libelo, se cuenta el de Macarena Aguiló, quien fue secuestrada por la DINA en 1975, cuando tenía 3 años, y trasladada primero a Villa Grimaldi y luego a un hogar de Carabineros, donde estuvo retenida 22 días, a pesar de que sus familiares directos habían presentado un recurso de amparon para dar con su paradero. El objetivo de los servicios de seguridad del régimen era detener a su padre, Hernán, alto dirigente del MIR casado con Margarita Marchi, quien había caído en las oscuras manos de la SIFA.

Hoy Macarena tiene 29 años, y ver a su hijo Bruno de 3 años -la misma edad que ella tuvo cuando atravesó este capítulo negro de nuestra historia reciente- fue uno de los factores que la llevó a decidirse a presentar la querella. "Verlo fue importante para dimensionar lo que me sucedió. quiero que sepa que tuve la posibilidad de hacer justicia", afirmó a Primeralínea.cl.

En el libelo también se relata el caso de las hermanas Lena y Casandra Parvex, hijas del matrimonio conformado por Ignacio Parvex y Liliana Maldonado, ambos militantes del MIR. Tenían 3 y 6 años de edad, respectivamente, cuando agentes de la SIFA y la DINA las retuvieron en la casa de su abuela durante casi un mes, para lograr la detención de sus padres. Con alarmante crudeza, el libelo cuenta la manera en que ellas identifican a Edgar Ceballos como una de las personas que estuvo en la casa, recuerdo que va de la mano del encañonamiento de armas al grupo familiar, sucesivas intimidaciones a la abuela, o la permanente escolta de soldados, cuando se les permitió ir al colegio.

En el Codepu explicaron que se trata de la primera acción judicial que denunciarán a la justicia, y precisaron que cuentan con antecedentes de más de 20 casos distintos que posibilitarán la presentación de nuevas querellas, esta vez ordenadas por el organismo de seguridad que participó en el secuestro, y los centros de detención a los que fueron trasladados los niños. En ese contexto, fuentes confirmaron a Primera Línea que se avanza rápidamente en la redacción de un segundo libelo que abarcará el período en que la represión política fue encabezada por la CNI.

Además de las normas contenidos en la legislación chilena sobre el secuestro de menores de edad, los libelos adjuntarándisposiciones de la Convención Internacional sobre los derechos del niño, la de Ginebra -contra la toma de rehenes en estado de sitio-, y la de Prevención contra el Genocidio, que sanciona los secuestros contra grupos sociales específicos. Por esas razones, se argumenta que los delitos están fuera del amparo de la Ley de Amnistía y son imprescriptibles. Otro caso en el que trabaja el Codepu -que no formará parte de la querella- es el de los nietos del diputado comunista Bernardo Araya. En 1976, a sus escasos 12 y ocho años, Inoska y Wladimir tuvieron que presenciar las torturas de su abuelo en el cuartel "venda sexy" de calle Los Plátanos. Y el hecho estampó un sino fatal para uno de ellos: diez años después Wladimir perdió la vida a manos de la CNI, en la matanza de la Operación Albania.

Además, existen antecedentes de pequeños que eran llevados a diversos lugares de la capital para que reconocieran a sus padres o tíos y los delataran inocentemente."La única manera de mirar adelante es mirando hacia atrás, y sanando todo lo que ocurrió. Y eso no está hecho, ni remotamente", reflexiona Macarena Aguiló, al explicar los motivos de su acción legal


Procesan a tres ex agentes de la DINA

Fuente :El Mostrador, 14 de Marzo 2002

Categoría : Prensa

Los encausados por la jueza María Inés Collin son Gerardo Urrich y Miguel Krassnoff, quienes fueron procesados como cómplices, además del ex agente Miguel Hernández Oyarzo, quien figura como autor del delito de secuestro de Dagoberto San Martín Vergara

Dagoberto San Martín fue detenido el 17 de diciembre de 1974 y desapareció desde el centro de tortura de la DINA conocido como Venda sexy.


Procesan a Manuel Contreras por desaparición de militante socialista

Fuente :Primeralínea, 23 de Mayo 2002

Categoría : Prensa

La titular del Noveno Juzgado del Crimen de Santiago, Raquel Lermanda, decidió procesar al ex jefe de la disuelta DINA, general (r) Manuel Contreras Sepúlveda, en calidad de autor del secuestro del militante socialista Víctor Olea Alegría. La magistrada con dedicación excusiva en causas de derechos humanos, completó de esta manera con enbcausar a la totalidad de la línea de mando de la unidad de represión encargada de este delito, la llamada brigada Purén, informó El Mostrador.

Entre los procesados por este caso figuran el ex carabinero Alejando Molina Cisternas, el suboficial (R) Miguel Hernández Oyarzo, el brigadier (R) Gerardo Urrich González y el general (r) del Ejército Raúl Iturriaga Neumann.

Olea Alegría fue detenido el 11 de septiembre de 1974 en su domicilio de calle Pedro Lagos, en la comuna de Santiago.  Luego, junto a otros militantes socialistas de la llamada Décima Comuna fue trasladado al centro de detención conocido como "Venda Sexy" -ubicada en la calle Irán 3037 esquina de Los Plátanos en la comuna de Macul- uno de los sitios más desconocidos donde fueron torturados los opositores secuestrados por los servicios de represión de la dictadura y utilizado como lugar de tránsito para los detenidos que luego eran trasladados a Villa Grimaldi


Procesan a agentes de la DINA por desaparición de ex MIR

Fuente :El Mostrador, 12 de Noviembre 2003

Categoría : Prensa

La titular del Noveno Juzgado del Crimen de Santiago, Raquel Lermanda, sometió a proceso ayer a tres ex agentes de la ex Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por el delito de secuestro calificado. La resolución de la magistrada afecta a Manuel Contreras, ex director del organismo; Eduardo Iturriaga Neumann, ex jefe del Departamento Exterior; y a Riffiere Aldez España, ex inspector del a Policía de Investigaciones. Los hechos investigados por la jueza dicen relación con la desaparición de Luis Mahuida Esquivel, en mayo de 1977 y de Luis González Mella en diciembre del mismo año.

Ambos ex militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) fueron detenidos por agentes de la DINA y fueron vistos con vida por última vez en el centro de reclusión conocido como "La Venda Sexy". La jueza Lermanda, además de este proceso, lleva otros, en razón de ser una magistrada con dedicación exclusiva para causas de derechos humanos, condición otorgada por la Corte Suprema.


Juez procesa a la cúpula de ex DINA por secuestros calificados de opositores

Fuente :El Mostrador.cl, 9 de Enero 2006

Categoría : Prensa

Ministro Alejandro Solís encausó en calidad de autores a una nueve ex miembros del organismo represivo de la dictadura militar en calidad de autores de la desaparición de la asistente social Jackeline Binfa y el veterinario Jorge D'Orival, ambas registradas en 1974. El juez ordenó la detención de dos encausados. El ministro en visita Alejandro Solís procesó a la cúpula de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) en calidad de autores de los secuestros calificados de las víctimas de la dictadura Jacqueline Binfa Contreras y de Jorge Humberto D'Orival Briceño.

La nómina de procesados está encabezada por el general (R) Manuel Contreras, otrora director del organismo represivo, y el jefe de la Brigada de Inteligencia, César Manríquez Bravo. También fueron encausados los brigadieres (R) Miguel Krassnoff, jefe del Grupo Halcón de la ex DINA, y el brigadier retirado Maximiliano Ferrer Lima, ex director del Servicio Secreto del Ejército.

Asimismo, enfrentan cargos coroneles (R) Marcelo Morén Brito y Orlando Manso, ex jefe del centro de detención Cuatro Álamos, Ciro Torré Sáez, esposo de la ministra de la Corte de san Miguel Gabriela Hernández.

En tanto, sólo por el secuestro de D’Orival Briceño fue procesadopor el ministro Solís el suboficial (R) Basclay Zapata Reyes. El juez ordenó además la detención inmediata de Ciro Torres y Orlando Manso, pues todos los demás inculpados están en prisión, condenados o procesados en otros casos de violaciones de los derechos humanos.

Binfa Contreras y D'Orival Briceño fueron arrestados en 1974 por efectivos del organismo represivo y transitaron por diversos centros de prisioneros políticos de la dictadura, hasta que se perdió su rastro.

En el caso de D'Orival Briceño, a quien se le imputaban una supuesta cercanía con el entonces secretario general del MIR Pascal Allende, fue trasladado en distintos períodos a "Cuatro Alamos", "José Domingo Cañas", "La Venda Sexy". Sin embargo, su rastro se perdió en el centro de reclusión "Cuatro Alamos" y no se tuvo información de su paradero hasta que figuró en la nómina de 119 chilenos miembros del MIR dados por muertos en Argentina y Brasil por publicaciones ficticias.


"Mamo" Contreras suma nueva condena de diez años

Fuente :El Mercurio, 22 de Agosto 2007

Categoría : Prensa

La Corte Suprema mantuvo la sanción en contra de cinco ex integrantes de la DINA, entre ellos el otrora prófugo de la justicia Raúl Iturriaga Neumann por dos casos de detenidos desaparecidos. La Sala Penal de la Corte Suprema mantuvo la condena de diez años y un día de presidio en contra del ex director del DINA Manuel Contreras por los secuestros permanentes de Víctor Olea Alegría y Mario Carrasco Díaz, ocurridos el 11 y 16 de septiembre de 1974, respectivamente. En un fallo dividido la Segunda Sala del máximo tribunal fijo también una pena de cinco años y un día para Raúl Iturriaga Neumann, Gerardo Urrich González y Alejandro Molina Cisternas, mientras que Rigiere Altez España recibió una sanción de 3 años y un día.

El voto a favor de mantener la pena fue de los ministros Alberto Chaigneau, Nibaldo Segura y Jaime Rodríguez, quienes estimaron
que correspondía seguir aplicando la figura del secuestro permanente; mientras que el ministro Rubén Ballesteros y el abogado integrante Ricardo Peralta fueron partidarios de absolver a los condenados aplicando la prescripción.

El caso estuvo en manos del ministro Juan Eduardo Fuentes Belmar, quien el 6 de junio de 2005 condenó a Contreras Sepúlveda a 4 años; Raúl Iturriaga Neumann. 4 años; Gerardo Urrich González. 4 años; Alejandro Molina Cisternas 4 años con beneficio de libertad vigilada; y Risiere Altez España 800 días con beneficio de remisión condicional. Sin embargo, al año siguiente la Novena Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago aumentó las sanciones. Olea Alegría y Carrasco Díaz eran militantes del Partido Socialista y según los antecedentes recopilados en la causa estuvieron detenidos en el recinto de calle Irán 3037, esquina Los Plátanos, conocida como la “Venda Sexy”, desde donde desaparecieron en
septiembre de 1974.


Corte reduce sanciones a violadores de derechos humanos

Fuente :La Nación, 26 de Agosto 2007

Categoría : Prensa

Desde mayo de este año, la Sala Penal de la Corte Suprema está aplicando, en forma sistemática, un nuevo criterio jurídico que tiene dolidos, frustrados y enervados a los familiares de las víctimas de la dictadura y sus abogados. Fallando en última instancia las sentencias condenatorias para los ex agentes que cometieron los crímenes, esta sala ha rebajado sustancialmente las condenas, considerando, entre otras cuestiones, que los autores cuentan con "irreprochable conducta". Los familiares sienten que lucharon en contra de la denegación de justicia, la arbitrariedad y sumisión de la gran mayoría de los jueces a la tiranía militar, y que, cuando comenzaban a sentir que se hacía justicia con algunos jueces que dictan penas que se corresponden con la magnitud de los delitos, vuelven a revivir la sensación de injusticia, burla e impunidad.

Una de las últimas situaciones que les volvió a helar los huesos fue que, para rebajar condenas de 10 a 5 años de presidio al ex jefe de la Brigada Purén y ex jefe del Departamento Exterior de la DINA, general (R) Raúl Iturriaga Neumann, los magistrados de la Sala Penal invocaron su "muy calificada irreprochable conducta, puesto que se trata de una persona de 69 años de edad y que exhibe un comportamiento anterior exento de tacha".

Iturriaga se le concedió aquella disminución de pena en los casos de secuestro y desaparición de Dagoberto San Martín, Víctor Olea Alegría y Mario Carrasco Díaz. La última sentencia de este tipo dictada por la Sala Penal integrada por los ministros Alberto Chaigneau, Jaime Rodríguez, Rubén Ballesteros, Hugo Dolmestch y Nibaldo Segura es del 22 de agosto de 2007, por Olea y Carrasco.

Los afectados no entienden cómo los jueces pueden considerar que Iturriaga tiene una "muy calificada irreprochable conducta anterior", cuando comandó una de las brigadas que más perversiones sexuales cometió contra mujeres prisioneras en el centro de tortura conocido como Venda Sexy, y fue acusado él mismo de violar detenidas que tenían tapados los ojos. Además, fue pieza principal en el doble asesinato del general Carlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, y en el diseño de la Operación Colombo, en la que desaparecieron 119 prisioneros. Y si bien, en estricto rigor, la atenuante de "irreprochable conducta" opera cuando el reo no ha sido antes condenado por otro delito, a juicio de los afectados, aquella interpretación no puede desatender el largo prontuario criminal de cada uno de los ex agentes que conformaron los grupos operativos de exterminio


Corte reabre caso de sobreviviente de Colonia Dignidad

Fuente :La Nación, 17 de Noviembre 2009

Categoría : Prensa

La segunda sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ordenó la reapertura de la investigación por las torturas sufridas por la profesora, socióloga y escritora osornina Adriana Bórquez Adriazola, quien estuvo detenida en abril de 1975 en la ex Colonia Dignidad. El fallo revoca la resolución dictada en marzo pasado por el ministro en visita Jorge Zepeda, quien cerró el sumario de esta causa argumentando que no existen antecedentes que la profesional haya sido víctima de apremios durante esa época. El tribunal de alzada capitalino no estuvo de acuerdo con este dictamen y ordenó que se realicen nuevas diligencias con la finalidad de establecer las responsabilidades de estos apremios que recaerían en ex agentes de la DINA que operaron en Talca y en el recinto conocido como “Venda Sexy” en Santiago.


Benefician a cúpula DINA por secuestro de mirista

Fuente :La Nación, 12 de Septiembre 2009

Categoría : Prensa

El general (R) Raúl Iturriaga, el coronel (R) Manuel Ceveric y el ex inspector de Investigaciones Risiere Altez fueron favorecidos con la remisión de sus penas de tres años de cárcel por la desaparición del estudiante de Pedagogía en Historia Félix de la Jara Goyeneche, ocurrida en 1974 Si no fuera porque el ex jefe de la DINA, Manuel Contreras, acumula más de 300 años de cárcel por diversos crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura, ayer habría recibido el beneficio de libertad vigilada tras la condena a cinco años que dictó ayer la Corte Suprema en su contra por el secuestro calificado del joven estudiante de Pedagogía en Historia Félix de la Jara Goyeneche.

El máximo tribunal también benefició a los demás autores de esta desaparición con la remisión de la pena de tres años de cárcel al general (R) Raúl Iturriaga Neumann, al coronel (R) Manuel Ceveric Cubillos y el otrora inspector de la Policía de Investigaciones y agente DINARisiere Altez Españos. Esta resolución dividida fijó el final del proceso judicial por el secuestro permanente de este estudiante de Pedagogía en Historia, que militaba en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y que fue visto por última vez en el cuartel del detención “Venda Sexy”, en Macul.

Según el proceso, el universitario fue detenido el 27 de noviembre de 1974 en calle Independencia en presencia de su novia Sonia Valenzuela, quien habría sido aprehendida por agentes de la DINA un día antes y sometida desde ese instante a severas torturas. Tanto De la Jara como su pareja fueron llevados en primera instancia al recinto de detención denominado “Venda Sexy”, ubicado en calle Irán con Los Plátanos, como lo corroboraron en el Informe Rettig otros detenidos que pasaron por el recinto. René Vergara, uno de los retenidos en el lugar, contó a la Comisión de Verdad y Reconciliación que conoció en ese lugar a Félix de la Jara y que éste le pidió que cuando saliera en libertad le dijera a sus padres que su futuro era incierto y que siempre estuvo muy dispuesto a ayudar a los otros detenidos, pese a que había sido víctima de brutales torturas.

Pese a las bajas penas y los beneficios que entregó la Suprema a los miembros de la cúpula de la DINA responsables de este secuestro, el máximo tribunal dictaminó una indemnización de $70 millones a los nueve hermanos de la víctima. La suma reparatoria podría haber sido aún mayor pues los ministros de la sala penal, Hugo Dolmestch y Carlos Künsemüller, eran del parecer de que la indemnización debía ser $ 70 millones para cada
uno de los hermanos de la víctima, porque a su juicio el daño moral que provocó la desaparición de su pariente es personal. Sin embargo los otros tres ministros Nibaldo Segura, Jaime Rodríguez y Rubén Ballesteros impusieron su votación en cuanto a la demanda civil.


Procesan a ex agentes de la DINA por dos víctimas de Operación Colombo

Fuente :Radio Bío Bío, 3 de Agosto 2010

Categoría : Prensa

A dos ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) procesó este viernes la ministra en visita (S) de la Corte de Apelaciones de Santiago, Raquel Lermanda, en la investigación que instruye por secuestro calificado de dos víctimas de la denominada Operación Colombo, que fueron detenidos en el centro de torturas conocido como la “Venda Sexy” . La magistrada encargó reo a los ex agentes Raúl Iturriaga Neumman y Alejandro Molina Cisternas por el secuestro calificado de Bernardo De Castro López, ocurrido a partir del 14 de septiembre de 1974 en la comuna de Providencia.

Iturriaga Neumann además lo procesó por el secuestro calificado de Ida Vera Almarza, ocurrido a partir del 19 de noviembre de 1974 en la comuna de La Reina. La jueza -que reemplaza al ministro Víctor Montiglio por encontrarse éste con licencia médica- determinó que la notificación de los procesados se realice en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Punta Peuco, donde ambos permanecen por otras condenas por violaciones de los Derechos Humanos.


¿Qué pasó con la venda sexy?

Fuente :The Clinic, 10 de Septiembre

Categoría : Prensa

El mítico centro de reclusión de la Dina era una casa de dos pisos, con terraza y subterráneo, ubicada en el sector de Quilín. Allí los agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional torturaban junto a perros adiestrados para violar mujeres. Hoy la vivienda pertenece a un empresario, quien la adquirió manejando escasa información al respecto. El hombre, que vive con su familia y prefiere mantener en reserva su identidad, revela la existencia de un antiguo pozo que acumulaba los desperdicios sanitarios del hogar y que nadie ha investigado hasta ahora.

“Hace ocho años buscamos casa con mi familia durante un lapso de cinco meses. No queríamos salir de Macul y vivíamos relativamente cerca de esta propiedad. Las casas que encontrábamos no nos acomodaban. Somos una familia numerosa y necesitábamos al menos 5 dormitorios. Estuvimos a punto de finiquitar alguna compra, pero por alguna razón siempre se caía. Hasta que una vez pasamos por acá afuera y veo un letrerito pequeño que decía “Se Arrienda”. La gente decía que era una casa rara, que había sido de seguridad, pero nosotros no sabíamos mucho de la historia. Me acuerdo que llamamos, me atendió una señora, y le dije que si se vendía la casa me interesaba verla. Me dijo que iba a hacer las consultas y me llama tres horas después para avisarme que sí se podía vender. Con lo que sé hoy día, a lo mejor hubiera podido ejercer una presión para tener un mejor negocio, pero en ese tiempo no se me pasó por la cabeza. Vinimos a ver la casa. Mi señora entró y dijo de inmediato que le gustaba. Mis hijos igual. Yo le dije a la corredora de propiedades que sabía que la casa tenía una historia fea y me dijo que sí, pero que la personalidad de nuestra familia era ideal para estar acá. Yo encontré la casa espectacular. Era atractiva estructuralmente. Tenía un piso de parquet que estaba feo, que saqué, pero arriba todavía lo mantengo. Creo que sabiendo la historia a fondo, como la entiendo hoy día, gustándonos todo lo que nos gustó, a lo mejor no habría concretado el negocio.

Después, con los años, me informé por páginas extranjeras lo que había pasado. Me dio lata enterarme. Es súper complicado vivir acá, hay que ser fuerte de espíritu. Mis hijos han tenido problemas. Mi hijo menor y el que está en el medio, ven cosas, personas. A veces ven a un niño. Nosotros perseguimos la historia y supimos que había muerto uno cuando esta casa estaba en manos de un doctor. Parece que se pegó un balazo jugando con un amigo. Anoche, por ejemplo, no sé si será por la fecha, estaba sentado en el comedor el pololo de mi hija, medio asustado, y de repente nos dice que había una persona desesperada al lado diciendo “que hago aquí”. Mi hijo mayor hace un tiempo me dijo que no lo dejaban dormir, que le movían la cama, los muebles. A mi hija le ha dado que deberíamos vender, irnos de aquí, no le gusta. Casi a toda la familia le han pasado cosas pero a mí y a mi señora, nada. Las cosas pasan en cualquier lugar. Incluso hay un famoso sótano. La idea mía era repararlo y hacer una sala de juegos pero, la verdad, no he hecho absolutamente nada, lo tengo botado, está igual. Todo después de que supe que allí tenían un perro que intimidaba a las personas, violaba a las mujeres, era una situación terrible. Eso me hizo bajarle el perfil. De hecho pensábamos hacer una piscina afuerita, pero no sé si lo haga.

Yo cometí un error tremendo, justamente porque no sabía. En el subterráneo había harta documentación. Los maestros me dijeron que habían unas historias, nombres. Les dije que sacaran todo. Quedaron sólo las cosas físicas, como una estufa antigua. Con lo que sé hoy día, olvídese, los hubiese guardado para después colocarlos en algún lugar. No sé cómo el gobierno no mandó una delegación para ver si encontraban algo sospechoso. Me parece que si habían documentos cuando yo llegué, apenas dos gobiernos atrás, es una falta de respeto porque predican y no hacen nada. Hoy día le sacan provecho al tema para provocar lástima, pero no están haciendo algo para que nunca más pase. No digo que el Estado tuviese la obligación de comprar esta casa, pero por lo menos que mande a inspeccionar.

Pero hay otro detalle que también pasaron por alto. Resulta que cuando llevaba tres años acá se me tapó el alcantarillado. Llamé a Aguas Andinas y me encontré con la sorpresa que no tenía alcantarillado. Había un pozo grandote donde está el estacionamiento. Todavía hay unas capas de cemento enorme. Al final tuve que conectarme al alcantarillado y poner la plata yo. Entonces cuando veo la televisión, personas que no aparecen, uno se pone en el lugar de ellos y se pregunta por qué no revisaron todo. La cámara es subterránea, no tiene escotilla, habría que demoler el estacionamiento ¿Por qué una casa con el nivel de esta propiedad, que es un nivel bueno, con murallas de 30 centímetros de ancho, sólida, no tenía alcantarillado? Las dudas están. Pero nadie mató esas dudas. Ni el Estado, ni la justicia. Me da lata. Lo pudo hacer Aylwin, Frei, Lagos o la señora Bachelet. Ninguno lo hizo. No le preocuparon estos lugares. Todo quedó a la imaginación y la imaginación es muy dañina ¿Qué culpa tengo yo? Si usted estuviera en mi lugar tendría las mismas dudas. ¿Y cómo se mitigan esas dudas? Investigando.

Yo creo que el destino me llevó a esta casa. Haciendo memoria, hace 15 o 18 años, mirando hacia acá desde afuera, dije algún día voy a vivir ahí. Se lo dije al aire. Ahora si usted me saca la historia, si me hubiese metido a internet antes, por ningún motivo estoy aquí. Pero las circunstancias a veces me han hecho preguntarme si tengo una misión acá. No sé. Probablemente esta es una semilla y el día de mañana se encuentra una explicación de algo que no entendemos hoy día. No me niego a ninguna posibilidad. Si el Estado me dice mañana que necesita esta propiedad y me va a poner en un hotel un mes porque van a examinar la casa completa, no tengo problemas. Para mí es importante que se encuentre algo que sirva. Si usted me pregunta derechamente qué porcentaje creo yo de que pueda haber algo, estoy en la mitad”.


Alejandra Holzapfel: Yo sobreviví a Venda Sexy

Fuente :The Clinic, 11 de Septiembre 2013

Categoría : Prensa

Alejandra tenía 19 años cuando fue tomada prisionera por la DINA. Desde 1974 a 1975 estuvo detenida en Villa Grimaldi, Venda Sexy, Tres Álamos y Cuatro Álamos. Fue violada por el guatón Romo y violentada sexualmente con un perro pastor alemán al que los agentes de la dictadura llamaban Volodia. Pese a todo, no lograron doblegarla: “Pasamos atrocidades, pero somos capaces de ser felices porque somos personas dignas. Nuestros torturadores, no”, declara.

Primavera de 1976: Alejandra Holzapfel Picarte (21) entra corriendo -los puños apretados, la respiración entrecortada, los ojos enrojecidos- a su departamento en el block Karl Marx 34 en Potsdam, Alemania, donde vive su exilio desde 1975. Casi rompe su polera y pantalón mientras, llorando, se desnuda. Tropieza al empujar la puerta del baño y, aún sin recuperar el equilibrio, entra a la ducha y abre la llave del agua. Toma una esponja y comienza a refregarse el cuerpo con tanta vehemencia que se le irrita la piel, pero sigue tratando de quitarse la suciedad imaginaria. De golpe, llegan los recuerdos: ella vendada, sin ropa, sobre un camastro, violada por Osvaldo Romo; ella en el suelo, sujetada por agentes de la DINA, mientras una mayor de carabineros dirige a un perro amaestrado para ultrajarla. Sale a su dormitorio, aún estilando, cubierta sólo por una toalla. Se sienta en la cama frente a un espejo y se observa.

Ese día, por vez primera desde su paso por los centros de tortura pinochetista, Alejandra tuvo un contacto romántico con un hombre y fue un desastre. Su amigo Pepe Fuica -un militante socialista a quien conoce hace un par de meses, cuando la convenció de entregar su testimonio como torturada política a Naciones Unidas-, la besó de improviso mientras caminaban por su barrio en Am Stern. Para él, se trató de un arrebato amoroso. Para ella, el que la tomara por sorpresa fue arrastrarla, otra vez, a los días en que fue violentada sexualmente: cayó al suelo, lo golpeó una y otra vez, y luego huyó.

Encerrada en su habitación, Alejandra ya ni siquiera llora. Sólo mira, en silencio, su reflejo. Afuera de su edificio, Fuica termina de fumar un cigarrillo y enciende de inmediato otro con las manos temblorosas. Está descolocado y se cree responsable de la reacción de Holzapfel, por lo que decide quedarse un par de horas ahí, a la espera de que ella salga de su guarida. Como ello no ocurre, se marcha a Berlín y un mes después le envía una carta, disculpándose. Ella le contesta y le sugiere encontrarse y conversar: He decidido, le dice, vivir la vida que soñaba antes del Golpe de Estado.

“Recuperar la alegría era también una decisión política, una forma de ganarle a la dictadura”, explica hoy, a sus 60 años, Alejandra.

Esta convicción la lleva a casarse con Fuica, a ser madre con él y a volver a sonreír pese a haber sido brutalmente torturada por más de tres meses desde que fue tomada prisionera a fines de 1974.

LA CAÍDA

El 11 de diciembre de 1974, en las horas previas al inicio de su calvario por los centros de tortura, Alejandra, estudiante de Veterinaria, recibió en su departamento en Santiago Centro a una de sus amigas más cercanas, Beatriz Bataszew, quien, como ella, militaba el en MIR.

Bataszew estaba siendo buscada por los organismos represivos. La información que se manejaba entre los miristas es que todas las casas de seguridad de la organización habían sido allanadas o estaban bajo vigilancia y que algunos de sus compañeros estaban presos. De otros, nada se sabía. Necesitaba esconderse por unos días.

En silencio, ambas cenaron esa noche y luego durmieron a sobresaltos. A las cinco de la madrugada, un fuerte ruido las despertó. Aún no amanecía. La oscuridad era casi absoluta y en la puerta un hombre exigía que le abriera. Las dos sabían lo que eso significaba. O creían saberlo. La magnitud de la crueldad de los organismos de represión no era conocida hasta eses entonces.

Mientras la mamá de Alejandra se levantaba a atender, Beatriz advirtió que portaba un documento estratégico que no podía caer en manos del Régimen. Entre las dos, rompieron los papeles y los masticaron mientras tomaban agua para no atorarse. Una tía abuela de Holzapfel, que también vivía con ellas, estaba inquieta con el inusual movimiento. Tan tarde o tan temprano no es hora de llegar a los hogares decentes, decía.

En la puerta de entrada, la mamá de Alejandra intentaba convencer al joven oficial Fernando Lauriani Maturana, a cargo del operativo, de que esa noche sólo ella estaba en casa. La misión no le era difícil. Aunque se haría conocido como uno de los criminales más crueles del Régimen, Lauriani no era precisamente una lumbrera. El militar estaba decidido a retirarse, pero Alejandra no lo sabía y, temiendo que pudieran arrestar a su madre, se asomó al living justo cuando Lauriani se estaba yendo. La alcanzó a ver.

– ¡Esta es la señorita que buscamos!, exclamó el agente.

Entonces allanó la casa y encontró a Beatriz.

– ¿Y esta rucia suelta quién es?

– Es compañera de Universidad, estábamos estudiando.

Lauriani se esforzó en corroborar que le estaban diciendo la verdad, exigiéndole a Beatriz que le diera un número de teléfono para verificar la información. La joven alumna de Agronomía le dio el de sus padres. Al otro lado de la línea, ellos le dijeron al agente que la niña se encontraba preparando un examen donde una amiga. Esa noche, Bataszew se salvó.

Holzapfel, en cambio, quedó detenida por la delación de Humberto Menantaux, uno de los integrante del Comité Central del MIR que había caído en las garras de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) en noviembre de ese año y que fue asesinado en 1975 después de haber sido obligado a entregar toda la información que poseía y a dar, junto a otros tres integrantes de la organización, una conferencia de prensa en que llamó a sus compañeros a deponer las armas tras leer la nómina de muertos del MIR. Hoy figura en la lista de desaparecidos.

ESE MUERTO NO LO CARGO YO

– “Le traigo a la niña a las 8.30. Le vamos a hacer un par de preguntitas nomás. Téngale desayuno”, vociferó Lauriani antes de partir.

La mamá de Alejandra no volvió a dormir. Preparó la mesa confiada en la palabra del militar.

Afuera de su hogar en Valentín Letelier, a pasos de La Moneda, Holzapfel fue subida, con los ojos vendados, a un vehículo conducido por Basclay Zapata. Cerca de las seis de la madrugada, sus captores la ingresaron a Villa Grimaldi, en medio de murmullos, y llamaron a dos mujeres de la DINA, que precedieron a escudriñarla en búsqueda de algún texto secreto o microfilme. Tras tocarle hasta la vagina, la dejaron sentada con los ojos aún cubiertos.

Entonces oyó una voz.

– ¿Quién eres?

Sin saber quién preguntaba, decidió responder:

– Soy Alejandra Holzapfel.

– ¡Coneja, estás acá!

En ese minuto, reconoció la voz de Laura Ramsay y luego, cuando se deslizó la venda, pudo ver a Carmen Bueno.

A las ocho de la mañana Lauriani le hizo una breve visita.

– Que se levante inmediatamente la que está sin la venda.

– Soy yo-, respondió Alejandra.

Lauriani había hecho uso varias veces de la misma táctica para burlarse de las recién detenidas. Se acercó a Alejandra y la abofeteó tan fuerte que ella cayó al suelo.

– ¡Te dije que no te sacaras la venda! ¡Aprende a obedecer, huevona!

Alejandra recuerda que aún no se le había quitado el ardor en la cara cuando comenzó a sonar una cumbia: “A ese muerto no lo cargo yo, que lo cargue el que lo mató”.

En ese minuto, la llevaron a otro cuarto, la desnudaron, la mojaron y le aplicaron electricidad sobre un catre metálico. Le pidieron nombres de otros dirigentes del MIR. “Tarde o temprano todos hablan”, le aseguraron. Ella calló. Luego, Osvaldo Romo, viéndola débil por la tortura, se bajó el pantalón y la violó por primera vez. Ella siguió en silencio.

– ¿Tu chapa es Mauro?

– No.

– ¿Quién es Mauro?

– No sé.

– ¿Qué sabes?

– Nada.

Los torturadores se pusieron a hacer comentarios sobre el calor de diciembre y lo lindas que eran las comunistas recién llegadas. La volvieron a poner sobre la parrilla y el Guatón Romo la violó otra vez.

– ¿Tu chapa es Mauro?

– No.

El mismo ritual se repitió por cinco días.

“Sentí que mi dignidad dependía de no hablar, por lo mismo me costó mucho perdonar a quienes se quebraron. Con los años, he aprendido que existen distintos tipos de delación, que es diferente quien se vuelve colaborador a quien, ante una situación que no puede soportar, delata. Hoy si ponen frente a mí a uno de mis nietos, tal vez entrego todo lo que sé. Uno de verdad no sabe qué puede o no aguantar. A mí me hicieron cosas terribles, y callé, pero he conocido a gente maravillosa que entregó a un compañero que es detenido desaparecido y sufre hasta hoy por eso”.

LA BESTIALIDAD DE VENDA SEXY

El 16 de diciembre de 1974, luego de cinco días en Villa Grimaldi, Holzapfel fue trasladada a un casa de dos pisos en calle Irán 3037, en Macul. Allí se reencontró con Beatriz, maltrecha y herida. Bataszew había caído el 12 de diciembre, un día después que Alejandra, interceptada en un fallido encuentro con otro militante, Mario Peña, y fue llevada de inmediato a Venda Sexy. La fantasía de burlar a la DINA sólo fue eso: una ilusión. Su novio, Dagoberto San Martín, también perseguido, fue cazado por la represión el 17 de diciembre. Hasta hoy se desconoce su paradero.

Alejandra intuyó, al ver a Beatriz, que le esperaban otros espantos. La residencia estaba llena de miristas, algunos con heridas visibles y la mayoría en extremo delgados.

“Estaba también Laura Ramsay, que había sido sacada hace unos días de Villa Grimaldi. Me extrañó no ver a Carmen Bueno, porque no había vuelto a saber de ella. Después me enteré que ella, que era cineasta, fue asesinada bajo el cargo de haberle regalado una mascota a Miguel Enríquez”.

La cumbia que atormentaba a Alejandra en Villa Grimaldi, fue reemplazada en la Discoteque por música anglo que sonaba durante todo el día para esconder los gritos de quienes eran torturados en el subterráneo. Quienes llegaron ahí fueron vulnerados sexualmente de forma continúa. La brutalidad llegó al extremo de que la mayor de Carabineros Ingrid Olderock entrenó a un pastor alemán ovejero, a quien llamó “Volodia”, para violar a los prisioneros.

– Contra todo lo que se pueda creer ella le había enseñado a violar. Estaba completamente amaestrado por ella, que le daba las órdenes.

¿Es cierta la historia del “perro Volodia”?

-Es cierta, a mí me tocó ser violada así, con ese animal, por eso te lo puedo decir. Es una de las historias más terribles y dolorosas que yo sólo he podido enfrentar hace muy pocos años. Por mucho tiempo no pude sacarlo, me daba una vergüenza terrible.

Ingrid dirigía al animal, mientras los otros torturadores obligaban a los detenidos a adoptar posiciones que facilitaran el abuso. Hombres y mujeres que pasaron por Venda Sexy fueron víctimas de esta atrocidad. Nadie hablaba del tema en la casona, pero tras las sesiones de tortura, las compañeras recibían a sus amigas con más ternura que de costumbre y las acurrucaban para que durmieran un rato. Con los días, se dieron cuenta de que quienes estaban a cargo del centro de detención disminuían las violaciones cuando las prisioneras estaban menstruando, así es que idearon un plan: Las que estaban con el periodo o con una herida sangrante dejaban un paño manchado en el baño, así la que ingresaba se lo ponía. La estrategia irritó a los agentes:

– ¡Otra vez están todas estas huevonas con la regla, hasta cuándo!, se quejaba el general en retiro, Raúl Iturriaga Neumann, que actualmente cumple condena en Punta Peuco.

La resistencia consistía en eso: en no rendirse en medio de la miseria.

“Uno pierde noción del tiempo con la tortura, del día de la noche, de si comíamos o no. Recuerdo que una vez comí una sopa de huesos de pollo y que otra vez nos dieron lentejas con caca y una compañera dijo fuerte: ‘Nos están dando lentejas con caca. Nos las vamos a comer igual, pero ni crean que no lo sabemos’. Era una forma de hacerles saber que no nos estaban engañando. El Venda Sexy fue terrible. Varios compañeros desaparecieron desde ahí también”.

De la Discoteque, Alejandra pasó a Cuatro Álamos, recinto que los militares usaban para que a los detenidos se les borraran las huellas visibles de la tortura. “Desde ahí también desaparecieron gente, pero las condiciones eran menos duras: tuvimos acceso a duchas, por ejemplo”.

Luego de unas semanas, fue llevada a Tres Álamos, donde Nieves Ayrees, quien también había sufrido todos los horrores del aparato represivo pinochetista, le dio un sentido al dolor.

– Había un grupo de detenidas que daba como la bienvenida. Me encuentro con Nieves Ayrees, que es hermana de la Rosita, mi actual socia en la productora, y dice “Oh, la Holzapfel, ¡chiquillas, llegó otra del Liceo 1” y empiezan a cantar, “Eleceí, ceí, ceí”. Y yo pienso “qué está pasando aquí, están todas las locas”. Después entendí la importancia del temple de esas mujeres. Nieves vive ahora en Nueva York, y estoy demasiado agradecida de ella, porque con ella al lado uno no puede caerse. En Cuatro Álamos me llevó a su celda. La llamó “la cueva mágica”, hacía dibujos, siempre nos dibujaba sonriendo. Nos obligaba a conversar sobre lo que nos había pasado. “Ah, a ti también te violaron”. Al final, era raro porque ella lo entendía todo. Y nos hacía hacer obras de teatro, sociabilizar el dolor. Yo, que me sentía sucia, logré ver que a todas nos pasaba eso. Estoy convencida de que ella me enseñó a sobrevivir.

Estando en Tres Álamos, Holzapfel pudo recibir visitas. Su primer encuentro fue con su madre, a quien no había visto en tres meses.

– Mamá, necesito que me traigas antibióticos. Es muy importante.

– ¿Estás enferma?

– Es que…me violaron.

Al escuchar por vez primera esta confesión, su madre se puso pálida, pero entre gemidos, le aseguró a su pequeña de 19 años que todo estaría bien porque que estaban vivas y eso era lo único importante. También le comunicó que pronto podría partir al exilio en Alemania y terminar sus estudios de veterinaria, profesión que, tras las aberraciones sexuales que le infringió Olderock con el perro Volodia, Alejandra nunca más quiso ejercer:

– Debes seguir tus estudios de veterinaria.

– No quiero.

– Ale, debes hacerlo. Es lo que amas y te faltan dos años nomás.

Alejandra la miró sin sacar la voz. Ahora odiaba el contacto con los animales, pero no se atrevió a decírselo. ¿Qué podría haberle dicho sobre lo que vivió en Venda Sexy si no quería ni siquiera recordarlo?

El EXILIO

A mediados de 1975, Alejandra fue enviada a la RDA. El arribo fue difícil. Eran tiempos de sospechas. No hablaba el idioma y Berlín estaba lleno de militantes del PC y el PS. Ella era del MIR y el rumor era que los militantes del MIR eran agentes de la CIA que habían propiciado el Golpe.

“Fue súper doloroso. Llegó un momento en que le dije al alemán a cargo que me mandara de vuelta a Tres Álamos. El tipo se espantó y al día siguiente aclaró la situación con todos los chilenos y les dijo ‘Alejandra es una persona de confianza, entonces ella puede hacer lo que quiera’. Ese fue el espaldarazo que necesitaba. Ahí me enviaron a vivir a Potsdam”.

En Potsdam, Holzapfel llegó al edificio en el residían Ángela Jeria -viuda del general Alberto Bachelet– y su hija Michelle. Por más de un año fue vecina de piso de ambas. Ángela la acogió y la acompañó. Fue la dulzura que Alejandra requería para recuperarse y una de las personas que la instó a aceptar los cortejos de Pepe Fuica, con quien se casó y a quien abandonó en 1979 luego de que él frustrara su plan de regresar a combatir al país.

– Me metí en la política de retorno del MIR y él consideraba que era un suicidio. Quise volver el ’79, me estaba preparando para eso, y él fue al consulado de Chile a entregar esta información para impedir que yo retornara.

Alejandra no pudo soportar la traición. Falsificó los pasaportes de sus hijos, con ayuda de una amiga alemana, y huyó con ellos desde Leipzig, donde estaba residiendo desde que había contraído matrimonio. Tomó el tren y llegó hasta la casa de Carlos Liberona en Frankfurt, quien la derivó con Cristián Schmidt, quien sólo le pidió, a cambio de estar en su hogar seis meses con los niños, que le enseñara a manejar.

Recién en 1987, pudo volver con sus hijos al país. Fuica, en tanto, murió en un accidente de tránsito en Alemania sin haber logrado el perdón de Alejandra.

Cuando Holzapfel llegó a Chile comenzó a colaborar con la justicia en los procesos contra quienes la violentaron estando en prisión. Se ha careado con Basclay Zapata, Miguel Krassnoff Martchenko, Lauriani Maturana y Osvaldo Romo.

Ninguno, nunca, le ha pedido perdón.

– Lauriani quiso darme lástima. ‘Tengo familia’, me dijo. Krassnoff fue más prepotente. El guatón Romo se hizo pipí, literalmente. Olderock no pasó un día en la cárcel. Murió en libertad, pero por azar un día, creo que el 88 o el 89, entró a comprar a un minimarket que yo tenía en Valentín Letelier. Afortunadamente no estaba sola y pude echarla y decirle lo que pensaba. Es sanador decirle a alguien ‘aquí estoy, aunque me hiciste esto o lo otro’. Aún así, tengo una gran frustración de saber que los torturadores no reciben el castigo merecido por cada persona a la que hicieron sufrir, que hay que acumular condenas para que pasen tiempo en la cárcel y sobre todo me duele no saber qué pasó con los compañeros que están detenidos desaparecidos. Que aún hoy, a cuarenta años, nos nieguen la verdad es una nueva forma de torturarnos.

Pese a todo, Alejandra sabe que le dobló la mano a la dictadura. Hoy tiene un par de nietos “maravillosos, preciosos y todos los adjetivos lindos que se te puedan ocurrir” y la dignidad, que la DINA trató de quebrantar, intacta.

– Aquí instalaron una política de destrucción de nosotros como seres humanos, y aún así no pudieron conseguirlo. Entonces, cuando somos capaces de reír, de disfrutar la vida, demostramos que no pudieron destruirnos. Pasamos atrocidades, pero somos capaces de ser felices porque somos personas dignas. Nuestros torturadores, no.


Chile: Por el derecho a la Memoria, recuperemos Irán 3037 [Venda Sexy]: ¡Justicia, Verdad, no a la Impunidad!

Fuente :PiensaChile.cl, 1 de Abril 2014

Categoría : Prensa

Entre los más de mil centros de detención, tortura y exterminio creados por la vil dictadura, para cometer sus cobardes crímenes contra mujeres y hombres indefensos –incluyendo niños y ancianos–, uno destaca por la extrema perversidad de las atrocidades en él cometidas: el cuartel de la DINA ubicado en Irán 3037, esquina Los Plátanos, Macul, denominado Venda Sexy por las personas ahí flageladas (treintena de las cuales desapareció, varias constando en La lista de los 119), también conocido como La Discotéque, todavía hoy invisible para casi toda la población, incluyendo quienes habitan en esa zona.

Por el derechos a la Memoria

Únicamente resultados de la abnegación y demasiados años de luchas sin intervalos de agrupaciones de familiares, compañeros y amigos de ejecutados y desaparecidos, de sobrevivientes y ex presos políticos y de otras entidades dedicadas a los Derechos Humanos, en la ciudad de Santiago –también, en la Región Metropolitana y en el resto de Chile hay logros significativos– la memoria activa se conserva y divulga en Clínica Santa Lucía, Estadio Nacional, José Domingo Cañas, Londres 38, Nido 20, Tres y Cuatro Álamos y Villa Grimaldi, pequeña parte del mapa sangriento en que se practicó el terrorismo de Estado iniciado con el traidor golpe cívico-militar de 1973.

Ahora, la Asociación de Memoria y Derechos Humanos Venda Sexy, exigiendo Justicia y Verdad, contra la Impunidad, realizará su primera acción pública, con un acto político cultural, bajo el lema Por el derecho a la memoria, recuperemos Irán 3037.

Diferente de los imperdonables casos de Villa Grimaldi y José Domingo Cañas, cuyas construcciones fueron demolidas –no cuando imperaba la Dictadura, sino durante gobiernos de la Concertación– este lugar que fue recinto represor especializado en torturas sexuales (¡hasta un perro ovejero alemán fue adiestrado para violar mujeres y hombres!) está en pie y su actual dueño, que lo ocupa con la familia, ha manifestado, públicamente, total disponibilidad para permitir que se realicen las más que necesarias investigaciones en la vivienda: “Probablemente esta es una semilla y el día de mañana se encuentra una explicación de algo que no entendemos hoy día. No me niego a ninguna posibilidad. Si el Estado me dice, mañana, que necesita esta propiedad y me va a poner en un hotel un mes, porque van a examinar la casa completa, no tengo problemas. Para mí es importante que se encuentre algo que sirva”.

Asociación de Memoria y Derechos Humanos Venda Sexy

Plaza al frente de Irán 3037, esquina Los Plátanos, Macul*, [Metro Estación Quilín], Sábado 5 de abril, a las 17:00 horas.


Labbe enfreto FUNA y careo en caso por torturas en tejas Verdes

Fuente :La Nación, 20 de Junio 2014

Categoría : Prensa

Un grupo intentó bloquear la 4×4 en que salió el ex alcalde de Providencia desde la Corte de San Miguel en que tuvo un cara a cara con dos ex presos políticos que lo acusan de haber encabezado los tormentos en su contra en 1973.

Familiares de víctimas y de agrupaciones de defensa de los derechos humanos se lanzaron este viernes al paso del vehículo en que salía desde la Corte de San Miguel, el ex alcalde de Providencia y ex coronel del Ejército, Cristián Labbé, en donde acudió a un careo por la denuncia en su contra por supuestas torturas en el Regimiento Tejas Verdes.

El también ex instructor en la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina)  permaneció cerca de dos horas al interior del tribunal que estaba cercado por carabineros en el cara a cara con Anatolio Zárate y Héctor Salvo, que estuvieron detenidos en el cuartel militar de San Antonio.

Labbé salió como pasajero en la parte posterior de un jeep desde el tribunal, y se encontró con el tumulto que intentó bloquear su tránsito entre forcejeos con los uniformados que finalmente le abrieron el paso y le permitieron enfilar a alta velocidad por una de las pequeñas calles colindantes. En el incidente no hubo lesionados ni detenidos.

Anatolio Zárate, a la salida del trámite, comentó: "La justicia que es muy lenta, lo que yo espero es solamente justicia, la justicia aquí se ha mostrado muy lenta para avanzar. Especialmente después de rememorar todo lo que pasó claro que uno se cansa. Sale cansado como cansancios anteriores".


Carean a ex alcalde Labbé por torturas en Tejas Verdes

Fuente :El Mostrador, 20 de Junio 2014

Categoría : Prensa

El ex alcalde de Providencia será confrontado con los ex detenidos Anatolio Zárate Oyarzún y Héctor Salvo Pereira, quienes sostienen judicialmente que el ex agente participó en torturas en el subterráneo del Casino de Oficiales del regimiento de Tejas Verdes, donde ambos fueron sometidos a tormentos.

El ex agente de la DINA, coronel (R) y ex alcalde de Providencia, Cristián Labbé Galilea, será careado este viernes con dos ex prisioneros políticos que lo acusan de intervenir en torturas en el regimiento de Tejas Verdes.

Labbé será confrontado con los ex detenidos Anatolio Zárate Oyarzún y Héctor Salvo Pereira, quienes sostienen judicialmente que el ex agente participó en torturas en el subterráneo del Casino de Oficiales del regimiento de Tejas Verdes, donde ambos fueron sometidos a tormentos.

El careo se realiza a partir de las 09.00 de hoy 20 de junio en la Corte de Apelaciones de San Miguel ante la jueza Marianela Cifuentes.

La magistrada investiga una querella por 13 víctimas del campo de prisioneros de Tejas Verdes. Ellas son: Carlos Carrasco Cáceres, Jorge Cornejo Carvajal, Gustavo Farías Vargas, Carlos Galaz Vera, Oscar Gómez Farías, Aquiles Jara Álvarez, Genaro Mendoza Villavicencio, Víctor Mesina Araya, Miguel Moyano Santander, Luis Norambuena  Fernandois, Jorge Ojeda Jara, Ceferino Santis Quijada y Florindo Vidal Hinojosa.

Las historias de Zárate y Salvo, así como de otros ex prisioneros, aparecen relatadas en el libro El despertar de los cuervos, del periodista Javier Rebolledo.


Coronel Cristián Labbé: fue careado por más de tres horas en corte de San Miguel

Fuente :The Clinic, 20 de Junio 2014

Categoría : Prensa

Coronel Cristián Labbé rejuró que nunca aplicó tortura a detenidos en Tejas Verdes

Por más de tres horas fue careado esta mañana el coronel y ex alcalde de Providencia Cristián Labbé en una de las aristas del llamado caso Tejas Verdes. Labbé, había solicitado esta diligencia para realizarla con Anatolio Zárate y Patricio Salvo.

Particularmente, Zárate ha acusado en otros procesos a Labbé de haberlo torturado en Tejas Verdes y además haber pertenecido a la estructura de esa unidad militar durante el primer año de la Dictadura.

Según Zárate, Labbé negó su presencia en el regimiento en cuestión, mientras que él se mantuvo en sus dichos.

Labbé se retiró a las 12.10 en la camioneta que conducía, que fue golpeada por los familiares y víctimas de Tejas Verdes que se encontraban apostados en las afueras del estacionamiento del Tribunal de Alzada san miguelino.

Hay que recordar que en Tejas Verdes, Manuel Contreras el “Mamo”, fue creando desde al menos 1972 lo que después sería conocido como la Dirección de Inteligencia Nacional.

En esa estructura, Labbé fue profesor de interrogatorio, pero hasta ahora no ha sido procesado en ninguna causa por violaciones a Derechos Humanos, respecto de aplicación de torturas a los detenidos.

Además fue desde Tejas Verdes desde donde salió un amplio contingente militar el día del golpe, con destino a Santiago y parte de los efectivos se hicieron cargo del Estadio Chile, donde fue asesinado Víctor Jara. Es por ello que Tejas Verdes volvió a cobrar importancia en la investigación del crimen artista.

Cristián Labbé fue parte de la guardia personal de Pinochet y en ese contexto ha señalado en sus declaraciones, que fue encuadrado en la DINA, no porque perteneciera a los aparatos de tortura y desaparición del organismo represivo. De hecho Labbe publicó un libro donde cuenta todas las vivencias como escolta del ex dictador.

Luego del interrogatorio de hoy la magistrada debe evaluar si los antecedentes que constan en la causa existen presunciones fundadas para someter a proceso a Labbé por el delito de tortura.

La ministra Marianela Cifuentes lleva poco de un año en su cargo y reemplazó al fallecido Alejandro Solís, también de la corte de San Miguel, todos designados como ministros con dedicación preferencial para agotar las investigaciones por casos de derechos humanos.


¿Donde Quedará Detenida?: Cae la Primera Mujer Torturadora de la CNI

Fuente :reddigital.cl 22 de Octubre 2015

Categoría : Prensa

Si bien en su gran mayoría fueron los hombres quienes actuaron en los episodios más violentos, brutales y terroríficos de la dictadura, también hay mujeres que participaron del régimen militar como torturadoras o «ayudantes» de la tortura. Un número muy importante estuvo en labores administrativas que permitieron el funcionamiento de los aparatos represivos, pero también las hubo en funciones operativas directas, en secuestros, torturas, ejecuciones y desaparición de prisioneros y prisioneras. Una de ellas es Zinaida Vicencio González, procesada por el asesinato de dos jóvenes militantes del MIR en 1983, quien se encuentra detenida en el Batallón Número 1 del Ejército, a la espera de su traslado a un penal del sistema carcelario.
A partir de hoy Punta Peuco tiene 70 reclusos, esto a raíz de los 16 ex CNI que asesinaron a dos jóvenes a mansalva en 1983. Sin embargo, aún hay 34 militares en espera de ingresar al recinto por asesinar a cinco jóvenes en 1987.

Aunque, a raíz de estos nuevos ingresos, surgen nuevas dudas frente a los presos militares y cómplices de la dictadura y violación a los derechos humanos: las mujeres procesadas.

Junto a los torturadores consumados, entre los agentes más crueles en la sala de torturas aparecen las mujeres que se pusieron al servicio del terror. Un número muy importante estuvo en labores administrativas que permitieron el funcionamiento de los aparatos represivos, pero también en Chile las hubo en funciones operativas directas, en secuestros, torturas, ejecuciones y desaparición de prisioneros. Ésta es una muestra.

Ingrid Felicitas Olderock Benhard. Tuvo a cargo el entrenamiento del perro pastor alemán Volodia que se usó para violar a varias prisioneras en la Venda Sexy.

Simultáneamente a poner en operación el Cuartel Ollagüe, la DINA también puso en operación este centro de torturas conocido entre los detenidos como la Venda Sexy , aludiendo al hecho que una parte importante de las torturas que aquí se llevaron a cabo tuvieron relación con violaciones y aberraciones sexuales, entre las cuales estuvo el adiestrar a un perro ovejero alemán –al cual los agentes pusieron el nombre de Volodia, en referencia a un escritor entonces alto dirigente del Partido Comunista– para que éste violara a las detenidas que eran forzadas a asumir una posición que facilitara la penetración por parte del animal.

La Venda Sexy, al igual que el Cuartel Ollagüe, fue anteriormente una residencia particular en un sector de clase media. Este centro de torturas funcionó continua y sistemáticamente entre los meses de agosto a diciembre de 1974, aunque siguió siendo utilizada ocasionalmente en fechas posteriores. Durante el período en referencia una treintena de personas fueron muertas como producto de las torturas que les fueron aplicadas, o simplemente, fueron asesinadas.

Rosa Humilde Ramos. El importante caso del secuestro de Miguel Angel Sandoval se une al conocido como "de los 119", por el número de quienes se intentó hacer aparecer como muertos en riñas internas en Argentina en la denominada "Operación Colombo".

Testigos del secuestro de Sandoval relatan haberlo visto en Villa Grimaldi hasta el 10 de febrero de 1975, día en que es sacado junto a María Isabel Joui Petersen, María Teresa Eltit Contreras, Renato Sepúlveda Guajardo, Jorge Herrera Jofré y Claudio Silva Peralta, todos desaparecidos.

El testimonio de María Isabel Matamala entrega otro dato: fue detenida por Osvaldo Romo y llevada a Villa Grimaldi, torturada durante 15 días por el mismo Romo y Basclay Zapata, e interrogada por Moren, Krassnoff, Laureani, Ricardo Lawrence, Ferrer y una mujer apodada "la comandante", cuyo nombre era Rosa Humilde Ramos.

La sobreviviente María Salinas Farfán señala que vio a muchos detenidos que hoy están desaparecidos y que, entre los agentes, puede reconocer a Romo, Laureani, Krassnoff, Moren Brito, Luz Arce, Marcia Merino y Alicia Gómez (María Alicia Uribe Gómez), (a) La Carola (izq.).

Osvaldo Romo reconoce que entre los torturadores de Villa Grimaldi estaban César Manríquez, Wenderot y Palmira Almuna. Basclay Zapata, alias "el Troglo", declara que "en 1975 se casó con Teresa Osorio Navarro, también funcionaria del organismo" y que salía junto a Luz Arce a "porotear" en un vehículo por las calles de Santiago.

Teresa Osorio dice haber "ingresado como empleada civil de la Armada en 1974, siendo destinada a trabajar en la DINA, en el cuartel de Villa Grimaldi, como secretaria de Krassnoff. Supo que los agentes de la DINA estaban divididos en grupos, denominados ‘Halcón’, ‘Purén’, ‘Aguila’ y otros, llamándose ‘Caupolicán’ el conjunto de éstos. Reitera sus dichos en careo con Eugenio Fieldhouse (también agente), insistiendo que ella no salía a detener".

Fieldhouse, proveniente de Investigaciones, admite que entre los agentes de Villa Grimaldi se encontraban Teresa Osorio, Rosa Humilde Ramos y Palmira Almuna. Mientras que el sobreviviente Raúl Flores Castillo relata que fue detenido "por sujetos armados, uno de los cuales se identificó como Osvaldo Romo, lo subieron a un vehículo en el que había más personas, una mujer a la que le decían ‘la negra’ (Teresa Osorio) y un sujeto al que llamaban ‘el Troglo’".

Si bien muchas de las mujeres que pertenecieron a la DINA realizaron labores administrativas, existe un equipo que ha sido catalogado por los sobrevivientes como "las más sádicas y crueles". Entre ellas destacó la subteniente de Carabineros Ingrid Felicitas Olderock Oelckers, quien fuera instructora de torturadores ya en la escuela inicial de Tejas Verdes. Como integrante de la Brigada Purén fue adiestradora de los perros usados en las vejaciones sexuales cometidas contra hombres y mujeres en el cuartel secreto "Venda Sexy".

Palmira Isabel Almuna Guzmán, alias La Pepa, también subteniente de Carabineros, fue integrante de la Brigada Purén y torturadora en José Domingo Cañas bajo las órdenes de Ciro Torré Sáez, posteriormente trabajó bajo las órdenes de Pedro Espinoza Bravo.

Era la encargada de seleccionar e instruir a futuras agentes, que eran infiltradas como mujeres frívolas y bonitas en diversos ámbitos de relevancia política nacional. Pasó a la CNI y en 1985 retornó a Carabineros, desempeñándose en un centro correccional de menores en Iquique con el grado de comandante del escalafón femenino. Fue denunciada en su casa de Luis Beltrán 1000, en Pudahuel, el 31 de mayo de 2003, luego de lo cual no se le ha vuelto a ver por el barrio, probablemente viviría en Iquique.

Nélida Gutiérrez Rivera fue secretaria privada y amante de Manuel Contreras. Luego de la detención de su jefe, continuó como su secretaria a media jornada en las oficinas que éste tenía en la calle Ricardo Lyon, el resto del tiempo lo dedicaba a su Boutique "Mané" (Manuel y Nélida) en el caracol de Lyon y Providencia.

Si bien no se conoce con certeza el rol que cumplió Viviana Pincetti Barra, que aparece recibiendo sueldos de la DINA y es hija de Osvaldo Pincetti Gac, alias "charla", su padre la llevaba de "visita" a Villa Grimaldi y otros cuarteles del organismo represivo.

Variados testimonios hablan del terrible rol que cumplió Marcia Alejandra Evelyn Merino Vega, alias "la flaca Alejandra", como agente tras ser militante del MIR. Por estos días vive en una zona insular de Chile, desde la que viaja a Santiago para prestar declaraciones en los diversos juicios contra la DINA.

Luz Arce Sandoval, Convertida en agente pasó de militante del PS a la DINA. Sobrevivientes la recuerdan presente en las sesiones de tortura en Villa Grimaldi, Londres 38 y Cuatro Alamos. Continuó su trabajo en la CNI y en 1990 se puso a disposición de los tribunales para declarar en casos de desaparecidos. Hoy vive fuera de Chile y retorna circunstancialmente para aportar datos en procesos judiciales.

María Alicia Uribe Gómez, alias "Carola", de militante del MIR pasó a ser agente de la DINA, luego de la CNI y después de 1990 fue integrada al DINE. Junto a otras colaboradoras efectuaban verdaderos "desfiles de moda" con la ropa de prisioneras asesinadas en los cuarteles de la DINA. Fue vista en Villa Grimaldi, Cuatro Alamos y José Domingo Cañas.

Como "la comandante" era conocida Rosa Humilde Ramos Hernández, torturadora en José Domingo Cañas y Villa Grimaldi e integrante de la Agrupación Aguila de la Brigada Caupolicán. Su recuerdo es imborrable entre los sobrevivientes por su apariencia masculina y el sadismo que aplicaba en las torturas. Cruel es también María Teresa Osorio, alias "Soledad" o "la negra", esposa de Basclay Zapata.

En la Brigada Purén, dedicada a la represión del PS, el PC y la DC, aparecen con funciones la detective Ximena San Juan, Elsa del Tránsito Lagos Salazar, Francisca del Carmen Cerda Galleguillos y Nancy Edulia Vásquez Torrejón, alias "Pelusa".

En la Agrupación Halcón II de la Brigada Caupolicán, grupo que participó en el enfrentamiento con Miguel Enríquez, estaba María Gabriela Ordenes, alias "Marisol", a quien se vio presente en sesiones de tortura.

Agentes en funciones administrativas eran:

– Mirtha Espinoza Caamaño, secretaria de la DINA, que trabajó bajo el mando de Augusto Deitchler en la Subdirección de Inteligencia Interior.
– María Gabriela Coll Webar, secretaria del staff del Cuartel General.
– Marta Smock Teixido, secretaria del staff del Cuartel General en la Subdirección de Inteligencia Económica. – Sandra Montecinos Sepúlveda, secretaria del staff del Cuartel General.
– Eliana Quilodrán, alias "Ely", agente de la Dirección de Operaciones que actuaba bajo el mando de Pedro Espinoza Bravo en la sección de Educación e Informática.
– Teresa Aburto, secretaria de la Sección C-2, que continuó trabajando en la CNI y luego en el DINE.
– Enriqueta Salazar Contreras, secretaria de la Subdirección de Inteligencia Interior con labores directas con Rolf Wenderoth y que luego sería integrada a Carabineros.
– Maribel Maringue Moya, secretaria del Subdirector tras la salida de Wenderoth, y que posteriormente continúa cumpliendo funciones en la dirección de la CNI.

También aparecen:

– Ana María Rubio de la Cruz, alias "Carmen Gutiérrez", suboficial del Ejército y secretaria de la Subdirección de Inteligencia Exterior, implicada en el asesinato del general Carlos Prats y su esposa.
– María Eliana Moncada Prieto, secretaria de la Subdirección de Inteligencia Exterior, que luego se integra al Departamento de Contrainteligencia.
– Sara Aguila Márquez, asistente social de la Subdirección de Personal.
– Carmen Avila Ferrada, secretaria de Arturo Ureta Siré en la Subdirección de Inteligencia Exterior, posteriormente pasa a cumplir el mismo cargo en la CNI, bajo el mando del Coronel Suau.
– Alejandra Damián Serrano, que utilizaba el alias "Roxana", era secretaria de Michel Townley.

La enfermera María Eliana Bolumburú Taboada (Bolumburó según la lista de "Elissalde y Poblete") integró la Brigada de Salubridad de la DINA, trabajando en las clínicas clandestinas junto a varios médicos que asesoraban las torturas. El último dato de su paradero la ubicaba trabajando en una empresa farmoquímica de la calle Ejército y viviendo en una villa de Maipú.

La chica del Comando Conjunto

Parece que la única mujer del Comando Conjunto es la famosa Pochi, a quien se le vio vestida de uniforme escolar preguntando por personas que luego serían secuestradas. También estuvo activa en las torturas que se le infligieron a decenas de prisioneros en los centros clandestinos de tortura conocidos como Nido 20 y Nido 18.

Viviana Lucinda Ugarte Sandoval, fue soldado (r) de la FACH, con destinación a la DIFA y al Comando Conjunto. Cónyuge del general Patricio Campos Montecinos, director general de Aeronáutica Civil hasta la denuncia realizada por el diario La Nación. Procesada en dictadura por el ministro Cerda como autora de asociación ilícita criminal y cómplice de la desaparición de Reinalda Pereira y Edrás Pinto, amnistiada por el juez Manuel Silva Ibáñez. Por estos días sigue siendo involucrada en los procesos que se llevan contra el Comando Conjunto.


La "Venda Sexy"

Fuente :elsiglo.cl, 17 de Noviembre 2020

Categoría : Prensa

Se comenzaba por desnudarlas, amarrarlas, taparles la boca, tirarlas al suelo mientras se ponía música a altísimo volumen y se les aplicaba electricidad en senos y vagina.

Eduardo Contreras. Abogado. 17/11/2020. Fue el 12 de enero de 1998 que en nombre del Partido Comunista un grupo de abogados presentamos la primera querella criminal en contra de Augusto Pinochet y demás responsables de los crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura instaurada en nuestro país por el gobierno norteamericano y la derecha y la ccntroderecha chilenas, todos ellos autores del golpe de Estado de 1973.

Esa primera acción penal permitió iniciar el conocimiento de toda la verdad  respecto de las violaciones de los derechos humanos y abrió la posibilidad de procesar y condenar a los culpables del genocidio. Tras la querella del 98 siguieron cientos de otras, la mayoría en curso hasta nuestros días. En su desarrollo han trabajado decenas de destacados abogados, procuradores y jueces de dedicación exclusiva a lo largo de todo Chile.

Nuestro Poder Judicial -cuya Corte Suprema apoyó el golpe del 73 y que nada hizo en dictadura- se ha reivindicado ante la historia.

Por aquellos días de 1998 en que cursamos esa querella fue conmovedor que desde la lejana Europa viajaran a Chile algunas compañeras en busca de verdad y justicia. Se trataba de un grupo de compatriotas que habían vivido terribles experiencias y estaban radicadas desde hacía años en el extranjero. Algunas vinieron, otras nos enviaron los respectivos mandatos con lo que preparamos y presentamos su querella por torturas.

El  caso se  denominó “Venda Sexy” por el lugar en que esos terribles hechos sucedieron. Y así fue como Sara, Beatriz, Cristina, Maritza, Elena, Fidelia, Verónica, Ida, Marta, Bernardita, Nora, Fátima, Ana, Olivia, Laura, Carmen, Ingrid, entre varias otras, fueron de las primeras víctimas en encomendarnos la investigación y juzgamiento de crímenes de la dictadura.

Pero sucede que por aquel tiempo la decisión de los Tribunales era la de investigar sólo casos de detenidos desaparecidos, relegando al olvido los casos de ejecutados y de torturados. Lo que explica que a los pocos meses ese expediente “se extraviara” para nunca más reaparecer. Fueron inútiles las múltiples gestiones de esos tiempos.

Sin embargo, el Estado chileno no tenía conciencia de la tenacidad de las víctimas y entre ellas de estas compatriotas que habrían de volver a la carga en su accionar judicial. Y por otra parte, venciendo la resistencia de los gobiernos de turno y logrando variados y numerosos apoyos, fuimos consiguiendo que, conforme a Derecho, se investigara no sólo los casos de detenidos desaparecidos, sino también de los ejecutados políticos y de los torturados.

Nunca se olvide que los crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles e inamnistiables. Así se explica que exista el proceso rol N° 73-2016 del 34 Juzgado del Crimen de Santiago, a cargo del Ministro de Corte don Mario Carroza, y que hoy comentamos porque este 5 de noviembre y a partir de la foja número Cinco mil ochocientos veinticuatro de ese voluminoso expediente, puede leerse la Sentencia de primera instancia.

Se trata precisamente del llamado caso “Venda Sexy”. Así se caratula el proceso en que constan las violentas torturas y agresiones sexuales con la que militares, carabineros y policías civiles de nuestro país trataron a aquellas compañeras ya fuera porque se atrevían a denunciar los crímenes o simplemente porque se trataba de mujeres con un pensamiento democrático y progresista. Los hechos se registraron entre los años 1974 y 1976 y las prisioneras eran jóvenes veinteañeras, profesionales o estudiantes universitarias que, en general, militaban o eran cercanas al Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR.

En la resolución judicial de que hablamos se relata cómo eran violentamente capturadas y llevadas luego a la rotonda de Quilín, calle Irán N° 3037, esquina de Los Plátanos, a aquella casa de dos pisos que se conoció como de la “Venda Sexy” y en donde las compañeras eran sometidas a toda clase de tormentos. Se comenzaba por desnudarlas, amarrarlas de brazos y piernas, taparles la boca, tirarlas al suelo mientras se ponía música a altísimo volumen y se les aplicaba electricidad en senos y vagina, las manoseaban, algunos de los captores se masturbaban frente a ellas, para luego someterlas a ser violadas por un perro especialmente adiestrado. Luego serían objeto de las peores atrocidades sexuales imaginables en manos de sus captores que les causaron numerosas, violentas y diversas heridas físicas o psicológicas, muchas vigentes hasta nuestro tiempo.

Así actuaron esos a los que se ha llamado nuestros “valientes soldados”

Algunas de las prisioneras fueron trasladadas más tarde a lugares de prisión y torturas como Villa Grimaldi, por ejemplo, o a otros campos de concentración. El promedio de su encierro y torturas es entre dos a tres años. Entre los torturadores figuran, entre otros, los nombres de German Barriga, Raúl Iturriaga Neumann, Moren Brito, Krasnoff Marchenko, Osvaldo Romo, Lauriani, Basclay Zapata, Ingrid Olderock.

Los tipos penales de este proceso son los de Secuestro Calificado, Aplicación de Tormentos y Violencia Sexual. El fallo sólo dispone la condena de Raúl Iturriaga, general del Ejército, Manuel Rivas, subcomisario de la PDI, Hugo Hernández, funcionario de la PDI y Alejandro Molina, suboficial de Carabineros. Los tres primeros a 15 años y un día de cárcel y el último a una pena menor.

Sucesos como estos jamás deben olvidarse y menos ocultarse a las actuales generaciones porque son parte de nuestra realidad, de nuestra historia contemporánea.

Nos muestran el extremo a que llegan los sectores reaccionarios de la sociedad chilena  cuando sienten amagados sus privilegios. La implantación de la dictadura de Pinochet fue su venganza por los cambios en favor del pueblo realizados por Salvador Allende y la Unidad Popular.

Los de “Venda Sexy”, como tantos otros, son hechos terribles y concretos que nos muestran el grado de corrupción moral y material así como la patología criminal que existió al interior de los institutos armados de nuestro país. Fue, como dijimos, parte también de la cruel y sangrienta venganza de los grandes sectores empresariales y de los políticos reaccionarios.

No olvidemos a la par que, como nunca antes, los privilegios materiales de nuestros uniformados han llegado en los últimos años a excesos que hubieran sido increíbles en el pasado. Y, en paralelo, ha llegado la corrupción de sus mandos, en lo que no me parece necesario extenderse por ser materia de todos conocida.

¿Cuánto de esta dura realidad  podrá cambiar?

A  pesar del tiempo trascurrido, no pocos de los políticos y empresarios de la época y que impulsaron el genocidio siguen vivos y activos.

Leo y releo la sentencia y surge la pregunta inquietante. ¿Nunca más habrá en Chile crímenes de lesa humanidad? Mucho depende, por cierto, de que, por una parte, se asuma estas realidades históricas y que, por otra, se consolide la unidad de los sectores democráticos y progresistas a objeto que se recupere el verdadero papel de Estado. Y que el proceso constituyente que ya empezamos a vivir sea comprendido a cabalidad en toda su inmensa importancia para lograr una nueva normativa jurídica superior en cuyo centro se ubique el respeto real a los derechos del ser humano.


Condenan a 15 años de cárcel a exagentes de la DINA por secuestros y torturas en "Venda Sexy"

Fuente :biobiochile.cl, 5 de Noviembre 2020

Categoría : Prensa

El ministro en visita extraordinaria en causas por violaciones a los derechos humanos de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, condenó a cuatro agentes de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), por su responsabilidad en los delitos de secuestro calificado, aplicación de tormentos y aplicación de tormentos con violencia sexual a 10 prisioneros y prisioneras políticas en el centro de detención clandestino, conocido como “La Venda Sexy” o “La Discoteque”.

En la sentencia, el ministro Carroza aplicó la perspectiva de género al condenar a los responsables de los delitos de secuestro y aplicación de tormentos con violencia sexual de seis mujeres que estuvieron detenidas en el centro de clandestino entre 1974 y 1975.

“La gravedad y la naturaleza de los delitos, llevan a resolver los casos ocurridos en el cuartel secreto de la DINA, Venda Sexy, con una perspectiva de género, ya que ellos constituyen una forma de violencia contra la mujer y un cumplimiento a los estándares internacionales en temas de género”, afirmó el ministro.

En la causa, se condenó a los agentes Raúl Iturriaga Neumann, Manuel Rivas Díaz y Hugo Hernández Valle a 15 años y un día de presidio, en calidad de autores de los delitos de secuestro calificado y aplicación de tormentos a Agustín Julio Holgado Bloch, Luis Rodolfo Ahumada Carvajal, Eugenio Ambrosio Alarcón García y Luis Humberto Bernal Venegas; y como autores de secuestro y aplicación de tormentos con violencia sexual en contra de las víctimas Cristina Verónica Godoy Hinojosa, Laura Ramsay Acosta, Beatriz Constanza Bataszew Contreras, Sara Gabriela de Witt Jorquera, Carmen Alejandra Holzapfel Picarte y Clivia Marfa Sotomayor Torres.

En tanto, el exagente Alejandro Molina Cisternas deberá purgar dos penas de 541 días de presidio, como cómplice de los secuestros de Agustín Julio Holgado Bloch y Luis Rodolfo Ahumada Carvajal.

Según se precisa en el fallo, los antecedentes reseñados, constituidos principalmente por testimonios, documentos y presunciones judiciales, es posible inferir que se encuentra legal y fehacientemente acreditado los siguientes hechos fácticos:

La Dirección de Inteligencia Nacional mantuvo durante los años 1974 y 1975 diferentes recintos encubiertos, con el propósito de mantener en ellos recluidos y privados de libertad a personas partidarias de partidos políticos o movimientos que siguieron al Gobierno depuesto antes de ejecutarse el Golpe de Estado y su condición, en dichos lugares, fue la de prisioneros políticos.

Uno de estos sitios estuvo en calle Irán N° 3037 de Macul, se trataba de un lugar de encierro y tortura que llamaron ‘Venda Sexy’ o ‘La Discoteque’, en razón de las agresiones y vejaciones sexuales a que fueron sometidos los prisioneros, se utilizó al mismo tiempo que otros cuarteles destinados a fines similares, como los fueron aquellos conocidos como ‘Londres 38′, ‘Villa Grimaldi’ o ‘Cuartel Terranova’ y también el de ‘José Domingo Cañas’, y se les agregó aquél que se encargaba de mantener a los prisioneros incomunicados y en recuperación de las torturas sufridas en los interrogatorios, y en el intertanto, el mando del organismo, decidía su destino final, este fue conocido con el nombre de ‘Cuatro Álamos’, recinto que contaba además en el mismo lugar con un anexo, en el cual a los prisioneros se les mantenía en libre platica hasta que llegara a concretarse su potencial libertad o expulsión del país, este lugar fue conocido como ‘Tres Álamos’.

Entre las víctimas trasladadas a estos recintos y particularmente, al de calle Irán con Los Plátanos, ubicado en la comuna de Macul, se cuentan las siguientes:

a) Agustín Holgado, estudiante de Ingeniería de la Universidad de Chole y militante del PS, fue detenido el 12 de septiembre de 1974 cuando transitaba por Av. Alameda esquina San Antonio de Santiago, por tres agentes civiles que le trasladaron al Cuartel Central de la Policía de Investigaciones, ubicado en calle General Mackenna, donde es retirado junto a otros detenidos cuatro días después por agentes pertenecientes a la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), quienes lo trasladan a la ‘Venda Sexy’, permaneciendo sin contacto con el exterior, vendado y amarrado, y sometido continuamente a interrogatorios bajo tortura, hasta la fecha en que se le traslada a los centros de detención ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos’ en Santiago, donde permaneció hasta ser expulsado del país con dirección a México;

b) Luis Ahumada, estudiante de Ingeniería en la Universidad de Chile y militante del PS, fue detenido el 12 de septiembre de 1974 en su domicilio de Santiago, por personal de la Policía de Investigaciones que le trasladan al Cuartel General de la Institución, donde permanece hasta el 16 de ese mismo mes cuando junto a otros detenidos es trasladado hasta la ‘Venda Sexy’, permaneciendo allí sin contacto con el exterior, vendado y amarrado, continuamente sometido a interrogatorios bajo tortura, hasta el momento en que es trasladado a los centros de detención ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos’, donde permanece hasta el 25 agosto de 1975 cuando fue expulsado del país con dirección a Noruega;

c) Eugenio Alarcón, estudiante de Ingeniería de la Universidad de Chile y militante de la Juventud Socialista, fue detenido el 25 de septiembre de 1974 en su domicilio de Ñuñoa, por agentes de la DINA, quienes luego de amarrarlo de manos y vendarle la vista, lo ingresaron a la parte trasera de una camioneta y le trasladaron al centro clandestino la ‘Venda Sexy’, donde permaneció sin contacto con el exterior, vendado, amarrado y continuamente sometido a interrogatorios bajo tortura, hasta el momento en que es trasladado a los centros de detención ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos’, donde permaneció hasta el 21 de marzo de 1975 cuando fue expulsado del país con dirección a México;

d) Luis Bernal, estudiante de Ingeniería en la Universidad de Chile, participaba en el núcleo del Partido Socialista de la misma casa de estudios, fue detenido y privado de libertad el 30 de septiembre de 1974 desde el domicilio de sus padres en Independencia, por agentes de la DINA, quienes luego de subirlo a una camioneta Chevrolet C-10 y vendarle la vista le trasladaron a la ‘Venda Sexy’, donde permaneció cerca de una semana sin contacto con el exterior, vendado, amarrado y continuamente sometido a interrogatorios bajo tortura, hasta que es trasladado al centro de detención ‘Cuatro Álamos’, donde permaneció hasta el 11 de octubre de 1974, fecha en que es dejado en libertad en la vía pública;

e) Cristina Godoy, militante del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), estudiante de Tecnología Médica en la Universidad de Chile, detenida cuando se encontraba trabajando en el Banco de Sangre del Hospital José Joaquín Aguirre en Independencia, el 6 de diciembre de 1974, por dos agentes de la DINA, quienes la suben a una camioneta y le vendan la vista para trasladarla al recinto clandestino de detención denominado ‘Villa Grimaldi’, lugar donde estuvo solamente un día para luego ser trasladada a la ‘Venda Sexy’, siendo recluida sin contacto con el exterior, vendada, amarrada y continuamente sometida a interrogatorios bajo tortura, fue agredida sexualmente y violada por agentes de la DINA, hasta el día 21 de ese mismo mes en que es llevada junto a otros prisioneros al centro de detención ‘Cuatro Álamos’ de Santiago, y diez días después cambiada a ‘Tres Álamos’, donde permaneció hasta el 19 de diciembre de 1975, oportunidad en que recupera su libertad;

f) Laura Ramsay, detenida la tarde del 12 de diciembre de 1974, estudiante de Sociología de la Universidad de Chile, sin filiación política, simpatizante de izquierda, aprehendida en la vía pública mientras transitaba por Avenida Salvador, frente al Hospital del mismo nombre en Providencia, por agentes de la DINA, quienes la suben al vehículo en que se desplazaban para trasladarla a ‘Villa Grimaldi’, lugar donde es interrogada bajo tortura para luego ser sacada al día siguiente en dirección a ‘Venda Sexy’, en el que permanece sin contacto con el exterior, vendada, amarrada y continuamente sometida a interrogatorios bajo tortura, fue objeto de agresiones sexuales y violada en una oportunidad por agentes de DINA, permanece en el lugar hasta el 27 de diciembre de ese año, oportunidad en que es llevada al centro de detención ‘Cuatro Álamos’ de Santiago y posteriormente a ‘Tres Álamos’, donde permanece hasta fines de febrero de 1975, cuando es expulsada del país con destino a Venezuela;

g) Carmen Holzapfel, estudiante de Medicina Veterinaria de la Universidad de Chile, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), detenida en su domicilio en Santiago, el 11 de diciembre de 1974, por cuatro personas vestidas de civil pertenecientes a la DINA, quienes la trasladaron vendada hasta ‘Villa Grimaldi’, donde es sometida a sesiones de interrogatorios y tratos crueles, como aplicación de electricidad en distintas partes de su cuerpo, golpes y violencia sexual, con el fin de obtener información. En ‘Villa Grimaldi’ permanece cinco días y es trasladada hasta al recinto clandestino denominado ‘Venda Sexy’, donde permanece por diez días sin contacto con el exterior, vendada, amarrada y continuamente sometida a interrogatorios bajo tortura por agentes de DINA, luego es trasladada a los centros de detención ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos’, donde permaneció tres meses más, hasta que recupera su libertad y es expulsada con destino a Alemania;

h) Beatriz Bataszew, estudiante de Ingeniería Forestal en la Universidad de Chile, militante del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), detenida el 12 de diciembre de 1974, cuando caminaba por calle Vaticano casi esquina con Alcántara, en Las Condes, por agentes de la DINA, quienes la subieron a una camioneta Station Wagon y la trasladaron a la ‘Venda Sexy’, donde la mantuvieron secuestrada por cerca de cinco días, sin contacto con el exterior, vendada, y sometida a interrogatorios bajo tortura, siendo agredida sexualmente y violada por los agentes de la DINA, donde la mantiene hasta que es llevada al centro de detención denominado ‘Cuatro Álamos’ y posteriormente el 3 de enero de 1975, ingresada a ‘Tres Álamos’, donde permaneció hasta el 26 de mayo de 1976, fecha en que es dejada en libertad;

i) Clivia Sotomayor, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, simpatizante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), detenida al llegar a la intersección de calle José Benavente con Avda. Irarrázaval de Santiago el día 17 de diciembre de 1974, por agentes pertenecientes a la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), quienes luego de amarrarle de manos y vendarle la vista, la ingresaron a un vehículo y la trasladaron al centro clandestino de detención denominado ‘Venda Sexy’. En ese lugar permaneció al igual que las otras víctimas, sin contacto con el exterior, vendada y amarrada, continuamente sometida a interrogatorios bajo tortura por los agentes de la DINA, hasta que a los dos días la trasladaron a los centros de detención ‘Cuatro Álamos’ y posteriormente a ‘Tres Álamos’, donde permaneció hasta el 15 de marzo de 1975, fecha en que es expulsada del país a Gran Bretaña;

j) Sara de Witt Jorquera, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), estudiante de la carrera de Trabajo Social en la Universidad de Chile, detenida en Avda. Matta de Santiago el 3 de abril de 1975 por cuatro agentes civiles, quienes le trasladan en primera instancia al Cuartel ‘Villa Grimaldi’ y desde allí, al recinto clandestino ‘Venda Sexy’, donde permaneció sin contacto con el exterior, vendada, amarrada y sometida a interrogatorios bajo tortura por agentes de DINA, hasta el momento en que se le devuelve a ‘Villa Grimaldi’, para continuar con su encierro por otras dos semanas, y finalmente ser trasladada a los centros de detención ‘Cuatro Álamos’ y ‘ ‘Tres Álamos’, donde permaneció hasta diciembre de 1976, oportunidad en que recupera su libertad y sale del país en el mismo mes y año”.

Se aplicó perspectiva de género

Al aplicar la perspectiva de género al condenar los apremios sexuales a que fueron sometidas las seis víctimas mujeres, la sentencia establece que su acometimiento en desamparo y forma sistemática durante los interrogatorios a que fueron sometidas, obligan a “construir un tipo penal separado al de secuestro agravado, por constituir conductas que en una mirada a los estándares internacionales, han de ser visibilizadas y exaltadas por su gravedad y deshumanización, toda vez que ellas instituyen una forma específica de violencia contra la mujer”.

“Que con el fin de ajustar los hechos que se han descrito a delitos determinados, previamente hemos de referirnos circunstanciadamente al de aplicación de tormentos que contiene la acusación fiscal y su correlato, los atentados sexuales, que aluden la acusación particular, a los que fueron sometidas las víctimas Cristina Verónica Godoy Hinojosa, Laura Ramsay Acosta, Beatriz Constanza Bataszew Contreras, Sara Gabriela de Witt Jorquera, Carmen Alejandra Holzapfel Picarte y Clivia Marfa Sotomayor Torres, excesos que constituyeron aberraciones deshumanizadas ejecutadas por agentes del Estado, en los que no solo se les infringieron graves sufrimientos físicos y psíquicos, sino que hubo atropellos al desamparo en que se encontraban para así ejecutar las agresiones de violencia sexual sistemáticas, conductas que de por sí fueron deleznables y que prevalecieron en los interrogatorios, por lo mismo, ellas obligan a este sentenciador a construir un tipo penal separado al de secuestro agravado, por constituir conductas que en una mirada a los estándares internacionales, han de ser visibilizadas y exaltadas por su gravedad y deshumanización, toda vez que ellas instituyen una forma específica de violencia contra la mujer”, razona el sentenciador.

Los estándares internacionales abordan el problema de la violencia contra la mujer desde una perspectiva de género y le reconocen como violaciones a toda la humanidad, llevando a órganos del Sistema Universal e Interamericano de los Derechos Humanos a evidenciar que en nuestro país existen excesivas deficiencias en los tipos penales que sancionan estas conductas asociadas a la violencia de género, es por ello que “nuestros legisladores no deben cejar en las correcciones de nuestra normativa, pero en el intertanto esta no se perfeccione creemos que ha de ser la jurisprudencia la que haga su contribución en la consecución de estos fines”, precisan.

“Se trata en consecuencia de crímenes o delitos de lesa humanidad, cometidos en un contexto de violaciones graves, masivas y sistemáticas a los Derechos Humanos, ejecutados por agentes estatales, amparados por el gobierno de facto, que intervinieron ejecutando ataques generalizados y sistemáticos en contra de la población civil, particularmente en contra de aquellos que se mostraban contrarios al gobierno de la época y sus políticas. La persecución, el hostigamiento y el exterminio de los grupos disidentes, fueron parte de sus prácticas generalizadas”, concluye.

El fallo condenó al Estado de Chile a pagar una indemnización de $80.000.000, por concepto de daño moral, a cada una de las víctimas.


La historia de horror que le da valor patrimonial a la casa 'Venda Sexy'

Fuente :interferencia.cl, 18 de Agosto 2019

Categoría : Prensa

En este inmueble, la Dina se ensañó particularmente contra miembros del MIR, lo que implicó la tortura, los abusos sexuales y la desaparición de varios de sus militantes.

Sergio Micco, el nuevo director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) calificó de “preocupante” la venta a una inmobiliaria de la casa llamada Venda Sexy, ubicada en la comuna de Macul, que fue centro de torturas y de exterminio de la Dina, ignorándose el destino que se la dará al lugar.

La venta se realizó a pesar de que el inmueble fue declarado Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales.

En el INDH se informó que el 6 de mayo de 2019 la Sociedad de Inversiones Arriagui Limitada, adquirió el inmueble ubicado en calle Irán 3037, esquina con Los Plátanos, comuna de Macul, por compra a la sociedad Aluminios Centauro Limitada, según escritura de fecha 24 de abril del año 2019, por un precio de 211 millones de pesos.

Venda Sexy, así denominada por los detenidos en aquel lugar que lograron sobrevivir, es considerado un sitio de memoria y, por lo tanto, no puede ser alterado o modificado sin la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales.

Son muchas las razones por las cuales ese lugar debe ser conservado, pero, lo principal es que allí fueron salvajemente torturadas, violadas y hechas desaparecer personas por parte de los agentes de las brigadas represivas secretas que dirigía el coronel Manuel Contreras. 

El horror en la casa de calle Irán 3037 

Era una casa de dos pisos con los muros del sitio cubiertos de latón. Camionetas con toldos entraban y salían durante el día bajo la atenta vigilancia de hombres con lentes oscuros. Dos o tres sujetos permanecían siempre en la esquina de las calles Irán y Los Plátanos portando armas bajo sus ropas. Los vecinos escuchaban a diario una fuerte música que salía del interior. 

El inmueble, situado en lo que es hoy la comuna de Macul, muy cerca de la rotonda Quilín y a escasas cuadras de la avenida Américo Vespucio, pertenecía a Héctor Muñoz Muñoz, un vecino que tras el golpe militar abandonó el país y se radicó en Europa. El hermano de éste, Luis Muñoz, le arrendó la vivienda al teniente de Carabineros Miguel Hernández a comienzos de 1974. El uniformado le dijo que sería utilizada como residencia para colegas suyos que venían a Santiago desde las provincias. En los meses siguientes el mismo teniente pagó puntualmente y en dinero el canon acordado.

La casa tenía en la planta baja un hall de distribución y una amplia escalera de mármol que conducía al segundo piso. Había también un comedor en desnivel, un escritorio, un baño de visitas con una pequeña ventana redonda y una cocina que daba a un patio de servicio por donde se accedía a un subterráneo. Arriba se ubicaban tres dormitorios y el baño principal. Los pisos eran de parquet.

Música melódica y canciones de moda trataban de apagar los sonidos del espanto que se vivía en el interior de aquel cuartel de la Dina. Los prisioneros no sólo eran torturados sino que además se abusaba sexualmente de ellos. Muchas mujeres fueron violadas y sometidas a vejaciones inenarrables. 

Afirma el Informe Valech:

"Quienes estuvieron en la Venda Sexy denunciaron haber sido sometidos a interrogatorios y torturas que se desarrollaban en el subterráneo del inmueble. En este recinto se practicó con especial énfasis la tortura sexual. Eran frecuentes las vejaciones y violaciones sexuales de hombres y mujeres, para lo que también se valían de un perro adiestrado".

Los innumerables testimonios señalan que se torturaba mediante corriente eléctrica, con quemaduras de cigarrillos, rompimiento de dedos y muñecas de las manos por largos colgamientos y otros métodos crueles y degradantes.

Venda Sexy, nombre que le dieron los prisioneros que lograron salir vivos, fue un cuartel de detención e interrogatorios destinado a albergar principalmente a los miristas que integraban las estructuras estudiantiles y juveniles de ese partido de izquierda.

Entre febrero y abril de 1974, la DINA reorganizó sus equipos operativos, en especial la denominada agrupación Purén, a cargo del mayor Raúl Eduardo Iturriaga. A comienzos de mayo, el comandante de la Fuerza Aérea Mario Jahn, subdirector entonces de la Dina, incorporó a Purén al capitán Gerardo Urrich, apodado Pantalón Cortito, quien había sido oficial de órdenes del coronel Manuel Contreras, el jefe de la Dina. 

En Purén ya estaban los capitanes Manuel Andrés Carevic Cubillos y Ciro Torré, y los tenientes Ricardo Lawrence y Miguel Hernández. Una parte de Purén operaba en el cuartel Ollagüe, otra en la Compañía de Teléfonos y una tercera en el cuartel central de Belgrado. 

Inicialmente, el teniente Hernández estuvo al mando del recinto de Irán con Los Plátanos y le correspondió iniciar las detenciones y traslados de detenidos desde y hacia la Villa Grimaldi. Un ex agente de Purén, el suboficial de Carabineros Segundo Gangas Godoy, alias Víctor Hugo, declaró ante la justicia que aquella brigada estuvo compuesta por cinco grupos operativos: Alce, encargada del área sindical; CiervoChacalPuma Leopardo

Los analistas de Purén fueron destinados a Venda Sexy a mediados de 1974. Uno de ellos, el carabinero Alejandro Molina Cisterna, estaba a cargo de confeccionar las fichas de quienes iban a ocupar puestos de confianza en el gobierno militar, las que entregaba al capitán Carevic. Por esa misma fecha llegaron los detectives encargados de los interrogatorios rutinarios, dirigidos por  Risiére del Prado Altez España, apodado El Conde.

El 2 de noviembre de 1974, el capitán Urrich resultó herido en un enfrentamiento en el sector de Bilbao con Jorge Matte. Estuvo hospitalizado siete meses y lo reemplazó en la brigada Purén el capitán Manuel Vásquez Chahuan.

La casa de calle Irán también era frecuentada por Osvaldo Andrés Pincetti Gac, a quien desde 1974 el coronel Contreras lo envió a hipnotizar al personal de la Dina y medir su coeficiente intelectual, lo que hizo con unos 800 funcionarios, en Villa Grimaldi, Londres 38, José Domingo Cañas y en Venda Sexy

A mediados de 1974 los analistas de la Dina empezaron a encontrar numerosos vínculos y puntos de encuentro entre algunas estructuras miristas y militantes del Partido Socialista (PS). Los mandos decidieron entonces concentrar a varios grupos de tarea en el nuevo cuartel de calle Irán con Los Plátanos y reunir allí a los detenidos del PS. Decenas de jóvenes de ambos sexos con aquella militancia, muchos de ellos aprehendidos por agentes de Investigaciones y luego entregados a la Dina, han atestiguado su presencia en ese lugar entre agosto y septiembre, siendo sometidos a bárbaras torturas y frecuentes violaciones y abusos sexuales.

No obstante, en las semanas siguientes a la muerte de Miguel Enríquez, mientras las jefaturas decidían empezar a desocupar la casa de José Domingo Cañas, se redobló la ofensiva en contra del MIR.

El 19 de noviembre, los agentes de la Dina llegaron a la calle Joaquín Godoy, en la comuna de La Reina, y tras una breve espera capturaron a la arquitecta boliviana Ida Vera Almarza, de 32 años, al dirigente campesino Isidro Miguel Ángel Pizarro Meniconi, de 21 años, y a otros dos jóvenes. Los dos primeros fueron baleados cuando intentaron una desesperada resistencia.

El 20 arrestaron a Luis Mahuida Esquivel, de 25 años, profesor de Inglés, muy  cercano al buscado nuevo jefe del Grupo Político Militar 1 del MIR, GPM1. Dos días después, el 22, cerca de las cuatro de la madrugada, cinco hombres saltaron la reja de una casa en San Miguel e ingresaron violentamente a uno de los dormitorios, desde donde sacaron a Luis Genaro González Mella, de 25 años, estudiante de la Universidad Técnica del Esrado, UTE. Horas más tarde arrestaron en la población La Bandera a Antonio Patricio Soto Cerna 32 años, carpintero, miembro de la Fuerza Central del MIR.

En Venda Sexy, en tanto, se aglomeraban los nuevos detenidos, las torturas se multiplicaban y los agentes obtenían nuevos nombres de contactos, enlaces y puntos de encuentro en diversos lugares de la ciudad. Los miembros de la brigada Purén acumulaban fotografías obtenidas en el Registro Civil y en los archivos del Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, por donde habían pasado o incluso aún estaban muchos de los buscados.  

Arremetida contra el MIR

En la mañana del 27 de noviembre los hombres de la Dina se apostaron en los alrededores de la esquina de las calles Independencia y Olivos, a escasos metros del río Mapocho, en el centro de Santiago. Un dato obtenido bajo tortura les indicaba que hasta allí llegaría el jefe del GPM1, que comprendía la vasta zona de San Miguel, La Granja, el cordón industrial de San Joaquín, San Bernardo y Puente Alto. A las 7:45 horas en punto apareció Félix Santiago de la Jara Goyeneche (Diego Parra), de 24 años, ex estudiante del Pedagógico, quien fue reducido rápidamente.

La arremetida prosiguió el 9 de diciembre con la detención de Marta Silvia Adela Neira Muñoz, de 29 años, secretaria bilingüe, ex funcionaria de revista Ramona, en la desaparecida editorial estatal Quimantú, enlace o correo de César Arturo Negrete Peña (René), su pareja.

La mujer  fue capturada en los alrededores de las calles Bascuñan y San Alfonso, muy cerca de la Estación Central de ferrocarriles. Pocas horas más tarde los agentes llegaron hasta el domicilio de ambos, en las Torres San Borja, frente a la sede del gobierno militar, donde arrestaron a Arturo Negrete Peña, de 25 años, ingeniero comercial, natural de Tomé, segundo jefe del GPM1. 

En los días siguiente Marta Neira fue reiteradamente violada por perros que eran mantenidos en Venda Sexy, brutal odisea que fue testimoniada meses después por Laura Ramsay, hija de un diplomático que estuvo detenida en aquel cuartel de la Dina y cuyo relato fue publicado por la revista estadounidense Time.

Aquel mismo día fue aprehendido Mario Fernando Peña Solari, (Bruja o Boris) de 21 años, estudiante de arquitectura de la Universidad de Chile, jefe del GPM5, quien acudió a encontrarse con Cristián Mallol, dirigente mirista que permanecía detenido en Villa Grimaldi, donde era sometido a constantes torturas. 

Casi simultáneamente, cayeron también en manos de la Dina varios enlaces de Peña Solari, integrantes de la Red de Resistencia de Medicina, asentada en la facultad que se encuentra junto al Hospital José Joaquín Aguirre, en la comuna de Independencia, al norte del centro de la capital.

A la caída de Mario Peña, le siguió el día 10 la detención de su hermana, Nilda Patricia Peña Solari, 23 años, estudiante de Biología de la Universidad de Chile, encargada de la impresión de la publicación clandestina El Rebelde, quien vivía en un departamento en calle Valentín Letelier, a escasos metros del palacio de La Moneda.

El joven Peña Solari no pudo soportar el ver como torturaban a su hermana y para evitarlo entregó algunos puntos de contacto y acompañó a los agentes de la Dina a efectuar las detenciones 

El 12 cayeron Jorge Ortiz Moraga, de 20 años, estudiante de Medicina de la Universidad de Chile, encargado de las tareas militares del GPM5; Carlos Terán de la Jara, de 25 años, dibujante proyectista; y, Renato Sepúlveda Guajardo, de 21 años, estudiante de medicina de la Universidad de Chile; el 13, fue detenido Jorge Antonio Herrera Cofré, de 18 años, estudiante secundario; el 14, Ramón Labrador Urrutia, de 24 años, comerciante; el 17, Luis Dagoberto San Martín Vergara (Peluca), de 22 años, estudiante de Agronomía de la Universidad de Chile. 

Este último estuvo detenido en muy malas condiciones, torturado hasta lo indecible, con sus dedos y muñecas quebrados, incapaz de sostenerse en pie, afectado además por un infarto cardíaco; la última vez que fue visto, lo conducían a una clínica de la Dina, el 18 o 19 de diciembre de 1974.

El ciclo se cerró el 20 de diciembre con la detención de María Joui Petersen, de19 años, estudiante de economía de la Universidad de Chile; y de Francisco Rosas Contador, de 22 años, fotógrafo.

Todos los arriba mencionados, que estuvieron en Venda Sexy, fueron  hechos desaparecer sin que hasta hoy se sepa su destino.


Venda sexy: Condenan a ex agentes de la DINA por secuestro y tormentos sexuales

Fuente :eldesconcierto.cl, 1 de Octubre 2021

Categoría : Prensa

Respecto del fallo, confirma la condena a los agentes Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, Manuel Rivas Díaz y Hugo del Tránsito Hernández Valle a 15 años y un día de presidio, en calidad de autores de los delitos reiterados de secuestro calificado y aplicación de tormentos contra 10 detenidas y detenidos en el centro clandestino conocido “ Venda Sexy”, en la comuna de Macul, entre 1974 y 1975.

Este viernes se oficializó decisión de la Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, que condenó a cuatro ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), por su participación en los delitos de secuestro calificado y aplicación de tormentos, y aplicación de tormentos con violencia sexual contra 10 detenidas y detenidos en el centro clandestino conocido como “ Venda Sexy”, en la comuna de Macul, entre 1974 y 1975.

De esta manera, la Sala presidida por la ministra María Rosa Kittsteiner e integrada por la ministra (S) Paula Merino y Paola Herrera, dictó sentencia definitiva de segunda instancia. En consecuencia, confirmaron lo resuelto por el ministro Mario Carroza en su sentencia de noviembre último, cuyo dictamen sentó precedente porque, por primera vez un tribunal aplica perspectiva de género por vejámenes sexuales responsabilidad agentes del Estado contra prisioneras en dictadura.

Respecto del fallo, confirma la condena a los agentes Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, Manuel Rivas Díaz y Hugo del Tránsito Hernández Valle a 15 años y un día de presidio, en calidad de autores de los delitos reiterados de secuestro calificado y aplicación de tormentos a Agustín Julio Holgado Bloch, Luis Rodolfo Ahumada Carvajal, Eugenio Ambrosio Alarcón García y Luis Humberto Bernal Venegas. Y por secuestro calificado y aplicación de tormentos con violencia sexual a las víctimas Cristina Verónica Godoy Hinojosa, Laura Ramsay Acosta, Beatriz Constanza Bataszew Contreras, Sara Gabriela de Witt Jorquera, Carmen Alejandra Holzapfel Picarte y Clivia Marfa Sotomayor Torres.

Paralelamente, al ex agente Alejandro Francisco Molina Cisternas lo condenaron a dos penas de 541 días de presidio, como cómplice de los secuestros de Agustín Julio Holgado Bloch y Luis Rodolfo Ahumada Carvajal, concediéndole el beneficio de la libertad vigilada.

Defensa de víctimas releva enfoque con perspectiva de género

En materia civil, la Corte confirmó el rechazo de las excepciones interpuestas por el Fisco y, confirmó que todas las demandas indemnizatorias presentadas por las representaciones de las 10 víctimas del caso deben acogerse, ordenándose el pago de una reparación.

El abogado Francisco Ugás Tapia, del Estudio Jurídico Caucoto Abogados y representante de Clivia Marfa Sotomayor Torres, Carmen Alejandra Holzapfel Picarte y Laura Ramsay Acost, valoró positivamente esta decisión. “Es una sentencia que, refrendando lo resuelto por el tribunal de base, se condice con el mérito del proceso, evidenciándose una correcta aplicación del derecho interno y, especialmente, del derecho internacional”.

Para Ugás una “especial mención debe realizarse a una consideración relevante para la resolución de este caso en su sentencia de primera instancia, por el Ministro Mario Carroza, compartida por la Corte de Apelaciones. A saber, abordar la violencia contra la mujer que se ejerce en contextos de crímenes de derecho internacional, con un enfoque de género”.

«Hechos criminales constituyeron aberraciones deshumanizadas»

En este sentido, el abogado destacó los argumentos que aplicó en su fallo de primera instancia el ministro Carroza, confirmados por el tribunal de alzada capitalino, que alude “los hechos criminales determinados judicialmente, excesos que constituyeron aberraciones deshumanizadas ejecutadas por agentes del Estado, en los que no solo se les infringieron graves sufrimientos físicos y psíquicos a las víctimas, sino que hubo atropellos en el desamparo en que se encontraban, para ejecutar las agresiones de violencia sexual, de manera sistemática, conductas (…) deleznables y que prevalecieron en los interrogatorios”

Adicionalmente, señalan que “dichas conductas obligan a la Judicatura a construir un tipo penal separado al de secuestro agravado (en este caso, el de aplicación de tormentos), por constituir conductas que, en una mirada a los estándares internacionales, han de ser visibilizadas y exaltadas por su gravedad y deshumanización, toda vez que constituyen una forma específica de violencia contra la mujer».

Y agrega que «estas conductas, que se ejecutan en un contexto de ataques generalizados o sistemáticos dirigidos en contra de la población civil, ejecutados por agentes estatales, amparados por el gobierno de facto, son crímenes de lesa humanidad» y, en consecuencia, se deben perseguir y sancionados.

Varios centros de tortura operaban simultáneamente

De acuerdo a la investigación que sustanció el magistrado la DINA, mantuvo durante los años 1974 y 1975 diferentes recintos encubiertos, con el propósito de tener recluidas y privadas de libertad a personas partidarias de partidos políticos o movimientos que siguieron al gobierno depuesto antes de ejecutarse el Golpe de Estado y su condición, en dichos lugares, fue la de prisioneros políticos.

Uno de estos sitios era el calle Irán N° 3037 de la comuna de Macul. Específicamente, era un lugar de encierro y tortura que llamaron “Venda Sexy” o “La Discoteque”, por agresiones y vejaciones sexuales a las que sometieron a prisioneros, utilizado al mismo tiempo que otros cuarteles destinados a fines similares, caso de los conocidos “Londres 38”, “Villa Grimaldi” o “Cuartel Terranova” y también el de “José Domingo Cañas”.

A los anteriores, agregaron el encargado de mantener a los prisioneros incomunicados y en recuperación de las torturas sufridas en los interrogatorios, para que luego el mando del organismo decidiera su destino final, conocido como “Cuatro Álamos”, que disponía de un anexo, en el que mantenían a los prisioneros en libre plática hasta que llegara a concretarse su potencial libertad o expulsión del país. A esta dependencia aledaña, la llamaron “Tres Álamos”.


Condenados cuatro ex agentes de la DINA por crímenes cometidos en centro de torturas "Venda Sexy"

Fuente :cooperativa.cl, 2 de Octubre 2021

Categoría : Prensa

La Corte de Santiago confirmó el fallo contra Raúl Iturriaga Neumann, Manuel Rivas Díaz, Hugo del Tránsito Hernández y Alejandro Francisco Molina Cisternas por secuestro calificado y aplicación de tormentos con violencia sexual.

Este caso, que tuvo 10 víctimas, sienta un precedente al aplicar un tribunal, por primera vez, perspectiva de género por vejámenes sexuales perpetrados por la dictadura.

El Centro de Detención "Venda Sexy – Discoteque", declarado Monumento Histórico en 2016, fue uno de los primeros cuarteles de la DINA, durante el periodo denominado por el Informe Valech como de Detención Selectiva, entre 1974 y 1977.

La Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, conformada sólo por mujeres, condenó a cuatro ex agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) por los delitos de secuestro calificado y aplicación de tormentos, y aplicación de tormentos con violencia sexual, ocurridos contra diez detenidas y detenidos entre 1974 y 1975 en el centro clandestino conocido como "Venda Sexy", ubicado e Macul.

De esta manera, la Sala -presidida por la ministra María Rosa Kittsteiner e integrada por la ministra (s) Paula Merino y la abogada Paola Herrera- dictó sentencia definitiva de segunda instancia, y confirmó lo resuelto por el ministro Mario Carroza en su sentencia de noviembre del año pasado, cuyo dictamen sentó precedente ya que por primera vez un tribunal aplica perspectiva de género por vejámenes sexuales cometidos por agentes del Estado contra prisioneras en tiempos de la dictadura.

En detalle, se condenó a Raúl Eduardo Iturriaga NeumannManuel Rivas Díaz y Hugo del Tránsito Hernández Valle a 15 años y un día de presidio, como autores de los delitos reiterados de secuestro calificado y aplicación de tormentos a Agustín Julio Holgado Bloch, Luis Rodolfo Ahumada Carvajal, Eugenio Ambrosio Alarcón García y Luis Humberto Bernal Venegas; y de secuestro calificado y aplicación de tormentos con violencia sexual a las víctimas: Cristina Verónica Godoy Hinojosa, Laura Ramsay Acosta, Beatriz Constanza Bataszew Contreras, Sara Gabriela de Witt Jorquera, Carmen Alejandra Holzapfel Picarte y Clivia Marfa Sotomayor Torres.

En tanto, el ex agente Alejandro Francisco Molina Cisternas recibió dos penas de 541 días de presidio, como cómplice de los secuestros de Agustín Julio Holgado Bloch y Luis Rodolfo Ahumada Carvajal, concediéndole el beneficio de la libertad vigilada.

En materia civil, el tribunal de alzada también confirmó el rechazo de las excepciones interpuestas por el Fisco y respaldó que todas las demandas indemnizatorias presentadas por las representaciones de las 10 víctimas del caso deben ser acogidas, ordenándose el pago de una reparación.

"CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD QUE DEBEN SER PERSEGUIDOS"

El abogado Francisco Ugás, representante de Clivia Marfa Sotomayor Torres, Carmen Alejandra Holzapfel Picarte y Laura Ramsay Acost, valoró positivamente la decisión judicial: "Es una sentencia que, refrendando lo resuelto por el tribunal de base, se condice con el mérito del proceso, evidenciándose una correcta aplicación del derecho interno y, especialmente, del derecho internacional".

El jurista destacó que "especial mención debe realizarse a una consideración relevante para la resolución de este caso, ya expuesta en su oportunidad, en su sentencia de primera instancia, por el ministro Mario Carroza, la cual es compartida por la Corte de Apelaciones, a saber, abordar la violencia contra la mujer que se ejerce en contextos de crímenes de derecho internacional, con un enfoque de género".

En este sentido, destacó los argumentos que aplicó en su fallo de primera instancia el ministro Carroza y que fueron reafirmados por la Corte capitalina, los cuales dicen relación con que "los hechos criminales determinados judicialmente, son excesos que constituyeron aberraciones deshumanizadas ejecutadas por agentes del Estado, en los que no sólo se les infringieron graves sufrimientos físicos y psíquicos a las víctimas, sino que hubo atropellos en el desamparo en que se encontraban, para así ejecutar las agresiones de violencia sexual, de manera sistemática, conductas que de por sí fueron deleznables y que prevalecieron en los interrogatorios".

Prosigue señalando que "dichas conductas obligan a la Judicatura a construir un tipo penal separado al de secuestro agravado -cual es, en este caso, el de aplicación de tormentos-, por constituir conductas que, en una mirada a los estándares internacionales, han de ser visibilizadas y exaltadas por su gravedad y deshumanización, toda vez que ellas constituyen una forma específica de violencia contra la mujer. Y estas conductas, que se ejecutan en un contexto de ataques generalizados o sistemáticos dirigidos en contra de la población civil, ejecutados por agentes estatales, amparados por el gobierno de facto, son crímenes de lesa humanidad que deben ser perseguidos y sancionados".

De acuerdo con la investigación de Carroza, la DINA mantuvo durante 1974 y 1975 diferentes recintos encubiertos, con el propósito de recluir en ellos y privar de libertad a personas partidarias de partidos políticos o movimientos que siguieron al Gobierno depuesto, de Salvador Allende. antes de ejecutarse el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, y su condición, en dichos lugares, fue la de prisioneros políticos.

Uno de estos sitios estuvo en calle Irán N° 3037, de la comuna de Macul: un lugar de encierro y tortura que llamaron "Venda Sexy" o "La Discoteque", en razón de las agresiones y vejaciones sexuales a que fueron sometidos los prisioneros, se utilizó al mismo tiempo que otros cuarteles destinados a fines similares, como fueron aquellos conocidos como "Londres 38""Villa Grimaldi" o "Cuartel Terranova" y también el de "José Domingo Cañas".

Se les agregó aquel que se encargaba de mantener a los prisioneros incomunicados y en recuperación de las torturas sufridas en los interrogatorios, y en el intertanto, el mando del organismo decidía su destino final: este fue conocido con el nombre de "Cuatro Álamos", recinto que contaba además en el mismo lugar con un anexo –"Tres Álamos"-, donde a los prisioneros se les mantenía en libre platica hasta que llegara a concretarse su potencial libertad o expulsión del país.


Corte Suprema condena a ex agentes DINA por crímenes de dos personas secuestradas en el cuartel clandestino “Venda Sexy” en 1974

Fuente :resumen.cl, 15 de Diciembre 2022

Categoría : Prensa

En sucesivas resoluciones de la Segunda Sala Penal, la Corte Suprema condenó a ex jerarcas y agentes de la extinta Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) por dos delitos de secuestro calificado cometidos en 1974 contra dos víctimas de las acciones criminales del aparato represivo instalado por la dictadura.

En el primero de los casos, por los delitos de asociación ilícita y de secuestro calificado del comerciante Ramón Isidro Labrador Urrutia, la Segunda Sala del máximo tribunal, – integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, Leopoldo Llanos y la ministra María Cristina Gajardo -, en fallo dividido (causa rol 72.036-2020), confirmó la sentencia que rechazó la media prescripción y que condenó a los ex jerarcas de la DINA y ex oficiales de Ejército Pedro Octavio Espinoza Bravo, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann y Manuel Andrés Carevic Cubillos a dos penas de 5 años y un día de presidio, como autores de los delitos.

En tanto, los ex agentes Manuel de la Cruz Rivas Díaz y Hugo del Tránsito Hernández Valle, ambos ex PDI, deberán purgar 5 años y un día de presidio, como autores del delito de secuestro calificado, y 541 días, por asociación ilícita.

La Corte Suprema rechazó los recursos de casación interpuestos por los condenados en contra de la resolución adoptada en mayo de 2020 por la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de San Miguel que ratificó las sentencias dictadas en el fallo de primera instancia por la ministra Marianela Cifuentes Alarcón.

La decisión fue acordada con el voto en contra de la ministra Gajardo, quien estuvo por acoger los recursos de casación deducidos por tres de los sentenciados (Manuel Andrés Carevic Cubillos, Manuel de la Cruz Rivas Díaz y Hugo del Tránsito Hernández Valle), reconociendo en su favor la prescripción gradual de la pena.

La víctima de este hecho criminal, Ramón Isidro Labrador Urrutia, tenía 24 años a la fecha de su secuestro. Era comerciante y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Fue detenido el 14 de diciembre de 1974, en horas de la mañana, en Vicuña Mackenna con Carlos Valdovinos, comuna de San Joaquín, por agentes de la DINA quienes le condujeron al cuartel clandestino denominado "Venda Sexy", ubicado en calle Irán con los Plátanos, en la actual comuna de Macul, en Santiago. En el mencionado recinto funcionaba la Agrupación Chacal, que era parte de la Brigada Purén, dependiente de Brigada de inteligencia Metropolitana (BIM) de la DINA.

El jefe de la BIM era Pedro Octavio Espinoza Bravo, el responsable de la Brigada Purén era Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, secundado por Manuel Andrés Carevic Cubillos, en tanto que la agrupación Chacal era dirigida por el ya fallecido ex oficial de Carabineros Miguel Eugenio Hernández Oyarzo. En el referido cuartel operaban como torturadores, entre otros, los funcionarios de la PDI de la época y ex agentes DINA Risiere del Prado Altez España (ya fallecido), Manuel Rivas Díaz, Hugo Hernández Valle.

De Ramón Isidro Labrador Urrutia se perdió todo rastro y desde esa fecha es un detenido desaparecido.

Otra víctima de Operación Colombo

En el segundo de los casos, la Corte Suprema condenó a cinco ex jerarcas de la DINA por el secuestro calificado de Luis Fernando Fuentes Riquelme cometido en Santiago el 20 de septiembre de 1974. La víctima también permaneció prisionero en el cuartel denominado "Venda Sexy", lugar desde donde se pierde todo rastro, y luego fue incluido en la fatídica lista de las 119 personas detenidas desaparecidas que se mencionaban en la Operación Colombo montada por la DINA para desinformar respecto de la suerte de los detenidos que permanecían en su poder.

En fallo unánime (causa rol 30.508-2020), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada en este caso por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, Leopoldo Llanos y el abogado (i) Gonzalo Ruz- confirmó la sentencia que rechazó la media prescripción y que condenó a los ex jerarcas de la DINA y ex oficiales de Ejército César Raúl Manríquez Bravo, Miguel Krassnoff Martchenko, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, Manuel Andrés Carevic Cubillos y al fallecido ex oficial de Carabineros Ciro Ernesto Torré Sáez, a penas de 10 años y un día de presidio efectivo, en calidad de autores del delito.

En el fallo de primera instancia, dictado en marzo de 2019, el ministro Mario Carroza condenó solo a Manríquez Bravo, Krassnoff Martchenko y Torré Sáez a penas de cinco años y un día de presidio, y absolvió a los otros dos acusados. Este fallo fue revocado por una Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago que, en enero de 2020, revocó las absoluciones y condenó a los cinco implicados a la pena de diez años y un día de presidio.

En la presente resolución, la Corte Suprema rechazó los recursos de casación interpuestos por los condenados en contra de la sentencia. Al respecto, el fallo de la Suprema señala:

"…. la calificación de delito de lesa humanidad dada al hecho ilícito cometido, obliga a considerar la normativa del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que excluye la aplicación tanto de la prescripción total como de la llamada media prescripción, por entender tales institutos estrechamente vinculados en sus fundamentos y, consecuencialmente, contrarios a las regulaciones de ius cogens provenientes de esa órbita del Derecho Penal Internacional, que rechazan la impunidad y la imposición de penas no proporcionadas a la gravedad intrínseca de los delitos, fundadas en el transcurso del tiempo".

La víctima de este hecho criminal, Luis Fernando Fuentes Riquelme, de 23 años de edad, era estudiante de Biología de la Universidad de Chile y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Fue detenido en una celada tendida por agentes de la DINA, el día 20 de septiembre de 1974, en calle Bilbao con Amapolas, en Santiago.

En el hecho, Luis Fuentes trata de huir de la encerrona pero es baleado por los agentes y, herido, logran reducirlo y subirlo a un vehículo en que se movilizaban para alejarse rápidamente del lugar. El detenido es conducido al cuartel clandestino denominado "Ollague", ubicado en calle José Domingo Cañas N° 1367, en 'uñoa; luego, debido a las heridas de bala que tenía, lo trasladan al Hospital Militar para atenciones básicas. Después es llevado al cuartel denominado "Venda Sexy", donde fue visto por última vez el 23 de noviembre de ese año por otras personas detenidas y sobrevivientes, desde esa fecha es un detenido desaparecido que en julio de 1975 es incluido por la DINA en la lista de la Operación Colombo. 


Corte Suprema condena a ex agentes DINA por crímenes de dos personas secuestradas en el cuartel clandestino “Venda Sexy” en 1974

Fuente :resumen.cl, 15 de Diciembre 2022

Categoría : Prensa

En sucesivas resoluciones de la Segunda Sala Penal, la Corte Suprema condenó a ex jerarcas y agentes de la extinta Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) por dos delitos de secuestro calificado cometidos en 1974 contra dos víctimas de las acciones criminales del aparato represivo instalado por la dictadura.

En el primero de los casos, por los delitos de asociación ilícita y de secuestro calificado del comerciante Ramón Isidro Labrador Urrutia, la Segunda Sala del máximo tribunal, – integrada por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, Leopoldo Llanos y la ministra María Cristina Gajardo -, en fallo dividido (causa rol 72.036-2020), confirmó la sentencia que rechazó la media prescripción y que condenó a los ex jerarcas de la DINA y ex oficiales de Ejército Pedro Octavio Espinoza Bravo, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann y Manuel Andrés Carevic Cubillos a dos penas de 5 años y un día de presidio, como autores de los delitos.

En tanto, los ex agentes Manuel de la Cruz Rivas Díaz y Hugo del Tránsito Hernández Valle, ambos ex PDI, deberán purgar 5 años y un día de presidio, como autores del delito de secuestro calificado, y 541 días, por asociación ilícita.

La Corte Suprema rechazó los recursos de casación interpuestos por los condenados en contra de la resolución adoptada en mayo de 2020 por la Primera Sala de la Corte de Apelaciones de San Miguel que ratificó las sentencias dictadas en el fallo de primera instancia por la ministra Marianela Cifuentes Alarcón.

La decisión fue acordada con el voto en contra de la ministra Gajardo, quien estuvo por acoger los recursos de casación deducidos por tres de los sentenciados (Manuel Andrés Carevic Cubillos, Manuel de la Cruz Rivas Díaz y Hugo del Tránsito Hernández Valle), reconociendo en su favor la prescripción gradual de la pena.

La víctima de este hecho criminal, Ramón Isidro Labrador Urrutia, tenía 24 años a la fecha de su secuestro. Era comerciante y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Fue detenido el 14 de diciembre de 1974, en horas de la mañana, en Vicuña Mackenna con Carlos Valdovinos, comuna de San Joaquín, por agentes de la DINA quienes le condujeron al cuartel clandestino denominado "Venda Sexy", ubicado en calle Irán con los Plátanos, en la actual comuna de Macul, en Santiago. En el mencionado recinto funcionaba la Agrupación Chacal, que era parte de la Brigada Purén, dependiente de Brigada de inteligencia Metropolitana (BIM) de la DINA.

El jefe de la BIM era Pedro Octavio Espinoza Bravo, el responsable de la Brigada Purén era Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, secundado por Manuel Andrés Carevic Cubillos, en tanto que la agrupación Chacal era dirigida por el ya fallecido ex oficial de Carabineros Miguel Eugenio Hernández Oyarzo. En el referido cuartel operaban como torturadores, entre otros, los funcionarios de la PDI de la época y ex agentes DINA Risiere del Prado Altez España (ya fallecido), Manuel Rivas Díaz, Hugo Hernández Valle.

De Ramón Isidro Labrador Urrutia se perdió todo rastro y desde esa fecha es un detenido desaparecido.

Otra víctima de Operación Colombo

En el segundo de los casos, la Corte Suprema condenó a cinco ex jerarcas de la DINA por el secuestro calificado de Luis Fernando Fuentes Riquelme cometido en Santiago el 20 de septiembre de 1974. La víctima también permaneció prisionero en el cuartel denominado "Venda Sexy", lugar desde donde se pierde todo rastro, y luego fue incluido en la fatídica lista de las 119 personas detenidas desaparecidas que se mencionaban en la Operación Colombo montada por la DINA para desinformar respecto de la suerte de los detenidos que permanecían en su poder.

En fallo unánime (causa rol 30.508-2020), la Segunda Sala del máximo tribunal -integrada en este caso por los ministros Haroldo Brito, Manuel Antonio Valderrama, Jorge Dahm, Leopoldo Llanos y el abogado (i) Gonzalo Ruz- confirmó la sentencia que rechazó la media prescripción y que condenó a los ex jerarcas de la DINA y ex oficiales de Ejército César Raúl Manríquez Bravo, Miguel Krassnoff Martchenko, Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, Manuel Andrés Carevic Cubillos y al fallecido ex oficial de Carabineros Ciro Ernesto Torré Sáez, a penas de 10 años y un día de presidio efectivo, en calidad de autores del delito.

En el fallo de primera instancia, dictado en marzo de 2019, el ministro Mario Carroza condenó solo a Manríquez Bravo, Krassnoff Martchenko y Torré Sáez a penas de cinco años y un día de presidio, y absolvió a los otros dos acusados. Este fallo fue revocado por una Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago que, en enero de 2020, revocó las absoluciones y condenó a los cinco implicados a la pena de diez años y un día de presidio.

En la presente resolución, la Corte Suprema rechazó los recursos de casación interpuestos por los condenados en contra de la sentencia. Al respecto, el fallo de la Suprema señala:

"…. la calificación de delito de lesa humanidad dada al hecho ilícito cometido, obliga a considerar la normativa del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que excluye la aplicación tanto de la prescripción total como de la llamada media prescripción, por entender tales institutos estrechamente vinculados en sus fundamentos y, consecuencialmente, contrarios a las regulaciones de ius cogens provenientes de esa órbita del Derecho Penal Internacional, que rechazan la impunidad y la imposición de penas no proporcionadas a la gravedad intrínseca de los delitos, fundadas en el transcurso del tiempo".

La víctima de este hecho criminal, Luis Fernando Fuentes Riquelme, de 23 años de edad, era estudiante de Biología de la Universidad de Chile y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Fue detenido en una celada tendida por agentes de la DINA, el día 20 de septiembre de 1974, en calle Bilbao con Amapolas, en Santiago.

En el hecho, Luis Fuentes trata de huir de la encerrona pero es baleado por los agentes y, herido, logran reducirlo y subirlo a un vehículo en que se movilizaban para alejarse rápidamente del lugar. El detenido es conducido al cuartel clandestino denominado "Ollague", ubicado en calle José Domingo Cañas N° 1367, en 'uñoa; luego, debido a las heridas de bala que tenía, lo trasladan al Hospital Militar para atenciones básicas. Después es llevado al cuartel denominado "Venda Sexy", donde fue visto por última vez el 23 de noviembre de ese año por otras personas detenidas y sobrevivientes, desde esa fecha es un detenido desaparecido que en julio de 1975 es incluido por la DINA en la lista de la Operación Colombo. 


Abogado y víctimas de la Venda Sexy: Vejaciones consideraban apremios sexuales de un perro

Fuente :eldesconcierto.cl, 24 de Septiembre 2023

Categoría : Prensa

Tras conocerse la sentencia para los integrantes de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), responsables de las brutales torturas materializadas sistemáticamente en dictadura, Francisco Ugás entrega detalles del oscuro y criminal modus operandi y cuestiona la tendencia negacionista instalada en nuestro país. «Relativizar estos crímenes es inaceptable», plantea.

Hace unos días se oficializó el fallo que condenó a exagentes de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), por secuestro y torturas con violencia sexual en el contexto del caso de “La Venda Sexy”, uno de los más cruentos de la dictadura.  

Se trata de una sentencia contra seis detenidas y cuatro detenidos del centro clandestino, correspondientes al período entre septiembre y diciembre de 1974.

Específicamente, se condenó a Manuel Rivas Díaz, Hugo Hernández Valle y Raúl Eduardo Iturriaga Neumann, a 15 años y un día de presidio por delitos de secuestro calificado y aplicación de tormentos con violencia sexual contra Cristina Verónica Godoy Hinojosa, Laura Ramsay Acosta, Beatriz Constanza Bataszew Contreras, Sara Gabriela de Witt Jorquera, Carmen Alejandra Holzapfel Picarte y Clivia Marfa Sotomayor Torres, además de los delitos de secuestro calificado y aplicación de tormentos perpetrados en las personas de Agustín Julio Holgado Bloch, Luis Rodolfo Ahumada Carvajal, Eugenio Ambrosio Alarcón García y Luis Humberto Bernal Venegas.

Los hechos:

De acuerdo a la indagatoria del ministro en visita, Mario Carroza, se establecieron los siguientes hechos:

La DINA mantuvo diferentes recintos encubiertos con el propósito de tener en ellos a recluidos y privados de libertad, partidarias de partidos políticos o movimientos que siguieron a la administración depuesta como consecuencia del Golpe de Estado.

Uno de estos sitios era el correspondiente a calle Irán N° 3037, emplazado en la comuna de Macul, lugar de encierro y tortura llamado ‘Venda Sexy’ o ‘La Discoteque’, por las agresiones y vejaciones sexuales a las que sometían a sus prisioneros.

Entre las víctimas, trasladadas particularmente al centro de calle Irán con Los Plátanos, ubicado en la comuna de Macul, se encuentran:

Agustín Holgado, privado de libertad por tres civiles que lo trasladaron al cuartel central de la PDI, desde el cual es retirado y posteriorment trasladadoo al recinto clandestino “Venda Sexy”, donde al igual que el resto de los involucrados en este caso, fue vendado, amarrado, y continuamente sometido a interrogatorios bajo tortura. Luego pasó por ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos’, donde estuvo hasta marzo de 1975, cuando fue expulsado del país con dirección a México.

– Luis Ahumada, estudiante de la Universidad de Chile y militante del PS, fue detenido en de septiembre de 1974 por personal de la PDI.

Lo trasladaron a su cuartel general, donde permanece hasta el 16 de ese mes, cuando junto a otros detenidos lo remiten a la “Venda Sexy”, donde lo mantienen sin contacto con el exterior, vendado, amarrado y sometido a interrogatorios bajo tortura, hasta que lo llevan a ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos’, donde se queda hasta agosto de 1975, cuando se le expulsa del país con dirección a Noruega.

– Eugenio Alarcón, estudiante de la Universidad de Chile y militante de la Juventud Socialista, es detenido en septiembre de 1974 por agentes de la DINA que, tras amarrarlo de manos y vendarle la vista, lo trasladan a la “Venda Sexy”, donde permanece en las mismas condiciones que el resto de los detenidos, hasta que lo derivan a otros centro de detención. En marzo de 1975 es expulsado del país con dirección a México.

– Luis Bernal, estudiante de la Universidad de Chile y quien participaba en el núcleo del PS es detenido por agentes de la DINA en septiembre de 1974 en el domicilio de sus padres, en la población Juan Antonio Ríos (Independencia).

Tras vendarle la vista lo trasladan a la ‘Venda Sexy’, donde pasó sus días en iguales condiciones que el resto de los privados de libertad, para luego pasar a ‘Cuatro Álamos’, donde permaneció hasta octubre de 1974, cuando es liberado en la vía pública.

– Cristina Godoy, militante del MIR, estudiante de la Universidad de Chile, fue detenida por agentes de la DINA cuando trabajaba en el Hospital José Joaquín Aguirre (Independencia), en diciembre de 1974. Le vendan la vista para llevarla a ‘Villa Grimaldi’, donde estuvo un día para luego ser trasladada a la ‘Venda Sexy’.

En similares condiciones que el resto, fue además agredida sexualmente y violada por los agentes. Días después la llevan a ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos’, donde permaneció hasta diciembre de 1975, cuando recupera su libertad.

– Laura Ramsay Acosta, estudiante de la Universidad de Chile, fue detenida por agentes de la DINA en diciembre de 1974 en plena vía pública. Fue subida a un vehículo y trasladada a ‘Villa Grimaldi’, lugar donde es interrogada bajo tortura. Al día siguiente es llevada a la ‘Venda Sexy’.

En las mismas condiciones que el resto de los detenidos, sufre agresiones sexuales y es incluso violada por agentes de la DINA. Se queda en ese lugar hasta diciembre de ese año, cuando la llevan a ‘Cuatro Álamos’, para posteriormente pasar a ‘Tres Álamos’, donde se mantiene hasta febrero de 1975, cuando es expulsada del país con destino a Venezuela.

– Carmen Holzapfel, estudiante de la Universidad de Chile y militante del MIR fue detenida en su domicilio de calle Valentín Letelier (Santiago) en diciembre de 1974, por cuatro funcionarios de la DINA que la trasladan vendada a ‘Villa Grimaldi’, donde la someten a sesiones de interrogatorios y tratos crueles, como aplicación de electricidad en distintas partes de su cuerpo, recibiendo golpes y violencia sexual con el fin de que entregara información.

Tras casi una semana es trasladada hasta la ‘Venda Sexy’, donde la dejan 10 días sin contacto con el exterior, vendada, amarrada y sometida a interrogatorios bajo tortura. Luego la remiten a los centros ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos’, donde estuvo tres meses más, hasta que recupera su libertad en fecha indeterminada y es expulsada con destino a Alemania.

– Beatriz Bataszew Contreras, estudiante de la Universidad de Chile y militante del MIR fue detenida en diciembre de 1974, cuando caminaba por calle Vaticano (Las Condes). Agentes de la DINA la trasladaron a la ‘Venda Sexy’, donde la tuvieron secuestrada cinco días, sin contacto con el exterior, en iguales condiciones que el resto de los detenidos.

Fue agredida sexualmente y violada por agentes del organismo represor, quienes luego la llevan a ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos’, donde permaneció hasta mayo de 1976, cuando es liberada.

– Clivia Sotomayor, estudiante de la Universidad de Chile y simpatizante del MIR, es detenida en calle José Benavente con Irarrázaval (Santiago), en diciembre de 1974, por agentes de la DINA, quienes luego de amarrarla de manos y vendarle la vista la trasladan a la ‘Venda Sexy’.

En ese lugar permaneció al igual que el resto de las víctimas, hasta que a los dos días la trasladan a ‘Cuatro Álamos’ y a ‘Tres Álamos’, donde estuvo hasta el 15 de marzo de 1975, fecha en que es expulsada con destino a Gran Bretaña.

– Sara de Witt, militante del MIR y estudiante de la Universidad de Chile, fue detenida en Avda. Matta (Santiago) en abril de 1975 por cuatro agentes civiles. La trasladan a la ‘Venda Sexy’, donde permaneció en la misma situación que el resto de los prisioneros hasta que la remiten a ‘Villa Grimaldi’, donde está dos semanas luego de las cuales la llevan a ‘Cuatro Álamos’ y ‘Tres Álamos» (Santiago), donde se queda hasta diciembre de 1976, cuando recupera su libertad y sale del país de manera inmediata.

Vejámenes sexuales generalizados

Consultado por El Desconcierto, el abogado querellante de este caso, Francisco Ugás Tapia, relata que «Venda Sexy» se caracterizaba por «las diversas torturas, especialmente de carácter sexual, vejámenes» que se cometían en su interior, «en perjuicio de las personas privadas de libertad. Estos se traducían en tocaciones de connotación sexual, y en violaciones que se realizaban por parte de los victimarios, en perjuicio de las víctimas, hombres y mujeres».

Incluso, detalla que estas «también eran realizadas por un animal, en este caso por un perro llamado Volodia, que también violentaba sexualmente a las víctimas, hombres y mujeres. Y las expresiones de dolor que manifestaban las víctimas a propósito de los vejámenes que estaban sufriendo, eran silenciados por el alto volumen al cual ponían la música, y por eso se denominaba ‘la discoteca’. Y este tipo de vejámenes de orden sexual, se observaba de manera generalizada en diversas víctimas que pasaron por este recinto en particular».

Cuando le preguntamos si ante torturas y vejaciones de esta envergadura, qué tanto contribuye una sentencia para el proceso de sanación de los afectados por un trato tal cruel, Ugás plantea que “es difícil medir cuánto logra reparar una sentencia a las víctimas que han sufrido estos vejámenes».

«Corresponde a las víctimas sobrevivientes expresar ello en propiedad. Sin prejuicio de ello, creo que en mi vinculación con las víctimas, observo que ayudan y valoran que se devele la verdad acerca de lo ocurrido por parte de la justicia, que se visibilicen estos crímenes por parte de la justicia y se sancione a los responsables. Eso sí tiene un efecto que, creo, ayuda o permite resarcir, en parte siquiera, el daño que se les ha causado a las víctimas de estos crímenes”, agrega.

Débiles garantías de no repetición

Esta condena se conoce a semanas de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, una fecha sensible frente a la que se han evidenciando conductas de negacionismo ante los horrores de la dictadura, ¿a qué atribuye este fenómeno?, le preguntamos a renglón seguido.

“Obedece a lo débil que han sido las garantías de no repetición que se han implementado por nuestro Estado en el marco de nuestro proceso de justicia internacional», comenta.

Y agrega que, en su opinión «hay una escasa formación y educación en temas de derechos humanos y, por cierto, en torno a los crímenes del pasado para que esto no vuelvan a ocurrir, tanto en el mundo civil como en el mundo militar».

«Creo que la educación y la formación es la principal garantía de no repetición», sincera luego.

«Relativizar estos crímenes es inaceptable»

Cuando le consultamos por la tendencia negacionista evidenciada en los últimos meses en nuestro país, asegura que «es realmente inaceptable que hoy se cuestione la veracidad acerca de ellos, más aún cuando existe el pronunciamiento jurisdiccional que lo establece. Relativizar estos hechos, estos crímenes, también es algo inaceptable y algo que, como sociedad, tenemos que reflexionar prontamente con el objeto de poder hacer más fuertes estas garantías de no repetición que se producen, entre otras, por ejemplo, en esta formación y educación y capacitación en temas de derechos humanos”.

Por último, plantea que “tenemos fuentes relevantes que nos permiten establecer que existieron crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, tenemos las comisiones de verdad, la documentación que se acuñó en su oportunidad, la Vicaría de la Solidaridad en el marco de su trabajo… Tenemos sentencias definitivas de nuestros tribunales sobre la materia».

«Creo que es muy importante divulgar toda esta información, porque creo que hay un déficit, es necesario que estas fuentes sean conocidas por parte de nuestra sociedad con el objeto particularmente de reforzar nuestra educación en derechos humanos», comenta posteriormente.

«Aquí hay una debilidad, creo que no existe una conciencia social afiatada, firme sobre los crímenes de lesa humanidad y expresión de ellos en el negacionismo y la amnesia que hoy estamos viviendo”, concluye Ugás.